La ex presidenta del Polo y Alcaldesa encargada de Bogotá tiene muy poco tiempo y muy grandes desafíos. Un analista cercano a su partido hace el recuento de esos desafíos pero también de las oportunidades que su administración implica para la ciudad y para el PDA.
Luis I. Sandoval M.*
Tres retos
Clara Eugenia López Obregón, la última en integrar la terna, fue designada alcaldesa encargada de Bogotá por el presidente Juan Manuel Santos, mientras dure la suspensión del alcalde titular Samuel Moreno.
No resulta tarea fácil continuar –y posiblemente terminar– un mandato que ya va por sus cuatro quintas partes. Clara López es plenamente consciente de los retos que enfrenta:
- El primero es responder a su partido.
- El segundo, responder a los compromisos hechos ante el presidente Santos el miércoles en la tarde.
- El tercero y más importante, responder a la gente de Bogotá que está a la expectativa y sumergida en la incredulidad frente a los gobernantes polistas.
Frente al Polo
Clara López se muestra dispuesta a asumir estos retos y a responder con la lucidez y el coraje que la caracterizan. “¡El Polo cumple!” fue su grito de combate al conocer la designación. Perceptiva del estado de ánimo a su alrededor, expresó con firmeza: “No defraudaré a nadie”.
El Polo aspira a que la alcaldesa lo reconozca de verdad como partido de gobierno, a que la interlocución sea fluida y seria y a que las acciones de gobierno y el esquema de gobernabilidad en el Gabinete y en el Concejo sean coherentes con los postulados polistas.
El reto, por supuesto, es también para el partido que necesita crecer su capacidad de seguimiento, acompañamiento y aporte a la administración. Relación orgánica y programática entre gobierno y partido, cada uno en su campo respectivo.
Frente a Santos
Al nombrarla formalmente, el Presidente planteó cinco tareas a Clara López:
- Las elecciones de octubre.
- La seguridad ciudadana.
- La terminación de obras.
- El Mundial de Futbol Sub20.
- La privatización de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).
Clara aceptó las cuatro primeras, pero no la última. Acertó plenamente. Cristina Plazas Michelsen, alcaldesa ad hoc para el tema de la ETB, había presentado el viernes pasado al Concejo, justo antes de la posesión de Clara López, el proyecto de venta y privatización de la empresa.
A comienzos de la semana, el Polo presentará un proyecto para capitalizar la ETB sin privatizarla. La alcaldesa entrante facilitará las cosas convocando sesiones extras del Concejo capitalino. La nueva alcaldesa ha sido nítida y firme en su discurso de posesión: se opondrá a vender y privatizar la ETB y abogará por una salida diferente.
De entrada, se puede prever un tenso pulso entre la política neoliberal privatizadora del gobierno nacional y la política defensora del interés público y social del gobierno distrital.
Frente a la ciudad
La ciudad espera mucho de la alcaldesa del Polo:
- Espera transparencia total en la gestión y en la contratación. Las mega-licitaciones valen 12 billones, las obras del metro 5 billones, el recaudo del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) 3 billones, la recolección de basuras 2,5 billones, el proyecto piloto de autopistas urbanas 2 billones. La aplicación de esos recursos se hará con ética, pulcritud y transparencia, anunció Clara con decidida voluntad.
- La ciudad espera celeridad en las obras inconclusas: el Sistema Integrado de Transporte, la revisión del POT.
- La ciudad espera obviamente que no se pierda el ritmo en el aumento de la inversión en salud, educación y alimentación, políticas del Polo adelantadas con éxito por los dos últimos gobiernos distritales.
Se espera que los énfasis estén claros:
- Plan de choque en seguridad; para mostrar resultados en reducción de homicidios, hurtos y atracos será necesario apoyar con decisión a la policía.
- Poner en marcha el SITP dejando atrás la vetusta y maloliente flota de transporte público actual.
- En vivienda de interés prioritario Bogotá sigue rezagada, hay que plantear una estrategia efectiva con la aplicación de subsidios.
Una seria concertación interinstitucional con apoyo ciudadano, un encuentro con los jefes de órganos de control para fortalecer todos los mecanismos y alertas en función de la transparencia, incluir en esa estrategia un papel más activo de la Veeduría Distrital con sentido preventivo y una convocatoria a las redes ciudadanas son pasos posibles y efectivos que harán sentir que la ciudad vuelve a tener gobierno.
La ciudad espera que la gestión de la alcaldesa, en pocos días haya producido confianza, seguida de alivio y finalmente orgullo. Bogotanos y bogotanas quieren, sobre realidades, volver a tener la percepción de que Bogotá es una ciudad que soluciona problemas y es ejemplo para el país y el continente. Siendo tan corto el tiempo, lo que se espera de Clara López es un milagro. Posible, si es inteligente y real el apoyo de su partido y sus aliados.
En suma, Clara López tiene el reto de gobernar a Bogotá sin perder tiempo ni su condición de primera figura del Polo, único partido de oposición, materializando de manera constructiva la figura de la cohabitación: El proyecto de una República Democrática neoliberal, de Santos y de la Unidad Nacional, que cohabita con el proyecto de una República Democrática y social, de Clara López y el Polo Democrático Alternativo (PDA).
Hermosa coyuntura, irrenunciable la discrepancia en algunos temas, necesaria la convergencia en otros, tarea complicada… Ahí están los retos. Clara estará a la altura.
Segunda oportunidad para el Polo
El PDA, decidido a recuperar terreno, su cohesión interna restablecida en alguna medida y con incipiente apertura a la rectificación y el reencuentro, constituyó ya una Comisión Especial para Bogotá con expertos, dirigentes y asesores de los concejales capitalinos, que apoyará a la dirección nacional y distrital en dos asuntos: los requerimientos de la actual administración en lo que resta de gestión y la campaña para la alcaldía que ya está en curso.
El PDA tiene una segunda oportunidad en Bogotá que no puede perderse. Los retos de Clara son los retos del Polo. Clara y el Polo responderán con estrategias renovadoras de gestión, pero sobre todo con empoderamiento y movilización ciudadana.
Ciudadanos y ciudadanas son los protagonistas del cambio. Bogotá tiene alcaldesa que sin duda pondrá a la ciudad de pie. Habrá que analizar si ésta y otras circunstancias están ubicando al PDA en el camino de la rectificación y el reencuentro. De momento, se siente el fresco de una leve brisa de cambio.
*Analista político, cofundador y afiliado del Polo Democrático Alternativo