La renuncia de Theresa May, el triunfo de Nigel Forage en el Parlamento Europeo y las declaraciones de Donald Trump han agitado aún más el clima político del Reino Unido. ¿Qué está en juego?
Ildikó Szegedy-Maszák*
El panorama
El pasado 7 de junio Theresa May, Primera Ministra del Partido Conservador, renunció a su cargo forzada por su propio partido.
Su dimisión se debió a que después de varios meses de batalla logró ganar el apoyo del Parlamento Británico para el acuerdo negociado por su gobierno con la Unión Europea sobre el brexit, es decir, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Como el Parlamento Britancio rechazó el acuerdo negociado con la Unión Europea, el gobierno de Theresa May se vió obligado a pedir una prórroga de la fecha de salida del Reino Unido de la Unión Europea hasta el 31 de octubre de 2019. Esa prórroga obligó al Reino Unido a participar en las elecciones del Parlamento Europeo el pasado 23 de mayo.
Indudablemente, el gran ganador fue el euórofobo Partido Brexit, liderado por el polémico Nigel Forage, pues obtuvo 29 de los 73 escaños que tiene el Reino Unido en este Parlamento. En contraste, los perdedores fueron los partidos tradicionales, pues el Partido Conservador de Theresa May obtuvo únicamente 4 escaños, —perdiendo 15 de los que consiguió en 2015—y el Partido Laborista logró únicamente 10 —la mitad de los que obtuvo en 2015—.
Por otra parte, el Parlamento Britanico está profundamente dividido entre los políticos que creen que el acuerdo negociado por el gobierno de Theresa May no es un divorcio real de la Unión Europea y quienes piensan que los britanicos deben tener una segunda oportunidad, es decir, un segundo referéndum en el que podrían rechazar por completo la idea del brexit.
Evidentemente, el Primer Ministro que reemplace a Theresa May tendrá que asumir una labor extremadamente difícil, pues deberá liderar un partido que respalda el brexit en un país donde esa idea y el establecimiento político actual pierden cada vez más credibilidad.
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Las próximas elecciones
De acuerdo con una investigación realizada en diciembre de 2018 por académicos de The Queen Mary/Sussex Party Members Project, el 64 por ciento de los militantes del Partido Conservador que votan en las elecciones internas del mismo, son hombres y el 48 por ciento son mayores de 65 años. Además, el 86 por ciento considera que el brexit es el asunto más importante que el Reino Unido debe enfrentar.
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Por su parte, una encuesta independiente demostró que dos tercios de los miembros del Partido Conservador apoyarían una ‘salida kamikaze’ de la Unión Europea, es decir, sin ningún tipo de acuerdo. Teniendo en cuenta que el nuevo líder de este partido será escogido por sus militantes, se espera que los candidatos muestren una actitud profundamente euroescéptica.
Durante décadas, los conservadores se han considerado a sí mismos como la opción más natural para gobernar el Reino Unido.
Los aspirantes serán nominados por ocho miembros conservadores del Parlamento el próximo 10 de junio y las votaciones se llevarán a cabo entre el 13 y el 20 de junio. Esas votaciones darán a conocer los dos candidatos más populares, que podrán iniciar su campaña el 22 de junio. Posteriormente, los militantes del Partido Conservador —alrededor de 160.000 personas— enviarán sus votos por correo. Finalmente, el resultado definitivo se conocerá en la semana del 22 de julio.
Aunque estas elecciones son sumamente impredecibles porque contarán con más de veinte candidatos, es evidente que se trata de las más decisivas en la historia del Partido Conservador, pues durante décadas, los conservadores se han considerado a sí mismos como la opción más natural para gobernar el Reino Unido, pero esta vez están divididos por el brexit y amenazados por Farage, quien podría robarles los votos de muchos euroescépticos.
Los candidatos más opcionados
En medio de la crisis política, los conservadores buscan un “salvador” que pueda derrotar a Farage y al líder laborista Jeremy Corbyn, quien demostró ser un contrincante fuerte en las elecciones de 2017.
En mayo de este año, YouGov realizó una encuesta a 858 miembros del Partido Conservador en la que Boris Johnson, el líder de la campaña del brexit en 2016, obtuvo el 39 por ciento de los votos y Dominic Raab, el ex Secretario del brexit, consiguió el 13 por ciento, lo que indica que ellos son los dos candidatos más opcionados para ganar.
Johnson fue probablemente el político más influyente de la campaña de brexit en 2016. En julio de 2018 dejó el cargo de Secretario de Relaciones Exteriores del gobierno de Theresa May por discrepancias relacionadas con el acuerdo del brexit, y en este momento promete volver a Bruselas para renegociar la medida diseñada para mantener abierta la frontera irlandesa después del brexit conocida como «Irish backstop», uno de los puntos más discutidos del acuerdo presentado por May.
“El Reino Unido se parece a ‘Juego de Tronos’ con esteroides”.
En materia económica, Johnson aboga por reducir los impuestos empresariales, impulsar la infraestructura de transporte y aumentar el gasto en la policía y en educación primaria y secundaria. Finalmente, no descarta, pero tampoco promueve una ‘salida kamikaze’ de la Unión Europea. Su victoria seguramente incomodaría a los proeuropeos.
Por su parte, Raab representa una línea más radical, pues insiste en que no existe ninguna razón para prolongar las negociaciones con la Unión Europea más allá del 31 de octubre del año en curso. Además, está dispuesto a salir de la Unión Europea sin acuerdo, por lo que propone un tratado de libre comercio con la Unión Europea similar a lo que negoció el Bloque con Canadá. En cuanto a políticas económicas, plantea elevar el umbral para las contribuciones del seguro social y reducir en un uno por ciento el impuesto sobre la renta. Además de molestar a los proeuropeos, su victoria podría indignar a los conservadores moderados que no aprueban una salida kamikaze.
Lo que faltaba
Sin lugar a duda, el Reino Unido enfrenta una crisis de sus instituciones democráticas. En palabras de Frans Timmermans, el primer vicepresidente de la Comisión Europea, actualmente “el Reino Unido se parece a ‘Juego de Tronos’ con esteroides”.
Como si fuera poco, la semana pasada, en su última visita al Reino Unido, Donald Trump agitó aún más la arena política, pues reafirmó su apoyo incondicional al brexit y a la candidatura de Johnson, ofreció un acuerdo comercial ‘fenomenal’, y se negó a reunirse con Corbyn, el líder de la oposición.
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En respuesta al desplante de Trump, Corbyn se unió a las manifestaciones que tuvieron lugar en la Downing Street frente a la oficina de la entonces Primera Ministra May, y allí rechazó el populismo de derecha, defendió al alcalde de Londres Sadiq Khan de los ataques de Trump y criticó sus posturas sobre el cambio climático, la salud y los refugiados.
El interrogante que queda abierto es si se restablecerá la democracia en el Reino Unido.
Desafortunadamente, el Partido Conservador parece estar cada vez más lejos de las vías democráticas, pues sus representantes siguen poniendo sus intereses personales por encima del interés público. Solo resta tener la convicción de que, pese a todo, la democracia triunfará.
*Profesora de la Universidad Javeriana, abogada de la Universidad ELTE de Budapest, con LLM de London School of Economics and Political Science, y doctora en Sociología Jurídica e Instituciones Políticas del Externado de Colombia, cónsul honoraria de Hungría. ildiko@javeriana.edu.co
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