Esta nueva entidad hereda las virtudes y vicios de las iniciativas anteriores, y para no repetir errores es necesario comenzar por un balance de lo que se ha hecho y de los recursos disponibles, a fin de formular un plan de acción bien informado.
Carlos Bacigalupo Salinas* – Michael Reed H**
Un nuevo comienzo
El Decreto que regula la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado (UBPD) augura un buen futuro para esta nueva organización encargada de resolver la situación de los desaparecidos en Colombia.
Según los anuncios oficiales, este Decreto es una oportunidad para cumplir con las expectativas de los familiares de las víctimas y corregir así la cadena de promesas incumplidas que se ha venido haciendo desde hace décadas.
En el pasado las iniciativas de búsqueda de personas desaparecidas han sido opacadas por:
- La falta de voluntad política para encarar esta violación de derechos humanos;
- La escasa asignación de recursos para la investigación forense, y
- El letargo burocrático y las rivalidades que impiden la coordinación interinstitucional.
Este componente del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición (SIVJRNR), pactado en el Acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC, consistiría en una entidad autónoma con capacidad operativa para llevar a cabo las investigaciones y todas las demás acciones que permitan el hallazgo, recuperación, análisis, identificación y entrega de los cuerpos de las personas desaparecidas que se presumen fallecidas, y abre también la posibilidad de ubicar a desaparecidos que estén vivos.
Sin embargo la UBPD no podrá superar los obstáculos del pasado si no realiza su labor con un enfoque científico y técnico. Este enfoque exige que:
- Su operación y las líneas de investigación sean concebidas desde la experiencia forense, según pautas científicas y metodológicas con pleno respaldo teórico y práctico;
- Las experiencias internacionales en la búsqueda de desaparecidos en contextos similares al colombiano sean debidamente consideradas;
- Los ejercicios de planeación (incluyendo la definición de metas y recursos requeridos) se basen en criterios objetivos y técnicos;
- Las consideraciones políticas y las riñas institucionales y administrativas no obstruyan el trabajo de la Unidad;
- La ética profesional de los científicos forenses se plasme en la gestión y administración de la Unidad; y
- Los intereses económicos (también prevalentes en el mundo forense) no guíen los procesos decisorios.
Las personas que ejerzan funciones directivas y administrativas en la UBPD tienen que tener un sólido compromiso con la ciencia y garantizar que se mantenga un enfoque técnico.
Aprender del pasado
![]() Miembros de la DIJIN que tendrán que articularse con la Fiscalía y otras autoridades para que la UBDP funcione Foto: Policía Nacional de Colombia |
La creación de la UBPD abre un nuevo capítulo en la búsqueda de los desaparecidos en Colombia, pero no arranca de cero. Hereda lo bueno, lo malo y lo feo de los procesos que diferentes instituciones han adelantado con mayor o menor éxito.
Para no caer en los errores del pasado se debe realizar un proceso técnico y transparente de evaluación –de cara a las víctimas y al público– de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas. Igualmente, es urgente realizar un diagnóstico calificado de los logros y las limitaciones del trabajo técnico y científico de:
- La Fiscalía General de la Nación (FGN) y su Cuerpo Técnico de Investigación (CTI);
- La Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN) de la Policía Nacional; y
- El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Cada una de estas entidades cumplirá un papel en el desarrollo de la UBPD y tendrá relación con ella, de modo que su éxito dependerá en parte del compromiso de estas instituciones.
La UBPD no podrá superar los obstáculos del pasado si no realiza su labor con un enfoque científico y técnico.
La necesidad de esta evaluación es evidente. Hasta el momento no hay un balance común del proceso de búsqueda de personas desaparecidas que se realizó como resultado de la Ley de Justicia y Paz. Al contrario, existen evaluaciones contradictorias, desde las que afirman que esa experiencia es un ejemplo a seguir hasta las que declaran su absoluto fracaso.
Es hora de valorar esa experiencia de una manera técnica, es decir, tomando como base las cifras de cuerpos recuperados, identificados y entregados a sus familias, así como la situación de los cuerpos no identificados, el tiempo transcurrido en sus procesos, el lugar y las condiciones en las que se encuentran almacenados, y las probabilidades de identificación que existen para ellos.
El balance debe examinar de manera detallada los resultados en las distintas etapas de búsqueda, con énfasis sobre cómo se organizaron las investigaciones en la FGN/CTI, DIJIN y Medicina Legal. Igualmente debe permitir una apreciación técnica de la capacidad investigativa instalada para saber con qué personal profesional y técnico especializado se cuenta, qué laboratorios de antropología y genética están disponibles y cuáles son las condiciones para el almacenamiento, entre otros.
Sobre la base de esa evaluación será posible determinar la capacidad institucional existente y realizar proyecciones informadas acerca de las necesidades de la UBPD. Esto incluye un ejercicio presupuestal cuidadoso, la adecuación y el mejoramiento de la infraestructura y la capacitación inmediata del personal.
Rescatar la información
La sistematización y centralización de la información recogida por las distintas organizaciones del Estado y de la sociedad civil es una de las tareas prioritarias de la UBPD. Su procesamiento permitirá formular hipótesis acerca del universo de víctimas y de cómo ocurrieron los procesos de victimización.
También será necesario mejorar los sistemas de información y las bases de datos que funcionan actualmente –incluyendo el Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres (SIRDEC)– por medio de auditorías técnicas y de la publicación de los resultados. Además será necesario crear otros sistemas de información que puedan ayudar a definir estrategias efectivas para la búsqueda de los desaparecidos.
La búsqueda exige despejar el misterio de la desaparición a través de herramientas informáticas que permitan formular planes de investigación a partir de hipótesis informadas. En ese sentido, la UBPD tendrá que realizar una serie de trabajos iniciales de investigación para reunir la información básica para crear sus estrategias y planes operativos. Estas actividades tendrán que incluir:
- La comparación y depuración de los listados para facilitar su unificación e incorporación al Registro Nacional de Desaparecidos;
- El desarrollo de investigaciones cualitativas regionales acerca de las desapariciones y muertes ocurridas durante el conflicto, incluyendo la recolección de información sobre la situación de las posibles víctimas;
- Las investigaciones que permitan recoger información ante mortem de las víctimas con ayuda de sus familiares y allegados; y
- La adopción de un registro nacional de lugares de disposición final de los cadáveres de las víctimas para orientar las intervenciones futuras.
Estas labores de investigación primaria sirven para disminuir el tiempo de los procesos de análisis e identificación y de entrega de los cuerpos a sus familiares. Además permitirían una valoración técnica de la cantidad y la calidad de la información disponible, lo cual ayudará a dar prioridad a nuevas búsquedas de información y tareas de verificación.
Mientras se prepara para recibir la carga masiva de casos, la UBPD también tendrá que dirigir los procesos de recolección y organización de muestras para la identificación de personas desaparecidas. Esto implica participar activamente en la recolección de muestras biológicas de familiares de personas desaparecidas que deberán ser incluidas en el Banco Nacional de Perfiles Genéticos para poder realizar identificaciones posteriores. Aunque este trabajo viene siendo realizado por varias entidades, en esta nueva etapa deberá realizarse a mayor escala, lo cual exigirá coordinación y ajustes.
También es probable que la UBPD sea llamada a emprender acciones urgentes de búsqueda, ubicación, recuperación, análisis, identificación y entrega. Para esto tendrá que contar con un equipo técnico con capacidad de respuesta inmediata.
Teniendo en cuenta lo anterior, la respuesta a las familias de personas desaparecidas exigirá una excelente coordinación entre las instituciones –estatales y no estatales– involucradas en el proceso. Esta nueva iniciativa de búsqueda demanda una definición y comprensión claras de las competencias de cada entidad y la disposición para superar los conflictos que surjan.
Además, es importante facilitar el liderazgo de la UBPD. Todas las instituciones estatales tendrán que adecuar su organización para crear áreas encargadas exclusivamente de atender los requerimientos de la UBPD. Obviamente estos ajustes exigen asignación de presupuesto, cambios normativos y modificaciones en las prácticas institucionales de la DIJIN, FGN/CTI y Medicina Legal.
El factor humano
![]() Presidente Juan Manuel Santos, en el lanzamiento de la propuesta integral de verdad, justicia, reparación y no repetición. Foto: Presidencia de la República |
La satisfacción de los derechos de las víctimas y sus familiares dependerá en gran parte de la calidad profesional y ética del personal que participe en el proceso de búsqueda, exhumación, identificación y entrega.
Los "Estándares Forenses Mínimos para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y la Recuperación e Identificación de Cadáveres", recientemente publicados por Medicina Legal, ofrecen un sólido referente para evaluar las cualidades del personal que conformará la UBPD y del resto de personas que participen en el proceso.
El cumplimiento del mandato de la Unidad exige una alta inversión en personal profesional y técnico durante un largo tiempo, y el carácter humanitario del proceso de búsqueda no debe relajar los estándares técnicos ni las exigencias de idoneidad del personal. Y, sobre la base de un cálculo preliminar, es evidente que los recursos humanos disponibles actualmente en el país son insuficientes.
La respuesta a las familias de personas desaparecidas exigirá una excelente coordinación entre las instituciones involucradas.
La academia colombiana debe atender el déficit en cuanto a las necesidades en el aspecto forense sin disminuir la calidad técnica y académica. Pero mientras esto ocurre el déficit de personal nacional seguramente será suplido por personas y organizaciones extranjeras. Será necesario facilitar su participación, así como establecer mecanismos objetivos y razonables de regulación y crear el marco legal que guiará su contribución. Además será necesario adoptar mecanismos ágiles que aseguren que su colaboración se adecúe a las disposiciones del ente rector de las ciencias forenses en el país.
Considerando lo anterior, el proceso que liderará la UBPD deberá lograr la confluencia de las diferentes ciencias forenses –por medio de equipos multidisciplinarios, y por qué no, interinstitucionales– para desarrollar estrategias integrales donde la visión científica y técnica prime sobre cualquier otra exigencia.
Distintos factores dificultarán el éxito de la UBPD. No obstante, los pasos que hemos sugerido ofrecen una ruta inicial para que la Unidad pueda responder, desde una perspectiva forense, a las necesidades de las víctimas y sus familias.
*Antropólogo forense, ex-coordinador de la Unidad de Investigación Forense de la Comisión de la Verdad y Reconciliación del Perú.
@cbacigalupo
**Analista colombiano e investigador asociado en Georgetown Universtiy.
@mreedhurtado