
Una interpretación del número de casos y muertes por COVID-19 permite anticipar si habrá o no una cuarta ola de la pandemia y cuál será su intensidad.
Diego Otero Prada*
El final de la tercera ola
En agosto de 2021, el mundo llegó a un pico de casos y muertes por COVID-19, pero con diferencias entre países y regiones.
En general, han mejorado Estados Unidos, India, Brasil, la mayor parte de los países de Europa, Suramérica, África, Asia y Oceanía. Están aún en una fase creciente Reino Unido, Alemania, Rusia, Turquía, Indonesia, Rumania y Ucrania. Aunque Cuba había presentado aumentos fuertes, ya en la última semana los casos diarios han caído abruptamente. Y en Latinoamérica y el Caribe se ha superado la tercera ola en casi todos los países, incluyendo Brasil.
Colombia, por su parte, llegó al pico de la tercera ola el 28 de junio, con 31.256 casos y 663 muertes diarias por COVID-19. Desde entonces, el país atraviesa una etapa descendente, que ha durado tres meses y diecisiete días. Esto es sorprendente, teniendo en cuenta que, en la primera y la segunda ola, la etapa descendente no duró más de un mes y medio.
La Gráfica presenta el número de casos diarios de COVID-19 entre el 1 de septiembre y el 15 de octubre, calculado con promedios móviles diarios de siete días. Obsérvese que los casos diarios de infectados oscilan constantemente: un día suben y al siguiente bajan. Por eso es necesario buscar la tendencia (la línea azul), sobre la base del promedio móvil diario de siete días.
Gráfica 1. Casos diarios de COVID-19, entre el 1 de septiembre y el 15 de octubre de 2021, según casos reales y promedio móvil de siete días

A partir del 17 de septiembre, la reducción de los casos diarios se hace más lenta y casi constante hasta el 3 de octubre, como si se hubiera llegado a una meseta. Pero, a partir de esa fecha, vuelve a haber un descenso hasta que el 15 de octubre se rompe la barrera de los 1.400 casos. Por eso, todo indica que estas disminuciones continuarán en las próximas semanas o que al menos tenderán a estabilizarse.
COVID-19, por regiones
Cuando se analiza la información por regiones, se encuentra que Bogotá ha tenido una reducción sorprendente en el número de infectados diarios: pasó de más de 10.000 en la etapa ascendente a 157 el 15 de octubre. Esto explica en buena parte la gran caída en el número de casos nacionales. Bogotá pasó de representar el 35 % de los infectados diarios de Colombia, a representar apenas el 11,5 %, por debajo de Antioquia y Atlántico.
Para el 15 de octubre, cinco departamentos presentaban un aumento leve en los contagios diarios: Bolívar, Cundinamarca, Norte de Santander, Quindío y Santander.
En las cifras de muertes diarias hay un panorama similar. Del 19 de septiembre al 4 de octubre, el número de muertes osciló alrededor de 35, posteriormente bajó a 30 y, el 15 de octubre, volvió a subir a 35.
No estamos en el peor de los mundos y la llegada e intensidad de la cuarta ola dependen del ritmo de vacunación que tengamos en las próximas tres semanas.
Como se ve, la tendencia es distinta de la de los casos diarios, pues hubo un incremento de muertes por COVID-19 en los últimos seis días. Aunque esto rompió la tendencia hacia la reducción, el aumento de las muertes por COVID-19 todavía es lento, como muestra la Gráfica 2.
En este indicador, Bogotá también tiene una reducción sorprendente. El 15 de octubre, la capital apenas presentaba un promedio móvil de dos muertos diarios, el 6 % del total nacional, por debajo de Antioquia y Valle.
Gráfica 2. Muertes diarias por COVID-19 entre el 1 de septiembre y el 15 de octubre, según casos reales y promedio móvil de siete días

Una pandemia impredecible
La pandemia por COVID-19 tiene ciclos de ascenso y de descenso, es decir, etapas de expansión en las que se alcanza un punto máximo y, luego, etapas de descenso en las que se llega a un mínimo, y así sucesivamente.
Es muy parecido a los ciclos económicos: una expansión-auge y, después, una recesión-depresión. Pero es más fácil predecir los ciclos del sistema económico, porque se sabe que siempre ocurren y hasta se puede predecir su regularidad.
Con la pandemia, en cambio, todo es diferente. El virus es aleatorio y difícil de predecir. Casi todos los científicos e instituciones que han hecho proyecciones han fracasado, como lo han hecho el Imperial College de Londres y el Ministerio de Salud de Colombia.
Yo mismo, junto con otros dos investigadores, traté de predecir el comportamiento del virus con modelos econométricos, pero fue inútil. Nuestras proyecciones tenían un error de más o menos el 5 % para una semana, pero, para dos, el error aumentaba a más del 10 % y, para 20 días, a más del 30 %.
Las cifras sobre vacunación
El virus es aleatorio y difícil de predecir. Casi todos los científicos e instituciones que han hecho proyecciones han fracasado.
Aunque es tan difícil saber qué pasará con el número de casos y muertes por COVID-19, hace un mes y medio, el Ministerio de Salud se atrevió a afirmar que la cuarta ola de la pandemia en Colombia llegaría en la tercera o cuarta semana de octubre. El 15 de octubre, el Ministerio reconoció que falló y anunció que la cuarta ola vendrá en noviembre.
Pero para saber si habrá o no una cuarta ola de la pandemia y qué tan fuerte y larga será, es necesario considerar los siguientes datos:
- Actualmente, el número de pruebas es bajo, de menos de 43.000, con el agravante de que en Colombia no se hace trazabilidad y aislamiento de los contactos. Esto es lo mismo que nada: solamente sirve para comprobar si un individuo específico tiene o no COVID-19.
- La población ha bajado la guardia. Aunque en general el tapabocas se sigue usando, ya no hay aislamiento social ni limpieza constante de manos.
- El Ministerio de Salud ha anunciado que detectó casos de la variante Delta en algunos departamentos. Esta variante tiene un factor alto de contagio, pero no de muertes.
Pero hay otros datos que sugieren un panorama más alentador. Para el 15 de octubre, el 42,8 % de los colombianos ya se habían vacunado. Esto significa que, hasta ahora, se ha avanzado a un ritmo de un 0,21 % por día. Si se sigue esta tendencia, se llegaría a 45,9 % a finales de octubre y a 58 % a finales del año, por debajo de la meta del gobierno de 70 % de la población vacunada. Esta tendencia corresponde a una vacunación diaria de 223.000 personas.
Esto quiere decir que la inmunidad de rebaño no se alcanzará en 2021. A lo sumo, se logrará un 65 % de la población vacunada, si se aumenta el promedio de vacunación diaria a 300. 000.
Pero hay otro problema con la vacunación y es la desigualdad entre las regiones. Para el 15 de octubre, once regiones tenían una tasa de vacunación superior al 40 %. Las regiones con las tasas más altas fueron Chocó, con 54,3 % y Bogotá con 51,8 %. Ocho departamentos estaban por debajo del 30 % y catorce entre el 30 % y el 40 %.
En todo caso, es muy alentador que los departamentos grandes tengan tasas de vacunación que pueden llegar a cerca del 55 % a finales de octubre y entre el 65 y el 70% para finales de año.

¿Tendremos una cuarta ola?
En principio, se espera que la vacunación retrase la cuarta ola o que, incluso, la detenga. En todo caso, si la cuarta ola llega, se espera que su intensidad y mortalidad sen mucho menores y que se pueda superar con facilidad.
Como afirma el Ministerio de Salud, la cuarta ola podría darse en noviembre, pero es muy atrevido dar una fecha. Es decir, no estamos en el peor de los mundos y la llegada e intensidad de la cuarta ola dependen del ritmo de vacunación que tengamos en las próximas tres semanas.
Hasta tanto no se logre una inmunidad del 75 % podrán llegar nuevas olas de COVID-19, en todo caso, con cifras de contagios y muertes menores que las anteriores.