La venta de la ETB: ¿finanzas o ideología? - Razón Pública
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La venta de la ETB: ¿finanzas o ideología?

Escrito por Rafael Orduz

Sede de ETB en el centro de Bogotá.

Rafael OrduzLas cifras muestran grandes cambios en las telecomunicaciones y la dificultad creciente de ETB para  sobrevivir en este ambiente. Pero venderla a menosprecio no es la solución. Más bien podrían buscarse alianzas estratégicas y una venta parcial.

Rafael Orduz*

La historia (casi) se repite

Otra vez está sobre la mesa el proyecto de venta de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).

Enrique Peñalosa, el mismo alcalde que en el año 2000 canceló el proceso de venta, solicitó este año la autorización al Concejo de Bogotá para vender las acciones del Distrito en la empresa. Según Peñalosa, en 2000 los interesados en la ETB, Telefónica de España y Telecom Italia, habían decidido no participar en la puja; pero según concluyó El Tiempo, “el procurador Jaime Bernal Cuéllar dijo que la verdadera razón fue el descubrimiento de serias irregularidades en el proceso y anunció investigaciones para varios funcionarios, incluido Peñalosa”.

Ahora el propósito del alcalde se hizo oficial en el acto de radicación del Plan de Desarrollo el pasado 28 de abril. Según este, los recursos obtenidos por la enajenación total o parcial de las acciones de ETB contribuirían a financiar el Plan de Desarrollo.

Quince años después las posturas ideológicas alrededor del tema están intactas. Lo que sí ha cambiado entre las dos alcaldías de Peñalosa es el mercado de las telecomunicaciones en el mundo, así como las cifras de ETB, que van en picada.

Revolución mundial

El Alcalde Mayor, Enrique Peñalosa.
El Alcalde Mayor, Enrique Peñalosa.
Foto: Alcaldía Mayor de Bogotá

Empresas como ETB pertenecen al sector de las telecomunicaciones. Por lo tanto son parte de un ecosistema -el de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)- sujeto a dramáticos cambios en las tecnologías digitales, en los patrones de consumo y en la estructura de empresas productoras de bienes y servicios TIC.

El reto es sustituir los ingresos decrecientes de la telefonía tradicional por nuevas ventas.

Por ejemplo el número de usuarios de internet en el planeta pasó de 400 millones en el año 2000 a 3.200 millones a fines de 2015. Las empresas de telecomunicaciones que hoy compiten en el mercado son las principales responsables de las impresionantes inversiones en infraestructura requeridas para ofrecer conectividad a cerca de la mitad de la humanidad.

Las empresas de telecomunicaciones “clásicas” del tipo ETB (llamadas “telcos”) nacieron y crecieron en todo el mundo para ofrecer el servicio de telefonía básica conmutada local y de larga distancia. Fueron predominantemente de capital gubernamental y gozaron por décadas de monopolios regionales y nacionales para vender sus servicios.

Pero los avances tecnológicos a partir del decenio de 1980 y luego el inicio comercial de internet y el crecimiento de la telefonía celular, pusieron en jaque a los modelos de negocios de las telcos tradicionales.

La necesidad de capital, de actualización tecnológica y de recreación del portafolio de servicios de telecomunicaciones motivó la privatización de varios íconos públicos de las telecomunicaciones en el mundo. Los casos de algunas telcos europeas (Deutsche Telekom, France Telecom, British Telecom, Telefónica España, Telia –Suecia- y Sonera –Finlandia) ilustran la situación. Estas empresas son hoy privadas total o parcialmente y se han convertido en multinacionales regionales o globales.

Este revolcón empresarial ha estado signado por alianzas, adquisiciones, penetración de mercados a escala regional y global mediante la oferta de múltiples servicios de telecomunicaciones que compiten en mercados cada vez más abiertos y dominados por multinacionales poderosas.

Colombia cambió

Los cambios en Colombia también están a la vista. El país tenía, en el año 2000, 874 mil usuarios de internet, lo que para la población de la época representaba el 2,2 por ciento. Por su parte, el número de suscripciones móviles era de solo 2,3 millones.

A fines de 2015 el número de conexiones de internet de banda ancha ascendía a 12,4 millones, lo que significa que alrededor de 30 millones de colombianos tienen acceso a internet. La penetración por número de habitantes es superior al 60 por ciento.

El número de suscripciones a la telefonía móvil en diciembre de 2015 fue de 57,3 millones, 25 veces más que hace 15 años. De ellos, 14 millones cuentan con acceso a internet móvil (incluyendo 2G, de baja velocidad).

El mapa de los operadores tradicionales fue sustituido, principalmente, por Claro, Telefónica y Tigo, y complementado por jugadores maduros en el servicio de televisión (como Direct TV).

Actores de nuevo tipo le compiten a todo tipo de telcos: Netflix pone en jaque a los proveedores locales de servicios de televisión y Skype o Messenger están acabado de sepultar cualquier residuo de larga distancia.

El oxígeno se acaba

Veinte años atrás, ETB era la “dueña” de las comunicaciones en Bogotá, aunque durante la década de 1990 dejó de ser monopolio en su negocio de telefonía local básica conmutada. Solo le mordían mercado Capitel (de Telecom) y EPM Bogotá.

En 1998 ETB ingresó al mercado de larga distancia, hasta entonces monopolio de la antigua Telecom, junto con Orbitel (EPM) y se convertía en una empresa de cobertura nacional. Además llegó a tener cerca de 2 millones de suscriptores locales de telefonía fija (hoy son 1,3 millones).

En este contexto de competencia creciente, revolución tecnológica en un mercado global de telecomunicaciones, reorganización de los operadores a escala global y local, y profundos cambios en el consumo, el reto es sustituir los ingresos decrecientes de la telefonía tradicional por nuevas ventas en los mercados relacionados con internet, valor agregado, TV y móviles, entre otros.

Pero ¿tiene ETB el oxígeno para ello? Procurando enfrentar el reto, la empresa tuvo una serie de hitos destacables en lo que va del siglo:

  • La emision de acciones en 2003 que le permiten ingresar a la BVC que va del siglo: emiside la compañentes de diferentes fuentes fuernon ón de acciones en 2003 que le permiten ingresar a la Bolsa de Valores de Colombia;
  • Contar con un sistema moderno de gobierno corporativo (personas jurídicas y naturales pasaron a tener el 11,6 por ciento de las acciones de la empresa);
  • La unidad de marca para emprender estrategias comerciales competitivas;
  • La creación, junto con EPM, de la empresa Colombia Móvil y el lanzamiento de la marca Ola;
  • La venta del 50 por ciento más una acción en Colombia Móvil a Millicom (posteriormente fue vendida la participación de ETB a sus antiguos socios);  
  • Inyectar fondos al pasivo pensional (el 85 por ciento ya estaba financiado en 2012)
  • Un plan de inversiones superior a los dos billones de pesos durante los últimos tres años.

Los ingresos caen

Sede de Telefónica en Madrid, España.
Sede de Telefónica en Madrid, España.
Foto: Wikimedia Commons

Cualquier indicador financiero está basado, finalmente, en las ventas. Y las ventas de ETB registradas en 2015 son inferiores a las registradas en 2008, a pesar de una considerable inversión de 2,1 billones de pesos entre 2013 y 2015 en infraestructura de fibra óptica, televisión interactiva digital y telefonía móvil.

Ingresos totales de la ETB (en miles de millones de pesos corrientes)

 

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

Total

1484

1438

1467

1437

1344

1362

1364

1433

Fuente: Informes financieros ETB, Portal de la ETB.

En su momento las inversiones en el proyecto Nplay – cercanas a un billón de pesos- se justificaron con la expectativa de conexión de 10.000 hogares en 2013, 153.000 en 2014 y 146.000 en 2015. Pero en realidad al finalizar 2015 el total acumulado fue de apenas 111.000. La Contraloría de Bogotá dijo a este respecto que “se realizaron grandes inversiones para capturar sólo un 40% de las metas planeadas y sólo un 9% del mercado potencial”.

La rentabilidad operativa de las empresas suele medirse con el EBITDA (earnings before interest, taxes, depreciation, and amortization) es decir, los beneficios antes de intereses, impuestos amortizaciones y depreciaciones. En el caso de la ETB, de niveles superiores al 50 por ciento en 2008, este indicador cayó a 41 por ciento en 2014 y se desplomó al 28 por ciento en 2015.

Es decir que los ingresos no aumentan pero los gastos suben, incluyendo las nóminas y contratos de la coyuntura política y los sobrecostos en la inversión.

El informe de Fitch Ratings del pasado 28 de abril calcula el EBITDA de ETB en 11,8 por ciento al finalizar 2015. La realidad, más allá de los debates de la ideología, es que ETB ve reducir, año tras año, sus ingresos por concepto de telefonía, mientras el aumento de ingresos en los rubros de los móviles, fibra óptica y TV es mínimo.

¿Hora de un cambio?

El debate no debería consistir en si la ETB debe privatizarse o seguir siendo patrimonio público. Que siga en manos del gobierno distrital en las condiciones de los últimos años conducirá, simplemente, a su segura desvalorización, como lo advierte la Contraloría de Bogotá y lo certifica Fitch.

Si se va a vender un activo, hay que ponerlo por las nubes.

Pero el planteamiento simplista de venderla para contribuir a financiar el Plan de Desarrollo 2016-2020, insinuando precios bajos (como lo ha hecho el alcalde Peñalosa), es un despropósito que también la devalúa. Si se va a vender un activo, hay que ponerlo por las nubes, mejorando su rentabilidad operacional, reduciendo gastos y afilando la estrategia comercial. Pero las comunicaciones y la pedagogía no son el fuerte del alcalde.

Además, el Plan de Desarrollo 2016-2020 es contradictorio porque en el artículo 126 aparece que el Metro se financiará con recursos de ETB y el Acueducto (696 mil millones de pesos durante el cuatrienio), pero en el artículo 128 se habla de la venta de las acciones del Distrito en ETB. ¿Al fin qué?

Peñalosa ha aceptado la posibilidad de venta parcial de la ETB. En este caso el Distrito puede vender parte de su participación accionaria, conservar una participación minoritaria y recibir dividendos a partir de la operación de una empresa renovada.

Además deberían explorarse las alianzas con socios estratégicos que tengan el músculo financiero y la destreza tecnológica para incursionar con éxito en contextos donde no solo desaparecerá la telefonía fija tradicional, sino que las formas y usos de internet serán predominantemente móviles.

Los activos potenciales de ETB son enormes si se les aprovecha y los posibles nuevos servicios de valor agregado a partir del uso de sus redes y del conocimiento de sus clientes pueden darle al Distrito recursos importantes en el futuro con una posición accionaria minoritaria.

 

* Economista de la Universidad de los Andes, Doctor en Economía de la Universidad de Göttingen, Alemania, viceministro de Educación (1991-1993), senador del Partido Visionario (1998-2002), presidente de ETB (2004-2008) y actual Gerente Fundación Compartir.

twitter1-1@rafaordm

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