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La XXIII Cumbre de Iberoamérica: a sacar conclusiones

Escrito por Socorro Ramírez

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La Cumbre de esta semana repitió malos ejemplos de las cumbres anteriores: asistieron muy pocos presidentes y se reeditó el acuerdo que las define y ordena. Si no se renuevan, van a seguir languideciendo hasta extinguirse.

Socorro Ramírez*

Ausentismo

La reciente Cumbre Iberoamericana solo dejó preocupaciones en un ambiente de ausentismo .

A la inauguración solo llegaron cinco de los 19 presidentes latinoamericanos: el anfitrión Ricardo Martinelli, de Panamá; Laura Chinchilla, de Costa Rica; Enrique Peña Nieto, de México; Horacio Cartes, de Paraguay y Danilo Medina, de República Dominicana. Más tarde se sumaron Juan Manuel Santos de Colombia, Mauricio Funes de El Salvador y Porfirio Lobo de Honduras. De los países ibéricos estaban presentes Mariano Rajoy (el rey Juan Carlos de España está convaleciente), el presidente y el primer ministro de Portugal, Anibal Cavaco Silva y Pedro Passos Coelho, y el primer ministro de Andorra, Antoni Martí. Solo asistió la mitad de los 22 países miembros.

La reciente Cumbre Iberoamericana solo dejó preocupaciones en un ambiente de ausentismo .

Apenas una de las once ausencias se debió a razones de salud, o sea que primaron las urgencias domésticas sobre el interés del encuentro internacional. No llegaron ocho de los diez presidentes del sur de América: Dilma Rousseff, de Brasil, Cristina Kirchner, de Argentina, Sebastián Piñera, de Chile, José Mujica, de Uruguay, Ollanta Humala, de Perú, Rafael Correa, de Ecuador, Nicolás Maduro, de Venezuela y Evo Morales, de Bolivia. Tampoco llegaron Raúl Castro, de Cuba; Daniel Ortega, de Nicaragua, y Otto Pérez Molina, de Guatemala.

Aunque ningún gobierno expresó su intención de retirarse de las cumbres, las ausencias son significativas.  Fue notoria la de Brasil y la de todos los países  del ALBA podría verse como continuación de la protesta por el maltrato a Evo Morales al no autorizar la escala de su avión en la península ibérica.

Las reuniones iberoamericanas ya cumplieron más de dos décadas [1] y a estas alturas algunos presidentes se han sumado a la duda general sobre la utilidad de la diplomacia de  cumbres[2].

No obstante el desinterés, ni los presentes ni los ausentes proponen un alto en el camino.

Otros tiempos

Foto: Presidencia de la República 
El presidente Juan Manuel Santos en su llegada a Panamá.

No ha sido el único fracaso. A la cumbre de 2011 (Asunción) faltaron once presidentes latinoamericanos, y en la cumbre de 2012 (Cádiz) se habló de la renovar su sentido y se creó un grupo de reflexión con un ex presidente de Chile, una ex canciller de México y Enrique Iglesias –quien ha estado a cargo de la Secretaría General Iberoamericana-.

La primera propuesta presentada en Panamá fue poner las cumbres a tono con los nuevos tiempos. Cuando ellas empezaron a convocarse existían pocos espacios internacionales, y en efecto sirvieron para acercar a los gobiernos latinoamericanos entre sí y con Europa. Incluso llegaron a ser pensadas como un contrapeso a la influencia de Estados Unidos. España se postulaba entonces como “bisagra” tratando, a la vez, de europeizarse y de hispanizar la agenda europea.

Ahora, en cambio, hay inflación de cumbres donde se relacionan, hacia dentro y hacia fuera, latinoamericanos y caribeños. Una vez concluido el conflicto bipolar, el mundo comenzó a girar de Occidente a Oriente. España ha perdido el impulso, no está en condiciones de mantener sus compromisos con América Latina y, al igual que Portugal, vive una profunda crisis económica y social.

Mientras tanto buena parte de Latinoamérica ha crecido y ampliado sus márgenes de autonomía, invierte más en asuntos sociales, diversifica sus relaciones con Asia-Pacífico — y Brasil, por su parte, juega en varios escenarios globales–.

Hay inflación de cumbres donde se relacionan, hacia dentro y hacia fuera, latinoamericanos y caribeños. Una vez concluido el conflicto bipolar, el mundo comenzó a girar de Occidente a Oriente. 

Las cumbres tienen lugar en un contexto muy distinto del de sus inicios:

· Ya no basta con evocar lenguas, tradiciones, valores e intereses comunes; los ibéricos y los latinoamericanos viven hoy realidades contrapuestas.

· No es claro que Latinoamérica quiera y pueda rescatar el espacio iberoamericano fortaleciendo un antiguo sentimiento de pertenencia cada día más débil.

· Su fragmentación y su regionalismo dispersos limitan su capacidad para definir expectativas frente a la contraparte ibérica.

· La construcción de un nuevo equilibro como elemento de renovación es concebido de manera diferente.

Propuestas y aplazamientos

Foto: Presidencia de la República
El presidente Santos se reúne con el presidente de
México Enrique Peña Nieto durante la vigesimo
segunda cumbre iberoamericana.

En medio del ausentismo y del desgano, hubo varias propuestas para reorientar las cumbres y adecuarlas a los intereses latinoamericanos:

· La vicecanciller de Venezuela afirmó que los recursos de cooperación se diluyen en gastos burocráticos, que el mecanismo de las cumbres es obsoleto, la reforma insuficiente y el interés latinoamericano es diferente del ibérico. Dijo incluso que aún está pendiente la reparación europea por el genocidio y los siglos de explotación que le sirvieron para su desarrollo.

· El gobierno de Argentina argumentó que el grado de autonomía e integración latinoamericana debería ser l referente  para redefinir lo iberoamericano.

· El gobierno colombiano sugirió sacar partido de la renovación del mecanismo para que sus miembros se redescubran.

Rajoy, por su parte, animó a las empresas latinoamericanas a establecerse en España, y adujo que su país ha acogido un millón y medio de latinoamericanos, mientras en Latinoamérica vive un millón de españoles. Cavaco Silva subrayó el perfil atractivo de América Latina para los inversionistas europeos.

Toda una lluvia de ideas

En la cumbre se postergó la propuesta de rebajar los aportes de España de 60 a 55 por ciento y los de Portugal y Andorra de 10 a 5, y de aumentar los de América Latina de 30 a 40 hasta que la región asuma la mitad de los costos.

Se acordó que las cumbres se realicen cada dos años y que se alternen con la reunión de los miembros de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).

También se postergó la definición del Fondo de Cooperación para acciones en cultura, cohesión social, economía e innovación, que permitan unir y proyectar el espacio iberoamericano.

Quedó pendiente la integración de las cuatro organizaciones iberoamericanas: la de educación, ciencia y cultura (OEI), la de seguridad social (OISS), la de juventud (OIJ) y la de justicia (COMJIB).

Reformas y declaraciones

Se acordó que las cumbres se realicen cada dos años y que se alternen con la reunión de los miembros de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). Se le concederá más espacio al diálogo privado entre los presidentes sobre temas que les preocupan. Esta vez, el anfitrión propuso como tema de reflexión las movilizaciones sociales que cada día se propagan más.

Como es habitual, en la cumbre fueron aprobados numerosos y muy diversos documentos: una declaración conjunta; la estrategia de renovación; el plan de acción, y quince declaraciones más (sobre el bloqueo a Cuba; la lucha contra el terrorismo; las Malvinas; la masticación de la hoja de coca; la quinua; la conferencia sobre pueblos indígenas; el fondo para los pueblos indígenas; el derecho al agua potable y al saneamiento; el uso del español en los organismos multilaterales; la innovación ciudadana; la candidatura de Guatemala a la organización del azúcar; el caso de Paraguay como país sin litoral; los derechos de los campesinos; los diálogos de paz en Colombia, y los nuevos enfoques de la política de drogas).  

México será la sede de la cumbre XXIV en 2014 y el reto es grande: crear el escenario para sincerar las relaciones ibero-latinoamericanas.

Encuentros previos o paralelos

Las cumbres no se reducen a las sesiones de los presidentes. Antes, durante o después se reúnen sus organismos. La Conferencia Iberoamericana de Educación ha sesionado 23 veces, la de Cultura 24, los ministros de la presidencia y equivalentes 15, ocho los de Infraestructura y Logística, cinco los de Economía y Hacienda, y los de asuntos sociales acaban de realizar su primer encuentro.

Otros sectores encuentran allí espacio para tejer redes. En Panamá tuvo lugar el noveno encuentro empresarial, el cuarto de la lengua española, el segundo de medios de comunicación, el eurolatinoamericano de la comunicación, el de enfoque de la juventud.

Durante las cumbres también se desarrollan reuniones bilaterales o subregionales. Salvador y Honduras se aproximaron para procesar su conflicto por la Isla Conejo en el Golfo de Fonseca. Los cuatro miembros de la Alianza del Pacífico aprovecharon la cita para avanzar en su ampliación: Costa Rica en su proceso de adhesión, Panamá en las negociaciones del TLC con México indispensables para su ingreso, España y Paraguay en su condición de observadores.

Pero la solidez de esos procesos no depende de las cumbres sino de su propia dinámica.

Retos para el 2014

México será la sede de la cumbre XXIV en 2014 y el reto es grande: crear el escenario para sincerar las relaciones ibero-latinoamericanas.

En lugar de emprender una nueva fuga hacia adelante con declaraciones y planes retóricos, los gobiernos tendrán que definir si las reuniones iberoamericanas ayudan al mutuo posicionamiento en el mundo global, o si, para darle espacio a la reflexión sobre los cambios en curso que generan incertidumbres e inestabilidad, tiene mejores condiciones el proceso euro-latinoamericano y caribeño.

 

[1] Las anteriores cumbres fueron: I Guadalajara 1991, II Madrid 1992, III Salvador de Bahía 1993, IV Cartagena 1994, V Bariloche 1995, VI Viña del Mar 1996, VII Isla Margarita 1997, VIII Oporto 1998, IX La Habana 1999, X Panamá 2000, XI Lima 2001, XII Punta Cana 2002, XIII Santa Cruz de la Sierra 2003, XIV San José 2004, XV Salamanca 2005 -Andorra se incorpora como miembro pleno, XVI Montevideo 2006, XVII Santiago 2007, XVIII San Salvador 2008, XIX Estoril 2009, XX, Mar del Plata 2010, XXI Asunción 2011, XXII, Cádiz 2012.

[2] Como el presidente José Mujica, que no estuvo en Asunción ni en Cádiz, o como Rafael Correa, que ha dicho que le ve sentido a esas cumbres.

 

*Cofundadora de Razón Pública. Para ver el perfil

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