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Las irregularidades en la licitación del Metro de Bogotá

Escrito por RazonPublica
Concejo de Bogotá Todos los consorcios con los que se firmaría el metro tenían graves cuestionamientos.

Un recuento de las irregularidades que ha tenido la licitación de la primera línea del metro de Bogotá, desde su planeación hasta la firma del contrato.

Juana Afanador*

Un proceso irregular

El pasado 27 de noviembre se firmó el contrato de la primera línea del metro de Bogotá, en medio de las protestas y el descontento ciudadano que se ha tomado las calles del país.

El 17 de octubre, el contrato había sido adjudicado al consorcio chino compuesto por China Harbour Engineering Company Limited y Xi’An Rail Transportation Group Company Limited. Este consorcio será el encargado de terminar los estudios de la primera línea del Metro, así como de construirla y operarla.

Desde el principio, la licitación de la primera línea del Metro ha estado plagada de irregularidades:

  • El 28 de enero de 2016, el recién posesionado alcalde, Enrique Peñalosa, modificó el objeto del convenio del proyecto con la Financiera de Desarrollo Nacional, algo que la ley no permite. Ese fue el primer paso para acabar con el proyecto del metro subterráneo.
  • Posteriormente, Peñalosa aprobó vigencias futuras excepcionales para el metro elevado, con los estudios del metro subterráneo. Presuntamente, esto habría violado la Ley 1483 de 2011, como lo denunció el concejal Manuel Sarmiento y como lo confirmó la Contraloría.
  • Además, por aprobar y sancionar el Acuerdo que autorizó dichas vigencias futuras sin estudios, un juez de la República investiga a Peñalosa y a 28 concejales por presunto prevaricato.

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Consorcios con pasado oscuro

Pese a todas las irregularidades, en junio de 2019, el alcalde Peñalosa, el presidente Duque y el gerente de la Empresa Metro de Bogotá, Andrés Escobar, abrieron la licitación para la primera línea del metro.

Desde abril, se había hecho pública la lista de los consorcios precalificados  que cumplieron con las condiciones de experiencia y capacidad legal financiera. Esos consorcios fueron:

  • Consorcio Metro de Bogotá;
  • APCA Metro Capital;
  • Consorcio Sunrise;
  • APCA TransMimetro;
  • Consorcio Línea 1;
  • Y Unión Metro Capital.
Metro de Bogotá El contrato se firmó y Claudia López deberá ejecutarlo.

Foto: Metro de Bogotá
El contrato se firmó y Claudia López deberá ejecutarlo.

Todos los consorcios cargaban con graves cuestionamientos. El 16 de agosto de 2019, El Espectador publicó un informe detallado acerca de los consorcios que participaron en la licitación. En ese informe, se señaló, por ejemplo, que una de las empresas que hace parte del Consorcio Metro de Bogotá “se demoró trece años construyendo el túnel de Coatzacoalcos, el primer túnel sumergido de Latinoamérica, que tuvo sobrecostos, y que recientemente ha sido cuestionado por la aparición de goteras y deterioro del techo”.

En el mismo informe, El Espectador denunció que el consorcio APCA Metro Capital, el más grande de los proponentes, hacía parte de “la mexicana ICA Constructora S.A, que obtuvo el contrato para poner las losas de la segunda fase de Transmilenio y que abandonó en el 60%”. El otro de los cinco proponentes, el Consorcio Sunrise, “es uno sobre los que recaen más cuestionamientos”.

Más adelante, se afirma que “respecto a las empresas italianas del consorcio están Impregilo, que participó en la construcción de la Ruta del Sol, sector III, y fue investigada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), y Hitachi Rail que tiene múltiples denuncias por problemas técnicos y retrasos en entrega de trenes en EE.UU., Dinamarca, Holanda, Suecia y Noruega”.

En otra investigación del mismo diario, titulada Los fantasmas que rondan a las empresas que quieren construir el metro de Bogotá, se señaló que una empresa colombo-española, perteneciente al Consorcio Sunrise “tiene un expediente sancionatorio por, presuntamente, amañar su participación en licitaciones públicas”.

El cuarto proponente, APCA Transmimetro, compuesto por empresas chinas, tampoco ha estado exento de críticas. Hace algunos años, el diario La Nación de Costa Rica se preguntó por qué el gobierno no había revisado los antecedentes de la empresa China Harbour Engineering Company Limited, si dicha empresa “ha estado ligada durante los últimos años a supuestos casos de fraude, sobornos, incumplimientos de contratos y daños ambientales en Filipina, Bangladesh, Jamaica y México”.

El portal Imagina Bogotá también ha señalado que esa misma empresa “está acusada de pagarle sobornos al hijo del primer ministro de Bangladesh para obtener un contrato de por lo menos 1,5 millones de dólares que depositaron en una cuenta en Singapur. La CHEC también pagó más de 7 millones de dólares para la campaña de reelección del presidente Rajapaska de Sri Lanka, quien favoreció a esta empresa en varios proyectos de infraestructura, tal cual como lo hizo la brasileña Odebrecht”.

El quinto de los proponentes, el Consorcio Unión Capital, también incluye una empresa que ha sido cuestionada según Imagina Bogotá: “Sacyr Concesiones Colombia S.A.S está involucrada en la construcción de los puentes Pumarejo en Barranquilla e Hisaura de Santander que fueron noticia el año pasado por fisuras y apariencia de acordeón. Esta empresa obligó al gobierno panameño a pagar más de 1800 millones de dólares en sobrecostos por las obras de ampliación del canal, que amenazaron con abandonar si Panamá no cumplía la extorsión. Sacyr fue obligada por INVIAS a pagar 77 millones de dólares por incumplimiento en sus compromisos con la Ruta del Sol”.

A finales de septiembre, solo dos consorcios presentaron una oferta para construir y operar la futura primera línea del metro de Bogotá: el consorcio Metro de Bogotá y Transmimetro.

Alcaldía de Bogotá Firma del contrato metro de Bogotá.

Foto: Alcaldía de Bogotá
Firma del contrato metro de Bogotá.

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Una adjudicación a puerta cerrada

Días antes de la adjudicación del metro de Bogotá, el concejal Juan Carlos Flórez denunció que la firma FCC, que hace parte del consorcio Metro Capital, está siendo investigada por la policía de Andorra por pagar sobornos para la adjudicación de contratos en Centroamérica por 434 millones de euros. Según el concejal Flórez, “uno de los hechos por los que se le investiga, es la sociedad de FCC con Odebrecht para ganarse la firma de la primera línea del metro de Panamá”.

Después de las graves denuncias del concejal Flórez, el 16 de octubre se adjudicó el contrato a puerta cerrada. La firma del contrato tomó por sorpresa a la opinión pública y a los entes de control. La contralora delegada afirmó que “realizamos una reunión en las oficinas del Metro a las 6:00 de la tarde con presencia del gerente, los directivos de la empresa Metro y el equipo auditor de la Contraloría. Allí se nos dijo que hoy se realizaría la adjudicación del proyecto pero no teníamos conocimiento que iba a ser sobre las 10:00 de la noche”.

Por otra parte el senador Rodrigo Lara denunció la posible colusión en la licitación del Metro de Bogotá, tras conocerse que el consorcio chino APCA Transmimetro construiría el metro de Bogotá. Según el senador, se trató de una adjudicación a dedo, ya que uno de los consorcios estaba inhabilitado por estar relacionado en hechos de corrupción en Panamá. En La W Radio, Lara Afirmó que detrás del proceso podría haber un acuerdo previo y criticó el hecho de que la adjudicación se hizo “a hurtadillas, sin presencia de medio de comunicación y habiendo adelantado dos veces el anuncio”.

En suma, hasta ahora, la licitación de la primera línea del metro ha sido un rosario de irregularidades. Finalmente, el contrato se firmó y, por lo tanto, Claudia López deberá ejecutarlo. Muy seguramente, la nueva alcaldesa deberá revisar el contrato con lupa.

*Socióloga de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Paris (EHESS). Ha sido catedrática en el Instituto de Estudios Políticos de Lille, la universidad Paris-Est-Marne- la Vallée, la universidad de Paris-Saclay y de la Universidad de los Andes. Sus temas de investigación son: territorios, identidades, violencia, desarrollo, infraestructura e historia empresarial. Co- autora del libro Metro Elevado. ¿Un nuevo Reficar u Odebrecht?

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