¿Cuáles son las historias de las víctimas del conflicto armado colombiano con orientaciones sexuales o identidades de género no normativas? ¿Por qué sus relatos habían estado ausentes hasta ahora en los reportes oficiales sobre el conflicto?
César Sánchez-Avella*
Aniquilar la diferencia.
Lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado colombiano
Centro Nacional de Memoria Histórica
CNMH – UARIV – USAID – OIM
![]() “Entrevista Individual” Medellín, Antioquia. Año 2015. Foto tomada del informe fotográfico “Aniquilar la Diferencia”. Foto: Centro Nacional de Memoria Histórica – Rommel rojas Rubio |
Las víctimas ignoradas
Más de cinco décadas de confrontación armada en Colombia han dejado profundas heridas en el tejido social, así como una marca indeleble en la historia de vida de millones de colombianas y colombianos. Según las cifras oficiales más recientes que divulgó la Defensoría del Pueblo, hasta el 1 de octubre de 2015 habían sido registradas 7.470.057 víctimas del conflicto armado en Colombia.
Sin embargo, tal como reconocen las investigaciones sobre el tema, existen subregistros en el número de víctimas y de actos violentos perpetrados por los actores armados en el conflicto. Esto se debe a que muchos casos no son denunciados, bien sea por temor o por desconfianza en las autoridades. También se ha identificado consistentemente una falta de detalle en el registro de los casos denunciados, en muchos de los cuales se omiten las circunstancias y características de las víctimas.
Hay sectores vulnerables que hasta hace muy poco habían sido ignorados en las pesquisas efectuadas en torno al conflicto armado. Este es el caso de lesbianas, gais, bisexuales y transgeneristas que han padecido directamente los efectos del conflicto, y cuyas historias empiezan apenas a conocerse.
Solo en forma reciente algunos equipos de investigación han emprendido la tarea de registrar sus voces, para mostrar los fenómenos de violencia y desigualdad que han padecido.
![]() Actividades de la mesa LGBTI de la Comuna 8 de Medellín. Foto: Centro Nacional de Memoria Histórica |
Relatar la diferencia
Como parte de estas iniciativas, en diciembre de 2015 fue lanzado el informe Aniquilar la diferencia.
Lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado colombiano, fruto del trabajo adelantado por un equipo especializado del Centro Nacional de Memoria Histórica, liderado por la investigadora Nancy Prada Prada.
Este informe presenta, en clave de memoria histórica, los relatos de víctimas del conflicto que desde sus afectos, deseos y formas de existencia, hacen parte de la denominada población LGBT. El informe está dividido en cuatro secciones principales.
• En la primera se ofrece una contextualización sobre las circunstancias que han hecho posibles las violencias contra quienes tienen géneros y sexualidades no normativas.
• En la segunda se identifican las formas de violencia contra esta población perpetrada por los distintos actores del conflicto armado.
• La tercera sección se concentra en las consecuencias de dichas formas de violencia en la vida de las víctimas.
• Y en la cuarta se consignan historias de resistencia de las víctimas pertenecientes a los sectores LGBT.
El informe consigna la memoria histórica de víctimas provenientes de diferentes regiones del país que se reunieron con el equipo de investigación en Bogotá, Carmen de Bolívar, Medellín y Pasto. A través de entrevistas y de talleres de memoria, el equipo recopiló las historias de 63 personas, 53 de las cuales reportaron haber sido víctimas de violencia por cuenta de su orientación sexual o su identidad de género.
Aunque este informe parte de una cuidadosa estructuración conceptual, el equipo de investigación dio prioridad a las voces de las víctimas, quienes brindaron elementos para analizar lo ocurrido: los actores implicados, sus motivaciones, y la relación entre factores como el género y la sexualidad y los hechos de victimización.
Algunos de sus hallazgos más sobresalientes demuestran un vínculo entre los hechos violentos contra esta población y los objetivos de los grupos armados que los perpetraron.
El informe asegura que las violencias contra lesbianas, gais, bisexuales y transgeneristas en el contexto del conflicto armado no son hechos aislados, sino que hacen parte de las estrategias adoptadas por los actores armados para consolidar un orden moral favorable a sus fines. Los sujetos distantes de la heteronormatividad no solo han sido señalados y perseguidos, también han sido eliminados material y simbólicamente. Tal como indica su título, los actores armados han venido aniquilando la diferencia, con particular crudeza cuando esta reside en factores como la identidad de género o la orientación sexual.
Los actores armados han venido aniquilando la diferencia, con particular crudeza cuando esta reside en factores como la identidad de género o la orientación sexual.
La violencia está en la sociedad
Otro de los hallazgos del informe es la relación entre las violencias sufridas por esta población en el marco del conflicto con otras formas de violencia experimentadas en contextos aparentemente alejados de la guerra: la familia, la escuela, los medios de comunicación y la iglesia, entre otros.
Muchos de los imaginarios y representaciones discriminatorias vigentes en la sociedad colombiana en torno al género y la sexualidad no distan de las que se reflejan en los actos violentos perpetrados por los actores del conflicto. Incluso en algunos relatos se denuncia un vínculo claro entre la persecución promovida en contra de la población LGBT por parte de sectores de la sociedad civil y su materialización en actos violentos por parte de ciertos actores de la guerra.
Pese a su relevancia, este no es el primer informe que refleja la situación de derechos humanos de este sector de población en Colombia. Ya existen esfuerzos en la materia por parte de organizaciones no gubernamentales como Colombia Diversa y Caribe Afirmativo.
No obstante, su abordaje en clave de memoria histórica convierte a este informe en un precedente importante en la investigación social sobre la violencia y discriminación que afecta a esa comunidad minorizada y contribuye a reconstruir su historia por fuera de los grandes núcleos urbanos.
Aniquilar la diferencia aparece en una coyuntura justa, cuando un acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC se hace inminente, y el advenimiento de una fase de posconflicto es cada vez más cercana.
Sin embargo, este ejercicio de memoria histórica da cuenta de repertorios de violencia que no han desaparecido, de actores armados que no han cesado el fuego y de órdenes morales discriminatorios que no han perdido vigencia en buena parte del país.
Este ejercicio de memoria histórica da cuenta de repertorios de violencia que no han desaparecido.
Las voces de las víctimas que alimentan este informe se hacen letra viva para denunciar la persecución en contra de quienes sienten, desean y existen en formas diferentes a la normativa. La mejor forma de aportar a su dignificación y reparación es conocer sus historias, que no pueden seguir siendo ignoradas. Como afirma una de las víctimas, este es un acto de amor en medio de una guerra que nos ha impedido amar.
* Abogado y especialista en Derecho de Familia de la Universidad Nacional, magister en Estudios Culturales de la Universidad Javeriana, estudiante del Ph.D. Arts and Social Sciences, Gender and Cultural Studies en The University of Sydney (Australia).