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Películas para el fin de los tiempos

Escrito por Francisco Bermúdez

Francisco BermúdezA propósito del estreno de Crónica del fin del mundo, película colombiana que aborda el Apocalipsis desde una óptica criolla, recordamos las muchas producciones cinematográficas que usan nuestro miedo a la destrucción final para vender boletas.

Francisco Bermúdez Guerra*

El fin del mundo a la colombiana

Crónica del fin del mundo es una película colombiana, dirigida y escrita por Mauricio Cuervo y protagonizada por Víctor Hugo Morant, Jimmy Vásquez y Claudia Aguirre, que cuenta una historia personal haciendo una metáfora con el fin del planeta Tierra.

Esta no es una película de desastres, ni de terremotos, ni de guerras mundiales. Es una película sobre el fin, sobre la destrucción, sobre la muerte, sobre las crisis y sobre los temores que tenemos todos los seres humanos: a la destrucción, al vacío, a la nada, a perdernos en una indefinida dimensión sin existencia (la gran obsesión de Jean Paul Sartre).

Desde hace milenios todas las culturas y civilizaciones tienen mitos sobre el final de los tiempos, sobre los desastres, sobre aquel día en el cual todo se acabe y tengamos que afrontar el vacío. 

En ella, tres personajes deben afrontar el problema del fin del mundo desde una perspectiva personal. Por un lado, Pablo, un profesor retirado, decide hacer justicia por propia mano llamando a insultar a todos los que en algún momento de la vida le hicieron daño. Felipe, el hijo de Pablo, debe afrontar el mundo bajo la amenaza de un mundo hostil y sin remedio. Y Claudia, la esposa de Felipe, teme por el futuro de su hijo.

Cuervo acude al tema del fin del mundo –muy apropiadamente- para contar la historia de estos personajes, que podrían ser nuestros padres, nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros familiares, o incluso nosotros mismos.

Jimmy Vásquez interpreta a Felipe, hijo de Pablo y
cabeza de familia.
Foto: Crónica del Fin del Mundo

El miedo al fin

El fin del mundo no solo es el temor a que se acabe el planeta. Es el temor a la muerte, es el miedo a lo que puedan llevar las crisis: a la destrucción.

Los seres humanos le tenemos pavor a esto. Desde hace milenios todas las culturas y civilizaciones tienen mitos sobre el final de los tiempos, sobre los desastres, sobre aquel día en el cual todo se acabe y tengamos que afrontar el vacío. La Biblia, por ejemplo, nos habla del Apocalipsis, del juicio final, del juzgamiento último, y de la separación definitiva entre los buenos y los malos.

Sin embargo, no solo en el ideario cristiano está inconscientemente representado este evento futuro; en la cultura judaica también lo está (recordemos que los judíos todavía esperan al mesías prometido por Yahveh en el Antiguo Testamento, que vendrá a acabar de una vez por todas con el sufrimiento). Y los budistas esperan a Maitreya, la eventual reencarnación del Buda. Una vez retornen todos estos maestros espirituales, la humanidad tendrá que afrontar “el Fin”.

Victor Hugo Morant interpreta a Pablo, un profesor
universitario septuagenario.
Foto: Crónica del Fin del Mundo

Un final de película

Las películas sobre el sobre el fin atraen la imaginación de productores y guionistas, y Hollywood ha sabido sacarle provecho a este temor, a esta paranoia, a esta probable pesadilla que se encuentra enraizada en el inconsciente colectivo. Las películas sobre el fin son muy populares. Veamos algunos ejemplos:

– Dr. Strangelove or how I learned to stop worrying and love the Bomb. Una comedia de humor negro que trata sobre una posible confrontación militar entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El director de esta cinta es el recordado realizador Stanley Kubrick, quien fue una verdadera leyenda de Hollywood. Peter Sellers es el protagonista de esta sátira, en la cual se burlan del temor a la Tercera Guerra Mundial que asolaba al mundo en los años sesenta.

–  The day after. Traducida al español como El día después, nos presentaba los estragos que podrían causar las explosiones nucleares, y cómo la humanidad sobreviviente tendría que hacerle frente a la nefasta radiación atómica. Una película de 1983 que se filmó con un formato para televisión.

– La saga de Terminator. Filmes de ciencia ficción en los que unos robots y hombres del futuro deciden volver al presente para modificar la historia global postdesastre. El protagonista de estas cintas es el actor y exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger. Mucha violencia y poco argumento fue lo que mostraron estas producciones.

– Matrix. De los hermanos Wachowski; una trilogía de ciencia ficción que muestra un hipotético porvenir, en el cual el mundo está totalmente en manos de una supercomputadora y de sus protectores después de haber ocurrido una guerra. Los seres humanos hemos sido esclavizados y vivimos en una realidad virtual monstruosa, que se parece al mundo actual.

Las películas sobre el sobre el fin atraen la imaginación de productores y guionistas, y Hollywood ha sabido sacarle provecho a este temor, a esta paranoia, a esta probable pesadilla que se encuentra enraizada en el inconsciente colectivo.

– The Road. Basada en la novela de Cormac McCarthy. Es la historia de un padre y su hijo, quienes deben sobrevivir a las penosas condiciones que se presentarían si hubiera una confrontación nuclear.

– La guerra de los mundos. Novela de H.G. Wells, que fue adaptada para la radio por Orson Welles en 1938, narra una hipotética invasión extraterrestre a nuestro planeta. Posteriormente, Steven Spielberg hizo una versión cinematográfica en 2005, con Tom Cruise y Dakota Fanning como protagonistas. El miedo a una guerra y a un desastre nuclear no son los únicos terrores que ha tenido el hombre con respecto al fin.

– Independence day. Los extraterrestres han comenzado una verdadera guerra contra nuestro mundo, y se han propuesto eliminar a todos los seres humanos. Como siempre ocurre, los estadounidenses salvan al planeta. El director de esta cinta es Roland Emmerich, quien se ha convertido en un auténtico “desastrólogo” ya que no es la única película sobre cataclismos globales que ha dirigido.

– Mars Attacks! Una especie de parodia sobre los filmes de invasiones marcianas, dirigida por Tim Burton, realizador cinematográfico recordado por El joven manos de tijera y La leyenda del jinete sin cabeza, entre otras producciones. En esta película actúan Jack Nicholson y Glen Close. La cinta –de 1996- se burla de este absurdo temor que está muy enquistado en la psiquis del hombre contemporáneo.

La película Crónica del fin del mundo exhibe un epílogo muy particular, a la colombiana: la hecatombe de la crisis de la vida diaria.

Encuentros cercanos del tercer tipo. Spielberg cambió la imagen que tenían los seres humanos sobre los extraterrestres; o por lo menos lo trató de hacer en sus primeras producciones. En Encuentros cercanos… los “marcianos” no son malos, ni ambiciosos, ni mezquinos, incluso, vienen al planeta para ayudarnos. Esta cinta sería un ejemplo de transmutación o de catarsis al pánico, ya que en ella se propone una situación límite: el encuentro con seres del espacio, pero visto desde una perspectiva optimista.

– 28 días después. De Danny Boyle, inaugura los filmes sobre tragedias basadas en pandemias globales; la posibilidad de una peste mundial que afecte no solo el cuerpo sino también la psiquis podría determinar el fin de la humanidad. Otro de los miedos de las personas es el de la enfermedad a gran escala, de una pandemia. Ya no solo las guerras o los extraterrestres pueden acabar con la especie humana, también lo puede hacer una bacteria o un virus. Nuevos tiempos, nuevos miedos.

– The day after tomorrow. Otra cinta del experto en desastres globales Roland Emmerich. El calentamiento global podría ser el Apocalipsis pronosticado por antiguos profetas. El fin nos llegaría por culpa de nuestro aberrante consumo y de nuestras perversas prácticas ecológicas. Esta película es una verdadera muestra de transmisión de pánico colectivo, de terror a gran escala, la cual envía un mensaje claro: “O mejoras tu forma de consumir o nos calentamos todos”.

– 2012. Como si fuera poco, el “desastrólogo” Emmerich sacó provecho –obviamente- de las profecías mayas. Según decían algunos, el ancestral calendario pronosticaba el fin del mundo para el 21 de diciembre de 2012. Efectivamente el mundo se acabó, ya que Emmerich terminó con el pavor que tenía la gente con respecto a esta profecía; la película era tan absurda que la hipótesis de un final al estilo Emmerich terminó por ridiculizar los negros augurios que supuestamente habían dejado los aborígenes centroamericanos. El pavor del mundo por el 2012 se acabó, por lo menos para los que vimos esta cinta.

– Arrmageddon. No solo los extraterrestres, los terremotos, las guerras nucleares o las pandemias, podrían acabar con la Tierra, también lo podría hacer un asteroide. Dirigida por Michael Bay, y con la actuación de Bruce Willis y de Ben Affleck, Arrmageddon trata de “paniquiarnos” con la posibilidad de un choque de una enorme roca contra el planeta. La verdad es que esta hipótesis según los científicos es la más factible de todas porque ya ocurrió: los dinosaurios sí probaron las mieles o la amargura del fin por causa de un asteroide que se estrelló contra nuestro mundo y que probablemente cayó en la península de Yucatán.

En fin, las posibilidades del fin son infinitas, tan ilimitadas como la imaginación misma. En un documental de History Channel sobre este tema mostraban otras posibles causas del apocalipsis: el choque con un universo paralelo o la absorción de nuestro planeta por un agujero negro.

Sin embargo, la película Crónica del fin del mundo exhibe un epílogo muy particular, a la colombiana: la hecatombe de la crisis de la vida diaria.

 

*Abogado, escritor, bloguero, profesor, filántropo.

@fbermudezg

 

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