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Lo que pasó y lo que viene para Donald Trump

Escrito por Guillermo Calvo Mahé
Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump

Guillermo CalvoEl presidente Donald Trump ha introducido cambios polémicos, algunos acertados y otros desacertados. ¿Qué esperar para 2018, de cara a las elecciones legislativas en Estados Unidos? *

Guillermo Calvo Mahé**

universidad manizalesPolarización y dificultades

2017 fue un año de evolución política para el presidente Donald Trump. Empezó con muchos tropiezos, pero ninguno fue más problemático que la destitución de James Comey como director del FBI. Su salida resultó en lo que deseaban los enemigos de la nueva administración: el nombramiento de un fiscal especial (Robert Mueller) para investigar una supuesta colaboración entre la campaña de Trump y la Federación Rusa en las elecciones de 2016.

Hasta el momento, nada ha comprobado dicha colaboración. Por el contrario, irónicamente se descubrió que el documento que dio inicio a las acusaciones contra Trump fue producido por GPS Fusión, una empresa secretamente pagada por el Partido Demócrata y la campaña Clinton. El descubrimiento incluye un supuesto plan en forma de póliza de seguro en caso de que el candidato Trump ganara la presidencia “inesperadamente”, lo que demuestra un profundo antagonismo contra Trump y una polarización casi total en Estados Unidos.

Ese ambiente dificultó el cumplimiento de algunas de las promesas electorales de Donald Trump.  Muchas políticas debieron aprobarse por medios administrativos, pasando por encima del Congreso. Paradójicamente, fue el ex presidente Obama quien estableció el precedente del que ahora se aprovecha Trump. Recordemos que Obama llevó a cabo gran parte de su agenda por medio de ¨órdenes ejecutivas¨ (o sea de decretos presidenciales), sin la mediación del Congreso de mayoría republicana.

Las promesas

Marcha de inmigrantes en Estados Unidos
Marcha de inmigrantes en Estados Unidos
Foto: Agencia de Información Paraguaya

Durante su campaña electoral, el candidato Trump se enfocó en los siguientes temas:

  • Derogar y reemplazar el sistema de salud ‘Obamacare’;
  • Construir un muro en la frontera con México que pagaran los mismos mexicanos;
  • Hacer cumplir las normas sobre inmigración, lo que incluía minimizar la inmigración ilegal y deportar a los extranjeros indocumentados, además de suspender temporalmente la entrada de visitantes desde siete países musulmanes;
  • Corregir el balance político en la judicatura federal;
  • Reducir las regulaciones federales que impedían el crecimiento de los negocios y el empleo;
  • Reducir el tamaño de la burocracia federal;
  • Reformar la Agencia de veteranos militares;
  • Retirarse del acuerdo climático de París, abandonar el Acuerdo Comercial Transpacífico y renegociar los acuerdos comerciales internacionales considerados «injustos», por ejemplo, el NAFTA;
  • Apoyar el comercio doméstico buscando el crecimiento del empleo y apoyando el consumo de productos hechos en  Estados Unidos – la filosofía “America First”-;
  • Derrotar al Estado Islámico;
  • Ejecutar una reforma tributaria integral que redujera los impuestos, en especial impuestos corporativos, para fomentar la inversión y el crecimiento económico;
  • Reparar y mejorar la infraestructura nacional (carreteras, vías, puentes, etc.).

Aciertos y desaciertos

Muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
Muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
Foto: Wikimedia Commons

Pero, ¿cuáles han sido sus éxitos y sus fracasos?

Mediante ¨órdenes ejecutivas¨, Trump retiró a Estados Unidos  del Acuerdo Climático de París y de las negociaciones sobre el Acuerdo Comercial Transpacífico. Además, inició renegociaciones aún en curso sobre el tratado de libre comercio NAFTA —con México y Canadá— y reformó la Agencia que supervisa asuntos de veteranos militares.

También eliminó numerosas regulaciones federales que restringían la flexibilidad empresarial y redujo, por medio del no nombramiento de remplazos, el tamaño de la burocracia federal. La reducción en regulaciones y la reforma tributaria han sido muy bien recibidas por el sector empresarial: las bolsas de valores han logrado alturas sin precedentes y el PIB registró un crecimiento del PIB superior al 3 por ciento en el segundo y el tercer trimestre del año pasado, muy por encima de los años anteriores.

El desempleo se encuentra alrededor del 4,1 por ciento, tasa históricamente baja. Así, Trump ha ganado la confianza de una gran mayoría de los empresarios que habían apoyado la candidatura de Clinton durante las elecciones del 2016, aunque la oposición le atribuye todos esos éxitos a las políticas de la administración anterior.

La composición del poder judicial está cambiando. Al inicio de 2017, 61 por ciento de los 179 jueces federales eran Demócratas. Al 21 de diciembre de 2017, 19 jueces nominados por el presidente Trump habían sido nombrados, incluyendo un importantísimo cargo en la Corte Suprema, con otras 50 nominaciones en espera de confirmación por el Senado.  Como los nombramientos son vitalicios, el cambio en el balance de la judicatura federal tendrá efectos duraderos, en especial dada la enorme expansión en el activismo político por parte de los jueces en 2017.

Con respecto al Obamacare, los legisladores republicanos no se pusieron de acuerdo sobre el modo de derogarlo y reemplazarlo, pero, en forma indirecta, por medio de órdenes ejecutivas y de la reforma tributaria —que eliminó la obligación de comprar pólizas de seguro médico—, el ‘Obamacare’ se debilitó significativamente. Se espera una reforma integral en 2018 que asegure la continuación de algún tipo de seguro médico masivo.

Inmigración y relaciones internacionales

Firma del programa Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, Obamacare, por parte del Expresidente Donald Trump.
Firma del programa Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, Obamacare, por parte del Expresidente
Donald Trump.
Foto: Wikimedia Commons

El tema de inmigración se convirtió en una enorme batalla política durante 2017, anticipando su importancia en las elecciones de 2018 y el esperado impacto del voto latino. Los demócratas, que durante la administración Obama deportaban más indocumentados que cualquier administración anterior, ahora se presentan como sus ‘salvadores’. Los alcaldes demócratas declaran que las suyas son “ciudades santuarios” para proteger a los inmigrantes contra las leyes federales en su contra.

Pero, —a pesar de los tropiezos iniciales por cuenta de acciones judiciales— la inmigración ilegal se ha reducido en forma importante en Estados Unidos y con respecto de las expulsiones de inmigrantes, la administración Obama sigue siendo el campeón histórico.

Con respecto al muro en la frontera con México —originalmente idea del Presidente Clinton y apoyada después por Hillary Clinton y Barack Obama— el Partido Demócrata se ha opuesto radicalmente y no se han conseguido los recursos necesarios para el proyecto, pues México rechazó (obviamente) la idea de subsidiarlo. Pero la planeación del muro sí ha avanzado y el problema de los recursos para construirlo parece estar ligado en el Congreso de 2018 a un indulto para los jóvenes que entraron ilegalmente al país con sus padres, los denominados “dreamers” —tema apoyado tanto por el Presidente Trump como por el Partido Demócrata—.

En materia internacional, Rusia y Estados Unidos han logrado importantes victorias contra el Estado Islámico, que sin embargo sigue presente en Afganistán y en hechos de terrorismo internacional.  No obstante dicha colaboración y el deseo por parte de Trump de mejorar relaciones con Rusia, los demócratas han sido un obstáculo. Nunca, desde el final de la Guerra Fría, se habían visto peores relaciones con los rusos.

Por otra parte, Corea del Norte se ha ufanado de desarrollar armas nucleares y misiles de destrucción masiva. La infantil respuesta del presidente Trump ha provocado una situación gravísima que podría impactar al mundo entero.

Lo que viene para 2018

Se espera que la agenda legislativa del 2018 se centre en un enorme plan de inversiones, que además de actualizar la infraestructura aumente la cantidad y calidad de los empleos, un tema que podría dar origen a la presión ciudadana para que los dos partidos colaboren.

También se anticipa un intento de reformar el sistema de bienestar federal —seguro social, medicare y ‘Obamacare’— para hacerlo económicamente sostenible, a lo que el Partido Demócrata se opondrá de manera rotunda.

Pero el hecho central es diferente: en 2018 todas las acciones serán medidas más por el impacto sobre las elecciones al Congreso que sobre el bienestar de las personas. Los demócratas buscarán apoderarse de ambas cámaras y, para lograrlo, deberán crear la sensación de que cada una de las propuestas de Trump fracasó.

Un tema relevante para dichas elecciones será el impacto real de le reforma tributaria, que los demócratas han pintado como un robo para beneficio exclusivo de los más ricos. Sobre la base de los cambios en los salarios, los impuestos y las condiciones laborales, durante los primeros meses de 2018 se sabrá si lo anterior es cierto.

Trump es arrogante, peleón, egoísta e impulsivo. Dice lo que piensa en cualquier momento, frecuentemente sin conocimientos e incluso contradiciéndose, lo que sus enemigos usan para pintarlo como un mentiroso. La oposición nunca perdonará que Trump haya derrotado a Hillary Clinton, la predilecta de la maquinaria política tanto republicana como demócrata y de las élites financieras, la comunidad de Hollywood, los medios de comunicación y del denominado ‘Estado Profundo’.  Pero la verdad es que poco ha cambiado después de unas elecciones entre (quizás) los dos peores candidatos en la historia de Estados Unidos, aunque muchas perspectivas sobre importantes reformas se han dado a conocer y la política se ha visto impactada con temas a menudo inesperados, por ejemplo:

  • El abuso del poder para lograr conquistas sexuales;
  • El tema de la corrupción en maquinarias políticas;
  • El abuso de los medios de comunicación, tanto formales como sociales, lo que ha ocasionado una rueda de acusaciones sobre noticias falsas y puede anticipar una peligrosa imposición de censura.

¿Quién sabe qué otras sorpresas nos esperan en 2018?

*Razón Pública agradece el auspicio de la Universidad Autónoma de Manizales. Las opiniones expresadas son responsabilidad del autor.

**Politólogo, doctor en Jurisprudencia, LL.M. en Estudios Jurídicos Internacionales y tiene un posgrado en traducción, todos en universidades de Estados Unidos. Fue coordinador del programa de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Manizales hasta 2016.

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