Erich Pinzón-Fuchs
La cuestión sobre el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) parecía resuelta desde hace años. De hecho, la mayoría de los países de Europa occidental, de la antigua Unión Soviética y otros países como Estados Unidos, Australia o Sudáfrica han garantizado este derecho a las mujeres desde los años 70. Varias décadas más tarde y con muchas dificultades, Colombia se sumó a ellos gracias a la sentencia C-355 de 2006 de la Corte Constitucional, que garantiza el acceso a la IVE. Esta sentencia despenalizó y reguló el aborto para tres causales: malformación del feto que haga inviable su vida, riesgo físico o mental para la madre y violación.
‘Los nuevos intentos por penalizar el aborto son una oportunidad’
Artículo anterior