A dos días de cumplir su primer año de gobierno, Petro designó a Juan David Correa como nuevo ministro de Cultura. ¿Cuáles son sus desafíos?
Marla Castellanos Aponte*
Quién es el nuevo ministro
En palabras de Florence Thomas, Juan David Correa “es un hijo de la izquierda intelectual”. Para la psicóloga y activista, representa la certeza de una visión verdaderamente política sobre los ejercicios administrativos del Ministerio de Cultura, después de cinco meses de un ministro encargado.
“Juntos haremos un gran ministerio… será el ministerio de todas y de todos”. Tras estas palabras contundentes a través de un vídeo en redes sociales, el ministro anunció los tres programas que emprenderá: Educación artística, Sonidos para la paz y presencia del ministerio en los territorios más alejados a través de bibliotecas públicas.
hasta el momento no hay demasiados logros en el ámbito cultural: como muestran las cifras, la ejecución presupuestal fue apenas del 22,3%, una disminución significativa en comparación con otros gobiernos.
De esta manera, el literato y periodista indica que ha venido a dar un giro de 180 grados en la gestión del ministerio. A diferencia de otros servidores públicos, Correa tiene experiencia como gestor en Fundalectura, en la Biblioteca Nacional, como director en la Feria Internacional del Libro de Bogotá y como editor en editoriales como Planeta. Recientemente saltó a la fama gracias a su posición frente a la censura del libro La Cosa Nostra.
Como recibe el ministerio
Correa tiene una gran responsabilidad tras la salida de Jorge Zorro y de Patricia Ariza.
Muchos han dicho que esta última salida fue un gran desacierto, ya que la exministra tuvo menos de seis meses para ejecutar sus planes; por eso dejó apenas el cambio del nombre del ministerio y una serie de vacíos e incógnitas. Por su parte, Jorge Ignacio Zorro dejó en agenda proyectos como la Ley Canasta Básica, la Ley de la Música y los primeros avances administrativos sobre cómo se ejecutará el Plan Decenal de Cultura.
También se espera que los avances en las mesas técnicas con algunos agentes del sector no se vean retrasados con el nuevo nombramiento. Además, Juan David Correa tendrá que enfrentar el escándalo protagonizado por el viceministro de creatividad, quien radicó un título falso de maestría el pasado 20 de julio.
Pese a los avances anteriores, es evidente que las artes y la cultura no han sido una prioridad para el gobierno. Aunque fue una de sus banderas durante campaña, en la alocución del 7 de agosto, el presidente no aludió a los avances y problemas que enfrenta esta cartera.
En pocas palabras, hasta el momento no hay demasiados logros en el ámbito cultural: como muestran las cifras, la ejecución presupuestal fue apenas del 22,3%, una disminución significativa en comparación con otros gobiernos. Por este motivo se cero en mayo de este año se creó la Comisión Accidental de Seguimiento de Políticas Culturales, para ratificar la importancia de cumplir el plan de gobierno para las artes; Daniel Carvalho, uno de los congresistas más preocupados por el sector, plasmó sus preocupaciones en la carta de bienvenida al entrante ministro de Cultura.
Bajo la lógica anterior, Juan David Correa tendrá que trabajar contra reloj para demostrar efectividad y resultados. De igual forma, esperamos que el presidente recupere la cultura en sus discursos multitudinarios.
Las tareas pendientes
La pandemia de COVID-19 y el estallido social dejaron la organización de distintas agrupaciones. Por supuesto, la cultura no fue la excepción. Tras el triunfo del Pacto Histórico en las urnas, asociaciones, mesas y federaciones de artistas han dialogado con el ministerio para garantizar el cumplimiento del plan de gobierno.
Las voces más reconocidas del ámbito cultural esperan acciones efectivas del nuevo ministro. Quienes ya han participado en las mesas de trabajo esperan que el gobierno no interrumpa los diálogos; quienes han impulsado proyectos de ley esperan el apoyo parlamentario, y las regiones desean los encuentros en sus sedes respectivas.
La reacción de la ciudadanía tampoco se demoró en llegar. Algunos se alegraron por el nombramiento, mientras que otros trajeron a colación anécdotas donde el ministro sale muy bien posicionado. Yo creo, sin embargo, que todos deseamos el éxito de su gestión.
Aunque los desafíos de Correa son innumerables, tendrá a favor un sector que desea mejorar, profesionalizarse, reactivar la economía y brindar estabilidad a sus trabajadores

Aunque la cultura tiene sus propios retos, no hay que olvidar la transversalidad de las metas y propósitos del presidente Petro. Por ejemplo, en el plan de gobierno vale la pena traer a colación los siguientes desafíos:
- Plan decenal de Cultura. Este plan se formuló durante la pandemia y en el contexto de la economía naranja, y por eso el sector ha pedido revisarlo.
- Colombia Potencia Mundial de la Vida. El Plan de Desarrollo plantea un enfoque organizacional que respeta la cultura de los territorios, pero esto debe extenderse a todos los ministerios, ya que tendrán que trabajar con la variable cultural de las comunidades.
- Mediación con agremiaciones, sindicatos y asambleas de artistas y cultores. Aunque en el plano nacional los Consejos de Cultura son mecanismos de participación ciudadana, hay muchas exigencias de los artistas y los gestores culturales; el cumplimiento de los acuerdos será clave para medir los resultados de la gestión.
- Paz Total. Tras la firma del acuerdo con las FARC, la cultura se ha convertido en un mecanismo de resistencia, resiliencia, formación y reconstrucción del tejido social. En consecuencia, el ministerio debe acompañar los futuros pactos con los grupos al margen de la ley.
- Mediación política y gubernamental. Las elecciones regionales se acercan y oír las demandas de la población será tan importante como buscar el apoyo de los congresistas para fortalecer los pilares del sector cultural.
- Profesionalización e ingreso al sector público. Hay que reconocer a los profesionales en las artes y la cultura de los territorios y para eso el gobierno tendría que identificar a las personas más idóneas del país.
Aunque los desafíos de Correa son innumerables, tendrá a favor un sector que desea mejorar, profesionalizarse, reactivar la economía y brindar estabilidad a sus trabajadores. También importa destacar que el ministro no tiene una oposición acérrima, como sucede con otras carteras.
En resumidas cuentas, todo el país desea que el nuevo ministro ejecute un determinado plan de trabajo y, sobre todo, que se mantenga en el cargo debido a su labor.