El ganador de la consulta, Federico Gutiérrez, podría atraer votantes independientes para la primera y aún para la segunda vuelta de las presidenciales. Pero no le será fácil consolidar su coalición y manejar sus relaciones con Uribe y el Centro Democrático.
Camilo González Vides*
Los ocho candidatos de la derecha
Este 13 de marzo la derecha colombiana llegó dividida a las consultas interpartidistas para la escogencia de candidatos presidenciales.
Por un parte el Centro Democrático, partido de gobierno, eligió en noviembre de 2021 a Óscar Iván Zuluaga como el candidato del uribismo a las presidenciales de 2022 en unas controvertidas primarias. Por otra parte se fue gestando el Equipo por Colombia (antes llamado Coalición de la Experiencia) como agrupación electoral donde convergieron aspiraciones personalistas con avales de algunos partidos tradicionales.
La relación entre el uribismo y el Equipo por Colombia ha sido tirante, como muestra la negativa de varios de sus miembros a abrirle las puertas a Zuluaga.
Esta coalición fue integrada por tres exalcaldes —Enrique Peñalosa (Partido Social de Unidad Nacional), Federico Gutiérrez (Creemos Colombia) y Alejandro Char (País de Oportunidades) — y por otros tres precandidatos escogidos por partidos políticos —David Barguil del Partido Conservador y Aydee Lizarazo del Partido MIRA—.
Cabe recordar que la coalición incluía al ex ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, quien se retiró en enero pasado aduciendo la inviabilidad de su candidatura en las encuestas y la posible entrada del candidato uribista, Óscar Iván Zuluaga, en la consulta de esta coalición.
Tensiones entre el uribismo y el Equipo por Colombia
La relación entre el uribismo y el Equipo por Colombia ha sido tirante, como muestra la negativa de varios de sus miembros a abrirle las puertas a Zuluaga. Ante la idea de hacer una campaña basada en replicar en el plano nacional las experiencias de éxito en las principales alcaldías del país, la adhesión del candidato del Centro Democrático no parecía estratégica. Y, sobre todo, la llegada de Zuluaga, lejos de sumar, podía restarle credibilidad a la coalición debido a la mala imagen del presidente Duque.
Es más: los vientos de división dentro del partido de gobierno han sido un desafío para el mismo Zuluaga, quien ha debido enfrentarse a miembros del Centro Democrático por su apoyo a alguno de los candidatos del Equipo por Colombia.
En este escenario, el desgaste del gobierno Duque es un desafío para el uribismo, pero otros sectores de derecha lo han entendido como una oportunidad para mantenerse vigentes mediante nuevas figuras que vayan más allá “del que diga Uribe”.
La derecha en las encuestas
Los sondeos de opinión han mostrado varios cambios en las preferencias del electorado para las presidenciales de este año.
Mientras que entre diciembre y enero el ex alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, punteaba con una intención de voto promedia de 32%, a partir de marzo vimos un ascenso del ex alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, con un punto porcentual adicional.
La caída en las encuestas del exmandatario barranquillero se explica en gran parte por el efecto Merlano: las revelaciones de la excongresista Aida Merlano sobre compra de votos y actos de corrupción que involucran a Char y a varios clanes de la Costa Caribe.
La pérdida de credibilidad de Char se acentuó con su ausencia de los debates organizados por varios medios de comunicación, escenario que aprovechó Gutiérrez para ampliar su exposición al electorado; con esto captó votos del candidato barranquillero y capitalizó el llamado “voto útil” entre quienes al principio habían apoyado a los precandidatos menos favorecidas por las encuestas.
Otros candidatos, como Enrique Peñalosa y David Barguil se mantuvieron lejos de Char y Gutiérrez, con una media de intención de voto de 18% y 15% respectivamente. En un último lugar, la candidata del MIRA, Aydee Lizarazo, mostraba una preferencia inferior al 10%.
Por los lados del oficialismo, Oscar Iván Zuluaga ha alcanzado un techo del 5%, una cifra muy inferior a sus pares dentro de la derecha. Este panorama demuestra que el electorado de derecha busca una opción independiente y no confía en la oferta electoral de los partidos institucionalizados, a diferencia de lo que sucedió en las consultas de 2018, cuando el Centro Democrático logró la candidatura única.
Federico Gutiérrez, el candidato de la coalición
Según los resultados preliminares (83,3%) comunicados por la Registraduría Nacional del Estado Civil, Federico Gutiérrez ganó la candidatura del Equipo por Colombia con el 54,4% de los votos, seguido por Alex Char (16,9%), David Barguil (15,8%), Aydee Lizarazo (6,6%) y Enrique Peñalosa (5,9%). La victoria del ex alcalde de Medellín, quien se impuso en 25 departamentos y el voto del exterior, confirmó la tendencia de las últimas encuestas.
La consulta del Equipo por Colombia fue la segunda de mayor votación, detrás de la del Pacto Histórico. Esto reafirma que el país sigue polarizado entre la izquierda y la derecha, y que ambas fuerzas políticas han migrado hacia candidaturas no partidistas.
Lo anterior es especialmente importante si se tiene en cuenta que la trayectoria de Gutiérrez se ha dado al margen de los partidos políticos, mientras que el último triunfo presidencial de la derecha se dio en cabeza de un partido institucionalizado, el Centro Democrático en 2018.
La derecha dura aparece como poco atractiva para los votantes, un escenario difícil especialmente para Zuluaga.
El propio Centro Democrático ha sido el más damnificado con su ausencia en las consultas. Ha perdido la oportunidad de que su candidato pruebe su músculo electoral antes de las presidenciales, no recibirá el reembolso financiero del Estado por concepto de las consultas interpartidistas y ahora comienza con retraso la carrera hacia la presidencia como un actor secundario en la contienda, a la sombra del candidato del Equipo por Colombia.

Los retos electorales de la derecha
Zuluaga y Gutiérrez como candidatos de la derecha deberán afrontar dos retos electorales, matizados por el punto de partida impuesto por las consultas.
El primer reto será las preferencias ideológicas de los colombianos. El electorado ha migrado significativamente de la derecha hacia el centro, como lo registró la última encuesta Polimétrica. Inclusive se ha desplazados hacia la izquierda, pues la simpatía hacia Colombia Humana aumentó once puntos porcentuales, según la última medición del Observatorio de la Democracia. La derecha dura aparece como poco atractiva para los votantes, un escenario difícil especialmente para Zuluaga.
Si Zuluaga trata de parecer moderado, podría perder el favor de su nicho electoral. Federico Gutiérrez, en cambio, sin el desgaste del partido de gobierno a cuestas y aprovechando la posible atomización de la Centro Esperanza, podría reunir un amplio apoyo del electorado flotante para competir con Petro.
Un segundo reto es la coordinación o la búsqueda de alianzas. Es posible que una inviabilidad de la candidatura de Zuluaga acabe por confirmar la adhesión del Centro Democrático a la campaña de Federico Gutiérrez. Además, si se mantiene el compromiso de sus compañeros de coalición, el candidato del Equipo por Colombia tendría el apoyo del Partido Conservador, del electorado de Peñalosa y el obediente voto cristiano.
Queda el interrogante sobre cuál será la estrategia del Partido de la U y la maquinaria de Char frente a la rumoreada candidatura de Cambio Radical, especialmente si el candidato resulta ser Vargas Lleras. Esto último obligaría a Gutiérrez a recalcular sus apoyos electorales ante un competidor con más experiencia y recursos.
Ante la posibilidad de que Colombia gire a la izquierda con Petro, la derecha está tratando de adaptarse. La irrupción de Federico Gutiérrez podría atraer al electorado con una candidatura independiente, siguiendo la tendencia de los colombianos por apostarle a opciones alejadas de los desacreditados partidos políticos. Su campaña tendrá una misión difícil: volver a reunir al electorado conservador desencantado con el uribismo y aquellos que temen la llegada de Petro a l presidencia.