Hernando Gómez Buendía
El punto es obvio, pero es definitivo: una pandemia es sobre todo una carrera contra el tiempo.
El coronavirus tiene unos efectos naturales implacables, y las matemáticas se encargan de que el contagio se expanda con gran velocidad. A falta de remedios o vacunas, las medidas que tienen que adoptarse son demasiado traumáticas o costosas para poder mantenerlas más allá de unos días.
Nuestras armas secretas
Artículo anterior