Qué dicen las encuestas más recientes sobre el presidente que recibió el mayor número de votos en la historia, sobre su equipo y sobre sus actuaciones en tres meses y medio de gobierno*.
Andrés Segura**
¿Mucha espuma?
Si la política fuera cerveza, las elecciones serían la espuma: bonita y atractiva, pero no es ahí donde está el sabor. Pasados los primeros cien días del gobierno de Duque, la espuma, que fue abundante y está reciente, aún hace difícil degustar el sabor de verdad de su gobierno.
Las referencias más evidentes al presidente como líder político todavía se relacionan con el proceso electoral. Además, dada la corta historia política de Duque, los reflectores se han puesto sobre su mentor, sus ideas y sus formas de hacer política.
Pero la espuma empieza a bajar y la narrativa política del nuevo gobierno, así como su relación con la ciudadanía, comienzan a asomar. Esta narrativa se construye sobre la base de:
- La débil trayectoria política de Duque,
- La ideología de su partido, que un principio parecía clara, pero que se ha desdibujado a raíz de las recientes decisiones de Duque, contradictorias y de protagonismos antagónicos dentro del gobierno y,
- Una agenda de prioridades que ya no cuadra con lo que les había prometido a sus votantes en campaña.
Las encuestas más recientes muestran un descenso en la aprobación de los ciudadanos de la labor de Duque como Presidente. ¿Qué hay detrás de ello?
El que mucho abarca poco aprieta
![]() Balance 100 días. Foto: Facebook Iván Duque |
El gobierno se esforzó por presentar un portafolio de logros cuya máxima expresión fue la maratónica jornada del pasado 17 de noviembre, donde todos los ministros pasaron al tablero durante varias horas en una especie de talk show. A pesar de que el desgaste de los equipos que lo prepararon debió ser mucho, el rating del programa probablemente fue muy bajo.
Pasados los primeros cien días del gobierno de Duque, aún hace difícil degustar el sabor de verdad de su gobierno.
El discurso del gobierno carece de fuerza y los temas que han marcado la agenda pública no los ha impuesto la Casa de Nariño:
- La consulta anticorrupción provino de dos líderes políticas ajenas al gobierno- Claudia López y Angélica Lozano-.
- La Ley de Financiamiento reforzó la atención sobre el Ministerio de Hacienda, que ya estaba en la mira por la fallida moción de censura al ministro Carrasquilla.
- Las marchas estudiantiles obligaron al gobierno a atender el tema de la educación superior pública y le ha traído protestas muy temprano.
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La imagen de los ministros
De acuerdo con lo anterior, no es de extrañar que las cabezas de los ministerios de Hacienda y Educación -Alberto Carrasquilla y María Victoria Angulo respectivamente- hayan tenido las caídas de imagen más representativas dentro del gobierno.
También resalta el caso del Ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo, que sin haber tenido una participación protagónica se ha destacado por dos razones:
- Ya había sido ministro y hasta candidato presidencial, o sea que teníamos una opinión formada sobre él como persona prudente y conciliadora.
- La agitada agenda internacional de Duque en estos días. El ministro Holmes Trujillo no es el protagonista de ninguna foto, pero en la ciudadanía queda la imagen de que se está trabajando en lo internacional.
Con respecto a la seguridad, los temas que han marcado la agenda son:
- El descache del ministro de Defensa, Guillermo Botero, alrededor de la situación de alias “guacho”.
- El resurgimiento del ‘recalentado’ debate sobre el uso del glifosato.
- La propuesta del Gobierno de decomisar la dosis mínima de sustancias ilegales.
Los dos primeros temas pusieron momentáneamente al ministro de Defensa en la mira de los ciudadanos, lo cual explica su ubicación en el lote de ministros más reconocidos. Además, la trayectoria gremial de Botero hace que su rostro sea familiar para los televidentes.
La droga: una apuesta no tan segura
Son interesantes los resultados acerca de la penalización del porte y consumo de dosis mínima, un tema donde el presidente Duque fue protagonista. Todo parecía una apuesta segura. Pero aunque la mayoría del país está de acuerdo con la postura del Gobierno, eso no le trajo créditos suficientes.
El ejercicio tiene un resultado aún más llamativo. La encuesta de Gallup muestra explícitamente que cuando se habla de legalización de la droga -una pregunta distinta pero directamente relacionada con la medida que tomó el gobierno Duque- hay un claro rompimiento de la tendencia: el porcentaje de personas que apoyarían una eventual legalización aumentó más de diez puntos.
La discusión causada por el castigo del porte y consumo de dosis mínima de sustancias ilegales les dio voz a los defensores y permitió reabrir un debate que podría marcar una tendencia crecientemente favorable en el futuro.
El seguimiento de temas como este lleva a pensar que los anuncios coyunturales del gobierno no solo tienen impactos momentáneos, sino que pueden afectar la aceptación de una postura en el mediano o largo plazo.
Puede leer: Decomisar cualquier dosis de droga: ¿cuál puede ser el resultado y cómo evitarlo?
¿Y Duque?
![]() Iván Duque cien días. Foto: Facebook Iván Duque |
El proceso electoral que resultó en la presidencia de Iván Duque fue muy particular y tuvo un alto impacto emocional. Eso puede explicar la dificultad para entender su gobierno y sus resultados iniciales: aún hay mucha espuma. Aunque hay pistas sobre el tipo de gobierno que nos espera en estos cuatro años, estas son paradójicas y contradictorias.
Los analistas frecuentemente disfrutan este tipo de incertidumbre, que les permite hacer predicciones y futurología. Pero el ciudadano común, con mayor indiferencia o desconfianza, no tiene la paciencia para seguir apreciando la espuma; quiere resultados visibles y prontos, además de una idea con la que se pueda entender el camino que se propone.
Acentúa el peor sentimiento que puede generar una administración: el de ausencia de gobierno. Son muchos actores robándose el ‘show’.
La falta de resultados tangibles acentúa el peor sentimiento que puede generar una administración: el de ausencia de gobierno. Son muchos actores robándose el ‘show’ y marcando la agenda, mientras que el presidente Duque responde a coyunturas puntuales y con instrumentos que rayan en el cliché.
Para darle a los colombianos lo que esperan con ansias, el gobierno tiene la oportunidad en frente: Venezuela. La atención a la población venezolana en Colombia y el apoyo a la situación dentro del país vecino permitirían al gobierno mostrar gestión y resultados.
Además crearían un tono y una postura ideológica más claros, lo que serviría como el marco de referencia que los ciudadanos colombianos y los líderes de opinión necesitan para entender a este gobierno.
*Nota: se usó como referencia la encuesta de Gallup Poll de octubre de 2018, que es el seguimiento más estable de los diversos temas del país desde hace un par de décadas, y las encuestas contratadas por medios de comunicación, de Invamer y de Cifras y Conceptos publicadas en noviembre de este año.
A pesar de que la firma Guarumo – Ecoanalítica también publicó una encuesta la cual tiene resultados diferentes a los que se encontraron en las otras, se decidió no tenerla en cuenta en este artículo por las dudas que surgieron públicamente acerca de ella, y sobre las cuáles no es necesario ahondar en este espacio. Si quiere conocer el debate, acá hay un resumen.
**Asesor en Asuntos Públicos, Gobierno y Comunicación estratégica, profesor universitario.
@arnaiz andres.segura@urosario.edu.co