Policía pobre, pobre policía - Razón Pública
Inicio TemasEconomía y Sociedad Policía pobre, pobre policía

Policía pobre, pobre policía

Escrito por Juan Carlos Ruiz
Policía Nacional

Policía Nacional

Juan-Carlos-RuizPoco estudiadas y poco conocidas, las condiciones de trabajo y ascenso de nuestros policías son un clave básica para entender la inseguridad que nos agobia y para preparar el anunciado postconflicto. Y sin embargo estamos retrocediendo. 

Juan Carlos Ruiz V.*

Decidiendo  a oscuras

Desde el punto de vista de los hombres y mujeres que conforman la Policía Nacional, el panorama de la institución no es el más halagador. La condición de sus agentes  y la calidad de vida de sus familias se han venido deteriorando.

No parece existir ningún estudio técnico -ni tampoco interés del gobierno nacional- sobre la incorporación de nuevos policías, sobre los aumentos salariales, sobre las posibilidades de promoción y sobre los pasos a seguir para paliar el problema pensional que estallará alrededor de 2025.

De tiempo en tiempo, las administraciones Uribe y Santos anunciaron la incorporación de una cifra arcana y caprichosa de “20 mil policías” sin que existiesen estudios serios sobre los recursos para formarlos, dotarlos, pagarles salarios, asegurar sus promociones y solventar sus pensiones una vez jubilados.

Más agentes, peor pagados

Mientras la población colombiana aumentó apenas en 16 por ciento, el pie de fuerza policial durante estos gobiernos creció un 75 por ciento. Esto impidió cumplir con ascensos y mejoras salariales, y además limitó la posibilidad de que los mandos superiores de la institución controlen bien a los policías en el terreno.

Las pensiones son una bomba de tiempo que han eludido las últimas administraciones

Entre 1993 y 1996 la Policía Nacional tuvo una nivelación salarial que mejoró las condiciones laborales de los agentes de base, quienes recibían antes apenas algo más de un salario mínimo. Aunque los sueldos de policías en Colombia siguieron siendo claramente insuficientes hasta el 2010, comparados con sus contrapartes de otros países de América Latina, resultaban buenos en términos de poder adquisitivo. En una selección de 15 países de la región, que se puede ver en el Cuadro siguiente, Colombia ocupaba un halagüeño tercer puesto entre los países que mejor pagaban a sus policías.

No obstante, la situación laboral de los policías colombianos se ha deteriorado desde el 2010, de modo que pasamos al noveno puesto dentro la muestra. Países como Ecuador, Venezuela, Argentina, México y Perú mejoraron sustancialmente los salarios de sus policías desde entonces.

Poder adquisitivo según salario, policías de América Latina antes y después de 2010

País

Poder adquisitivo según índice Big Mac de The Economist antes de 2010

Puesto

Poder adquisitivo según índice Big Mac de The Economist después de 2010

Puesto

Argentina

183

1

295

1

Bolivia

50

15

65

14

Brasil

123

7

156

7

Chile

148

2

211

4

Colombia

143

3

138

9

Costa Rica

125

6

146

8

Ecuador

87

12

222

3

El Salvador

139

5

101

13

Guatemala

140

4

124

11

Honduras

84

13

113

12

México

97

10

251

2

Nicaragua

65

14

44

15

Perú

109

8

176

5

Uruguay

95

11

167

6

Venezuela

106

9

128

10

 

El gobierno colombiano no tiene previsto hacer una nueva nivelación. La contracción fiscal, los compromisos adquiridos con campesinos y profesores y el tamaño de la policía -que en términos de personal es una de las organizaciones más grandes del país-, hacen muy difícil un aumento. Un aumento salarial para todos los policías actuales en sus rangos representaría un total de 135 mil millones de pesos mensuales.

Si bien el hecho de estar mal pagada  no necesariamente hace que la policía sea más – o menos- corrupta, los salarios bajos si llevan a tener un cuerpo muy poco profesional, poco comprometido y claramente ineficiente, si hemos de creer a los ejemplos de la policía en Bolivia o de las policías municipales de México y Venezuela.

Policía Nacional

Instrucción a patrulleros de la policía nacional.
Foto: Policía Nacional de los Colombianos

Sin ascensos ni pensiones

Al deterioro de los sueldos se suma el incumplimiento de promociones y ascensos por parte del gobierno.

Un patrullero no desea permanecer en ese rango durante más de una década y aspira a ganar los concursos para ascender cuando menos a los rangos de subintendente e intendente. Pero el gobierno no ha respetado el tiempo de permanencia en cada rango, aduciendo problemas presupuestales.

Por su parte los concursos han sido criticados y los exámenes impugnados, sembrando un manto de duda sobre la probidad de las pruebas y su idoneidad para determinar quién asciende según el mérito.

Las pensiones son una bomba de tiempo que han eludido las últimas administraciones, más preocupadas por incorporar personal para enfrentar el conflicto, que por eso han dejado la atención del problema pensional a los gobiernos del 2022 en adelante.

En promedio mueren 180 policías colombianos por año cuando en Japón han muerto 2 policías en las dos últimas décadas.

Si hoy se destina a pensiones un 14 por ciento del gasto total de policía, éste ascendería a 28 por ciento en la próxima década. Con solo los policías existentes en el 2002 y los incorporados hasta 2014  deberán destinarse entre 200 y 400 millones de dólares por año para cumplir con el pago de las pensiones policiales. Esto sin contar con que un policía en Colombia puede pensionarse a los 25 años de servicio lo cual -con una esperanza de vida de 76 años- puede implicar que devengue su pensión durante 30 años, sin contar lo que viva su viuda.

Huelgas de policías

Diversas policías del mundo han hecho huelgas recientes para protestar por condiciones laborales degradadas. Muchas del primer mundo se encuentran sindicalizadas, pero en América Latina, la prohibición expresa de la sindicalización y la huelga policial no ha sido obstáculo para que los uniformados se hagan sentir.

  • En Ecuador, en 2010, los policías retuvieron durante horas al presidente Rafael Correa para exigir mejoras salariales.
  • En Bolivia, en 2012, Evo Morales debió lidiar con una huelga masiva de policías que se tomaron los cuarteles en todos los departamentos y por poco incendian el Palacio Quemado.
  • En Argentina, la huelga policial y la falta de efectivos en las calle llevó a cientos de personas a saquear el comercio, especialmente en Córdoba en 2013.
  • En Perú y Guatemala los policías han amenazado con irse a la huelga por bajos salarios, falta de pago y malos tratos de sus superiores.
  • En Brasil, en 2013, en Salvador de Bahía y Río, la policía militar se declaró en paro exigiendo la modificación de la jornada laboral y mejores salarios.

Pero el asunto no es exclusivo de los países en transición:

  • En 2012, Londres vio 30 mil policías marchar bajo el lema “Enough is enough!” en protesta por los recortes de efectivos.
  • En Francia, 10 mil policías marcharon por las principales ciudades bajo la devisa “Policiers en colère” para denunciar la degradación de sus condiciones laborales bajo la administración Hollande.
Policía Nacional

Ascenso de 329 subtenientes de la Policía en noviembre de 2014.
Foto: Presidencia de la República

Oficio peligroso…y desprestigiado.

No hay duda pues sobre la necesidad de una nueva nivelación salarial de los policías colombianos en todos los rangos -tanto del nivel ejecutivo como de oficiales y agentes de base-. Pero esto no parece figurar entre las prioridades del gobierno nacional, que no se atreve a anunciar cómo ve la fuerza pública en el posconflicto con finos cálculos macroeconómicos y una proyección técnica seria.

Para una policía que ha estado inmersa en el conflicto con sacrificio de la vida de muchos de sus integrantes, mejorar el salario sería un reconocimiento no solo justo sino práctico: las medallas y los honores son importantes pero se quedan en el plano simbólico.

Recordemos que ser policía en Colombia es una profesión peligrosa: dada la alta mortalidad en el cumplimiento del deber, quizás sea la más peligrosa entre todas las policías del mundo. Entre 2003 y 2014 murieron de manera violenta 2.115 uniformados colombianos, el 90 por ciento en horas de servicio. En Inglaterra y Gales en este mismo periodo murieron 8 policías en cumplimiento del deber: 3 apuñalados, 3 por arma de fuego y 2 por ataque cardíaco. En promedio mueren 180 policías colombianos por año cuando en Japón han muerto 2 policías en las dos últimas décadas.

Para completar este panorama desalentador, comienza a percibirse un deterioro de la imagen de la policía en ciertas regiones del país. En algunas ciudades capitales de departamento la distancia entre policías y ciudadanos es cada vez más grande. Aunque la policía goza aún de una imagen relativamente buena, en ciertas regiones la  situación se ha deteriorado muy rápidamente. Los episodios de corrupción o indolencia de algunos agentes redundan en desmedro de la imagen de la institución, y sin apoyo del público se dificulta sobre modo la labor policial. El orgullo de pertenecer a la institución desparece cuando sus miembros son poco apreciados por la sociedad.

A todo eso se suma un clima organizacional difícil. Los policías de base se quejan por los tratos y la discriminación de los oficiales. Estos últimos no pueden expresar su descontento, son trasladados de manera inconsulta y se sienten poco apoyados por sus superiores jerárquicos. El gobierno nacional los manda a calificar servicios sin muchas explicaciones, dejando así la duda de que también hay arbitrariedad en el tratamiento de los oficiales.

 

* Profesor titular y director de la Maestría en Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario, Ph.D. en Ciencia Política de la Universidad de Oxford, máster en Administración Pública de la ENA (Francia), máster en administración de empresas de la Universidad Laval (Canadá), máster en Ciencia Política de la Universidad de los Andes.

 

Artículos Relacionados

Dejar un comentario

*Al usar este formulario de comentarios, usted acepta el almacenamiento y manejo de sus datos por este sitio web, según nuestro Aviso de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Leer políticas Aceptar

Política de privacidad y cookies