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Reestructuración productiva y poder territorial

Escrito por Jaime Acosta
la Reestructuración productiva en colombia

Empresas, centros de investigación, nuevos emprendimientos, desarrollar las regiones más atrasadas, crear corredores y distritos de la innovación y mejores vías: una propuesta para reestructurar el modelo productivo de Colombia*

Jaime Acosta Puertas**

Los ejes

Colombia necesita reestructurar su modelo productivo y aprovechar su territorio para impulsar la economía. Para eso harían falta:

  • Nuevas políticas de desarrollo productivo y de ciencia, tecnología e innovación;
  • Conexión entre las mipymes, las grandes empresas, los nuevos emprendimientos y los centros de investigación;
  • Una educación de calidad;
  • Un sistema de movilidad moderno y sostenible; y
  • Una política de desarrollo regional que supere la descentralización.

Las empresas del campo

La reestructuración de la economía colombiana implica reformar la actividad campesina y conectarla con la de los centros urbanos. Las mipymes son fundamentales para eso, deben ser el motor de la producción primaria, agroindustrial, y formar pequeñas cadenas de producción locales que se conecten con las grandes empresas. De esa manera, desatar un proceso que cierre las enormes brechas entre el mundo rural y el urbano.

Para lograrlo se necesita una economía rural del conocimiento, con núcleos de investigación donde los productores participen en el desarrollo tecnológico, la innovación abierta, la formación de calidad y el mejoramiento permanente. También deben abrirse nichos especializados para fabricar ciertos insumos y cierta tecnología de producción. Esos nichos estarán integrados a las empresas innovadoras de las ciudades y conformarán los ‘sistemas territoriales de industrias y negocios de la agricultura, la energía y la bioeconomía rural’.

Por otro lado, las personas podrán acceder a programas especiales de asistencia tecnológica y de educación para aumentar su conocimiento, productividad y calidad de vida.

En el caso de las grandes empresas rurales, estas deben tener una agenda de desarrollo científico y tecnológico sostenible, y de diversificación de las respectivas cadenas. Esto se impulsará mediante incentivos por producir, innovar, crear empleo, exportar, diversificar, y apoyar la inversión y el desarrollo sostenible. Habrá incentivos del Estado a partir de acuerdos con estos empresarios para que su actividad garantice retornos a la economía, al estado y a la sociedad.

Finalmente, se necesita fortalecer el Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria (SNIA) y crear los Sistemas Territoriales de Innovación (STI) los cuales se integrarán a redes nacionales e internacionales de investigación e innovación.

La innovación en las ciudades

En el marco de la política de reestructuración productiva y de Ciencia, Tecnología e Innovación crear cadenas de pymes que sean eslabones estratégicos de las grandes empresas de actividades o sectores estratégicos y emergentes de alta tecnología y para impulsar el surgimiento de una nueva generación de empresas innovadoras (spin off y start-up).

Los apoyos deben dirigirse a las empresas especializadas en sectores clave existentes que creen empleos, innoven, exporten y paguen impuestos; y a nuevas empresas de alta tecnología y elevada productividad que transformarán la economía a largo plazo, y dinamizarán las exportaciones. Las grandes empresas nacionales escogieron qué camino seguir con la apertura de economía, pero ahora deben dirigirse a donde el país necesita que vayan.

Por otro lado, las multilatinas colombianas deben robustecerse y hay que atraer empresas extranjeras para producir, investigar, desarrollar conocimiento y exportar. El país les entrega el mercado y ellas le entregan conocimiento, un principio de reciprocidad.

Para dinamizar la reestructuración productiva se deberá crear el sistema de industrias y servicios avanzados (SISA) para mejorar el aprendizaje, el cambio tecnológico y las complementariedades entre las empresas. El sistema incluiría una red de centros y grupos de investigación nacionales y extranjeros.

También debe crearse la agencia colombiana de industrias de la innovación (ACIINN), la cual apoyará la investigación aplicada de alta complejidad sobre todo en sectores promisorios de tecnologías disruptivas. Esta agencia debe estar en Bogotá o en el arco industrial de la Sabana de Bogotá. La agencia gestionará y coordinará acciones entre centros de investigación de excelencia y grandes empresas innovadoras, cofinanciará los proyectos elegidos mediante convocatorias públicas, y trabajará con las multilatinas, con empresas extranjeras, y con las grandes y medianas empresas nacionales. Eventualmente puede haber proyectos conformados por conjuntos de pymes de los sectores innovadores asociados con un proyecto de investigación, y también start ups disruptivas que recibirán un especial apoyo del Estado.

Las regiones

El centralismo del país hizo que los territorios se relacionaran con la Nación, pero no entre sí, y fracturó las posibilidades de integraciones regionales. Las Regiones Administrativas de Planificación Especial (RAPE) servirán para cambiar esto.

Actualmente tienen poco músculo, pero pueden mejorarse para que tengan una capacidad de ejecución focalizada y sean una instancia de participación en decisiones estratégicas sobre temas medioambientales, de infraestructura, de integración productiva y de innovación. Las RAPE deben convertirse en una instancia de transición a la autonomía de las regiones.

Además, se necesita de una infraestructura que impulse e integre procesos de desarrollo endógeno. Las mega regiones y los corredores regionales pueden funcionar si se crea una conexión entre autopistas, vías secundarias y terciarias, redes digitales, desarrollo productivo, educación y CTI. Sin infraestructura es imposible impulsar procesos de desarrollo endógeno.

Las mega regiones del Pacífico, de la Amazonia y de los Llanos Orientales, y la Guajira, necesitan enfocarse en la bioeconomía, las energías renovables y las industrias culturales.

Sin embargo, es necesario mejorar la educación y crear núcleos de investigación articulados con las universidades más grandes y de mayor calidad: la Universidad Nacional y la Universidad de Nariño, tienen sedes en Tumaco, por ejemplo. Así se interconectarán las capacidades de las regiones más avanzadas con las de menor desarrollo.

Los territorios más rezagados necesitarán de centros regionales de investigación, innovación y emprendimiento (CRIIE) en municipios, como: Tumaco, Bahía Solano, Quibdó, Buenaventura, Mocoa, Yopal, Arauca, Riohacha, Mocoa, Florencia, entre otros.

Estos centros impulsados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, será un programa estratégico articulado a la política de reestructuración productiva. Junto a los centros de educación, cultura y salud, conformarían mini distritos de la innovación para impulsar el progreso social y económico.

Corredores de la productividad

La reestructuración productiva permite pensar en corredores de gran progreso económico y ello exige crear autopistas o mejorar las vías. Por eso se debe establecer cómo serían las vías principales de cada corredor: tres o cuatro carriles, 4G, e incluso cuáles serán 5G y 6G. Algunos corredores podrían unir a:

  • Putumayo, Huila, Tolima y Cundinamarca;
  • Cundinamarca, Bogotá y Boyacá;
  • Cartagena, Barranquilla y Santa Marta (este corredor aún no se destaca como un proyecto de desarrollo regional, sin importar los estudios, discursos e intentos políticos de integrar la región);
  • Antioquia, Córdoba y Sucre;
  • Tolima, Eje Cafetero y Chocó, que de paso se integraría con el corredor que viene del Putumayo hacia Cundinamarca y el de Bogotá, Ibagué, y el Valle del Cauca, formando un avanzado sistema de movilidad del centro con el sur.

La paz en Colombia exige la integración y el desarrollo del Pacífico (Chocó, Valle, Cauca y Nariño), que podría convertirse en un proyecto mayor de integración con Ecuador. Por eso es necesario construir la doble calzada entre Piendamó y Pasto, de modo que no aparezca un cuello de botella en el desarrollo del sur occidente de Colombia y haya una conexión desde Boyacá hasta la frontera con Ecuador y de ahí con las grandes ciudades del país vecino.

Un elemento importante en la estrategia de estructurar corredores de alta productividad es la vinculación de universidades de calidad que investiguen y tengan núcleos consolidados en actividades productivas estratégicas en el marco de las políticas de reestructuración productiva y de CTI.

Debe crearse la agencia colombiana de industrias de la innovación, la cual apoyará la investigación aplicada de alta complejidad sobre todo en sectores promisorios de tecnologías disruptivas.

la Reestructuración productiva en colombia
Foto: Alcaldía de Floridablanca - El centralismo estableció puentes de conversación entre cada territorio y la nación, pero no entre territorios.

Distritos de Innovación y cultura

Finalmente, deben crearse en ciudades de mediano y mayor desarrollo. Convendría evaluar a fondo el caso de Medellín con la Ruta N y el proyecto del distrito de la innovación. No se han desarrollado aún grandes hábitats de innovación en Colombia debido a las débiles políticas de desarrollo productivo, de ciencia y tecnología, y de educación. Si estás no impulsan el cambio, los hábitats no surgirán.

Proyectos como el distrito de la innovación de Medellín y el de Ciencia, Tecnología e Innovación en Bogotá son aún incipientes, especialmente el segundo, pues viene de la saga del Anillo de la Innovación, gestado en el Plan de Ordenamiento Territorial de hace veinte años.

Las ciudades pequeñas como Pasto tienen las condiciones, el espacio y el recurso humano para crear un distrito de industrias culturales y de innovación, teniendo en cuenta además que sus carnavales son patrimonio inmaterial de la humanidad.

Así las cosas, sería útil impulsar múltiples distritos clasificados en tres categorías, según el tamaño, la especialización y el nivel de desarrollo del territorio que reciban recursos del gobierno nacional, incluyendo regalías y contrapartidas locales, públicas y privadas. Estos distritos serían:

  1. Barranquilla, región de Bogotá, Cali y Medellín.
  2. Bucaramanga, Cartagena, Pereira, Manizales.
  3. Cúcuta, Ibagué, Popayán, Pasto, Santa Marta, Villavicencio.

*Este texto forma parte de la Alianza Poder y Territorio para discutir asuntos territoriales en el contexto de las elecciones de 2022. Se estableció entre la Friedrich Ebert Stiftung en Colombia (Fescol); el concejal Diego Cancino, y un grupo de académicos formado por Carmenza Saldías, Andrés Hernández, Mario Noriega, Alex Araque, José Salazar y Angélica Camargo.

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