Cuando el jefe de hogar es mujer la percepción de la pobreza y la incidencia de la pobreza monetaria y multidimensional son más altas en todo el país.
Angie Karolaine Paredes Vargas* y Jorge Iván González**
Tres tipos de pobreza
Hay tres tipos de pobreza: la percepción de los hogares sobre su situación, la pobreza monetaria y la pobreza multidimensional.
- La percepción corresponde al sentimiento que tienen los hogares sobre su propia situación. El DANE les pregunta a los jefes de hogar si sienten que su hogar es más pobre que el año anterior.
- La pobreza monetaria se basa en el ingreso y está asociada con la capacidad de pago de los hogares.
- La pobreza multidimensional se refiere a las dificultades que enfrentan las personas pobres para acceder a salud, educación, vivienda digna, servicios públicos y participación en el mercado laboral.
Alguna mejoría después de un desastre
Es interesante observar que la percepción de la pobreza es mayor que la pobreza “objetiva” (monetaria y multidimensional). En 2021, el 46,7% de los jefes de hogar se consideraba pobre. Esta cifra es mayor en 8,5 puntos al observado en 2020.
En 2021, la incidencia de la pobreza monetaria fue de 39,3%, y se redujo 3,2 puntos con respecto al año anterior. Así mismo, la pobreza multidimensional fue de 16%, inferior en 2,1 puntos a la de 2020.
La percepción “subjetiva” de la pobreza es mayor que la “objetiva” porque los hogares sienten que la pandemia los ha golpeado muy duro. Uno de los aspectos que más ha incidido en la percepción de la pobreza es el costo elevado de los alimentos. La inflación de la canasta básica ha sido especialmente perjudicial para los hogares más vulnerables.

Desigualdad de género
Al examinar la pobreza monetaria (gráfica 1), es evidente que los hogares con jefatura femenina tienen menos ingresos en promedio.
Para el país como un todo, las incidencias respectivas son 42,9% y 37%. La diferencia es de 5,9 puntos. En la cabecera municipal la brecha es de 7 puntos y en la zona rural es de 5,5 puntos.

Diferencias departamentales
Cuando se hacen las comparaciones a nivel departamental, las cifras son aún más alarmantes.
En Caquetá, por ejemplo, la brecha fue de 10,7 puntos, en Cesar de 9 puntos, en Antioquia de 8,2 puntos, en La Guajira de 8,1 puntos y en el Valle del Cauca de 8,3 puntos. Es evidente que a las mujeres jefes de hogar les toca más difícil.
La percepción “subjetiva” de la pobreza es mayor que la “objetiva” porque los hogares sienten que la pandemia los ha golpeado muy duro.
Lo mismo ocurre con la pobreza multidimensional. La gráfica 2 muestra que la incidencia de la pobreza multidimensional para los hogares con jefatura masculina fue de 14,7% y para los hogares con jefatura femenina fue de 17,6%. Las diferencias se mantienen en las cabeceras y en la zona rural.

El índice de feminidad
Con el fin de analizar con más detalle estas brechas, se ha creado el índice de feminidad (gráfica 3), que muestra la relación entre mujeres y hombres pobres. La base es 100. El nivel más alto se alcanzó en 2020, cuando por cada 100 hombres pobres, había 121,4 mujeres pobres.
Resulta evidente que la pandemia afectó más a las mujeres que a los hombres.

La recuperación económica que tuvo lugar en 2011 mejoró un poco la situación, pero el índice de feminidad sigue siendo alto (117). Es innegable que hay desafíos importantes en materia de equidad de género que deben ser enfrentados cuanto antes.
El camino más apropiado consiste en crear más empleo formal y productivo para las mujeres. Es totalmente inaceptable que, teniendo el mismo nivel educativo y desempeñando los mismos oficios, los hombres sigan ganando más que las mujeres.
*Este artículo hace parte de la alianza entre Razón Pública y la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia. Las opiniones expresadas son responsabilidad de los autores.