Rehabilitar el Centro Hospitalario San Juan de Dios de Bogotá: un deber del Estado - Razón Pública
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Rehabilitar el Centro Hospitalario San Juan de Dios de Bogotá: un deber del Estado

Escrito por Armando Morales
Crisis hospitalaria

Crisis hospitalaria

Armando Morales

Víctima de una ya larga historia de enredos jurídicos y financieros, este hospital insignia de la medicina colombiana necesita de una acción decidida y coordinada entre el gobierno central, Cundinamarca y Bogotá. ¿Cuáles son los problemas y cómo pueden resolverse?

Armando Morales Ocampo*

 

Su importancia histórica y social

El Centro Hospitalario San Juan de Dios  (CHSJD) de Bogotá sigue apareciendo en las páginas de los diarios y en los informativos de la televisión por sus aspectos negativos: el cierre prolongado, la controversia sobre el proceso de liquidación, su venta imposible, la tardanza de una solución laboral adecuada. Se trata de problemas relacionados con decisiones judiciales y de los organismos de control y no –como debería ser- con el manejo gubernamental y de políticas públicas.

La llamada “crisis del San Juan” es el producto de una seria compleja de problemas y del entorno jurídico adverso que registra en la actualidad. 

A través de un estudio realizado por mi autoría y el Taller de Abogados Asociados, destacamos el interés que representa este antiguo conjunto hospitalario como objeto de estudio para la investigación legal aplicada. Señalamos entonces seis aspectos relevantes:

1. El CHSJD es el ícono más antiguo de la medicina pública en Colombia.

2. Ha sido un espacio para la práctica médica y la medicina asistencial durante casi cuatro siglos y su historia está ennoblecida por la labor humanitaria y científica de sus servidores y benefactores.

3. Su entorno arquitectónico fue declarado parte del patrimonio cultural de la Nación Colombiana desde el 2002.

4. La ubicación y tamaño de su propiedad más emblemática -el complejo hospitalario de La Hortúa- son elementos importantes de todo planteamiento de renovación o revitalización urbana en ese valioso sector de Bogotá.

5. Sus componentes inmobiliarios pueden (y deben) ser el núcleo o enclave topográfico de un distrito urbano de hospitales, centros de excelencia y servicios conexos y complementarios. Debe orientarse a la prestación de los servicios de salud, a la formación universitaria y a la investigación científica.

6. Su rehabilitación y reapertura son decisivos para la vigencia del Estado Social de Derecho en la ciudad capital.

Pediatría
Foto: Hospital Departamental Universitario del Quindío
San Juan de Dios 

Atención pediátrica en el hospital San Juan de Dios del
​Quindío.

Zonas de incertidumbre

La investigación legal aplicada busca describir entornos a partir de todos los factores que intervienen en el desempeño de los sistemas jurídicos: las reglas, las instituciones, los procedimientos y las herramientas. Esta labor permite formular matrices –más o menos complejas–, diagnósticos validados y planes de gestión legal con mayor probabilidad de acierto.

La llamada “crisis del San Juan” es el producto de una seria compleja de problemas y del entorno jurídico adverso que registra en la actualidad. Hay seis zonas de incertidumbre especialmente delicadas:

1. La incertidumbre institucional, derivada de las prolongadas ambigüedades sobre su pertenencia institucional, lo cual ha conducido a pleitos entre diversas autoridades gubernamentales (nacionales, departamentales y distritales).

2. La incertidumbre financiera, que se expresa en la ausencia de cifras ciertas y de conciliación de saldos entre el mal llamado proceso liquidatorio, el Ministerio de Hacienda y la Gobernación de Cundinamarca.

3. La incertidumbre sobre el estado legal del Centro Hospitalario. Como se ha confundido con la suerte de la extinta Fundación San Juan de Dios, su situación ha derivado en dos fenómenos – el de tenencia institucional irregular desde 2006 y el de liquidación apócrifa- que la Contraloría General de la Nación criticó en su informe de mediados de octubre pasado.

4. La incertidumbre urbana, cifrada en la ocupación de una buena parte de las instalaciones del complejo hospitalario de La Hortúa por parte de trabajadores y ocupantes ilegales, así como en la disputa sobre la tenencia histórica de varios de sus 21 inmuebles. Algunos de estos inmuebles son de la Nación, otros del Distrito y otros del Departamento, lo cual ha dado pie  a distintos pleitos.

5. La incertidumbre judicial que supera los 800 procesos judiciales, cifra que califica de manera negativa el entorno legal del Hospital.

6. La incertidumbre programática que ha tenido al CHSJD por fuera de las agendas públicas y los presupuestos de inversión –nacionales, departamentales y distritales– por más de una década y respecto del cual las estrategias de concertación durante los dos últimos años no han dado resultado.

Hospital Quindío
Foto: Hospital Departamental Universitario del 
Quindío San Juan de Dios.

Una agenda de coordinación gubernamental

La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional integró en el 2012 un grupo de reflexión y gestión  para pensar y promover fórmulas de consenso institucional para el manejo del  CHSJD.

La iniciativa distrital de reabrir el Hospital y la convergencia de los actores públicos a instancias de la Procuraduría General de la Nación, representó un momento propicio para promover la superación de las diferencias gubernamentales, consolidar una metodología de trabajo estatal y lograr un primer acuerdo programático.

Para fines del año pasado habían quedado claras las diferencias entre la Gobernación de Cundinamarca y el Distrito Capital relacionadas con temas esenciales en cualquier plan de rehabilitación del CHSJD: (a) la propiedad y el estado legal actual de los bienes que integran el Centro Hospitalario de la Hortúa; (b) la pertinencia del proceso liquidatorio de la extinta Fundación San Juan de Dios; (c) la solución inicial más adecuada para iniciar un proyecto de recuperación institucional (Compraventa, II Convenio Marco) y, (d) la concurrencia presupuestal en la solución del pasivo patrimonial.

Sus componentes inmobiliarios pueden (y deben) ser el núcleo o enclave topográfico de un distrito urbano de hospitales, centros de excelencia y servicios conexos y complementarios.

A partir de la gestión de la Procuraduría y la presencia de delegados institucionales de la Nación, el Departamento y el Distrito, se ha seguido explorando la posibilidad de suscribir un convenio inter-gubernamental y de concertar un primer instrumento normativo (Decreto Presidencial), de tal forma que los actores públicos cobraran confianza política y participaran en las soluciones con seguridad jurídica y certeza patrimonial.

Este acuerdo está concebido a partir de las siguientes premisas:

– El CHSJD es patrimonio de todos los colombianos y debe ser un proyecto prioritario para los gobiernos nacional, departamental y distrital.  

– Los bienes que integran el CHSJD deben volver a ser propiedad de la Nación.  Mediante  un documento CONPES (Consejo Nacional de Política Económica y Social) se adoptaría un plan integral de rehabilitación institucional, partiendo de reconocer que su naturaleza será la de un establecimiento público del orden nacional, dedicado a la prestación de los servicios de salud para el mayor número de beneficiarios, a través de un hospital universitario.

– La Nación (Ministerio de Hacienda y Crédito Público) debe disponer del mecanismo institucional adecuado para asumir la tarea de saneamiento financiero del CHSJD, a partir de un plan especial acordado con los Secretarios de Hacienda de Cundinamarca y Bogotá.

– Se detendría el proceso de liquidación de la extinta Fundación San Juan de Dios –al menos en lo que concierne al CHSJD. El convenio intergubernamental marcaría la transición entre proceso desafortunado y la normalización institucional de un hospital, de unos bienes públicos de interés cultural, donde hay patrimonio humano, científico y arquitectónico que preservar.

– Los ministerios de Trabajo y de Hacienda, junto con la Procuraduría adoptarían un mecanismo de negociación, fijación, revisión y pago del pasivo prestacional y pensional.

– Los ministerios de Salud, Educación, Trabajo y Cultura constituirían mesas de trabajo con sus pares del Distrito  y la Gobernación, con participación de la Universidad Nacional, para lograr los acuerdos en torno al documento  programático. Estas mesa deben incluir lineamientos claros sobre cuatro aspectos.

a. La concurrencia de la Nación, el Departamento y el Distrito para financiar y construir la oferta hospitalaria, científica, médica y tecnológica en el CHSJD.

b. La financiación y características de la política de protección y recuperación patrimonial (propiciando de manera especial la concurrencia de Ministerio de Cultura y del Instituto Distrital de Patrimonio).

c. Las características corporativas del nuevo CHSJD y su papel en el mejoramiento de la calidad de vida, la investigación y formación universitaria, los proyectos de ciencia y tecnología, la renovación urbana y la oferta pública hospitalaria.

d. Los actores públicos deben contar con una amplia gama de posibilidades en materia de acuerdos interadministrativos, esquemas de asociación pública, de gestión compartida o concurrente.

El presidente de la República, el gobernador de Cundinamarca y el alcalde de Bogotá deben pensar en la urgencia de un acuerdo programático que salve un patrimonio que es de todos. Tenemos necesidad de una política pública para rehabilitar el Centro Hospitalario San Juan de Dios, cuya coherencia y solidez debe estar acorde con los desafíos que nos impone su frustrada grandeza.

* Miembro de Armando Morales Benítez & Abogados Asociados y Taller de Abogados Asociados – amoralesocampo@hotmail.com

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