Las dos ministras y el ministro que salen | Razón Pública 2023
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Las dos ministras y el ministro que salen

Escrito por Nadia Perez - Camilo Cruz M

El presidente destituyó a tres ministros y provocó debates sobre la dirección y la estabilidad de su gobierno, la razones y las consecuencias de esta decisión. ¿Qué hay detrás de la crisis? ¿Y qué sigue?

Nadia Pérez Guevara* y Camilo Cruz Merchán**

Remezón

El 27 de febrero el ministro de educación y las ministras de cultura y deportes fueron destituidos de sus cargos por motivos que en realidad no se conocen.

Pero importa analizar la situación. Este artículo se ocupa de los gabinetes en los regímenes presidenciales, de la conformación inicial del gabinete de Petro y de lo que significa el cambio de esta semana.

Ministros bajo el régimen presidencial

En los regímenes presidenciales los ministros están subordinados al jefe de Estado.

Pero en Colombia y otros países de América Latina, la fragmentación partidista, la desinstitucionalización de las bancadas, los liderazgos no afiliados a partidos tradicionales y los cambios en los diseños institucionales han hecho que los presidentes sean elegidos gracias a coaliciones.

Lo anterior disminuye la subordinación del gabinete, porque su composición pasa a depender de las negociaciones políticas, de modo que su estabilidad depende de la estabilidad de la coalición, de la ambición del presidente, del tipo de partido que lidera y de las tareas encomendadas a cada cartera.

Los presidentes deben entonces seleccionar políticos profesionales o personas afines al partido para garantizar su subordinación o, por el contrario, para proyectar la carrea política del ministro o ministra que designe.

El revuelo mediático proviene más bien de la forma de tramitar los asuntos de gobierno, lo cual parece ser rasgo característico de esta Presidencia. El modo de anunciar la información contribuyó a ese revuelo: la alocución oficial del presidente en horario prime, acompañado dos veces de líderes de partidos de la bancada de gobierno y el gabinete en pleno, permitió la réplica de la oposición y destacó aún más el cambio de ministros.

Una primera mirada al gabinete del presidente Petro muestra equilibrio entre esas dos opciones, pues de una parte designó ministros o ministras de su propio Pacto Histórico, y de otro lado a miembros de otros sectores políticos que redujeron la incertidumbre sobre su gestión.

Cómo cambió el gabinete

Antonio Garrido encuentra cuatro tipos de gabinetes en coalición:

  1. De coalición estricta: las carteras son ocupadas con un criterio partidario.
  2. De coalición laxa: combinación entre carteras partidarias y no partidarias.
  3. De cooptación: lideres partidarios atraídos sin negociar con los partidos.
  4. No partidarios: el presidente escoge sin necesidad de consultas.

El gabinete de Petro hasta la crisis puede catalogarse de coalición laxa con visos de gabinete de cooptación, puesto que algunos de sus miembros con trayectoria política provienen del partido liberal o conservador.

El Cuadro 1 muestra la distribución del gabinete antes y después de la crisis, según origen partidario:

Cuadro 1. Partidos de origen de los ministros

Antes del cambio

  Gabinete Congreso
Partidos Total Porcentaje Escaños Porcentaje
Pacto Histórico 5 26,3 20 18,52
Partido Liberal 3 15.8 15 13,89
Partido Conservador 2 10,5 14 12,96
Partido de la U 2 10,5 10 9,26
No partidarios 8 42,1

Después del cambio

Partidos Total Porcentaje Escaños Porcentaje
Pacto Histórico 3 15,8 20 18,52
Partido Liberal 3 15,8 15 13,89
Partido Conservador 2 10,5 14 12,96
Partido de la U 2 10,5 10 9,26
No partidarios 9 52,6

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de prensa

Antes de la crisis,

  • El Pacto Histórico tenía la cuota más alta, con un 26,3 %, seguido por el Partido Liberal con un 21,1 %.
  • El Partido Conservador y el de la U tenían un porcentaje igual (10,5 % cada uno)
  • Las figuras sin origen partidario conocido o no partidarias ocupaban el 42,1 % de las carteras.

Tras la crisis, el ganador principal han sido las figuras sin origen partidario conocido, que pasaron del 42,1 % al 52,6 %. También con eso aumentó el poder del presidente sobre su gabinete y —en términos de Garrido— el gabinete transitó hacia uno no partidario.

De técnicos y políticos

El cuadro 2 muestra el perfil de los ministros antes y después d la crisis

Cuadro 2. Perfiles de los ministros

Perfiles Precrisis Post crisis
Político profesional 31,58 26,32
Administración 36,84 31,58
Academia 21,05 36,84
Activismo 10,53 5,26

Fuente: elaboración propia a partir de información de prensa

En el gabinete inicial tenían mucho peso los ministros o ministras con experiencia previa en administración (36,8%). Esto incluye a la ministra de Salud, que ha sido percibida como activista por su trayectoria sindical y gremial, pero tiene experiencia administrativa, incluyendo su gestión como directora de participación social de la Secretaría de Salud en Bogotá bajo la alcaldía de Petro (2013-2015).

En segundo lugar, estaban los políticos profesionales, que han ocupado cargos de elección popular (31,58 %), seguidos por los académicos (21,05 %) y los provenientes del activismo social (10,53 %).

Tras el cambio de ministros, dominan los académicos (36,84%) seguidos por los administradores (31,58 %): funcionarios con experiencia política o administrativa fueron reemplazados por figuras sin experiencia, pero con conocimiento en el área de su cartera.

Por qué salieron los ministros

Son diferentes las causas y los efectos de cada cambio en el gabinete.

La salida de Alejandro Gaviria del Ministerio de Educación se debió a una serie de filtraciones sobre los reparos u oposición del ministro al proyecto de reforma del sistema de salud que sería presentado por el gobierno al Congreso.

Aunque fueron varios los críticos de la reforma dentro del gabinete, Gaviria fue el más visible porque sus reservas se conocían desde la campaña presidencial y por su experiencia como ministro de Salud de Santos.

Gaviria también formó parte de la “coalición centro esperanza” que no apoyó a Petro en la segunda vuelta y pretendió acercamientos con su entonces detractor Rodolfo Hernández. De aquí seguido la ruptura política, y la decisión de aceptar el ministerio título personal causó además incomodidad en algunos sectores del petrismo.

Las exministras Patricia Ariza (Cultura) y María Isabel Urrutia (Deportes) son figuras destacadas en las artes y en el deporte, con experiencia práctica en el campo y vinculación en el activismo o la política profesional de izquierda. Sus carteras no eran tan visibles en el panorama nacional y —más que las causas de su retiro— los medios   debatieron si habían sido notificadas previamente o se enteraron después de su destitución.

Sin embargo, en el caso de Urrutia quedó la duda de hasta dónde su retiro resultó de presiones del partido de la U, más todavía porque ese mismo día el presidente se había reunido con los presidentes de los partidos tradicionales.

¿Crisis o mal manejo de la información?  

Los cambios en sí no constituyen una “crisis” ministerial porque no fueron renuncias de los ministros, una solicitud de renuncias protocolarias a todo el gabinete o unas renuncias producto de la moción de censura (como pudo haber sucedido con Irene Vélez).

El revuelo mediático proviene más bien de la forma de tramitar los asuntos de gobierno, lo cual parece ser rasgo característico de esta Presidencia. El modo de anunciar la información contribuyó a ese revuelo: la alocución oficial del presidente en horario prime, acompañado dos veces de líderes de partidos de la bancada de gobierno y el gabinete en pleno, permitió la réplica de la oposición y destacó aún más el cambio de ministros.

Varios observadores han notado que en este gobierno se han hecho pocas ruedas de prensa. Aunque en Colombia la figura del “spokeperson” o vocero presidencial no es muy común, la persona encargada en la presidencia no ha tenido un papel importante en la comunicación estratégica del gobierno y en la transmisión de los mensajes de presidencia y gabinete.

La comunicación gubernamental se ha delegado a cargos administrativos del Departamento de Presidencia (DAPRE), como la jefa de gabinete o su director, de los miembros del gabinete con sus equipos de prensa y en últimas a Gustavo Petro y su ya conocido uso de Twitter.

La Presidencia ha promovido espacios de difusión, que incluyen ejercicios similares a los ‘cabildos abiertos’ (como “Gobierno escucha”) o programas como ‘Colombia Hoy’, que se transmite por redes sociales y también por emisoras que deseen hacerlo.

Foto: Twitter: Alejandro Gaviria - Aunque Alejandro Gaviria no era el único detractor interno, sí era quien más tenía visibilidad en los medios.

Puede pensarse que el gabinete perdió pluralismo político, y con esto aumentaría la incertidumbre sobre el rumbo que adoptará el gobierno ante problemas decisivos del país. Pero de modo ninguno se ha producido una radicalización del gobierno, porque se mantuvieron las cuotas de los partidos de la coalición y las nuevas ministras y ministro no provienen del activismo o del petrismo.

Estos ejercicios sin embargo parecen dirigirse a las bases del partido de gobierno (lo vimos también con las marchas), más que a la opinión en general y a las empresas mediáticas en particular.

Un balance

El resultado principal del cambio sería un gabinete más subordinado al presidente, con menos discrepancias internas y manejo más unificado de la información. Se trata de acelerar las tareas de gobierno, o por lo menos de no dificultar su ejecución.

La imagen del presidente rodeado de sus ministras y ministros, particularmente la ministra de Salud, simbolizó el respaldo a quienes tienen a cargo los temas de mayor interés para el gobierno.

Puede pensarse que el gabinete perdió pluralismo político, y con esto aumentaría la incertidumbre sobre el rumbo que adoptará el gobierno ante problemas decisivos del país. Pero de modo ninguno se ha producido una radicalización del gobierno, porque se mantuvieron las cuotas de los partidos de la coalición y las nuevas ministras y ministro no provienen del activismo o del petrismo.

En todo caso se mantienen las dudas sobre otros ministerios, que, aunque no tienen mucho relieve, podría usarse como moneda de cambio burocrático futuro para mantener o mejorar la coalición.

Una agenda de análisis en este campo podría fijarse en los nombramientos en los viceministerios y otras agencias del gobierno nacional que ejecutan las tareas prioritarias sin la repercusión mediática que tienen sus superiores.

Las urgencias son otras

El cambio de algunos ministros parece ser un tema mínimo y ya superado, si es que uno piensa en los asuntos que ocuparon el debate nacional en la última semana.

La luna de miel de Petro está acabando con un 51 % de desaprobación. Las discusiones en Twitter con Nayib Bukele y el ex ministro de salud Fernando Ruiz, y las graves acusaciones sobre vínculos con la mafia que recayeron sobre Nicolás Petro Burgos son problemas más complicados para su gobernabilidad y estabilidad —que además van más allá de los ya acostumbrados problemas de comunicación de su gobierno—.

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