Amnistía Internacional acaba de referirse a problemas de la población que llega de Venezuela a Colombia; pidió garantizar el acceso efectivo a mecanismos de registro y no devolución[1]. Crucial resulta comprender las problemáticas y especificidades de quienes huyen de crisis en Venezuela así como apoyar a las comunidades que los acogen, a partir de propuestas sociales al respecto.
Entender y atender especificidades
Veamos diversas modalidades y problemas de ese flujo poblacional.
1) Paso pendular a Colombia, a abastecerse, buscar servicios o recibir remesas de familiares para sobrevivir en Venezuela, pide garantías.
2) Indígenas binacionales ven limitado el libre tránsito por su territorio ancestral transfronterizo. Los Wayuu, por ejemplo, del lado venezolano enfrentan dificultades porque no son registrados con el nombre de su casta; en Colombia los tratan como migrantes.
3) Población con doble nacionalidad, como hijos de venezolanos y de colombianos nacidos en el otro país, o los de segunda y tercera generación, no la pueden legalizar fácilmente.
4) Personas que requieren asilo o refugio pues huyen de riesgos inminentes, esperan protección, no devolución, y poder trabajar mientras su petición es resuelta.
5) Emigrantes que dejan Venezuela, buscando alternativas de vida y de trabajo, para ellos y sus familias, les urge regularizar su situación y encontrar oportunidades.
6) Colombianos, que luego de vivir en Venezuela buscando alternativas económicas o huyendo del conflicto armado, retornan con familias binacionales, les urge legalizar su situación y plena inserción.
7) Venezolanos en tránsito, durante meses atraviesan el pacífico colombiano y el Tapón del Darién, o el archipiélago de San Andrés para ir por Centroamérica y México hasta Estados Unidos; son sometidos a hurtos, violencias incluso sexuales; extorsiones del crimen organizado.
Urge plena concertación entre países involucrados en esta problemática, pues algunos tratan de trasladarla al vecino. Hay recriminaciones mutuas, por ejemplo entre los gobiernos de Colombia y Panamá en la frontera del Darién. Aunque el gobierno Biden ha abierto oficinas migratorias, donde pueden pedir visas o asilo, hay represamientos de solicitudes, prolongación de espera, deportaciones por Estados Unidos.
Oportunidades y riesgos
Son muchas las posibilidades que se les han abierto, pero también los apremios que manifiestan quienes están en distintas modalidades de este éxodo poblacional.
Además de la atención humanitaria celebran decisiones para la legalizar su vida en Colombia -como Permisos Especiales de Permanencia (PEP), Estatuto Temporal de Protección (ETP), Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV), Registro Único de Retornados (RUR), etc. También destacan iniciativas para evitar la apatridia, al otorgarles la nacionalidad colombiana a menores nacidos en Colombia que sean hijos/as de venezolanos/as, así como el reconocimiento de derechos de salud, educación, socioeconómicos, reproductivos.
También muestran limitaciones de entidades como Migración Colombia para procesar y entregar información generada por encuestas realizadas y con iniciativas de regularización, o por entidades como el Observatorio Nacional de Migración y Salud, que deberían servir a nivel central y en los territorios que los acogen. Rechazan declaraciones de altos funcionarios señalando a venezolanos de causar problemas de seguridad pública. Les alarma el riesgo de xenofobia y su uso en elecciones pues hay candidatos con discursos discriminatorios o que tratan de instrumentalizarlos. Piden que se les permita votar al menos en las elecciones locales donde han adquirido residencia.
Iniciativas sociales
A partir del seguimiento sistemático de la situación han formulado propuestas para la atención de ese flujo poblacional, iniciativas como Alerta Venezuela y el Observatorio sobre Venezuela[2]. Aquí resumimos algunas.
-Responder anuncios de personajes de los gobiernos centrales de ambos países de que no existe ese éxodo y que coordinan retornos.
-Garantizar la no devolución a Venezuela y mayor acceso a la nacionalidad colombiana superando barreras que lo impiden o generen ruptura familiar.
-Establecer rutas de acceso con enfoque de derechos y diferencial (étnico, género, edad, etc), regularización, protección y atención en especial a población indocumentada y más vulnerable, ampliar plazos de registro.
-Propiciar la actuación integral y coordinada de instituciones nacionales y territoriales, en especial en las rutas frecuentadas por ese éxodo poblacional para garantizar orientación, prevención, protección frente a riesgos de ser victimizados por grupos armados irregulares y criminales; y para construir alternativas con las zonas de acogida, de atención e integración.
-Explicitar derechos y deberes de personas en situación de movilidad, revisar prevención y procesamiento de delitos contra ese éxodo desde Venezuela.
-Aplicar Ley antidiscriminación al éxodo poblacional, desarrollar estrategias contra el racismo, la xenofobia, etc.
-Revisar iniciativas de retorno voluntario, digno, seguro de población colombiana en situación de vulnerabilidad en Venezuela.
-Propiciar diálogo entre el Estado colombiano, las organizaciones del éxodo poblacional desde Venezuela, la Mesa Nacional de Sociedad Civil para las Migraciones, sobre diversas modalidades de esa diáspora, garantías de inclusión y no discriminación.
-Promover la integración socioeconómica y cultural del éxodo desde Venezuela reconociendo sus aportes al desarrollo colombiano, evaluar políticas de integración, como el CONPES 4100 de 2022.
-Fortalecer coordinación entre países de origen, tránsito, destino y retorno, para promover el desarrollo de políticas sobre las diversas modalidades de esos flujos poblacionales, cumpliendo el derecho internacional e interamericano.
[1] https://www.elnacional.com/mundo/advierten-que-el-numero-de-venezolanos-refugiados-en-colombia-es-bajo-comparado-con-cifra-de-migrantes/
[2] https://immap.org/…/profiling-venezuelan-migrants-in…/ https://urosario.edu.co/sites/default/files/2023-08/informe-bitacora-migratoria-agosto.pdf
