En vez de propuestas irrealistas necesitamos medidas eficaces para proteger y acompañar a las mujeres que deciden abortar.
Matthieu de Castelbajac*
¿Es posible eliminar los abortos?
El candidato Gustavo Petro causó revuelo al afirmar que “el aborto no hay que estimularlo” sino “prevenirlo con educación sexual y medidas tecnológicas”. Si bien esta propuesta parece dirigida a votantes anti-derechos, en este artículo quiero dirigirme a las personas que creen de buena fe en esta idea, pues a primera vista no parece tan absurdo apuntarle a la eliminación total de los abortos.
Seamos claros: cuando hablamos de una sociedad “aborto cero”, hablamos de ciencia ficción, pues el aborto es un fenómeno social irreductible que ha existido y existe en todas las sociedades humanas, incluso en las que lo condenan por razones religiosas o culturales. De hecho, la tasa de aborto (40 abortos anuales por 1000 mujeres en promedio) es la misma donde hay leyes represivas y donde no está penalizado, lo cual sugiere que el aborto es insensible a las políticas que pretenden suprimirlo.
Mejorar el acceso a los anticonceptivos es un objetivo loable siempre y cuando esté claro que aumentar el acceso no disminuirá la tasa de aborto.
¿Pero quizás podríamos reducir esa tasa ampliando el acceso a la contracepción? Lamentablemente, no. Independientemente del contexto legal, una mayor cobertura de métodos anticonceptivos no disminuye el número de abortos. En Europa occidental, el amplio acceso de anticonceptivos coexiste con tasas altas de aborto legal. Así mismo, en México, Brasil y Colombia, donde el aborto está penalizado salvo en circunstancias específicas, la ampliación del acceso a métodos anticonceptivos de las últimas décadas no ha impedido que aumenten las tasas de aborto.
Vale la pena recordar que, en Colombia, más del 80% de mujeres que tienen una vida sexual activa usan métodos anticonceptivos modernos ¡una cifra muy alta! —y la mayoría de las mujeres que no usan, quieren tener hijos. De hecho, solo el 6,7% de las mujeres tiene necesidades anticonceptivas insatisfechas (la mayoría vive en zonas rurales).
Mejorar el acceso a los anticonceptivos es un objetivo loable siempre y cuando esté claro que aumentar el acceso no disminuirá la tasa de aborto. Debemos separar los dos temas: el aborto es una cosa y la contracepción es otra.

¿Por qué abortan las mujeres?
Existe un gran malentendido sobre este interrogante, pues el principal predictor de la tasa de aborto no es la falta de acceso ni de uso de anticonceptivos, sino el cambio de las normas reproductivas. En la actualidad, la mayoría de mujeres que abortan lo hacen porque las sociedades modernas han adoptado modelos de familia con pocos hijos, y no porque no usen métodos anticonceptivos modernos.
Aunque sea difícil aceptarlo, muchas mujeres tendrán que hacerle frente a un embarazo no planeado en algún momento de su vida reproductiva, así usen métodos anticonceptivos modernos porque ningún método es 100% efectivo. Todos tienen una tasa de fracaso que resulta de los defectos de fábrica y los errores humanos al usarlos: ¡que tire la primera piedra quien nunca haya olvidado tomar su píldora o sacar el aire de la punta del condón! En América Latina, por ejemplo, las tasas de fracaso del condón masculino y de los anticonceptivos orales es de 6% para el primer año de uso, y llega al 16% después de 3 años.
Esas tasas de fracaso causan miles de embarazos no planeados cada año. Por ejemplo, en Colombia, uno de cada dos embarazos no es planeado. Así pues, miles de mujeres tienen que decidir si llevan a término o interrumpen un embarazo que no planearon y que trataron de evitar con anticonceptivos. Frente a ese dilema, la norma social vigente es clara: tener 15 hijos no está bien visto, así que piénsalo bien.
En síntesis, es inevitable que haya abortos porque todos los métodos anticonceptivos tienen un margen de error. Y, sobre todo, es inevitable que la tasa de aborto sea relativamente elevada en sociedades que prefieren las familias pequeñas.
La cuestión de fondo
Lo que sí podemos evitar son las complicaciones médicas, a veces letales, ocasionadas por los abortos inseguros que experimentan alrededor de 100.000 colombianas cada año. La verdadera razón por la cual debemos despenalizar el aborto es para garantizar el bienestar de esas mujeres. Cualquier otra meta es una quimera.
Ese es el panorama que los políticos deberían tener en mente al hablar del aborto. Es realmente preocupante que las propuestas de los precandidatos presidenciales se basen en intuiciones personales e ideas preconcebidas.
Los candidatos —e infortunadamente las candidatas también— buscan asesores especializados para hablar de economía o de seguridad, pero no para tratar el aborto, una cuestión de vida o muerte para las mujeres.
Aunque la propuesta “aborto cero” sea un ejemplo extremo, quienes sostienen que la despenalización es suficiente también se equivocan, pues necesitamos estrategias para acompañar a las mujeres que abortan. ¿Cómo vamos a manejar los abortos que se llevarán a cabo independientemente de que ampliemos las tasas de cobertura de anticonceptivos y avancemos en la despenalización? Esa es la pregunta que verdaderamente importa y que todos los candidatos han ignorado hasta ahora.
Si la campaña presidencial se convierte en una pelea entre quienes defienden la despenalización y quienes están en contra de ella, perderemos de vista la cuestión de fondo: el acompañamiento que debemos ofrecerles a las mujeres que abortan.
Prometer la eliminación del aborto es ciencia ficción. Dejemos el pensamiento mágico de lado, aceptemos los hechos y seamos pragmáticos:
el aborto seguirá existiendo nos guste o no y las tasas no bajarán, aunque más mujeres usen métodos anticonceptivos.
La discusión debería basarse en estos hechos y no en intuiciones y prejuicios.
1 Comentario
La leyenda de la llorona
es un relato que ha perdurado a lo largo de los años.
Este espíritu atormentado, conocido por su llanto desgarrador,
ha sembrado el miedo en muchas culturas. Su historia
nos recuerda la importancia de enfrentar nuestros miedos y encontrar la paz interior.