Capitalismo: ¿Fantasma o realidad en Venezuela? - Razón Pública
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Capitalismo: ¿Fantasma o realidad en Venezuela?

Escrito por Carlos Duque

Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Carlos DuqueAd portas de una Constituyente y en medio de los discursos sobre la contaminación “castro-chavista”, cabe preguntar si de verdad la economía de Venezuela es socialista- o si es apenas un capitalismo que el Estado no ha sabido manejar-.   

Carlos Duque García*

¿Comunismo, socialismo o el viejo capitalismo?

Sobre la crisis económica y política que vive Venezuela, hay muchas opiniones, tanto alrededor de la gravedad como de las causas de la misma.

  • Para algunos sectores de la derecha internacional, representados en Colombia por el Centro Democrático, en Venezuela habría una “dictadura comunista” o “castro-chavista” y la crisis económica sería el resultado del fracaso del “socialismo del siglo XXI”. El argumento implícito es que en Venezuela no habría una economía capitalista. Considerar la economía venezolana como “socialista” se ha vuelto un lugar común en amplios sectores de la sociedad colombiana.
  • En la otra orilla ideológica, amplios sectores de la izquierda internacional, que minimizan o niegan la crisis económica, defienden incondicionalmente al gobierno chavista y definen a Venezuela como una “revolución en marcha”, donde su dirigencia avanza en la construcción del “socialismo del siglo XXI” culpando de la crisis al imperialismo y la derecha venezolana. Desde esta perspectiva también se pone en duda el carácter capitalista de la economía venezolana.

Así las cosas cabe preguntarse ¿Qué tan capitalista es realmente la economía venezolana? ¿Qué tanto ha avanzado el chavismo en la construcción de una economía post-capitalista? Para responder estas preguntas es importante tener presentes las características esenciales de toda economía capitalista:

  • Producción mercantil generalizada,
  • Existencia de empresas privadas y clase capitalista,
  • Alta participación del trabajo asalariado en el sector privado, y
  • Acumulación privada de capital.  

¿Qué tan distante del capitalismo estaría entonces la economía de la República Bolivariana de Venezuela? 

1. Producción mercantil generalizada

Según datos del Banco Central de Venezuela (Gráfico 1) para el año 1998 (antes de la llegada de Chávez al poder) el sector privado generaba el 59,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Durante todo el periodo chavista ese porcentaje se mantuvo por encima del 57 por ciento, alcanzando incluso el 62,8 por ciento en 2006.  Para el año 2013, tras 14 años de gobierno chavista, el sector privado seguía produciendo el 58,1 por ciento del total del ingreso nacional.

Gráfico 1. Participación estatal y privada por sectores en el PIB de Venezuela entre 1998-2013

Participación estatal y privada por sectores en el PIB de Venezuela entre 1998-2013

Fuente: Banco Central de Venezuela (2016)

Estos datos demuestran que en la economía venezolana predomina, como en cualquier economía capitalista, la producción y comercialización privada de bienes y servicios, y que el gobierno chavista no ha modificado esa realidad en lo esencial. 

2. Empresas Privadas y Capitalistas

Asociación Bancaria de Venezuela.
Asociación Bancaria de Venezuela.
Fotos: Correo del Orinoco 

Contrariamente a lo que muchos creen, en la izquierda o la derecha, en Venezuela hay una sólida y acaudalada clase capitalista. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), para el primer semestre de 2015 había en Venezuela 429.170 patronos y empleadores, y como en todos los países capitalistas, están organizados en sus respectivos gremios económicos.

FEDECÁMARAS es el principal gremio del país y agrupa al conjunto de los capitalistas, con más de 250.000 empresas en 2017. Los industriales están organizados entorno al gremio CONINDUSTRIA, que para 2017 tenía 2.241 industriales afiliados; por su parte los comerciantes se agrupan en CONSECOMERCIO y los banqueros en la poderosa Asociación Bancaria Venezolana.  

En Venezuela, al igual que en todas las economías capitalistas del mundo, hay un pequeño grupo de multimillonarios (“el gran capital”) que concentran el control de buena parte del aparato productivo y son los propietarios de los grandes grupos financieros. En la lista Forbes de 2017 aparecen tres venezolanos: Juan Carlos Escotet, Gustavo Cisneros y Lorenzo Mendoza.  

  • El señor Juan Carlos Escotet es propietario del poderoso grupo financiero BANESCO, con sede en Caracas. Según Forbes su riqueza en 2017 se estimaba en 3,7 billones de dólares, por encima de grandes capitalistas como Donald Trump (3,5 billones) o Ardila Lulle (2,6 billones).
  • Por su parte Gustavo Cisneros y su familia son dueños del poderoso grupo Cisneros que abarca empresas en el sector de comunicaciones, entretenimiento, industria, sector inmobiliario y demás. Según Forbes su capital privado en 2017 se estimaba en 1,4 billones de dólares.
  • Por último, el señor Lorenzo Mendoza y su familia son los propietarios del grupo empresarial Polar, que emplea alrededor de 30.000 obreros, y concentra gran parte de la producción de alimentos, bebidas y productos de aseo en Venezuela.  Según Forbes, para el año 2016 el capital privado de Mendoza ascendía a 1,5 billones de dólares.

Las expropiaciones realizadas por el chavismo, especialmente durante el periodo 2007-2009, no tocaron a los grandes capitalistas venezolanos y no cambiaron el carácter capitalista de esa economía. Sobre este punto es importante resaltar que, en las expropiaciones realizadas a grandes empresas petroleras, cementeras o mineras extranjeras se pagaron indemnizaciones acordadas entre el Estado y el gran capital. De acuerdo con la BBC “el gobierno destinó, entre 2007 y 2009, más fondos para pagar expropiaciones y nacionalizaciones que para la producción de la petrolera estatal PDVSA (US$23.377 millones contra US$21.931 millones)”

Por otra parte debo destacar que, durante los 18 años de gobierno chavista, cientos de pequeñas y medianas empresas fueron expropiadas, especialmente en el sector vivienda y latifundios rurales (en el marco de la reforma agraria). Según algunas fuentes, cerca de 1400.  Aunque la cifra puede parecer alta, para el año 2017, CONSECOMERCIO estimaba en 250.000 el número de empresas en Venezuela. Lo cual significa que las expropiaciones  habrían afectado a menos de un uno por ciento del total de empresas venezolanas.

3. Trabajo Asalariado

Según el INE, para el primer semestre de 2015 en el sector privado laboraba el 79,3 por ciento de los trabajadores venezolanos, unos 10, 4 millones, de los cuales 5,09 millones eran asalariados que trabajaban para los 429 mil patronos y empleadores locales, así como para el capital foráneo. Para el mismo año laboraban en el sector estatal unos 2,7 millones de trabajadores (el 20,7 por ciento de los ocupados). Aunque la cifra de trabajadores estatales puede parecer demasiado alta es importante recordar que para 1998, antes de Chávez, el sector estatal ya generaba el 16,3 por ciento del empleo y el privado el restante 83,7 por ciento (Gráfico 2).

Gráfico 2. Composición del empleo por sector, estatal y privado en Venezuela 1998-2015

Composición del empleo por sector, estatal y privado en Venezuela 1998-2015

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

En lo que respecta a la composición del empleo privado, el gráfico 3 nos muestra las tendencias en el periodo 1998-2015. En términos generales, los asalariados constituyen la mayor proporción del empleo en el sector privado, seguidos de los trabajadores por cuenta propia. El gran número de estos trabajadores, 3,9 millones en 2015, (en su mayoría informales) es un claro indicio del carácter periférico de la economía venezolana.

Gráfico 3. Composición del empleo privado en Venezuela 1998-2015

Composición del empleo privado en Venezuela 1998-2015

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

Lo anterior pone en evidencia cómo bajo el chavismo, la estructura laboral venezolana no ha tenido cambios que la hayan alejado de los patrones generales de una economía capitalista periférica: 8 de cada diez trabajadores venezolanos laboran en el sector privado y, allí 1 de cada 2 es asalariado.

4. Acumulación Privada de Capital

De acuerdo con el Banco Mundial, en el año 2014 (tras 15 años del gobierno chavista) la acumulación privada de capital fijo (maquinaria, infraestructura, etc.) en Venezuela  ascendió a 27.048 millones de dólares, en precios constantes de 2010, lo cual representó el 6,4 por ciento del respectivo PIB.  En el gráfico 4 se observa el comportamiento de la acumulación privada de capital fijo para el periodo 2010-2014, medida en millones de dólares de 2010 (línea naranja) y como proporción del PIB de cada año (línea amarilla).

Gráfico 4. Formación Bruta de Capital Fijo en Venezuela 2010-2014

Formación Bruta de Capital Fijo en Venezuela 2010-2014

Fuente: cálculos propios sobre la base de datos del Banco Mundial

Este panorama de acumulación privada de capital en Venezuela ha venido siendo acompañado por una fuerte inversión extranjera en proyectos minero-energéticos, que el presidente Nicolás Maduro ha denominado “Motor Minero”. Un ejemplo de estas inversiones es el megaproyecto Arco Minero del Orinoco que abarca 111 mil kilómetros cuadrados el cual “prevé la explotación de minerales estratégicos como el carbón y el manganeso; minerales metálicos como oro, hierro, bauxita, cobre, cromo, magnesita y níquel” y que contará con la participación de multinacionales de origen ruso, canadiense, británico, surafricano, estadounidense, chino y australiano. Al parecer la “agenda económica bolivariana” de carácter extractivista, y con participación del gran capital trasnacional, va a arruinar el mismo río en el que Simón Bolívar dio inicio a la campaña libertadora: el Orinoco.

Conclusión: ¿Venezuela capitalista y con disfraz?

Francisco Martínez, Presidente de Fedecamaras.
Francisco Martínez, Presidente de Fedecamaras. 
Foto: Fedecamaras

Queda pues demostrado que la economía venezolana es capitalista en tanto está basada en el mercado, la propiedad privada, el trabajo asalariado y la acumulación de capital.

Las políticas económicas del chavismo (controles de precios, subsidios, expropiaciones marginales, etc.) no han cambiado el carácter capitalista de la economía venezolana, ni constituyen la expresión de una revolución social que haya derrocado a la clase dirigente, sino más bien una reforma social en el marco del respeto al gran capital, nacional y extranjero.  Y la indudable crisis de abastecimiento e inflación desbocada no es otra muestra del fracaso mundial del socialismo, sino acaso del mal manejo de una economía capitalista por parte de un gobierno intervencionista. 

 

Magíster en Economía de la Universidad Nacional de Colombia, docente del programa de economía de la Universidad Central, Bogotá.

 

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