Todo lo que usted quería saber sobre fútbol pero nunca se atrevió a preguntar - Razón Pública
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Todo lo que usted quería saber sobre fútbol pero nunca se atrevió a preguntar

Escrito por Laura Gil

Laura GilEl fútbol es mucho más que un juego donde veintidós hombres corren detrás de una pelota. En él hay política, orgullo, pasiones, poesía y millones de dólares.

Laura Gil* 
Con la colaboración de Rodrigo Hurtado

Todo lo que sé con certeza acerca de la moral
y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.
Albert Camus

Fútbol, política, dinero y algo más

El pasado 17 de junio, en Líderes de Opinión, el espacio radial que conduzco junto con Ricardo García, nos centramos en la Copa Mundial de Fútbol, el campeonato que organiza cada cuatro años la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA). Tuvimos la suerte de contar con la presencia de un experto, Jairo Gómez, comentarista deportivo e historiador del fútbol.

Pero no hablamos de fútbol sino de política. Y de dinero, claro está. Dos elementos que, desde los orígenes de este deporte, se entremezclan con el espectáculo. Éste es un resumen de ese programa[1].

Tiro al arco y tiro al general

Tan evidente resulta la relación entre fútbol y política, que el ex presidente sudafricano, Thabo Mbeki, predijo que este Mundial será el momento en que África "cambiará radicalmente frente a siglos de pobreza y conflicto".

Kofi Annan, el anterior Secretario General de las Naciones Unidas, compartió el optimismo de Mbeki. "A lo largo y ancho del África -dijo-, estamos orgullosos de ser anfitriones de un evento deportivo global. Los africanos sabemos que los ojos del mundo entero se fijarán en nosotros. Es una oportunidad para mostrar que el continente, fuera de los titulares de prensa, ha cambiado para mejor".

Y es cierto. La selección de Sudáfrica le permitió a su gobierno contarle al mundo cuánto ha avanzado el país desde la época del apartheid.

Pero la eterna historia del continente no da tregua. Pocos días atrás, sólo la pobre puntería de un francotirador salvó al general ruandés Kayumba Nyamwasa de morir delante de su casa en Johannesburgo. Fuentes oficiales explicaron el atentado diciendo que un promedio de cincuenta personas son asesinadas cada día en Sudáfrica. Pero este no parece ser el caso. Sobran razones para creer que los asaltantes estaban vinculados al gobierno de Ruanda, liderado por Paul Kagame, a quien Nyamwasa ha convertido en el blanco de sus críticas aceradas. Si los agresores hubiesen logrado su cometido, las relaciones entre Pretoria y Kigali se habrían puesto en peligro. ¿Quién quiere que la sangre de un asesinato político salpique la Copa Mundial? Y, ¿cómo creer que el operativo no fue planeado para desacreditar al gobierno sudafricano cuando organizaba el evento deportivo más grande del mundo?

Todo comienza en Uruguay

De hecho, los orígenes de la Copa Mundial en 1930 son políticos. Coincidieron, el interés de la FIFA, una organización que, creada en 1904, aún no había logrado establecerse como lo que quería ser: una especie de "Naciones Unidas del Fútbol", con la necesidad de Uruguay de festejar el centenario de su constitución, promulgada el 18 de julio de 1830, alrededor de un evento sin precedentes. Es por esta razón que el estadio, construido especialmente para este fin, y hoy monumento del fútbol, se llamó Centenario. Uruguay había ganado la medalla de oro en fútbol en las Olimpíadas de Francia, en 1924, en una final con Suiza, y en 1928, en una final con Argentina. Fue entonces cuando las fuerzas políticas del país entendieron la importancia de "criollizar" un deporte consolidado en Inglaterra a finales del siglo XIX, y que conservaba al inglés como lenguaje de funcionamiento (foul, corner, penalti…). Se pretendía utilizar el fútbol para crear nación en un país de inmigrantes. 

Palo porque bogas, palo porque no bogas

De manera perversa, también el fascismo utilizó el fútbol. Luciano Weirnicke, autor de Historias Insólitas de los Mundiales de Fútbol, cuenta la siguiente historia:

"Agentes secretos del régimen fascista viajaron al Mundial de 1930, en Uruguay, con la misión de que la máxima figura de Argentina, Luis Monti, regresara a Buenos Aires convertido en un apátrida. Solo así Mussolini podría reclutarlo para las filas del equipo italiano. La noche previa a la final, que disputaron argentinos y uruguayos en Montevideo, los agentes fascistas enviaron una carta anónima al 'Dobleancho' en la que amenazaban con matarlo a él y a su familia si ganaba el partido. El jugador tuvo un pésimo desempeño. Argentina perdió cuatro goles a dos y a Monti lo tildaron de 'arrugado' en su país. Los mismos agentes lo buscaron para ofrecerle el equivalente a 100 veces su sueldo para jugar en Juventus. Mussolini entró al vestuario antes de la final con Checoslovaquia y dijo mirando a Monti que, si perdían, él no respondía por sus vidas. 'Si en Uruguay ganaba, me mataban; si en Italia perdía, me fusilaban -aseguró Monti- tiempo después. Era demasiado para un jugador de fútbol'".

Y también el nazismo le prestó atención al Mundial. Weirnecke recuerda: "El austriaco Matthias Sindelar, el 'Mozart del fútbol', murió en extrañas circunstancias el 23 de enero de 1939. Un acta tardía de defunción, firmada por los oficiales nazis que mandaban entonces en Austria, decía que Sindelar había cometido 'suicidio por inhalación de monóxido de carbono' al dejar las llaves de gas de su casa abiertas. Pero los hechos siempre han apuntado a que los alemanes lo mataron mientras dormía. Hijo de un obrero judío, cuando las tropas de Hitler anexaron Austria en 1938, tres meses antes del Mundial de Francia, Sindelar fue convocado para integrar la selección alemana. Pero se negó.

El 3 de abril de 1938, las selecciones de Alemania, con sus nuevos refuerzos, y Austria, con Sindelar, jugaron un partido amistoso para 'celebrar la unificación'. Ese día, Sindelar anotó un golazo que celebró con furia en la cara de los generales nazis que veían el encuentro. Después tuvo que huir y esconderse en el sótano de un viejo edificio vienés ante el acoso. Hasta que fue descubierto y presuntamente asesinado. Más de 20 mil personas despidieron al 'Mozart del fútbol' frente a un puñado de soldados que tenían la orden de disparar si las manifestaciones de dolor eran demasiado 'exageradas'".

A falta de goles, ¿buenas son guerras?

Poco a poco, el fútbol se extendió en América Latina, una región que tiene el dudoso honor de haber ido a la guerra por asuntos de goles. Este conflicto, inmortalizado en la crónica titulada La guerra del fútbol, de Ryszard Kapuscinski, se originó en los enfrentamientos entre El Salvador y Honduras en las eliminatorias del Mundial de 1970. El 14 de julio de 1969, El Salvador atacó a Honduras por desacuerdos en torno al tratamiento de campesinos salvadoreños en ese país. Durante 10 años, la Federación de Fútbol de Honduras prohibió cualquier contacto deportivo con El Salvador, y el primer partido entre ambas selecciones sólo se jugó después de firmado el acuerdo de paz en 1980.

La línea gris entre el fútbol y la política permanece. La confrontación deportiva entre Argelia y Egipto para la eliminatoria del mundial de este año, subió al punto de que los embajadores fueron temporalmente retirados y se suspendió el intercambio comercial entre los dos países.

Argentina 6, Perú 0

Para Symon Kuper y Stefan Szymanski, autores de "Soccer Economics", ser anfitrión del Mundial permite cohesionar a un colectivo. La dictadura argentina lo entendió bien. En 1978, el editorial de El Gráfico, la emblemática revista de deportes argentina, afirmaba: "Para los de afuera, para todo ese periodismo insidioso y malintencionado que durante meses montó una campaña de mentiras acerca de la Argentina, este certamen le está revelando al mundo la realidad de nuestro país y su capacidad de hacer con responsabilidad y bien cosas importantes". El lema de la Copa fue "Mostremos al mundo cómo somos los argentinos". Videla, uno de los más sanguinarios dictadores latinoamericanos, fue ovacionado en los estadios y tuvo la oportunidad de agasajar a su director técnico, Menotti, en compañía del entonces Secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger.

La controversia más grande se dio alrededor de un partido arreglado a favor de Argentina, que le ganó 6-0 a Perú. Argentina necesitaba al menos cuatro goles para pasar a la semifinal. Años después se supo que los jugadores peruanos recibieron dinero, y que Argentina le regaló al gobierno de Lima barcos con trigo.

En 1980, los militares uruguayos organizaron el "Mundialito", un campeonato de campeones para festejar los primeros 50 años de los mundiales. Esperaban no sólo celebrar los 150 años de la Constitución sino también promover el texto de una nueva carta fundamental para ser aprobado por un plebiscito que les otorgaba aún más poder. Pero de nada les sirvió que Uruguay ganara este campeonato excepcional: fueron contundentemente derrotados en las urnas.

Dilma, ¿con los crespos hechos?

En su columna de El Nuevo Herald, publicada el pasado 14 junio, Andrés Oppenheimer argumentó que los mundiales pueden tener impacto político a corto pero no a largo plazo. Especuló que, por eso, un triunfo de Brasil podría ayudar a la candidata del gobierno Dilma Rousseff en las elecciones de octubre. Asimismo, alertó que el Mundial les da oportunidad a líderes autoritarios porque la opinión pública está distraída.

Por estas razones, los gobernantes interfieren con el fútbol. Diez días antes de terminar el Mundial 2010, el gobierno de Nigeria anunció que suspenderá a su selección nacional por dos años, debido a su pobre actuación en Sudáfrica.

No todo lo que brilla es oro

Si la FIFA fuera un país, sería la decimoséptima economía del mundo, y generaría más de 500 mil millones de dólares anuales. Para este Mundial recaudó un total de 3.300 millones de dólares por la venta de los derechos televisivos y de patrocinio. Muchos han criticado la mano dura que mostró en su campaña de marketing y en su manejo de hoteles y paquetes de alojamiento, que fueron ofrecidos con altos precios. La Federación espera que al final del campeonato haya podido vender 525 mil boletas.

Es mucho también lo que hay en juego para los participantes. Los premios van desde 30 millones de dólares para el campeón hasta 8 millones para los que no superan la primera ronda.

A pesar de las enormes sumas mencionadas, ser anfitrión no necesariamente tiene un alto retorno económico. Eventos de esta magnitud pueden convertirse en un retroceso. Algunos analistas creen que el desbarajuste fiscal de Grecia comenzó cuando se invirtieron 15 mil millones de dólares en las Olimpíadas del 2004.

El presidente de la Asociación Internacional de la Economía del Deporte, Robert Baade, dijo que un Mundial sólo es un buen negocio cuando se cuenta con una infraestructura importante, como ocurrió con Estados Unidos en 1994, cuando el evento costó apenas 50 millones de dólares. En comparación, en el Mundial del 2006 Alemania invirtió 3.700 millones en ensanchar la red vial y 7.300 millones en mejorar las vías de acceso. Los gastos de Sudáfrica llegan a un total de 4.200 millones.

Brasil ha anunciado una inversión de 9.400 millones para el Mundial del 2014. Pero Francisco Carlos, del Instituto de Investigaciones Económicas, estimó que podría llegar a ser de 30 mil millones. Por eso, en ese país se adelanta desde ya un debate sobre cómo desarrollar una estrategia para invertir en los sectores de mayor impacto.

El costo social

Con frecuencia, el costo social permanece oculto. Antes de que comenzara la Copa Mundial de Alemania en el 2006, el presidente de la Unión Policial Alemana, Konrad Freiberg, anotó que la demanda de prostitutas había aumentado y pidió la regulación de esa actividad. Se calculó que 40 mil mujeres, la mayoría de Europa del Este y muchas menores de edad, llegaron a ejercer la prostitución en Alemania.

En octubre de 2007, el alcalde de Ciudad del Cabo se dirigió a los delegados de la Oficina de Naciones Unidas contra el Crimen y la Droga para reportarles que, como anticipo a la Copa Mundial, la Oficina de Registro de Compañías había sido inundada de solicitudes para abrir salones de masaje. De ahí su llamamiento a las autoridades de Policía, nacionales e internacionales, para que se mantuvieran alertas. Por esta razón, el Comisionado de Policía de Sudáfrica pidió a los legisladores que legalizaran la prostitución. En Zimbabue, los medios reportaron que una banda criminal estaba reclutando prostitutas para la Copa Mundial.

Asimismo, la relatora de la ONU sobre el derecho a la vivienda adecuada aseveró que los Mundiales y las Olimpíadas tienen un efecto positivo en las ciudades donde se celebran. Pero, para construir infraestructura, se practican "desalojos forzados, encarcelamiento de personas que viven en las calles, penalización de vendedores ambulantes y desmantelamientos de asentamientos informales". Las consecuencias indirectas son el aumento de los arriendos y el precio de la propiedad.

El deseo de ocultar siempre está allí. El 23 de junio pasado, Le Monde reportó que los indigentes que vivían en un terreno frente a una popular estación de gasolina en Johannesburgo fueron forzosamente trasladados quién sabe adónde. Durante este Mundial, la policía antimotines de Durban, al este de Sudáfrica, se enfrentó con cientos de auxiliares de seguridad del Mundial que protestaban por recortes de sus sueldos. Los principales sindicatos habían acordado una tregua con el comité organizador para postergar sus reclamos hasta después de finalizado el torneo.

Pero, más allá de su cara negativa y de su instrumentalización política y económica, el fútbol constituye un rito de las sociedades contemporáneas. Max Weber predecía que la secularización y la racionalización harían irrelevante la ceremonia ritual. Pero lo que ha sucedido es solamente la transformación del rito. El rito de hoy se llama fútbol.

Letras y fútbol

Grandes escritores del mundo, así como buenos periodistas, se han ocupado del fútbol. Aparte de dos ejemplos, uno polaco y el otro francés, esta es una breve lista de lo que han escrito algunos latinoamericanos y españoles (en orden alfabético):

Rafael Alberti, Oda a Platko

Mario Benedetti, Puntero izquierdo (en Montevideanos)

Jorge Luis Borges y Alfonso Bioy Casares, Esse est percipi

Camilo José Cela, Once cuentos de fútbol

Roberto Fontanarrosa, Cuentos de fútbol argentino

Eduardo Galeano, El fútbol a sol y sombra

Ryszard Kapuscinski, La guerra del fútbol

Henri de Montherlant, Los once ante la puerta dorada

Pablo Neruda, Homenaje al deportista, sin llegar al futbolista (en Crepusculario)

Horacio Quiroga, Suicidio en la cancha

Augusto Roa Bastos, El crack

Osvaldo Soriano, Arqueros, ilusionistas y goleadores

Manuel Vásquez Montalbán, El delantero centro fue asesinado al atardecer

Juan Villoro, Dios es redondo

Juan Villoro, El balón y la cabeza

* Politóloga e internacionalista uruguaya residenciada en Bogotá. Es articulista del diario El Tiempo. Ha sido observadora de DD.HH. de la ONU y de la OEA. Y profesora de la Academia Diplomática San Carlos de Colombia.

twitter1-1@Lauraggils

Nota de pie de página


[1] Líderes de Opinión se transmite por Radio Melodía (96.9 FM) de 6:00 p.m. a 7:00 p.m., los lunes con Hernando Gómez Buendía, los miércoles con José Gregorio Hernández y los viernes con Laura Gil y Ricardo García. 

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