Qué está pasando en el departamento de Nariño, cuáles han sido las medidas de emergencia, y cuáles serían los pasos específicos para que esta región aproveche y aporte al desarrollo del resto del país.
Luis Alfonso Escobar*
Una región desconectada
Durante los últimos diez años se han presentado en el Suroccidente de Colombia más de 19 eventos relacionados con fenómenos sociales o ambientales que dificultan o interrumpen su conexión vial con el resto del país. Uno de ellos fue el reciente deslizamiento de tierra en el municipio de Rosas (Cauca) que ha bloqueado permanentemente la vía Panamericana Popayán-Pasto. Ante esta situación, se está empleando el acceso al Puerto de Tumaco como alternativa temporal para normalizar la situación de la reciente crisis.
Esta situación demuestra la desconexión histórica entre las autoridades departamentales/nacionales y los territorios, que les impide ver las oportunidades que implica una infraestructura de transporte y logística como el Puerto de Tumaco, para aumentar la eficiencia de la débil economía de Nariño y la competitividad del país en su conjunto.
Aunque las vías, puertos, aeropuertos y redes ferroviarias son importantes para aumentar la competitividad y acelerar el desarrollo territorial, Nariño depende de la producción y comercialización a través del único corredor vial pavimentado que lo une con el resto del país (Cali-Pasto-Rumichaca). Por eso la economía regional es altamente vulnerable a eventos naturales como los de Cauca.
Las medidas anunciadas son importantes, pero son insuficientes: no alcanzan a crear la oportunidad para el desarrollo integral de Nariño y la consolidación del sistema portuario de Tumaco como alternativa de desarrollo sostenible para el país en su conjunto.
Por eso mismo es necesario ampliar las conexiones regionales, procediendo a la pronta construcción de la variante San Francisco – Mocoa, el desarrollo vial del litoral Pacífico, la mejoría del puerto de Tumaco y el desarrollo del corredor del Macizo Colombiano, integrado por la conexión de las vías del norte de Nariño, la bota Caucana y el Sur del Huila.

Gobernadores y jurisdicciones
Aunque el deslizamiento de Rosas afecta directamente el abastecimiento, producción y comercio de Nariño, la responsabilidad de atenderlo va más allá de la jurisdicción del gobernador del departamento y los alcaldes de los municipios afectados.
Esto obliga a las autoridades locales a plantear un nuevo modelo donde se relacionen los departamentos del macizo colombiano (Nariño, Cauca, Putumayo, Caquetá y Huila): se trata entonces de cerca de cuatro millones de hectáreas de frontera agrícola y de los territorios con más conflictos y violencia étnico-social en Colombia.
Pero ese extenso potencial agrícola necesita de planeación, conexión y desarrollo con recursos de inversión regional y nacional. Esto permitiría ampliar la conectividad del mercado nacional e internacional con los mercados del pacífico a través del Puerto de Tumaco.
Estrategias nacionales
Ante la emergencia de este mes, el presidente Petro anunció una gerencia para restablecer las condiciones anteriores a la crisis de abastecimiento. Propone estrategias como la agroindustrialización de productos primarios y la reactivación del puerto de Tumaco.
Las medidas anunciadas son importantes, pero son insuficientes: no alcanzan a crear la oportunidad para el desarrollo integral de Nariño y la consolidación del sistema portuario de Tumaco como alternativa de desarrollo sostenible para el país en su conjunto.
Además de atender la crisis, la gerencia debe garantizar los recursos de inversión necesarios en la nueva Ley del Plan Nacional de Desarrollo. Este Plan, en efecto, subraya los proyectos que mejoren la productividad y hagan menos vulnerable a esta región. Propongo entonces cuatro estrategias específicas entre el territorio y la Nación:
- Construcción del nuevo sistema logístico y portuario de aguas profundas de Colombia en el municipio de Tumaco. Hay que dar prioridad efectiva a este proyecto, cuyo desarrollo debe contar con aval del Consejo Superior de la Política Fiscal (CONFIS) para garantizar su financiación durante los próximos ocho años. Este proyecto permitirá una infraestructura de calidad que reubique el Puerto de Tumaco en una zona con mejores condiciones.
- El volumen de carga regular y la infraestructura de transporte optima que lo haga atractivo y competitivo. Sería la firma de un Contrato Plan del Macizo entre la Nación y los departamentos de Nariño y Cauca, con énfasis en los municipios que conforman la Asociación de Municipios del Patía (Asopatía), y que no se toman en cuenta al tomar decisiones.
Se trata de apostarle a una transformación integral del Sur del Cauca y Norte de Nariño mediante su plena conexión con las actividades productivas de la zona norte. Por lo tanto, el Contrato Plan debe contemplar las obras anunciadas; la doble calzada Popayán hasta Rumichaca con desvío Timbío al Estanquillo, la refinanciación y aceleración de la variante San Francisco Mocoa, el dragado del canal de acceso del puerto de Tumaco a mínimo once metros como medida transitoria, incluyendo el estudio del puerto de aguas profundas.
El Contrato debería incluir el plan de vías terciarias de la costa pacífica de Nariño, las variantes de Túquerres, Ricaurte, Llorente y nueva vía de acceso a la sociedad portuaria. Además del estudio y la construcción de la vía Puerres-Monopamba-Orito como parte del cordón fronterizo, que permita a Ipiales ser puerto de contenedores con el centro del país, y permita avanzar en la vía Belem do Para-Tumaco.
- Apertura de instituciones de educación superior en esta subregión. Las obras de infraestructura de transporte no son suficientes para renovar el territorio. Los jóvenes necesitan nuevas oportunidades educativas, productivas y laborales, para avanzar además en la lucha contra la ilegalidad y mejorar los niveles de productividad y competitividad de una zona históricamente olvidada.
- Ley Frontera y recursos. Se debe reglamentar la Ley de Frontera y ampliar los recursos del Conpes 3805 de 2014, al igual que tramitar una Ley del Macizo, que se asimile a la Ley Páez del Cauca y genere condiciones para atraer recursos de capital. Esto con el propósito de transformar la matriz productiva agroindustrial de Nariño con su zona fronteriza y portuaria.
Más y mejores soluciones
Estas propuestas de largo plazo, contempladas en el anunciado Plan Estratégico de Intervención para el departamento de Nariño, deben estar acompañadas de acciones concretas y verificables para el manejo de la crisis ocasionada por el bloqueo de la operación de la vía panamericana en el municipio de Rosas:
- Comprar las cosechas de los agricultores que impidan el desarrollo de una crisis social y económica en los pequeños productores nariñense.
- Controlar el alza indiscriminada de los precios de los tiquetes aéreos y plantear el regreso de Satena durante la emergencia.
- Congelar el aumento de los precios de la gasolina en todo el departamento.
- Habilitar el puerto de Tumaco para la entrada y distribución de combustibles para todo el departamento de Nariño.
- Iniciar los estudios de un nuevo sistema logístico-portuario de aguas profundas de Tumaco.
- Asegurar los recursos para la construcción del tramo Desvío Timbio el Estanquillo.
- Licitar la construcción de la doble calzada Pasto – Popayán y garantizar vigencias futuras.
- Garantizar los recursos y acelerar la construcción de la vía San Francisco – Mocoa al 2024.
- Financiar los estudios del sistema vial del norte de Nariño, bota caucana y sur del Huila como nuevo corredor vial del Macizo Colombiano.
- Financiar los estudios del sistema vial del litoral pacífico como corredor articulado con la cordillera y zona andina.
- Firmar un nuevo contrato plan para el departamento de Nariño que le prioridad a la financiación de proyectos agropecuarios e infraestructuras logísticas.
- Constituir un nuevo sistema asociativo para los departamentos del Macizo Colombiano.
Las obras de infraestructura de transporte no son suficientes para renovar el territorio. Los jóvenes necesitan nuevas oportunidades educativas, productivas y laborales, para avanzar además en la lucha contra la ilegalidad y mejorar los niveles de productividad y competitividad de una zona históricamente olvidada.
De las crisis nacen oportunidades para el gobernante que sabe leer el momento que vive Nariño, pues hemos sido desconectados del circuito vial que nos comunica con el centro de país por la vía Panamericana y el poco avance de la vía San Francisco Mocoa.
Por eso, además de las medidas de emergencia, es necesario crear un mecanismo que asegure la disponibilidad real de recursos para el financiamiento del anunciado Plan Estratégico de Desarrollo para el departamento de Nariño. Pues este debe estar en el articulado del Plan de Desarrollo Nacional y el Plan Plurianual de Inversión regionalizado para el departamento.