La paz necesita un tratamiento diferencial para mujeres y niñas - Razón Pública
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La paz necesita un tratamiento diferencial para mujeres y niñas

Escrito por Linda Cabrera

Subcomisión de Género de la Mesa de Diálogos de La Habana.

Linda CabrejoEn el proceso de fin del conflicto, verificación y justicia transicional que se avecina es fundamental tener un tratamiento diferenciado para las mujeres y niñas que han sido víctimas de violencia sexual durante el conflicto.  ¿Cómo hacerlo?

Linda Cabrera*

Las demandas en la Mesa

El 20 de junio la Corporación Humanas, la Corporación Sisma Mujer, la Red Nacional de Mujeres y la campaña “no es hora de callar” publicaron Las cinco claves para el tratamiento diferencial de la violencia sexual contra mujeres y niñas en el marco del conflicto armado, que compila el conjunto de propuestas que esta alianza ha venido promoviendo ante la Mesa de negociación de La Habana desde comienzos de 2015.

Este documento plantea la necesidad de garantizar los derechos de las mujeres y niñas víctimas de violencia sexual de manera diferencial dentro del Sistema Integral de Justicia Transicional, para ofrecer los lineamientos básicos de una paz sostenible.

El punto de partida fue elaborar estos documentos desde la perspectiva de las víctimas, con sus expectativas de acceso a la justicia y a partir de sus derechos como víctimas del conflicto, con lo cual se cuestionó la estructura actual de los procedimientos estatales, caracterizados por construirse desde la perspectiva de los victimarios.

Los temas abordados en la publicación incluyen medidas para:

  • El des-escalamiento y cese al fuego con enfoque diferencial, en los que las partes se comprometan a la erradicación total de la violencia sexual;
  • El derecho a la verdad para que la comisión respectiva documente los hechos de violencia sexual, cuente entre sus miembros al menos con una víctima de este delito o con una defensora de los derechos de las mujeres, y reconozca esta violencia como una forma de discriminación contra la mujer;
  • El derecho a la justicia para que todos los actores reconozcan su responsabilidad;
  • La reparación integral, con la creación de un programa especial de reparación para mujeres y niñas víctimas de violencia sexual;
  • Garantías de no repetición y que las partes suscriban una declaración de principios a favor de la igualdad y la erradicación de la violencia contra las mujeres como paso definitivo para la paz;  
  • El tratamiento diferencial en el mecanismo tripartito de monitoreo, en el cual se garantice una composición paritaria y se incluya la violencia sexual dentro de la verificación del cese de hostilidades.

Estas propuestas han sido expuestas ante los equipos negociadores, y en una visita de organizaciones de mujeres a La Habana, así como en diferentes reuniones con los equipos jurídicos de las partes, que han tenido la disposición de escucharnos y debatir constructivamente nuestros planteamientos.

Asimismo, hemos intercedido ante la Subcomisión de Género, integrada por mujeres delegadas de las partes, para posicionar nuestras propuestas ante la Mesa de negociaciones. Esta instancia ha sido fundamental para hacer visibles el trabajo y las demandas de las mujeres en el proceso de paz. La Subcomisión es una expresión de la posibilidad de construir una sociedad más incluyente, en la que las diferencias pueden superarse en favor del objetivo social de la igualdad de género. Pero creemos que es necesario un mayor reconocimiento a la labor de esta instancia, por su aporte a la construcción de paz.

Los conseguido y lo que falta

Mujeres víctimas del conflicto armado colombiano.

Mujeres víctimas del conflicto armado colombiano.
Foto: Centro Nacional de Memoria Histórica

Como resultado de este proceso, en el Acuerdo de Víctimas fueron aprobadas diferentes medidas planteadas por nuestra alianza, como:  

  • El carácter no indultable ni amnistiable de la violencia sexual,
  • La creación de un grupo de trabajo de género en la Comisión de la Verdad y de un equipo de investigación especial de la violencia sexual en la Jurisdicción Especial para la Paz,
  • La adopción del criterio de equidad de género para la composición de las instancias del sistema.

Todavía falta que las partes acojan otras propuestas que hemos planteado en beneficio de las mujeres víctimas. Una de ellas es la necesidad de fortalecer los mecanismos para incentivar la denuncia, ya que existen obstáculos que alientan el silencio de las mujeres.

Además, es necesario que los agresores confiesen estos crímenes, Esto no se hizo en la experiencia reciente de Justicia y Paz, a pesar de que está demostrado que todos los actores armados han sido responsables de violencia sexual en el conflicto armado. Por eso esperamos un modelo de intervención integral que incentive la denuncia de las mujeres, con garantías de protección, atención en salud, asesoría y representación jurídica.

También esperamos mayor precisión en las sanciones restaurativas, porque consideramos inviable el contacto directo de agresores sexuales con comunidades, y aspiramos a que no haya ningún beneficio en casos de violencia sexual, dado el carácter injustificable de este crimen.

La Fuerza Pública tampoco podrá aspirar a un tratamiento diferente en estos delitos, y hemos demandado que se dé respuesta a las mujeres y niñas víctimas del paramilitarismo, ya que el proceso de Justicia y Paz no se las dio y hay una deuda de justicia pendiente en este tema.  

Igualmente, hemos solicitado al Estado que ofrezca garantías para la investigación imparcial de la violencia sexual perpetrada por los diferentes actores armados, ya que no hay ninguna razón para impulsar solamente las investigaciones de la violencia sexual cometida por la guerrilla.

Según nuestras investigaciones, este actor armado es responsable de diferentes hechos de violencia sexual que el Estado está en obligación de investigar. Pero también es importante recordar que el proceso de paz abarca a la Fuerza Pública y que esta debe aclarar la responsabilidad que tienen sus integrantes en diferentes violaciones de derechos humanos, incluyendo la violencia sexual.

Verificación y refrendación

Plantón de mujeres frente al Cantón Militar Pichincha en Cali.
Plantón de mujeres frente al Cantón Militar Pichincha en Cali.
Foto: Natalio Pinto

También hace falta que sean acogidas diferentes propuestas que hemos presentado en relación con el mecanismo tripartito de verificación. En este mecanismo es necesario incorporar:  

  • Las resoluciones de mujeres, paz y seguridad de Naciones Unidas,
  • La adopción de un fuero estrictamente funcional para la Misión,
  • El reconocimiento de la violencia sexual como un acto de hostilidad,
  • La composición paritaria de los diferentes niveles jerárquicos del mecanismo,
  • La incorporación de un mandato explícito de derechos humanos para proteger a la población civil en la verificación del cese al fuego, hostilidades y dejación de armas.

Esperamos que estas garantías mínimas sean recogidas durante la implementación del Acuerdo de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo.

Las medidas que hemos planteado han sido formuladas a partir de la experiencia de trabajo en territorio de nuestras organizaciones con mujeres víctimas, de nuestra labor como representantes judiciales y del acompañamiento que les hemos brindado de manera permanente. Por ende, su validación ha sido construida colectivamente.

Los retos más cercanos son el proceso de refrendación de la paz y lograr que estos avances sean una realidad jurídica exigible. Por eso, como Cinco Claves participamos ante la Corte Constitucional en el proceso de revisión del plebiscito por la paz y solicitamos medidas especiales para garantizar la participación efectiva de las mujeres en la campaña electoral que se avecina.

Por ejemplo, impulsamos medidas para que el sistema electoral enfrente el riesgo de la violencia sexual en los territorios contra aquellas mujeres que decidan participar activamente en las campañas. Igualmente, se debe difundir de modo transparente la información sobre el impacto de la violencia contra la mujer en el conflicto armado y disponer con los recursos necesarios para promover las iniciativas de las mujeres en este proceso.  

Seguiremos trabajando por la incorporación de este enfoque diferencial a favor de las mujeres y niñas víctimas de violencia sexual en el conflicto, bajo la premisa de que la inviolabilidad del cuerpo de las mujeres hace parte de la paz sostenible y con el objetivo de avanzar hacia una sociedad igualitaria, libre de violencias contra las mujeres.

 

* Abogada de la Universidad Nacional​ y ​​Subdirectora de SISMA Mujer. ​

 

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