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Santos redujo la pobreza y la desigualdad

Escrito por Jorge Iván González
Santos con población vulnerable.

jorge ivan GonzalezEl balance de estos ocho años fue bastante favorable. ¿Pero será que las mejoras continúan bajo el gobierno de Duque?

Jorge Iván González*

Se redujo la pobreza

Durante los ocho de la administración Santos se produjo una caída marcada de la pobreza y una ligera disminución de la desigualdad. Estas tendencias positivas deben examinarse con cuidado porque son frágiles, y existe el peligro de que el proceso pueda revertirse.

El Cuadro siguiente sintetiza la evolución de la pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso (medida por el coeficiente Gini) bajo las dos administraciones de Santos.

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La reducción de la pobreza ha sido contundente. En el Cuadro se presentan los valores desagregados -por ciudades y áreas metropolitanas- de la incidencia de la pobreza monetaria. Además se incluye el total de la pobreza monetaria extrema, correspondiente a las personas que no tienen dinero suficiente para comprar los alimentos básicos.

A nivel nacional, la incidencia de la pobreza bajó de 37,2 por ciento en 2010 a 26,9 por ciento en 2017. El número de pobres se redujo de 16,5 a 12,9 millones. Esto significa que 3,6 millones de personas han salido de la pobreza.

En el caso de la pobreza extrema, la incidencia pasó de 12,3 por ciento en el 2010 a 7,4 por ciento en el 2017. Y en número de personas, se redujo en 1,9 millones, al pasar de 5,4 millones a 3,5.

Pero el ritmo del progreso ha venido descendiendo

Proyectos con poblaciones.
Proyectos con poblaciones.
Foto: Vicepresidencia de la República.

La disminución de la pobreza ha sido continua pero el ritmo de descenso se ha ido volviendo más lento.

Entre 2010 y 2011, la incidencia de la pobreza bajo 3,1 puntos y entre 2016 y 2017 la reducción fue apenas de 1,1 puntos. Y las diferencias respectivas para la pobreza extrema fueron 1,7 y 1,1.

La disminución de la pobreza se hace cada vez más difícil, sobre todo en el caso de la pobreza extrema, ya que entre el 2015 y el 2016 la incidencia aumentó de 7,9 a 8,5 por ciento.

Para explicar estos movimientos habría que tener en cuenta el comportamiento de las variables que afectan la pobreza. La primera es el comportamiento de la economía. La segunda está relacionada con las políticas públicas (nacionales y locales). Y la tercera tiene que ver con la disminución de la desigualdad.

A nivel nacional, la incidencia de la pobreza bajó de 37,2 por ciento en 2010 a 26,9 por ciento en 2017.

Durante los años de Santos la economía tuvo dos momentos que están íntimamente relacionados con los movimientos de los precios del petróleo y de los minerales.

  • La primera etapa, de 2010 a 2014, estuvo marcada por un aumento de los precios. En el 2010, cuando comienza Santos, el precio del petróleo Brent era relativamente alto, 77,4 dólares el barril. En el 2014, antes de la caída, superó los 100 dólares.
  • Pero en el 2016 el precio llegó a estar en 26,5 dólares, aunque desde entonces comenzó a recuperarse, y en el mes de julio del 2018 osciló alrededor de 71 dólares barril.

En resumen, bajo Santos I los precios fueron excelentes, y bajo Santos II se presentaron una caída inicial y una recuperación posterior.

En el corto plazo, la bonanza de los precios internacionales se tradujo en un mayor ingreso y ello contribuyó a reducir la pobreza. Pero con esa bonanza la economía colombiana se volvió más frágil, ya que aumentó su dependencia de las exportaciones de petróleo y minerales.

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Durante los gobiernos de Santos no se sembró la bonanza, y no se consolidaron la industria ni el sector agropecuario. La dependencia de las fluctuaciones inciertas de los precios internacionales ha sumergido a la economía colombiana en una montaña rusa, sin que el gobierno pueda contrarrestar la volatilidad. Si la dependencia de los bienes primarios sigue aumentando, el debilitamiento estructural se agudizaría, y la pobreza podría volver a aumentar, como ya está pasado en varios países de América Latina.

Diversidad entre ciudades y entre ciudad y campo

La incidencia de la pobreza es muy diferente entre las ciudades, y entre éstas y la zona rural.

En el 2017, el área metropolitana de Bucaramanga tuvo la menor tasa de pobreza (12 por ciento). La mayor incidencia se observó en Montería (27,7 por ciento). La brecha es significativa.

Además de las asimetrías señaladas, es notable la diferencia entre la pobreza de las 13 principales ciudades (15,7 por ciento en el 2017) y el sector rural (36 por ciento). No basta con reducir la pobreza. Es además necesario adoptar políticas expresamente dirigidas a estimular la convergencia.

Estos resultados muestran que los gobiernos locales tienen capacidad de incidir de manera importante sobre la calidad de vida de las personas, y así lo demuestran los indicadores sociales de Buenaventura, que son sistemáticamente mejores que los del resto de ciudades.

Desorden institucional

La articulación de las políticas públicas ayuda a reducir la pobreza.

Durante las dos administraciones Santos, los programas sociales contribuyeron a disminuir la pobreza. Las medidas adoptadas por los gobiernos locales son de muy diverso tipo (la alimentación en los colegios, la gratuidad del transporte entre la casa y el colegio, la atención directa a las familias), y algunas de ellas tienen un impacto directo sobre la mejoría del ingreso y calidad de vida de los hogares.

Para mantener la tendencia de la pobreza a la baja habría que coordinar mejor los programas que realizan las instituciones nacionales y locales. Actualmente el desorden institucional ha impedido que la disminución de la pobreza sea más intensa.

Disminuyó la desigualdad en los ingresos laborales

Reducción en la desigualdad de ingresos laborales.
Reducción en la desigualdad de ingresos laborales.
Foto: Alcaldía de Bogotá

La última fila del Cuadro presenta la evolución del coeficiente de Gini (la medición más común de la desigualdad, cuyo valor puede ir de 0,0 -igualdad absoluta- a 1,0 -donde una sola persona recibe todo el ingreso o sea que la desigualdad no podría ser mayor-).

Entre el 2010 y el 2017 el Gini disminuyó y pasó de 0,56 a 0,50. Es decir la desigualdad en los ingresos laborales de los hogares disminuyó. Esta caída tiene mucho que ver con la mayor tributación de los grupos medios. La equidad ha mejorado gracias a las transferencias de recursos de los grupos medios hacia los pobres. Las reformas tributarias aumentaron las tarifas a la llamada clase media (deciles 7-10 de la Encuesta de Hogares). A los ricos no se les tocó.

 La dependencia de las fluctuaciones inciertas de los precios internacionales ha sumergido a la economía colombiana en una montaña rusa.

Este Gini se calcula a partir de las encuestas de hogares -que no captan los ingresos mensuales superiores a 13 millones de pesos-, de manera que la desigualdad real tiende a ser subestimada.

Otras mediciones confirman que Colombia es uno de los países más inequitativos del mundo: por ejemplo, de acuerdo con el Censo Agropecuario, el Gini que mide la concentración en la tenencia de la tierra es de 0,93. Sería conveniente que en el país se publicaran, además del Gini de las encuestas de hogares, otros tres: el del Igac sobre concentración de la tierra, el de la Bolsa de Colombia sobre concentración bursátil y el de la Dian sobre concentración de la riqueza.

En conclusión

Para que la pobreza mantenga su tendencia decreciente habría que mejorar la distribución del ingreso y de la riqueza. Y para ello se requiere que el sistema tributario sea progresivo. Si la concentración del ingreso y de la riqueza no se modifican, es muy factible que la pobreza vuelva a aumentar.

Los avances logrados durante las dos administraciones de Santos en materia de pobreza se pueden mantener y profundizar si:

  1. El crecimiento económico se diversifica y disminuye la dependencia del petróleo y los minerales;
  2. Las ciudades y las regiones convergen;
  3. Mejora la coordinación entre las instituciones mejora, y
  4. La desigualdad disminuye.

*Cofundador de Razón Pública. Para ver el perfil del autor, haga clic aquí.

 

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