El gobierno ha dado un gran paso adelante en la regulación de este modo de transporte público. ¿En qué consisten las medidas adoptadas y que se sigue en la formalización del bicitaxismo?
Daniel Páez*
El problema
El bicitaxismo se practica con triciclos, algunos con motor y otros a puro pedal, que se usan en muchas ciudades de Colombia como solución de movilidad para aquellos que necesitan hacer viajes de corta distancia.
Como muchas cosas en Colombia, el bicitaxismo nació sin ninguna regulación y de forma desordenada. En las grandes ciudades, como Bogotá, el bicitaxismo respondió a la necesidad de cubrir viajes hasta donde no llegan busetas o los alimentadores de Transmilenio, pero donde sí hay andenes o ciclorrutas.
En las ciudades intermedias y en los pueblos de Colombia, particularmente en la costa, los bicitaxis son la única solución de movilidad ya que el mercado del transporte es tan pequeño que no se justifica la inversión en un vehículo tipo taxi, que puede llegar a costar 30 veces más que el triciclo.
Nadie sabe cuántos bicitaxis hay en Colombia. Unos hablan de más de 4.500 solamente en Bogotá, lo que quiere decir que podríamos estar llegando a una cifra superior a los 12.000 en toda Colombia. Ninguna autoridad tiene registro o inventario porque, hasta la reciente resolución 160, que acaba de sacar el Ministerio de Transporte, nadie le había prestado atención al problema.
La nueva regulación colombiana toma lo mejor que se ha hecho en Europa y lo mejora teniendo en cuenta la realidad nacional.
El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 le ha exigido al Ministerio de Transporte que regule tanto el servicio como los vehículos que se utilizan en el bicitaxismo. Y la resolución 160 es el primer paso para regular estos vehículos.
Esta regulación era necesaria. Desde hace unos 3 años los triciclos que se usaban para el bicitaxismo comenzaron a ser adaptados con motores eléctricos y de combustión. Peor aún, el mercado comenzó a ser tan bueno que se inició la importación de tricimotos sin pedales que alcanzan velocidades superiores a los 50 km/h. Y los usuarios de las ciclorrutas, que normalmente están en andenes y comparten con peatones y bicicletas, comenzaron a ver que los bicitaxis ponían en riesgo su seguridad.
La nueva reglamentación
![]() Implementación de la resolución 160 por parte del Ministerio de Transporte, sobre los bicitaxis. El futuro de la movilidad, es la bicicleta. |
El Ministerio de Transporte, después de consultar con la academia, las agremiaciones de bicitaxistas y los importadores de vehículos, decidió meterle el diente al problema y establecer cuáles bicitaxis pueden operar en los andenes y ciclorrutas de las ciudades colombianas.
Desde el punto de vista técnico es difícil establecer qué es una bicicleta, qué es una moto y qué es un carro. Por ejemplo China hoy sufre un gran conflicto entre las bicicletas a pedal y aquellas que llevan motor. Incluso en algunas ciudades del gigante asiático se han segregado a los diferentes usuarios. Incluso para ellos, que son los principales fabricantes de bicicletas eléctricas, no es clara la línea divisoria entre una bicicleta y una moto.
La nueva regulación colombiana toma lo mejor que se ha hecho en Europa y lo mejora teniendo en cuenta la realidad nacional. Con la resolución 160 el Ministerio de Transporte trazó una línea clara para saber qué vehículo puede seguir prestando el servicio de bicitaxi y cuáles tienen que bajarse del andén y ya no pueden prestar el servicio a partir del 2 de febrero.
En esto la regla es clara. Si su tracción principal son los pedales y puede tener asistencia de un motor eléctrico pero solo se activa al pedalear, se considera bicicleta y puede seguir en el andén, usando las ciclorrutas e ir por las ciclovías del domingo.
Todos los demás son tricimotos y deben ser operados únicamente en las calles con los otros carros. Además deben usar casco de moto, tener espejos y, para los que entraron al país después del 2 de febrero, tener placa, SOAT y conductor con pase.
En la práctica esto quiere decir que en Colombia se decidió darle prioridad al transporte seguro y limpio para los bicitaxis (como pasa en Barcelona o Melbourne). Y los bicitaxis que presten el servicio no pueden ser a motor ni alcanzar altas velocidades, ya que su estabilidad se reduce a medida que aumenta la velocidad.
Retos y oportunidades
El trabajo de regulación del Ministerio de Transporte no es nada fácil. Es imposible que todos los actores del bicitaxismo (usuarios, propietarios, importadores y autoridades locales) queden contentos. Pero parece que en esta ocasión el regulador encontró una forma que balancea la tensión entre la situación actual y el futuro que se desea.
Esto quiere decir que los dueños de bicitaxis que son a motor no pueden prestar más el servicio público de transporte. Pero la regulación les permite seguir operando siempre y cuando vayan por las calles.
Los tricimotos van a disminuir su valor comercial porque ya no pueden prestar el servicio de taxi pero, por otro lado, sus propietarios los pueden vender para que privados los usen como un vehículo familiar o de carga. Lo importante es que ahora sí es claro qué vehículo se puede comprar en caso de que se quiera operar un bicitaxi.
Con esta resolución los usuarios del bicitaxi ganaron por punta y punta. Aunque pedaleando se va un poco más lento que con motor, claramente la experiencia va a ser más placentera y segura si se va en un vehículo que no emite ruido ni gases y cuya velocidad es tan baja que es muy seguro para el ocupante y para los peatones y ciclistas alrededor.
Ahora a las autoridades de tránsito de los municipios les toca hacer cumplir la resolución. Los estándares creados por Mintransporte son claros y, aunque siempre alguien puede argumentar que su vehículo es anterior a la reglamentación, lo importante es que no puede ser bicitaxi si tiene motor.
El futuro: la movilidad sostenible
![]() Implementación de la resolución 160 por parte del Ministerio de Transporte, sobre los bicitaxis. Implementación de la resolución 160 por parte del Ministerio de Transporte, sobre los bicitaxis. |
Sin duda la bicicleta es el vehículo del futuro. Y la resolución 160 ha logrado recordarnos la importancia de mantener las ciclorrutas seguras. Algunos pensarán que no permitir motores en las bicicletas va en contra de este modo de transporte. Pero la realidad es que la resolución permite un motor que se activa con los pedales y que no convierte la bicicleta en una moto.
La resolución también permite inmovilizar las tricimotos que operen fuera de las calles y aquellas que estén prestando un servicio tipo taxi (pagar por un viaje específico). Esta es una herramienta potente si las autoridades la usan bien y en muy corto tiempo se verán sus resultados.
Con esta resolución los usuarios del bicitaxi ganaron por punta y punta.
El reto más grande será asegurar la voluntad de las autoridades locales para hacerla cumplir. Por ejemplo, el alcalde de Bucaramanga ha dicho que se va a hacer el de la vista gorda con el mototaxismo en su ciudad. Ojalá en estos casos se utilice la Policía Vial, que está adscrita al Ministerio de Transporte y puede hacer cumplir la norma en cualquier parte del territorio nacional.
Todos los que amamos la bicicleta debemos ayudar a transmitir la información y hacer presión sobre las autoridades locales para que hagan cumplir las limitaciones a las bicicletas con motor. Este paso audaz y sólido del Ministerio debería ser seguido ahora por mucha pedagogía, vigilancia y, sobre todo, control para que las buenas intenciones de la 160 se conviertan en un cambio en la seguridad en andenes y ciclorrutas de todo el país.
Lo que viene ahora es que el Ministerio regule la prestación del servicio de bicitaxis. Ojalá lo haga como lo hizo con la delimitación de los vehículos, para que Colombia se convierta en un referente mundial de la prestación del servicio público de transporte con bicicletas.
* Profesor de la Universidad de los Andes, director del Grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR)
@Danielpa