Musicoterapia: herramienta integral para la armonía y la salud mental
Inicio TemasArte y Cultura Musicoterapia: herramienta integral para la armonía y la salud mental

Musicoterapia: herramienta integral para la armonía y la salud mental

Escrito por Angelica Chantre Castro
Musicoterapia: herramienta integral para la armonía y la salud mental

Si para mantener y restaurar la salud mental la armonía es una prioridad, ¿qué mejor instrumento que los sonidos y la música para lograrlo?

Angélica Chantré Castro*

Musicoterapia: bienestar para el individuo y la comunidad

Es fundamental reconocer y poder identificar el alcance de la definición de Salud Mental que no se limita a una condición del individuo sino que abarca las relaciones con los otros y su entorno. El 27 de mayo de 2013, la Organización Mundial de la Salud publicó el Plan de acción integral sobre salud mental 2013-2020, que define así la salud mental:

“Un estado de bienestar en el que el individuo reconoce sus capacidades, supera el estrés normal de la vida, trabaja de forma productiva y fructífera, y aporta algo a su comunidad” (numeral 6).

La armonía también es mental y social

La palabra clave al hablar de salud mental es armonía (término también musical): el equilibrio de los asuntos internos del ser que permite que el individuo interactúe balanceadamente con sus congéneres y que pueda llegar a influir favorablemente en la comunidad a la que pertenece y en el ambiente en el que vive.

De forma análoga, son muchas las voces que resuenan en el ser humano y que inciden en sus sentimientos, emociones, pensamientos y comportamientos. No se trata de anularlas, sino de integrarlas y articularlas para vivir en bienestar con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Cualquier disciplina que trabaje con la salud mental debe ir más allá de lo terapéutico; debe ser también preventiva.  Se debe tener como objetivo principal promover y fomentar las herramientas para mantener ese estado de equilibrio y no solo tratar los desequilibrios —traducidos en psicopatologías—.

Y si hablamos de armonía, ¿qué mejor instrumento que los sonidos y la música para mantener y restaurar la salud mental? En términos musicales, se puede entender la armonía como la organización y balance de las voces tocadas simultáneamente.

De forma análoga, son muchas las voces que resuenan en el ser humano y que inciden en sus sentimientos, emociones, pensamientos y comportamientos. No se trata de anularlas, sino de integrarlas y articularlas para vivir en bienestar con nosotros mismos y con nuestro entorno.

Además, sería utópico pensar que esa armonía no se modifica o no está expuesta a situaciones que la alteren. La armonía musical incluye los conceptos de tensión y disonancia; estos también están presentes a lo largo de la vida, en momentos conflictivos o de estrés, que deben afrontarse de la mejor manera posible para restaurar el equilibrio.

Musicoterapia: herramienta integral para la armonía y la salud mental
Foto: Secretaría de Integración Social - Uno de los principales campos de acción de la musicoterapia es el colectivo, en el que las personas se reconocen como protagonistas de una construcción.

Musicoterapia y salud en Colombia

Pero ¿qué es la Musicoterapia? La Federación Mundial de Musicoterapia —uno de los principales entes reguladores de la profesión— la define así en su sitio web:

“La Musicoterapia es el uso profesional de la música y sus elementos como una intervención en entornos médicos, educacionales y cotidianos, con individuos, grupos, familias o comunidades que buscan optimizar su calidad de vida y mejorar su salud y bienestar físico, social, comunicativo, emocional, intelectual y espiritual”.

En Colombia, la historia de la Musicoterapia comenzó con profesionales egresados de otros países que vinieron a ejercerla en diferentes campos. Solo hasta el 4 de abril del 2006 se creó el programa curricular de posgrado en Musicoterapia de la Universidad Nacional de Colombia. Primero fue especialidad; después, modalidad de maestría.

Así pues, el país cuenta con musicoterapeutas formados local e internacionalmente, que ejercen en 3 campos principales de acción:

  • Clínico
  • Educativo
  • Socio-comunitario

En cada uno, la Musicoterapia ha demostrado ser una herramienta para favorecer la salud mental, bien sea promoviendo equilibrio o reestableciéndolo cuando se ha perdido.

Ámbito clínico: prevención y terapia

De forma práctica, los diferentes métodos musicoterapéuticos se han usado para mejorar la salud mental a través de:

  • el fortalecimiento de herramientas de afrontamiento;
  • la identificación y expresión de emociones;
  • ayudar a conocer el propio ser;
  • mejorar la autoestima;
  • optimizar las relaciones interpersonales.

De forma ya no preventiva, sino terapéutica, la            Musicoterapia ha sido coadyuvante —un tratamiento que potencia otros tratamientos— para diversas enfermedades crónicas que perturban la salud mental de quienes las padecen y de sus familiares y cuidadores.

Dentro de los ejemplos más significativos están los pacientes con cáncer, pacientes con enfermedades neurodegenerativas, pacientes con dolor crónico, pacientes con patologías inflamatorias.

Es particularmente importante el aporte de la Musicoterapia clínica en todas las enfermedades psiquiátricas: trastornos de ansiedad y depresión, el abuso de sustancias psicoactivas, los trastornos de la conducta alimentaria, la esquizofrenia, etc.

También ha sido relevante en el tratamiento integral de patologías del neurodesarrollo y trastornos comportamentales de la primera infancia.

Ámbito educativo: un espacio seguro para aprender

En Colombia y otros países latinoamericanos, se han publicado trabajos de investigación sobre los beneficios de la Musicoterapia en niños, niñas y adolescentes. Desarrolla y mantiene la capacidad de aprendizaje y también perfecciona las habilidades psicosociales fundamentales para resolver situaciones conflictivas y de vulnerabilidad —tan frecuentes en nuestros contextos—.

La salud mental se desarrolla desde edades tempranas. Por lo tanto, el ambiente escolar debe entenderse como un campo de entrenamiento para fortalecer la identidad y reconocer el rol propio en la comunidad.

A través de métodos como la improvisación grupal y la composición, la musicoterapia expresa los conflictos presentados y ayuda a encontrar soluciones individuales y comunitarias. De este modo desarrolla la capacidad de volver al estado de bienestar y equilibrio.

Las investigaciones sobre musicoterapia en el ámbito educativo también incluyen la prevención de problemas sociales en adolescentes, y usan la música como elemento transformador y preventivo.

En estos grupos poblacionales, es evidente que los conflictos han lesionado al individuo y a la sociedad. A través de la música como ritual e identidad colectiva, se busca restablecer el equilibrio y encontrar modos de enfrentar el duelo y las consecuencias psicosociales derivadas de la experiencia vivida.

La Musicoterapia es una herramienta llamativa en el ambiente escolar que permite la expresión libre de los participantes, sin importar su edad, y posibilita un ambiente seguro, un espacio de contención donde pueden ser ellos mismos contribuyendo a su autoconocimiento, facilitando el afrontamiento y resolución de problemas y favoreciendo la convivencia y la adaptación escolar —pilares fundamentales para la salud mental—.

Ámbito comunitario: la música como ritual e identidad colectiva

La Musicoterapia comunitaria incide en la salud mental del individuo ya que se basa en la música como experiencia colectiva y a que lo reconoce como protagonista de la cultura y comunidad. En este contexto, el musicoterapeuta facilita interacciones musicales que delaten las necesidades del grupo social intervenido, para que de ellos mismos surjan las soluciones a sus conflictos.

En Colombia, la Musicoterapia comunitaria ha trabajado en contextos específicos tales como:

  • Personas en proceso de reintegración y de reincorporación,
  • Víctimas del conflicto armado y excombatientes,
  • Intervenciones para adolescentes víctimas de la violencia,
  • Investigación con poblaciones en situación de desplazamiento,
  • Programas para profesionales de la salud,
  • Trabajo con comunidades indígenas y colectivos de mujeres.

En estos grupos poblacionales, es evidente que los conflictos han lesionado al individuo y a la sociedad. A través de la música como ritual e identidad colectiva, se busca restablecer el equilibrio y encontrar modos de enfrentar el duelo y las consecuencias psicosociales derivadas de la experiencia vivida.

Todos estos procesos psicoterapéuticos tienen varios objetivos en común: reforzar el tejido social, la salud relacional, la búsqueda colectiva de saberes, el empoderamiento, la participación, el liderazgo y la autogestión.

Poco convencional pero efectiva

Así pues, los caminos que ha abierto la Musicoterapia demuestran que es una herramienta terapéutica poderosa, poco convencional pero efectiva, que mejora la salud mental durante diferentes edades de la vida y en diversas situaciones y contextos.

Los profesionales formados en Musicoterapia podemos contribuir al desarrollo integral de los seres humanos y acercarlos a su mayor potencial de acuerdo con sus posibilidades específicas.

Este privilegio trae una responsabilidad; debemos usar la música, como herramienta terapéutica y facilitadora, de la manera más ética posible, respetando la dignidad de cada uno de nuestros usuarios y entendiendo su historia, su presente y lo que necesita para proyectarse armónicamente hacia el futuro.

Artículos Relacionados

Dejar un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Leer políticas Aceptar

Política de privacidad y cookies