

Análisis cuidadoso y comprensible de lo que está pasando, lo que implica y lo que puede pasar con la tasa de cambio, una variable crítica para la economía colombiana.
Santiago Castaño*, Manuel Rubio** y Diego Guevara***
Cómo se determina el valor del dólar
Antes de hablar de los movimientos del dólar ante la crisis sanitaria, es importante entender los factores que determinan su valor en un país como Colombia.
La tasa de cambio puede entenderse como la cantidad de pesos colombianos que deben entregarse para obtener un dólar (hoy, por ejemplo, un dólar vale 3.776 pesos). Esta relación depende de la cantidad de dólares que entran y salen del país en un periodo específico.
El flujo de dólares hacia un país depende esencialmente de la estructura o perfil que haya adoptado la economía nacional. En el caso de Colombia, el predominio de las exportaciones de materias primas, en especial petróleo y carbón, junto con la apertura a inversiones extranjeras, tanto directas como financieras, han hecho que las entradas de divisas dependan estrechamente del ciclo comercial y financiero internacional.
Qué había pasado en los últimos años
Así entonces, el ciclo comercial internacional -en donde se fijan los precios de materias primas como el carbón y el petróleo- produjo en los años pasados una gran afluencia de dólares hacia Colombia. El alto precio del petróleo y el carbón también atrajo inversiones extranjeras para estos sectores, reforzando la entrada de dólares.
Esa abundancia de dólares alimentó las arcas del gobierno y nos dio holgura fiscal hasta el 2014, pero también hizo que el peso aumentara su valor, vale decir, que el dólar fuera muy barato hasta esa fecha (gráfica 1).
Gráfica 1: Tasa de Cambio en Colombia en los últimos 10 años.
Fuente: https://www.xe.com/es/currencycharts/
El dólar barato estimuló las importaciones, pero perjudicó a la industria y la agricultura colombiana, que ahora encontraba difícil competir con los productos extranjeros.
Sin embargo, a partir de mediados de 2014 comenzaron a escasear los dólares y el peso colombiano comenzó a desvalorizarse –aunque vale notar que desde 2013 se produjo un aumento y luego un sostenimiento de la inversión extranjera en servicios financieros y empresariales–.
Antes de la pandemia el precio del dólar ya venía aumentando.
El ciclo financiero internacional también depende de las tasas de interés en los países desarrollados, en especial en Estados Unidos. Cuando esas tasas son bajas, los inversionistas buscan mejores opciones en otros países; tanto así que cuando la Reserva Federal disminuyó drásticamente las tasas de interés, para reactivar la economía tras la Gran Recesión de 2008, el flujo de dólares hacia Colombia hizo caer la tasa de cambio por debajo de los dos mil pesos por cada dólar.
Las remesas son una última fuente de divisas, importante porque hoy son más de cuatro millones los colombianos que viven en el exterior. Pero no es fácil precisar el monto de esta fuente porque dineros provenientes de actividades ilícitas suelen ser maquillados como remesas.
Puede leer: La disparada del dólar: el problema era más hondo
Dónde estábamos antes de la pandemia
La crisis del petróleo del 2014 pareció superarse en el 2018, los precios repuntaron y el flujo de dólares hacia Colombia hizo aumentar de nuevo la tasa de cambio a partir de mediados de aquel año (gráfica 1). Pero esta tendencia a la baja del dólar no se mantuvo en 2019 debido a la desaceleración de la economía china y los vientos de una guerra comercial con Estados Unidos que hicieron bajar de nuevo el precio del petróleo (aunque a niveles no tan bajos como los de la crisis).

Foto: Facebook Banco de la República
La volatilidad del precio del dólar es una pesadilla para los agentes económicos porque crea incertidumbre en materia de inversión.
No menos importante: las inversiones extranjeras directas comenzaron a frenarse y las salidas de capital de economías emergentes en el solo mes de agosto de 2019 fueron de 13.800 millones de dólares.
A todo lo cual vino a añadirse el paro nacional de noviembre pasado que afectó la confianza de los inversionistas, para que el dólar alcanzara un precio histórico de 3.500 pesos -pese a que el petróleo se mantenía entre 55 y 60 dólar el barril-
El dólar y la pandemia
Como acabamos de ver, antes de la pandemia el precio del dólar ya venía aumentando.
La COVID-19 apareció en un escenario complicado:
- depreciación del peso,
- déficit fiscal producto del menor ingreso petrolero (en relación con 2014),
- baja capacidad productiva en la agricultura y en la industria (consecuencia del anterior exceso en las importaciones),
- mayor endeudamiento público (debido a la inflexibilidad de ciertos rubros y el peso de la deuda), y
- exacerbación del conflicto social (paro de fines del año pasado).
Como muestra la gráfica 2, la depreciación de la moneda colombiana llegó a un máximo histórico en el primer mes de la pandemia (dólar a 4.176 pesos), y aunque después retornó a un aparente nivel de equilibrio -que algunos anunciaban alrededor de los 3.500 pesos- las últimas semanas muestran una nueva tendencia hacia la depreciación.
Gráfica 2. Tasa de Cambio en Colombia en 2020.
Fuente: https://www.xe.com/es/currencycharts/<
Que hay detrás de la inestabilidad
Las fluctuaciones anteriores podrían entenderse a la luz del precio del petróleo:
- Durante la segunda semana de marzo, cuando se declaró la cuarentena y la actividad económica mundial se contrajo bruscamente, el precio internacional del petróleo sufrió la dura caída consiguiente, y el peso colombiano se depreció en forma aguda.
- Pero el regreso inicial a la normalidad mejoró las expectativas, y esto elevó lo precios del petróleo en el mundo; nuestra tasa de cambio volvió a disminuir, ahora a la espera de un flujo de dólares mayor.
- Sin embargo, en la primera semana de junio el precio del petróleo mermó su crecimiento, y por eso en la última semana el dólar en Colombia tendió a subir de precio (gráfica 2).
Otros factores ayudan a explicar lo que no explican los cambios en el precio del petróleo
Hay que desconfiar de tan buenas noticias en medio de una pandemia.
- La entrada de capitales de inversión extranjera a sectores distintos del minero energético ha aumentado a pesar de la pandemia, y este fenómeno ayuda a mitigar la depreciación.
- La emisión de títulos de deuda de Colombia por 2.500 millones de dólares parece haberles dado seguridad a los inversionistas, y por eso la tasa de cambio volvió a moverse alrededor de los 3.500 pesos.
Le recomendamos: Colombia y la caída de los precios del petróleo
Qué sigue
Pero hay que desconfiar de tan buenas noticias en medio de una pandemia.
En el futuro inmediato, y de manera especial, no puede descartarse la posibilidad de que muchas empresas o inversionistas extranjeros tengan que liquidar sus activos en pesos para adquirir dólares. Según el Banco de la República, entre enero y mayo de este año las salidas de capital de inversionistas en portafolio aumentaron en 188,5% (pasaron de 438,4 a 1.264,9 millones de dólares).
En conclusión, mientras Colombia no diversifique su estructura productiva, aumentando su productividad y dependiendo menos del ciclo internacional, la única constante en la tasa de cambio será su volatilidad.
La volatilidad en la tasa de cambio es una pesadilla para todos los agentes económicos, porque sus planes en materia de consumo e inversión se enfrentan a la incertidumbre total. Y en este momento de crisis esa volatilidad es mucho más visible, por la poca producción mundial esperada y la consecuente caída en la demanda de materias primas.
* Economista, magister en Desarrollo Económico de la UNSAM y estudiante de doctorado en ciencias económicas de la Universidad Nacional.
** Economista, estudiante del magister en Desarrollo Económico UNSAM y estudiante de doctorado en ciencias económicas de la Universidad Nacional.
***Profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional. @diegoguevaro.
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