
Está por concluir el primer Plan Decenal de Salud 2012-2021. Le contamos los resultados y enseñanzas que deja.
Iván Jaramillo*
Qué es el Plan
Pronto comenzará el segundo Plan Decenal de Salud 2022-2031, pero la mayoría de las personas aún no saben de qué se trata. Por eso es bueno explicar en qué consiste el nuevo Plan y recordar brevemente los alcances del plan que nos rigió entre 2011 y 2020.
Según el Ministerio de Salud, se trata de “una política de Estado a partir del consenso social orientada a la garantía del bienestar integral y la calidad de vida de las personas en Colombia. En ella se establecen objetivos, metas y estrategias para afrontar los desafíos en salud pública actuales y de los próximos 10 años”.
De qué depende la salud
El Plan suele asociarse con cuatro conceptos claves: médicos, hospitales, medicamentos y, quizás, EPS. Pero resulta que el 92 % de las afirmaciones del Plan anterior no tenían relación con este paradigma.
De las 4.923 palabras claves del Plan, el concepto “salud” se repite en 2.280 ocasiones, pero apenas se mencionan las cuatro palabras paradigmáticas 189 veces, una frecuencia de 3,8 %.
El Plan Decenal considera que los resultados en salud no son producto de los servicios de salud.
Esto sucede porque el Plan Decenal considera que los resultados en salud no son producto de los servicios de salud. En cambio, cree que la salud es un efecto multifactorial de cuatro causas: los servicios de salud con un efecto de apenas 8 %, el estilo de vida que pesa un 43 % y el ambiente físico y socioeconómico que se distribuyen el porcentaje restante.
En el Plan Decenal 2012-2021 aparecieron citadas las causas anteriores con cierta periodicidad:
- Las causas medioambientales como el ambiente, el ecosistema y el entorno se referenciaron 142 veces; el agua, el aire y la contaminación 97 veces y los condicionantes territoriales 379 veces.
- Las causas sociales como la participación social, la comunidad y la familia aparecieron en 510 ocasiones; de los factores socioeconómicos y la pobreza se habló 61 veces; de los alimentos, el consumo y la vivienda 303 veces; de la educación y los medios de comunicación 229 veces; del contexto laboral 227 veces y de las políticas púbicas un total de 354 veces.
- Aunque el estilo de vida apenas se mencionó en 33 ocasiones, otros factores como la alimentación (149 menciones), el ejercicio versus el sedentarismo y la obesidad (74 menciones), el licor, las drogas y los vicios (350 menciones) aparecieron en varias ocasiones.
Conviene señalar que la salud también sería el resultado de los componentes biológicos o de la herencia, un factor que explicaría como máximo un 5 % de los problemas.
¿El médico o el alcalde?
Debido a este enfoque multicausal, cuando se habló sobre los entes responsables, el Plan Decenal únicamente mencionó a los médicos en 34 ocasiones, a los hospitales en 40, a los municipios y distritos en 215 oportunidades y a los departamentos 246 veces.
Lo importante para la prensa y los políticos no es importante para el Plan Decenal de Salud.
El enfoque anterior inspiró la descentralización de la salud en la ley 10 de 1990, la cual consagró a los alcaldes como los rectores municipales de la salud. En el momento, los médicos rechazaron dicho enfoque, pues consideraban que los directores de los hospitales estaban mejor calificados para dirigir la salud de los municipios.
Sin embargo, como lo demostró la pandemia, quienes tiene el poder intersectorial y la capacidad policial para guiar la salud pública localmente son los alcaldes, aunque los médicos y salubristas jueguen un papel fundamental como asesores científicos.
Cómo medir los avances
Lo importante para la prensa y los políticos no es importante para el Plan Decenal de Salud.
En los diagnósticos, el cierre del hospital San Juan de Dios y la corrupción no fueron fenómenos significativos; apenas en dos ocasiones se recomendó luchar contra la corrupción. La palabra “mercantilismo” nunca apareció y las colas en la atención tampoco fueron un problema. La prioridad para el Plan era identificar las causas de la salud y las causas de los problemas; eso se mencionó en 348 ocasiones.
Para el análisis científico fue importante señalar el aumento de la esperanza de vida en ocho años desde 1985, comparando antes y después de la Constitución de 1991; hoy se señala como un éxito que la expectativa de vida de los hombres sea de 73 años y en las mujeres de 79 años.
También se resalta que la mortalidad materna bajó en el mismo periodo de 91 a 62 casos anuales; entre tanto, la mortalidad en menores de un año cayó de 11 mil a 8 mil casos. Por su parte, la desnutrición infantil disminuyó al igual que la morbilidad, con un cambio de 38 % en 1995 al 32 % actualmente.
Por otro lado, se anota con preocupación que la mortalidad anual aumentó de 168 mil a 200 mil casos anuales en buena parte por la violencia. De hecho la tasa de violencia interpersonal pasó de 260 en 2002 a 330 en 2011.
El acceso a los servicios públicos está estancado en el 87 % y la accidentalidad en el trabajo aumentó de 263 mil a 457 mil casos anuales. La obesidad sigue en aumento y el control sobre enfermedades como la malaria, la sífilis, la leishmaniasis, el dengue y la tuberculosis no mejora. No obstante, la lepra y el sida están a la baja.

El aporte de las instituciones
El 40 % de los campesinos aún tienen dificultades para acceder a los servicios de salud. Aun así, los científicos del Plan Decenal de Salud insistieron en asegurar la atención profesional de las madres en los hospitales. Como resultado el porcentaje de parto institucional, incluida la atención prenatal, pasó del 76,3 % en 1990 al 98,6 % en 2010.
Entre tanto, el mayor logro fue la ampliación de la cobertura de la seguridad social en salud que pasó del 20 % antes de la Constitución de 1991 a un 96 % en la actualidad con 46.566.357 afiliados, como consecuencia del cumplimiento del mandato constitucional y la descentralización de los recursos.
Algunos ejemplos de este éxito son los casos de Casanare y Vichada, donde se logró una cobertura del 100 %, o los del Chocó (92 %) y la Guajira (96 %).
Aún existen problemas que deben corregirse, como la insuficiencia de los salarios y la estabilidad laboral del personal de salud. Pero aun en el ámbito del talento humano se conquistaron algunas metas, como el aumento en la densidad de médicos y enfermeras: de 10,8 a 25,4 por 10,000 habitantes (que corresponde al mínimo recomendado por la OMS)
Deberá prestarse atención a los éxitos y fracasos del Plan anterior para evitarlos en la nueva formulación. Por suerte la Organización Panamericana de la Salud asesorará a Colombia durante la formulación del nuevo plan.