Tenemos las elecciones, y tenemos el Mundial. ¿Cómo usan el deporte- y cómo abusan del deporte- los candidatos y los presidentes?
Alejandro Villanueva*
Un deporte nacional
Iniciar una conversación en torno al fútbol, observándolo desde diferentes perspectivas, ya no es una actividad exclusiva de los comunicadores sociales o periodistas deportivos del país.
Ahora, cada colombiano se siente con la autoridad moral, la experiencia y el criterio deportivo para referirse con total libertad y confianza a los goles de Falcao, las asistencias de James Rodríguez o las estrategias que José Pekerman debería usar para ganarles a Japón, Senegal y Polonia en este Mundial -mejorando, por supuesto, el ya honroso papel que cumplimos en Brasil 2014.
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En Colombia cada cuatro años nos encontramos frente a dos eventos cruciales: mundial de fútbol y elecciones presidenciales. Aunque estos dos temas parecen alejados entre sí, la política se ha venido futbolizando y el fútbol tiene una considerable influencia política, especialmente cuando se habla de naciones con un gran déficit educativo.
El fútbol se ha convertido en sinónimo de optimismo, fanatismo y triunfalismo, tres sentimientos que embargan a la sociedad colombiana cuando su Selección compite con las mejores del mundo. Una sociedad que ve en el balompié casi una religión y -sin exagerar- el único referente de Nación y de unidad como país.
Esta plataforma para representar a la Nación no ha pasado desapercibida para los políticos, que la han usado para reforzar sus discursos apelando a esos mismos sentimientos. En múltiples ocasiones el fútbol ha hecho parte de las campañas de quienes aspiran a ocupar cargos de elección popular.
Está fresco en la memoria el último debate presidencial antes de la primera vuelta, cuando e Humberto De la Calle obsequió camisetas de la selección a todos sus contendores. También están frescas las escenas de televisión donde Iván Duque hace gala de su habilidad con el balón y su alusión en una vieja biografía a ser “un James de la política”.
La cancha política
![]() Selección colombiana de fútbol Foto: Defensoría del pueblo |
Hoy estamos en un momento político que de verdad decidirá el destino del país, porque por vez primera van a confrontarse en la vuelta final dos candidatos que representan los dos polos o extremos del espectro ideológico.
Pero la situación se parece también a la de hace cuatro años. Por estos mismos días en el 2014 todos esperábamos que la selección Colombia enfrentara al equipo griego después de dieciséis años de fracasos rumbo a un mundial. Mientras tanto en la cancha política se estaba definiendo, casi por penales, la segunda vuelta presidencial entre Juan Manuel Santos, presidente en ejercicio que buscaba la reelección, y Oscar Iván Zuluaga es decir, el que dijo Uribe en aquel momento.
El sábado previo a las elecciones la tricolor jugó de manera contundente y reclamó su triunfo sobre los griegos. Las declaraciones de James Rodríguez y José Pekerman no solo se refirieron a la victoria futbolística sino que invitaron a todos los colombianos a “votar por la paz”. Al día siguiente millones de colombianos sufragaron con la camiseta puesta.
Santos fue reelegido por cuatro años más y con el claro mandato de finalizar de la mejor manera los diálogos con las FARC y así acabar con un largo y sangriento conflicto. Durante sus ocho años de gobierno no pararon los éxitos deportivos, no solo en el fútbol -dos clasificaciones seguidas al Mundial luego de más de una década de sequía- sino en otras competencias como el ciclismo, los juegos olímpicos o la reciente victoria de Colombia en los juegos suramericanos. En ninguna de estas ocasiones Santos perdió la oportunidad de figurar al lado de los ganadores.
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El balón en clave presidencial
![]() Alocución del Presidente Juan Manuel Santos de agradecimiento a la Selección Colombia de Fútbol. Foto: Youtube-Presidencia de la República de Colombia |
Santos, Samper y Pastrana: tres presidentes futboleros que les metieron muchos goles al pueblo colombiano.
Sin duda alguna estos tres mandatarios han visto en el fútbol un camino adecuado para difundir sus ideas, planes o programas de gobierno, al tiempo que acogían políticas o actuaban de maneras muy poco favorables para los colombianos, en especial para los más vulnerables.
- Ernesto Samper hizo su campaña para la presidencia utilizando la imagen positiva de jugadores como Fredy Rincón y Carlos “El pibe” Valderrama, en una época dorada para el combinado nacional que obtuvo la clasificación en tres mundiales consecutivos: Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998. Estallaría luego el escándalo por la financiación de su campaña con dineros del Cartel de Cali, de los hermanos Rodríguez Orejuela.
- En 2001 Andrés Pastrana disfrazaría una de las peores crisis económicas del país y la intervención norteamericana en el conflicto armado interno -a través del Plan Colombia- con la realización de la Copa América, evento donde no participó la selección Argentina por los riesgos de seguridad de la época y el equipo colombiano se proclamó por primera vez campeón del torneo, al terminar su participación invicto y ganarle a México 1-0 con gol de Iván Ramiro Córdoba, en el estadio El Campín.
- En sus dos campañas presidenciales, Juan Manuel Santos se atrevió a vaticinar que durante su mandato el seleccionado colombiano clasificaría al mundial de fútbol. En 2014, en su primera alocución presencial, no vistió de traje y corbata como se hace tradicionalmente, sino que lució la camiseta adidas de la Selección con el característico prendedor de la palomita blanca.
En este mismo periodo Santos utilizó los importantes triunfos del deporte colombiano en distintas ramas para matizar dos reformas tributarias, los desaciertos en la financiación de la educación superior y los escándalos de corrupción a gran escala que aún no hallan investigaciones y sanciones satisfactorias.
No queda duda que el fútbol no solo es un vehículo que transmite esperanza e ilusión, sino que es usado de manera conveniente como herramienta de manipulación política.
Solo faltan unos días para que suene el pitazo inicial en la Copa mundo Rusia 2018 y al mismo tiempo, el próximo domingo estaremos listos para elegir a un nuevo presidente. A diferencia de Brasil 2014, esta vez primero definiremos al presidente en las urnas y luego la Selección saltará a la cancha. Quien sea elegido podría tener un tiempo adicional de cuatro años.
La esperanza de ver ganar al onceno colombiano está intacta. Pero cuando el seleccionado nacional enfrente a los japoneses el 19 de junio ya muchos tendremos una sensación de triunfo o derrota en el plano político. En esta ocasión ningún candidato a la presidencia podrá utilizar políticamente los triunfos de la selección, como lo hizo Santos en su momento.
* Magister en educación y candidato a doctor en Ciencias del Deporte de la Universidad de baja California – México.