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Representación queer en los nuevos programas infantiles

Escrito por Ana María Ferreira
Ana María Ferreira

Los nuevos programas infantiles representan espacios donde las sexualidades diversas son evidentes. ¿Será que los medios forman una generación sin prejuicios?

Ana María Ferreira*

Diversidad de género en la pantalla

Dos factores me permitieron volver a las series animadas para niños. Por un lado, tengo una sobrina de siete años que vive en otra ciudad y para poder hablar con ella por Zoom siempre necesito temas interesantes. Por otro lado, la pandemia me tiene explorando programas y géneros que tal vez de otro modo no habría revisitado.

Mi hermano o mi sobrina fueron precisamente quienes me recomendaron La leyenda de Korra (2012-2014), una serie infantil de Nickelodeon que cuenta la historia de la Avatar Korra. Este programa es una continuación de la serie Avatar: la leyenda de Aang transmitida entre 2005 y 2008.

La leyenda de Korra sigue una tendencia de muchas producciones televisivas y cinematográficas: hacer secuelas o precuelas de las historias famosas, pero con personajes femeninos o por los menos con un elenco más diverso. Esto puede ser simplemente una estrategia de mercadeo para llegar a una nueva audiencia con una mente más abierta o para exprimir hasta la última gota de estas historias populares.

Algunos ejemplos del cine son la nueva versión de Los Cazafantasmas (1984): Ghostbusters: Answer the call (2016), u otras películas como Ocean’s 8: Las estafadoras (2018) o incluso Star Wars.

Muchas de estas producciones recibieron serias críticas. La secuela de Los Cazafantasmas causó una oleada de comentarios machistas y sexistas y, sin entrar en detalles sobre el valor artístico de la película, fue penosa la manera como las actrices fueron atacadas por su trabajo en las redes sociales. La única protagonista negra, Leslie Jones, recibió un trato especialmente cruel.

La diversidad de género es menos estruendosa en las series infantiles y tal vez más poderosa e influyente. Por una parte, la televisión y las plataformas digitales como YouTube, Disney+, Netflix o Amazon ofrecen más contenidos. Las series ya no compiten contra un único canal, como en mi niñez; hay muchas opciones y puede hallarse cualquier tipo de programa.

Aun cuando existan series sexistas donde el género es rígido y las niñas se visten de rosado y los niños de azul, estos programas son desplazados rápidamente por un contenido más incluyente e interesante.

Foto: Flickr - She-ra and the princesses of power, otra serie que retrata diversidad en orientaciones sexuales y en caracterización de personajes.

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Nuevas protagonistas: comunidad LGBTQ+

Cada vez son más las series protagonizadas por personajes femeninos: mujeres jóvenes o niñas, fuertes, valientes e independientes. Ellas no necesitan la ayuda de una contraparte masculina para salvar el día, sino que son ellas las encargadas de ayudar a los demás.

Las niñas y jóvenes protagonistas son un elemento común en la televisión infantil. Esto es de por sí una mejora respecto de las heroínas de antaño, que no eran más de un par y cuyos trajes y actitudes hacían énfasis en su feminidad y especialmente su voluptuosidad.

En el caso de Korra, la serie no es interesante solo porque el personaje principal es una mujer, sino porque a través de la serie la vemos crecer y madurar. Poco a poco, mientras la protagonista aprende a controlar su poder, la seguimos mientras desarrolla sus relaciones familiares y personales.

Al comienzo de la serie, Korra tiene una relación sentimental con Mako, un chico que conoce en los primeros capítulos y que la acompañará a lo largo de la historia. La relación de pareja con Mako acaba pronto y al final del programa Korra se junta con Asami, una inteligente y hermosa chica, con quien emprende un viaje en el último episodio. La escena de Korra y Asami me conmovió más de lo esperado.

Cada vez son más las series protagonizadas por personajes femeninos: mujeres jóvenes o niñas, fuertes, valientes e independientes.

La serie es interesante en términos de género. Korra es un personaje amable y valiente, pero también impetuoso y testarudo, es decir, es un personaje profundo. Pero tal vez lo más interesante es que en ningún momento se menciona explícitamente la bisexualidad de Korra, y no porque esté oculta, sino porque es tan natural e incuestionable que no conviene discutirlo.

Esta serie infantil me llevó a pensar en la representación de la comunidad LGBTQ+ en las series infantiles con las que crecí. La verdad es que en el remoto caso de que existiese, dicha representación era casi siempre una referencia muy velada, un personaje secundario o un simple estereotipo.

Los únicos casos que recuerdo sobre parejas de un mismo sexo o con sexualidades diversas eran en realidad teorías de conspiración: que si Beto y Enrique en Plaza Sésamo eran amigos o algo más o que si Batman y Robín eran pareja. Estos casos no son realmente representación.

En resumidas cuentas, no había referentes en la pantalla de la comunidad gay y hacían falta modelos positivos y sin estereotipos de personajes queer en su día a día, con sus familias y sus problemas.

Ya enganchada con las series infantiles y encerrada por esta interminable pandemia, le pedí a mi sobrina otra recomendación; acabé viendo otra serie que me sorprendió: She-Ra y las princesas del poder. En esta serie el género, la representación de la comunidad LGBTQ+ y las estructuras de poder son parte fundamental de la historia.

Casi todos los personajes con poder son mujeres: reinas, princesas y heroínas. Además, los hombres no tienen miedo de llorar, mostrar sus sentimientos o usar corazones y colores pastel en su ropa. También hay parejas diversas y uno de los personajes principales, Bow, es hijo de una pareja de hombres de color: George y Lance.

La serie tiene muchos componentes para reflexionar, por ejemplo, las diferentes tallas y tipos de cuerpos de los y las protagonistas. También hay que mencionar que She-Ra y Catra, su amiga, némesis y finalmente pareja, se besan en el último capítulo.

Lo más interesante es que en ningún momento se menciona explícitamente la bisexualidad de Korra, y no porque esté oculta, sino porque es natural

La leyenda de Korra y She-Ra y las princesas del poder son apenas dos de los programas para niños donde la comunidad LGBTQ+ es protagonista. Otros programas como Steven Universe, Star vs. Las fuerzas del mal, Miraculous: las aventuras de Ladybug o Danger and Eggs son otros ejemplos donde el género y la orientación sexual de sus protagonistas son esenciales para la historia.

Es importante mencionar que Danger and Eggs fue el primer programa infantil creado originalmente por una persona trans: Shadi Petoski.

En muchos otros programas hay personajes secundarios o historias paralelas donde hay personajes de la comunidad, como el profesor de Arturo en la serie canadiense del mismo nombre. En esta serie hay un episodio donde los niños asisten a la boda de su profesor Mr. Ratburn con Patrick, el chocolatero de su barrio.

Una generación que no discrimina

Nuevamente es interesante la naturalidad con la que estas relaciones y personajes son representados. Los niños que ven estos programas no perciben problemas con que una mujer ocupe un cargo de liderazgo, con besos entre parejas homosexuales o con familias donde los padres son del mismo sexo.

Tal vez esta aceptación se verá reflejada en su actitud en la vida real frente a esas mismas situaciones. Pero es claro que la televisión, el internet y las series infantiles no son las únicas influencias de los niños.

Las familias y los colegios tienen tanto o más poder que estos. Si los padres usan en casa un vocabulario derogatorio hacia las parejas del mismo sexo o son vocales en su intolerancia, esto pesará más que el beso de Adora y Catra en el último capítulo de la serie.

Por otra parte, precisamente por la gran cantidad de programas infantiles aún hay mucho contenido en el que las parejas cisgénero y heterosexuales son la norma indiscutible. Pero también es indiscutible la capacidad de la televisión y los medios para normalizar las relaciones y las personas de la comunidad LGBTQ+.

Danger and Eggs fue el primer programa infantil creado originalmente por una persona trans: Shadi Petoski.

Los niños heterosexuales pueden crecer en un ambiente donde estas relaciones formen parte de su vida cotidiana y los niños LGBTQ+ podrán crecer sabiendo que no son los únicos con estos sueños y deseos y que no son diferentes.

De no ser por mi sobrina y mi necesidad de conectar con sus referentes culturales, nunca habría visto estas series tan interesantes. She-Ra puede ser una serie animada entre los cientos de series que los niños ven, pero si estos programas ayudan a que las familias diversas hagan parte de la vida de una generación, alguna esperanza habrá de que cuando crezcan lo único raro para ellos serán la discriminación y la homofobia.

Una nota. Hace poco más de un mes, murió mi amiga Laura Weinstein, una increíble mujer activista que trabajó por la comunidad LGBTQ+ en Colombia y quien como directora de la Fundación Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (GAAT) luchó incansablemente por los derechos de las personas trans. Este artículo lo escribo como un homenaje a ella, ¡descansa en poder amiga!

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