La paz no es exclusividad de un gobierno. La paz es patrimonio de todos los colombianos. - Razón Pública
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La paz no es exclusividad de un gobierno. La paz es patrimonio de todos los colombianos.

Escrito por Marta Lucía Ramírez

Por: Martha Lucía Ramírez Candidata presidencial por el Partido Conservador Colombiano

A la fecha de publicación de este artículo, primeros días de Mayo de 2014, el Gobierno Nacional y el grupo guerrillero de las FARC adelantan conversaciones para negociar el punto número 3 de las discusiones: “Solución al problema de las drogas ilícitas”. Han pasado 24 ciclos de conversaciones en los cuales no se conocen acuerdos definitivos de los puntos agendados por el grupo de negociadores ya que se dialoga bajo la premisa de que “nada está acordado hasta que todo este acordado”.

Aunque estamos de acuerdo con la salida negociada al conflicto, la verdad es que más de tres años de diálogos ocultos y conversaciones secretas no reflejan el verdadero camino para conseguir la paz en Colombia. Esto por dos razones:

La primera hace referencia a que una negociación no depende de un gobierno, ni de un calendario electoral ni de  los anhelos reeleccionistas del Presidente en ejercicio. Después de un conflicto de décadas, en los que se han hecho intentos por dar fin al conflicto armado, los diálogos deben hacerse de cara al país, con información veraz y permanente y sobretodo con el apoyo y la aprobación de la mayoría de los ciudadanos colombianos. El consenso político alrededor del proceso, el apoyo de la opinión pública, de los ciudadanos comunes y corrientes y de todas las instancias nacionales es premisa fundamental para el desarrollo de un dialogo de paz.

La firma de un acuerdo de paz no puede hacerse a espaldas de los colombianos ni en contra del sentimiento nacional. Igualmente este acuerdo no puede ni debe fluctuar, depender ni someterse a la reelección de un presidente. La paz no tiene dueño, la paz es un patrimonio de todos los colombianos. La paz no se somete a ambiciones reeleccionistas. No puede supeditarse a un cálculo electoral.

Estamos de acuerdo con las conversaciones. Estamos de acuerdo con la salida negociada al conflicto. Pero por esta razón la paz no puede ser de exclusiva pertenencia de un mandatario de turno sino un tema de Estado que interprete el verdadero sentimiento de la gente que ha sufrido y vivido con este conflicto por varias generaciones. Es así como se debe dialogar con condiciones previamente acordadas para llegar a un verdadero fin del conflicto. Las tres condiciones que proponemos para dialogar con la guerrilla de las FARC son:

1.   Detener el reclutamiento de menores

De acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo publicado el 12 de Febrero de 2014, este fenómeno se presenta en 153 municipios de 28 departamentos del país, entre los cuales se destacan Antioquia, Guajira, Choco, Nariño Cauca y el Valle del Cauca. Los grupos guerrilleros de las FARC y el ELN, asi como las bandas criminales son quienes más reclutan menores ya que según las cifras de la Defensoría hay 6.920 niños involucrados en estos grupos.  En el  caso de los grupos guerrilleros los menores son usados para la siembra de minas antipersonal y la elaboración de artefactos explosivos.

“Ante tal panorama, el Defensor del Pueblo (E), Esiquio Manuel Sánchez Herrera, condenó el accionar de los grupos armados ilegales, a quienes exigió abandonar el reclutamiento e instrumentalización de niños, niñas y adolescentes y reiteró su llamado a las partes para que se incluya en la agenda de paz la desvinculación de los menores inmersos en el conflicto” ( El Pais – Cali Febrero 12 de 2014).

El punto central NO es que este en las conversaciones. Nuestra propuesta es directa y concreta: habrá dialogo si las FARC y el ELN devuelven a sus familias y retornan a la libertad a los menores reclutados y no vuelven a tener un menor más en sus filas.

2.   Entrega del mapa de minas antipersonal :

En el periodo 1990 – MARZO de 2014, se registraron un total de 10.682 víctimas por Minas Anti Personal y Munición Sin Explotar.  De éstas, el 39% (4.134) son civiles y el 61% (6.548) miembros de la Fuerza Pública. Entre enero y Marzo de 2014, se registraron un total de 58 víctimas, 14 civiles y 44 militares

Del total de víctimas reportadas en el periodo 1990 –  Marzo de 2014, el 80% (8.515) resultó herida y el 20% (2.167) murió. De los 4.134 afectados civiles, 3.341 (81%) resultaron heridos y 793 (19%) murieron. De los 6.548 miembros de la Fuerza Pública afectados, 5.174 (79%) quedaron heridos y 1.374 (21%) fallecieron. Entre enero y Marzo 2014, 10 civiles y 38 miembros de la Fuerza Pública quedaron heridos; y 4 civiles quedaron heridos y 6 miembro de la Fuerza Pública murieron.

El mapa para desminar el país debe ser entregado como condición para continuar con la negociación en La Habana. Este es un delito

3.   Termino fijo a las negociaciones

Los actuales diálogos entre el Gobierno y las FARC cumplirán pronto cuatro años! El Presidente de la Republica en su anuncio formal al país del inicio de los mismos afirmo que sería una negociación de meses. Claramente este plazo no se ha cumplido. Un proceso de paz tendrá un término fijo y de cumplimiento real en el cual los acuerdos serán de cara al país y se tendrá la certeza de que si se alarga el periodo de conversaciones, el proceso se dará por terminado.

La segunda razón por la cual el actual proceso no refleja un verdadero camino para obtener la paz, es que la paz es más que la firma de un acuerdo. La verdadera paz del país va más allá de los posibles puntos firmados y acordados en las conversaciones de La Habana. La paz de Colombia pasa por dimensiones concretas de la realidad nacional que deben arreglar, mejorar, renovar y modernizar para tener un verdadero país en paz.

La paz pasa por una verdadera lucha contra la corrupción.

Desarrollaremos el PLAN NACIONAL DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN. Este tendrá una “combinación de todas las formas de lucha” contra la corrupción. Con este plan se buscará que todas las ramas del poder público adelanten acciones coordinadas y eficientes para atacar a fondo todas las formas de corrupción. Implicará reformas legales y si es del caso constitucionales.

Este plan comienza por el Trabajo en Valores desde la Familia y en la comunidad. La Familia es núcleo central de la sociedad, donde florecerá el árbol de los principios, valores y virtudes. Ser honrado es una actitud consigo mismo y con la sociedad, que sí tiene valor.

En el plano de las acciones dentro del Estado, atacaremos la corrupción en tres fuentes:

1. Atacando la cultura de chantaje que se ha instalado en las relaciones entre las ramas del poder público.

2. Atacando la corrupción en la contratación pública

3. Sancionando realmente a los corruptos

4. Creando una institucionalidad sólida contra la corrupción que exalte y promueva el trabajo honesto de los servidores públicos

Complementario a  la lucha de este flagelo que realmente impide que tengamos un país en paz, las demás dimensiones en las que trabajaremos y  fomentan una verdadera paz serán:

1. Proteger a los ciudadanos en las calles y veredas: Nuestra visión es tener un país seguro. Esto quiere decir que el imperio de la ley está respaldado por una Fuerza Pública legitimada por su respeto a los derechos humanos y sin corrupción, que les permita a todos los ciudadanos salir de sus hogares y volver sin miedo.

2. Convertir la educación en prioridad nacional: Se debe cumplir con  lineamientos de política pública, los cuales deben estar reflejados en metas medibles y comparables con otros países, dentro de estas se destacan adecuados estándares en políticas educativas que faciliten  el desarrollo social y económico, objetivos que han sido relegados por esta administración y que serán la prioridad junto con la recuperación de la seguridad en TODOS los municipios del país.

3. Convertir el empleo en un derecho real: A pesar de que la tasa de desempleo en Colombia tuvo una reducción importante en el último año, hasta llegar a una cifra histórica de 7,8% en octubre de 2013, es necesario seguir trabajando tanto en su disminución, como en la reducción de la informalidad, para que todos los colombianos tengan la oportunidad de acceder un empleo digno.

4. Garantizar un sistema de salud eficaz y sostenible en el tiempo para todos los colombianos: Desarrollaremos medidas de corto, medio y largo plazo que busquen el bienestar de todos los colombianos en la cobertura y calidad del sistema, tomando medidas preventivas y de atención efectiva de los servicios médicos en salud.

5. Hacer de la justicia el verdadero mecanismo de resolución de conflictos: La justicia en Colombia requiere de una trasformación profunda y generalizada, la cual no puede ser llevada a cabo únicamente a través de normas jurídicas, sino que para ello es necesario invitar a toda la comunidad a participar de manera activa y comprometida, en su calidad de usuaria y veedora de la misma.

Es claro que la paz en Colombia va más allá de slogans de campaña o publicidad electoral. El proceso de paz debe continuar con las condiciones anteriormente descritas pero a su vez el trabajo de Marta Lucia Ramírez como Presidenta y Camilo Gómez como Vicepresidente es simultaneo a esos diálogos, construyendo los elementos que constituyen la verdadera paz, luchando contra la corrupción, mejorando la seguridad, la justicia, la salud y la educación de todos los ciudadanos. Solo así se construye un verdadero país en paz… Un país para la gente.

 

 

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