Los precios del petróleo y otros minerales han mejorado pero aún tienen en ascuas a la economía colombiana. ¿Cuál es la perspectiva y qué se puede hacer?
Amylkar Acosta M.*
Ya camina, pero cojea
La economía colombiana no acaba de reponerse de la caída global de los precios del petróleo, el carbón, el oro y el ferroníquel que comenzó en 2012 (en 2014 para el caso del petróleo) y se prolongó hasta enero de 2016.
Hasta hace unos tres años, el sector en su conjunto disfrutaba de un largo ciclo de precios altos, de modo que la caída fue un trago amargo para los países productores, entre ellos Colombia. El precio del crudo, por ejemplo, pasó de 115 dólares por barril en junio de 2014 a 29 dólares en enero de 2016.
A partir de esa fecha los precios volvieron a subir, de suerte que el desempeño del sector minero energético mejoró durante 2016, 2017 y 2018, pero no lo suficiente para que el crecimiento del PIB volviera a la senda de los años del boom. Al contrario, se estima que en 2018 el crecimiento fue de 2,7 por ciento, con lo que Colombia completa cuatro años por debajo del 4 por ciento, que es considerado su promedio histórico.
Durante los últimos cuatro años el PIB ha crecido por debajo del promedio histórico.
De modo que para estimar el comportamiento de la economía colombiana en 2019 hay que tener en cuenta que esta se ve afectada por el letargo de la actividad minera y petrolera:
- Según el DANE, la explotación de minas y canteras decreció en 2016 y 2017. Como consecuencia, la economía creció menos que en los siete años anteriores.
- En 2018 esa actividad por fin volvió a crecer, aunque muy poco. Eso explicaría en buena medida el aumento—aunque débil—del crecimiento total de la economía.
|
Crecimiento PIB |
Crecimiento explotación de minas y canteras |
1,7%, 4%, 6,6%, 4%, 4.9%, 4,4%, 3,1% |
|
|
2016 |
2% |
-7% |
2017 |
1,8% |
-3,6% |
2018 |
2,7% |
1,5% |
Tabla 1. Crecimiento PIB 2009-2018 y crecimiento explotación de minas y canteras 2016-2018. Colombia. Fuente: DANE
Puede leer: Petróleo y minería: ¿cómo los recibe el presidente Duque?
Repunta la minería
![]() En 2018 mejoraron considerablemente los precios del carbón. Foto: Ministerio de Transporte |
La actividad minera y petrolera depende de los precios en el mercado internacional y de los factores de producción y exportación. Para el caso de la minería, en el 2018 hubo alzas de precios:
- Carbón. Los precios mejoraron de forma evidente. Pasaron de 58,85 dólares por tonelada en enero hasta rozar los 100 dólares y cerraron el año en 88,70.
- Oro. Comenzó este año a 1.294 dólares la onza, después de su máxima cotización de 1.360 dólares en enero de 2018, pero lejos todavía del máximo histórico de los 1.900 dólares en septiembre de 2011.
- Níquel. Subió el 74,11 por ciento entre junio de 2017 y junio de 2018, cuando se registró un precio de 15.290 dólares por tonelada. Luego cayó por debajo de los 10.500 el dos de enero de este año, para repuntar hasta los 11.050 el 8 de este mismo mes.
Mientras tanto, la producción y exportación se comportó así:
- Carbón. Si bien el valor de las exportaciones en los primeros ocho meses del año aumentó 17,1 por ciento con respecto al año anterior, en volumen disminuyó el 5 por ciento. Esto se explica por las dificultades que enfrenta Cerrejón para expandir su actividad por tropiezos legales. Muy seguramente eso impedirá alcanzar la meta de 90 millones de toneladas de producción al cierre del 2018.
- Oro. La meta para el 2018 de la Asociación Nacional Minera (ANM) – representante de las empresas formales– era de 350.000 onzas, para un aumento del 37 por ciento con respecto a 2017, que fue de 285.332 onzas. En todo caso, la extracción ilegal del oro supera con creces la legal, al punto que en el 2017 fue del orden de 1.212.687 onzas, ¡más del 80 por ciento del total de la producción de oro!
- Níquel. CMSA, que es la empresa que explota este mineral, supo aprovechar el repunte de los precios entre 2016 y 2017 e hizo lo propio en 2018. Ha venido aumentando su producción al pasar de 37.092 toneladas en 2016 a 40.600 en 2017, y se espera que la cifra para 2018 sea similar a la del año anterior.
La volatilidad de los precios del crudo
![]() La volatilidad de los precios del crudo tiene que ver más con la geopolítica que con el mercado. Foto: Presidencia de la República de Colombia |
Los precios del petróleo merecen un capítulo aparte, pues son menos estables y no dependen solo de los eventos del mercado sino de la geopolítica.
Colombia es un productor marginal de petróleo en el mundo y por lo tanto debe atenerse a los precios internacionales. Después de que llegaran a más de 100 dólares el barril y de producir más de un millón de barriles diarios, tuvimos un aterrizaje forzoso en muy pocos años, que afectó seriamente la economía y las finanzas públicas.
Pero en 2016 se produjo un efecto rebote y el precio alcanzó un promedio de 55 dólares el barril en 2017, que escaló hasta los 86,29 dólares el tres de octubre de 2018. Se llegó a especular que el precio superaría los 90 dólares antes de finalizar el año, pero se desplomó y llegó a cotizarse a comienzos de diciembre por debajo de los 50 dólares. Subió de nuevo para cerrar el año en un promedio aproximado de 72 dólares por barril.
El 2019 arrancó con una cotización de 52,36 dólares el WTI y 61,41 dólares el BRENT el 9 de enero. ¿Qué va a pasar con el precio del petróleo este año? Es difícil saberlo. Sin embargo, hay algunas pistas sobre cuál puede ser su curso:
- Según la CEPAL, en el 2019 se presentaría una reducción de cerca del 7 por ciento en los precios de los productos básicos incluyendo el crudo, que bajaría el 16 por ciento.
- Este pronóstico de la CEPAL seguramente consulta la actual coyuntura internacional enturbiada por la guerra comercial que el presidente Trump le declaró al resto del mundo.
- El Banco Mundial y el FMI coinciden en que a consecuencia de esta guerra la economía global crecerá menos, y ello reducirá la demanda por petróleo.
En materia de producción y exportación, hay que mencionar el peso importante de los minerales y aún más, del petróleo, en la economía colombiana. En el 2018 las exportaciones del país crecieron en un 13,4 por ciento y del total de 38.440,3 millones de dólares exportados, 22.715,5 millones correspondieron a la actividad extractiva, que creció el 23.4 por ciento. Las ventas de petróleo y sus derivados jalonan la cifra con un crecimiento del 31, 9 por ciento.
Puede leer: Las consultas populares no podrán prohibir actividades extractivas, ¿y ahora qué?
¿Qué hacer?
Dije ya que durante los últimos cuatro años el PIB ha crecido por debajo del promedio histórico. Pero es aún más grave que haya sido inferior al crecimiento potencial—o sea aquel que se tendría utilizando plenamente los recursos y la tecnología, sin agravar la inflación—que además ha caído del 4,8 por ciento en 2012 hasta el 3,5 por ciento en 2018.
Peor todavía que seguir dependiendo del petróleo es depender de las importaciones para cargar nuestras refinerías.
En consonancia, tanto el Banco Mundial como la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) prevén un crecimiento del PIB del 3,3 por ciento en el 2019. Esa cifra contrasta con la meta, mucho más optimista, del ministro Carrasquilla: un crecimiento entre el 3,5 y el 4 por ciento.
Ahora bien, para afrontar la situación con realismo hay que tener en cuenta que
- Colombia sigue dependiendo del petróleo.
- No solo la afecta la caída de los precios, sino la caída de la producción. La época de rondar el millón de barriles al día es cosa del pasado.
- Para alcanzar y mantener el volumen de producción esperado para el 2019—872.000 barriles al día según el Plan Financiero 2018 del MinHacienda—habría que extraer más barriles de las precarias reservas con las que se cuentan.
- Si bien la inversión del sector ha aumentado durante los últimos dos años, en el 2018 la inversión en exploración bajó el 27 por ciento.
- Sin inversión, la exploración seguirá rezagándose, mientras que las reservas probadas seguirán cayendo sin remedio.
La situación es preocupante. De los 65 pozos exploratorios planeados para 2018 sólo se perforaron 50—o sea 4 menos que en 2017—; y de 2.000 kilómetros de sísmica programados apenas se corrieron 1.100 kilómetros. Según el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleos (ACP) Francisco José Lloreda, las empresas han programado inversiones por 4.950 millones de dólares para el 2019, ligeramente superiores a las del año pasado. Pero nuevamente el grueso buscará incrementar la producción, un 10 por ciento más que el año anterior, reservando apenas 1.150 millones para la actividad exploratoria.
Peor todavía que seguir dependiendo del petróleo es depender de las importaciones para cargar nuestras refinerías. En vista de esto, la oportunidad de hacer algo extraordinario para espantar el fantasma de la pérdida del autoabastecimiento es una definición en torno al desarrollo de los yacimientos no convencionales (YNC), utilizando la técnica de la estimulación hidráulica en la formulación en curso del Plan Nacional de Desarrollo 2018 – 2022.
Simultáneamente, porque lo uno no excluye lo otro, hay que concertar una política de largo aliento que descanse sobre dos pilares:
- La diversificación de la economía y su estrategia de la transformación productiva, para no depender tanto de la actividad extractiva.
- La transición energética, robusteciendo aún más la matriz energética y migrando hacia las energías renovables y limpias para así cumplir nuestro compromiso con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).
* Exministro de Minas, Energía e Hidrocarburos, miembro de número de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, www.amylkaracosta.net