¿Cómo va la cultura de la bicicleta en el mundo? - Razón Pública
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¿Cómo va la cultura de la bicicleta en el mundo?

Escrito por Andrés Felipe Hernández
El Barón Carl Von Drais con el primer modelo de la bicicleta en 1819.

El Barón Carl Von Drais con el primer modelo de la bicicleta en 1819.

Andres Hernandez

El reciente Foro Mundial de la Bicicleta, realizado en Medellín, mostró que el crecimiento de este medio de transporte es imparable en todo el mundo. ¿Cómo van las principales ciudades de Colombia en su adaptación a esta realidad?

Andrés Felipe Hernández Acosta*

Pedaleando en la historia

La bicicleta moderna fue inventada en 1817 por el barón alemán Karl Drais y, a pesar del invento de la locomotora en 1814, de la motocicleta en 1867 o del automóvil en 1886, la cicla sigue siendo uno de los medios de movilidad más usados, y el único cuya propulsión es humana.

La permanencia de este invento se debe a algunas características que facilitaron su expansión.  Una de ellas es su bajo costo, lo que le hizo asequible para la mayoría de la  población. Además su uso no se limitó a la movilidad sino a los mundos del deporte (como se vio con el lanzamiento del Tour de Francia en 1903) y de la recreación (hoy existen más de 40 ciudades del mundo que tienen ciclovías recreativas).

Bogotá, con 401 km, es la ciudad del mundo con más ciclorutas trazadas y construidas. 

La bicicleta también ganó importancia en el campo de la salud, una de las preocupaciones más importantes del siglo XX, como un medio para mejorar la calidad de vida desde un punto de vista higiénico y de desarrollo de las virtudes corporales orientadas hacia un sujeto más productivo y a construir naciones más competitivas.

En nuestros días, la bicicleta se ha erigido como la alternativa de transporte no motorizado más importante del mundo, y lo ha logrado gracias a una conciencia ambientalista cada día más sólida y cada día más justificada. Lo ha conseguido también porque cada vez resulta más difícil transportarse en un automóvil en las ciudades, debido al aumento constante de carros en la vía, así como al atentado para la salud mental que significa movilizarse en medios masivos de transporte como son el metro o el Transmilenio en Bogotá.

El Barón Carl Von Drais con el primer modelo de la bicicleta en 1819.
El Barón Carl Von Drais con el primer modelo de la bicicleta en 1819.
Foto: Wikimedia Commons 

Por un mundo mejor

La cicla se ha convertido en una herramienta para el desarrollo de ciudades sostenibles y saludables y para que muchos colectivos de la sociedad civil, organizados en redes, adquieran la forma de un movimiento social global orientado a construir un mundo mejor a partir de la más fácil movilidad en las ciudades mediante el uso de la bicicleta.

Además de sus beneficios en movilidad, la bicicleta ayudaría a modificar los patrones  sociales, culturales, económicos y ambientales, contribuir a la disminución del CO2 en la atmósfera y mitigar los daños del calentamiento global y el efecto invernadero.

Penando en estos objetivos hace cuatro años se creó el Foro Mundial de la Bicicleta. El 25 de febrero de 2011 un carro atropelló a un grupo de 20 ciclistas en Porto Alegre, Brasil, y el hecho conmocionó a la sociedad y a los ciclistas brasileños. Este suceso hizo que la comunidad de usuarios se organizara y creara el Foro (cuya primera reunión se llevó a cabo  en Porto Alegre en 2012) como una forma de recordar la tragedia de los ciclistas atropellados y como una estrategia para exigir respeto hacia los ciclistas.

Este proyecto busca expandirse como una serie de redes globales que ayuden a construir  ciudadanías activas y ciudades sostenibles, superando la crítica a la movilidad para pasar a la acción colectiva que ligue los escenarios de decisiones estatales con la sociedad civil. A este primer foro le siguió otro, organizado también en Porto Alegre en 2013; y un tercero, organizado en Curitiba, Brasil en 2014.

El IV Foro Mundial de la Bicicleta se realizó en febrero de este año en Medellín, y contó con muchas voces y maneras diversas de comprender la bicicleta en el contexto mundial. En él participaron más de 6.000 personas de los cinco continentes dispuestas a aprender,  planear  e impulsar tanto políticas públicas como un sistema de redes globales entre los  muchos colectivos que se hicieron presentes.

¿Por qué se escogió a una ciudad colombiana como sede del evento? Quizá porque Colombia es uno de los países abanderados en la promoción de esta herramienta saludable, recreativa, aeróbica, acrobática y de movilidad, al servicio de los ciudadanos del mundo.

¿Cómo va la cicla en Colombia?

Uno de los hechos más notables de los últimos tiempos pudo ser la invención de las ciclovías recreativas en Colombia. Su origen puede rastrearse a la Vuelta a Colombia, nacida en 1951 y que con ayuda de la radio y de las voces de Carlos Arturo Rueda y Alberto Piedrahita, contribuyó a masificar un gusto inusitado por este tipo de eventos.

Las gestas de ciclistas como Ramón Hoyos, Roberto Buitrago, Rafael Antonio Niño o “Cochise” Rodríguez hicieron que el ciclismo se naturalizara como deporte nacional. La bicicleta fue una fuerza de expresión identitaria nacional, de donde fue surgiendo la idea de crear una ciclovía en Bogotá.

Esta fue inaugurada finalmente en diciembre de 1974 por el arquitecto Jaime Ortiz y fue el origen de una de las identidades positivas más entrañables de la capital: la famosa frase “Bogotá no tiene mar, pero tiene ciclovía”.

Más adelante, en 1984, Medellín abriría una ciclovía recreativa y en 1987 se inauguraría la primera por fuera de Colombia, en Río de Janeiro. Así comenzaría una expansión global que sería consolidada durante el siglo XXI. Para comprobarlo basta citar algunos ejemplos: Ciudad de Guatemala (2002), Quito y Lima (2003), Guadalajara y Chacao (2004), Santiago de Chile (2006), Guadalajara y Ciudad de México (2007) o Nueva York, con sus “Summer Streets” (2008). En lo que va del siglo XXI se han creado más de 30 ciclovías recreativas en el mundo, y su crecimiento parece ser imparable.

Todo parece indicar que el futuro es de la bicicleta (una paradoja en medio de la sociedad de la tecnología, de los carburantes y de la tecnificación). 

La expansión del uso de la bicicleta también se ha podido ver en el aumento de las ciclorutas, que desde Dinamarca y los países nórdicos se han irradiado al resto del mundo. En la actualidad Bogotá, con 401 km, es la ciudad del mundo con más ciclorutas trazadas y construidas.

Esto se logró gracias a las alcaldías de Antanas Mockus, quien reestructuró la ciclovía, y de Enrique Peñalosa quien, con un concepto democrático del espacio público, impulsó la creación de ciclorutas y amplios espacios para los peatones.

Actualmente, la Bogotá Humana de Gustavo Petro le ha dado prioridad a la bicicleta con programas como “Pedalea por Bogotá”, “Al colegio en Bici”, así como con la promoción de los días sin carro, la “semana de la bicicleta”, los ciclopaseos nocturnos y los bicicorredores viales. Además, la ciudad tiene hoy más de 82 “colectivos bicicleteros”, cuyas experiencias se cuentan en detalle en El libro de la Bici de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (2014).

Cali cuenta con ciclovía desde 1998, y con un Plan Maestro de Ciclorrutas desde 2008, pero de los 340km que se habían pensado, han construido solo 40.

Medellín, por su parte, en apenas cinco años de aplicación del sistema de ciclorutas, ha construido 40 km, y aspira tener 70 km a fines de 2015. Aníbal Gaviria, alcalde de la ciudad y quien inauguró el IV Foro Mundial de la Bicicleta, aprovechó la ocasión para mostrar los programas en desarrollo en la ciudad, como “Al trabajo en bici”, así como para anunciar la construcción de ciclorutas que se integrarán al sistema de trasporte masivo y biciparqueaderos en el Metro y en el Metro plus.

El Ministerio de Transporte aprovechó el Foro para nutrirse de las experiencias de los ciclistas participantes en una mesa sobre la creación de oficinas exclusivas en “movilidad no motorizada” para las bicicletas y peatones. Si este proyecto llega a concretarse y se desarrolla correctamente podría ser fundamental para el aumento del uso de las ciclas en Colombia, sobre todo si se construye teniendo en cuenta a todos los agentes sociales implicados.

No menos, el uso creciente de la bicicleta se confirma por la aparición de varios colectivos que se dedican a impulsarlo y difundirlo, como Cultura Bici (Cali), Biela-quilla (Barranquilla), BiciNavegantes (Villavicencio), Ando-Pedaleando (Popayán) o Teusacatubici (Bogotá).


Ciclovía en el Parque Nacional de Bogotá.
Foto: Amazee Labs

Futuro en bicicleta

Todo parece indicar que el futuro es de la bicicleta (una paradoja en medio de la sociedad de la tecnología, de los carburantes y de la tecnificación). Quizá el exceso de tecnificación ha producido una reacción hacia lo humano, en un esfuerzo por recuperarnos, pero también por no divorciarnos de la técnica, en un encuentro más horizontal y orgánico entre la máquina y la especie.

Sin embargo el desarrollo tecnológico es imparable, y por eso la bicicleta tiene que integrarse con otros medios, como el transporte masivo o la motocicleta, con la esperanza de que el papel protagónico en las décadas siguientes lo tenga la herramienta de las ruedas, las bielas y los pedales.

 

* Historiador Universidad Nacional de Colombia. Miembro de la Asociación Colombiana de Investigación y Estudios Sociales del Deporte (ASCIENDE).

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