La crisis del sistema de salud no es una novedad. Pero en vez de buscar soluciones, el ministro se ha dedicado a complicar la crisis. ¿Será el fin del sistema?
Giovanni Jiménez Barbosa*
Una crisis anunciada
En Crónica de una Muerte Anunciada Gabriel García Márquez narró el asesinato de Santiago Nasar a manos de los gemelos Vicario. Aquella muerte no fue casual, fue premeditada y proclamada por quienes la iban a cometer sin que la víctima se enterase y sin que nadie actuara para prevenirlo.
Algo semejante está sucediendo con el sistema de salud colombiano.
La crisis del sistema de salud no es un hecho coyuntural ni silencioso. De hecho, muchos estudios la han advertido. Se trata de un cúmulo de años de desmedros tanto del gobierno actual como de los anteriores, así como de las EPS y de las entidades encargadas de prestar los servicios (IPS).
La suma de intereses particulares
Desde un punto de vista académico, las deficiencias en la atención en salud que padecen los colombianos son el resultado de lo que los economistas denominan un “juego suma cero”.
En este tipo de juegos cada actor trata de obtener resultados particulares, individuales y egoístas, dejando de lado el objetivo común de generar valor, es decir, en este caso, la garantía del derecho fundamental a la salud.
Surge entonces un pasarse la pelota o el traspaso de responsabilidades entre el Ministerio, las EPS y las IPS, donde cada uno defiende sus intereses políticos y/o económicos. Desatienden las necesidades de los afiliados, quienes en última instancia solo encuentran solución a través de quejas y reclamos y/o solicitando amparos de tutela ante los jueces.
Y es que para establecer si los recursos del sistema son suficientes es esencial tener una información veraz sobre el gasto en salud. Mientras no se tenga claridad al respecto, todo acuerdo al que se llegue se hará sin evidencia
La situación que expone la carta enviada por las EPS Compensar, Sanitas y Sura no es una novedad, sino la agudización de la enfermedad crónica que ha afectado al sistema de salud; la casi consumación del crimen de este Santiago Nasar llamado sistema de salud. Una agudización que se manifiesta en una crisis financiera que amenaza la prestación de servicios, medicamentos y procedimientos a los usuarios de las EPS e IPS.

El origen del mal
Pero ¿cómo se ha llegado a este “sistemicidio”? No es fácil hacer el peritazgo forense, pero este podría intentarse desde dos enfoques: desde las deficiencias del Estado colombiano para brindar condiciones de vida tales que disminuyan la probabilidad de enfermarse, o desde las fallas en la estructuración, funcionamiento y financiamiento del sistema.
Dado la complejidad del tema, abordaré solo la segunda. El sistema de salud colombiano es sui generis, pues su objetivo es la cobertura universal mediante un modelo financiero basado en la solidaridad de empleadores, trabajadores y Estado, que permite que todos los colombianos tengamos derecho a recibir los servicios, procedimientos y medicamentos del Plan de Beneficios en Salud (PBS).
Es un modelo definitivamente alejado del que suele llamarse “neoliberal”, ya que en este solo tienen acceso los que tengan capacidad económica: exactamente lo contrario de lo que propone el sistema de salud colombiano.
Sin embargo, los beneficios esperados de ese mecanismo financiero chocan con la realidad de que muchos colombianos no tienen un verdadero acceso a la atención en salud, especialmente aquellos que habitan en zonas rurales con altos porcentajes de población dispersa y pequeños municipios.
La ausencia o la deficiencia de las infraestructuras de salud, de personal, de suministros y la falta de apoyos sociales para sus desplazamientos a los lugares donde serán atendidos son muros infranqueables que ponen en riesgo su vida.
Se suman dificultades que afectan incluso a los usuarios de las ciudades, como barreras administrativas, geográficas, de falta de personal de salud suficiente que se expresan en trabas en las autorizaciones, cierres de agendas y la atención en centros lejanos del lugar de residencia de los usuarios, en particular para servicios de especialistas.
¿Cuánto dinero hace falta?
Resolver la mayoría de estos problemas parte de dilucidar si los recursos que el gobierno destina para financiar la Unidad de Pago por Capitación (UPC), los Presupuestos Máximos, los recobros y las actividades de promoción y prevención son suficientes.
Al respecto existen diferentes posiciones. Desde la expresada por la exministra Carolina Corcho, quien afirma que la UPC es suficiente y que es excesivo el porcentaje que las EPS toman de la UPC para gastos de administración de acuerdo con la Ley 1438 de 2011; hasta la expuesta por las EPS en la carta dirigida a Guillermo Jaramillo, ministro de salud, en julio, en la que afirman que los recursos alcanzarán para atender a sus afiliados solo hasta septiembre.
Una de las principales causas de esta divergencia probablemente sea la falta de un sistema de información que permita establecer el gasto real en salud de las EPS e IPS.
En ese sentido, cobra absoluta relevancia lo acordado en la reunión que tuvo lugar el 23 de agosto entre los representantes de Compensar, Sanitas y Sura y el ministro de Salud, donde se decidió crear mesas de trabajo que evaluaran la suficiencia de la UPC, entre otros temas.
El éxito de estas mesas dependerá, por un lado, de la intencionalidad del gobierno y las EPS para llegar a acuerdos dejando de lado los epítetos que ambas partes han usado y, por otro lado, de la calidad de la información sobre la cual se realicen los análisis y se tomen las decisiones consiguientes.
Además de ser forense del sistema de salud, un ministro debe ser proactivo para evitar su colapso, buscando soluciones concertadas con todos los actores, sin denostar y sin prejuicios.
Y es que para establecer si los recursos del sistema son suficientes es esencial tener una información veraz sobre el gasto en salud. Mientras no se tenga claridad al respecto, todo acuerdo al que se llegue se hará sin evidencia que la soporte y causará dudas.
El desconocimiento del ministro
Pero la esperanza de iniciar un proceso de diálogo y concertación se opacó por las duras declaraciones del ministro de Salud en la rueda de prensa del 24 de agosto: dijo que si las EPS no continúan sus labores a partir de septiembre, el plan de contingencia será atender a los pacientes en las clínicas y que el pago lo realizará directamente la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES).
Un plan que parece más una improvisación, pues olvida que la ADRES no está preparada para gestionar los procesos de recepción, auditoría y pago de las cuentas que resultarán de atender a trece millones de afiliados.
Claramente el ministro desconoce las lógicas del aseguramiento en salud, y sobre todo la complejidad en la atención de pacientes con enfermedades crónicas y degenerativas, quienes aumentarían el riesgo de fallecimiento a causa de la interrupción de su tratamiento.
Parece dar crédito y querer hacer realidad las palabras de la exministra Corcho: “tiene que haber una crisis explícita, clara, que le permita a la sociedad entender que se requiere el cambio”.
Además de ser forense del sistema de salud, un ministro debe ser proactivo para evitar su colapso, buscando soluciones concertadas con todos los actores, sin denostar y sin prejuicios.
Estas discusiones deben ser independientes de la aprobación o no de la reforma a la salud y se debe regir por el marco normativo existente.
La misión del ministro debe ser preocuparse genuinamente por el bienestar de los colombianos y no hacer de la vida de todos ellos un balón político. De no actuar así estaría condenando a muerte al sistema tal vez inconscientemente, como Placida Linero lo hizo por error con su hijo Santiago Nasar: “«Pensé que querían meterse para matarlo dentro de la casa», me dijo. Entonces corrió hacia la puerta y la cerró de un golpe.”
Esperemos que el ministro no cierre esa puerta. Ojalá no desoiga el ulular de aquellos quienes, como los hermanos Vicario, guiados por ideología y no por las evidencias plantean la destrucción del actual sistema, sin contemplar los impactos sobre la salud de los colombianos. Ojalá que de la mano de todos los actores, especialmente los pacientes, encuentre las respuestas para evitar que se consuma la muerte anunciada del sistema de salud.
¡Es el momento de la sabiduría y no de la impulsividad! Ministro Guillermo Alfonso Jaramillo: ¡es la hora de demostrar que usted tiene esa sabiduría y el liderazgo para reencausar el sistema y garantizar el derecho fundamental a la salud!
41 Comentarios
Gracias al profesor Giovanni Jiménez por su publicación, me parece muy interesante la analogía que hace con «Crónica de una muerte anunciada», pues, aunque trate de temas completamente diferentes es exactamente la narración de como el gobierno Colombiano deja sus hijos (El pueblo) muera. La crisis que están atravesando las diferentes entidades de salud es un tema que debería interesarnos a todos, pues, gracias a esto en un tiempo cercano (muy cercano), nos veremos obligados a tener que «pelear» por nuestra salud, como si el derecho a ello no existiera en este país, como bien lo dice Giovanni, no es posible que tengamos que discutir por la entrega de un medicamento que es de suma importancia para una persona que este en un estado de salud critico. Además, si lo vemos desde otro punto de vista, los trabajadores de dichas empresas quedaran sin empleo, lo cual desde el punto de vista económico del pais es una baja importante, pues aumentará el índice de pobreza y las pocas ofertas laborales (que de por sí ya hay). Agradezco por la publicación de articulo.
A mi modo de ver, la metáfora de “Crónica de una Muerte Anunciada Gabriel García Márquez” utilizada por el autor Giovanni como la muerte anunciada del sistema de salud, resulta conveniente para dar una introducción del problema grave que está pasando en la actualidad, en la que se está violentado el derecho fundamental de la salud de los colombianos, dónde se aclara que aunque están las leyes no se cumplen, dando un ejemplo real de la metáfora donde nadie actúa para prevenir, ya sea por falta de información o por otras causas, pero a pesar de ello sí existen autores como este, en el que al menos la víctima puede conocer la situación actual.
Está claro que se observa una realidad de Colombia en la que no solo pasa en la salud, en el que el gobierno se tiene un mayor interés en el objetivo común de generar valor egoístamente. También, me parece interesante cuando se habla del sistema de salud en las zonas rurales, en la que no se garantiza un buen servicio en la estructuración, funcionamiento y financiamiento del sistema, en el que a pesar de todos los gobiernos que han pasado por el país han mantenido “ojos y oídos cerrados».
Gracias profesor Jiménez por el panorama que expresa en la publicación, puesto a que con esta publicación se logra tener una mejor visión del gran riesgo a la salud para pacientes que están en tratamiento y que necesitan constante atención medica, en el caso de que se cumpla la declaración del Ministro, de que sea el ADRES quién atienda a los pacientes. Porque si bien es cierto que obtener citas para especialistas, cómo por ejemplo Gastroenterología, es una tarea imposible (al pasar más de 6 meses sin que halla disponibilidad para atención en la Subred Sur de Salud), la relación entre el ministerio, IPS y EPS, debe ser de mejora en gestión administrativa, para poder prestar una atención a la salud óptima, y no un evento, que se puede catalogar en el argot popular como: «una pelea de niños pequeños», dónde se lanzan la pelota de la responsabilidad de unos a otros, dejando a las verdaderas víctimas padeciendo tormentosas enfermedades, sin siquiera poder agendar una cita médica, por falta de agenda.
El aporte de esta publicación realizada por el profesor Giovanni Jiménez, trae a colación la decadencia progresiva que ha tenido la gestión de la salud de los colombianos, que conforme transcurren los años se denota más precaria y con falencias adicionales. Enfatizando el ‘negocio’ actual que se ha convertido la salud, guiada por intereses políticos y económicos, los cuales han permeado esta situación evidenciándose casos de corrupción con dineros públicos, clientelismo, todo por medio de procesos administrativos interminables que contribuyen a esta afectación. Las EPS e IPS resaltan y manifiestan que los dineros que son destinados a gastos administrativos son insuficientes, y en contraparte el gobierno manifiesta que el dinero es suficiente pero que estas EPS e IPS demandan un porcentaje más elevado, en lo cual existe el desacuerdo; de este modo los actores responsables únicamente se culpan de unos a otros pero no realizan mayores acciones encaminadas al mejoramiento de las condiciones de salud actual de los colombianos. Esta situación ha logrado permanecer durante años y años, lo único que conoce la población son las situaciones degradantes que viven para acceder a este derecho vital teniendo que recurrir a peticiones como tutelas y demandas para acceder al sistema de salud, debido a que públicamente no se reconocen cuales fondos poseen, administran y demandan las EPS e IPS para su funcionamiento, por lo cual no es un proceso transparente y que permita que la población realice veeduría de gastos públicos, lo cual conlleva aún más posibles casos de corrupción a costa de la salud de los colombianos. De manera personal destaco el comentario realizado por el autor de la publicación <>, esto debido a que se ha tergiversado la información denotando que deben haber reformas aprobadas para la implementación de mejoras en el sistema de salud, cuando deben ser temas independientes, las reformas conllevaran beneficios a corto plazo mientras que las reformas lo lograran a largo plazo, es decir los cambios deben reflejarse desde ahora que todos los integrantes de la sociedad podamos acceder a este derecho vital.
Agradecimientos al autor por esta publicación.
Es lamentable ver la situación crítica que esta pasando nuestro sistema de salud aquí en Colombia. En vez de brindarnos el derecho a la salud y a la vida, lo cual debería ser el principal motivo por los cuales tenemos presentes los sitios de atención medica, se le da mayor prioridad al dinero e intereses que las personas a cargo del liderazgo de las entidades medicas como las Eps e Ips o de los puestos del ministerio de salud (Guillermo Alfonso Jaramillo), en vez de sentir empatía y solidaridad por las personas que se presentan con malestares buscando su mejoría en estos establecimientos. también cabe destacar la falta de atención por parte del gobierno, tanto de la presidencia que propone y ejecuta planes y estrategias a nivel nacional, como del senado de la república, ya que deberían estar haciendo control político e investigativo a este tipo de casos en los que las personas que están a cargo de una dependencia o en este caso de un misterio, deberían estar capacitadas o siendo monitoreadas para ver a fondo la efectividad y mejoría de la administración de estos establecimientos en su atención para nuestro pueblo.
la crisis en el sistema de salud colombiano refleja la consecuencia de años de desatención gubernamental y falta de colaboración entre entidades. La metáfora del «juego suma cero» destaca cómo los actores buscan intereses individuales en detrimento del derecho fundamental a la salud. La falta de transparencia en el gasto y las dificultades de acceso tanto en zonas rurales como urbanas resaltan la necesidad de un enfoque integral. El llamado a la colaboración y decisiones basadas en evidencia es crucial, mientras que la respuesta del ministro refleja la importancia de un liderazgo informado y a largo plazo. Como estudiantes, aprendemos la complejidad de los sistemas y la necesidad de involucrarnos en soluciones colaborativas para problemas sistémicos que impactan a la sociedad en general.
El texto presenta una opinión contundente y crítica sobre la crisis en el sistema de salud colombiano. El autor compara la situación actual con la trama de la novela «Crónica de una Muerte Anunciada» de Gabriel García Márquez, haciendo alusión a que la crisis en el sistema de salud no es casual sino que ha sido premeditada y anunciada por múltiples estudios y advertencias. La forma en la que el autor aborda la discusión sobre si los recursos destinados al sistema son suficientes y señala la falta de información precisa sobre el gasto en salud de las EPS e IPS me parece muy pertiente . Se menciona una reunión entre representantes de EPS y el ministro de Salud para abordar este tema, aunque se expresa preocupación sobre la calidad de la información y la falta de un enfoque colaborativo
La crítica se centra en las declaraciones del ministro de Salud y se cuestiona su comprensión del sistema y su capacidad para encontrar soluciones efectivas. Como dice el autor hay subrayar la importancia de que el ministro sea proactivo y trabaje en conjunto con todos los actores involucrados en lugar de convertir el sistema de salud en un asunto político. La comparación con los hermanos Vicario de la novela resalta la necesidad de tomar medidas antes de que sea demasiado tarde.
El texto presenta una opinión contundente y crítica sobre la crisis en el sistema de salud colombiano. El autor compara la situación actual con la trama de la novela «Crónica de una Muerte Anunciada» de Gabriel García Márquez, haciendo alusión a que la crisis en el sistema de salud no es casual sino que ha sido premeditada y anunciada por múltiples estudios y advertencias. El autor aborda la discusión sobre si los recursos destinados al sistema son suficientes y señala la falta de información precisa sobre el gasto en salud de las EPS e IPS. Se menciona una reunión entre representantes de EPS y el ministro de Salud para abordar este tema, aunque se expresa preocupación sobre la calidad de la información y la falta de un enfoque colaborativo. .
La forma en la que el autor centra la critica en las declaraciones del ministro de Salud y se cuestiona su comprensión del sistema y su capacidad para encontrar soluciones efectivas me parece muy importante. De igual manera como menciona el autor hay que subrayar la importancia de que el ministro sea proactivo y trabaje en conjunto con todos los actores involucrados en lugar de convertir el sistema de salud en un asunto político. La comparación con los hermanos Vicario de la novela resalta la necesidad de tomar medidas antes de que sea demasiado tarde.
Personalmente pienso que la reforma a la salud en Colombia ha generado un debate intenso que ha conllevado a diversas discusiones a los ciudadanos . Aunque esta busca mejorar el sistema, no falta preocupación por posibles complicaciones en la transición, como la posibilidad de afectación de la calidad de atención y el aumento de costos para los usuarios. Es crucial que se aborden estas inquietudes de manera efectiva para evitar que la reforma empeore la situación actual en lugar de mejorarla.
Me pareció muy importante el tema del artículo, ya que el tema de la salud, es algo que nos atañe a todos de una u otra forma. De igual manera opino que la polémica que generó el ministro de salud, es muy angustiante porque no encuentra problema alguno para los usuarios si se da la quiebra de las eps, teniendo en cuenta que en el presente y a futuro, esto no afectaría a personas con recursos económicos altos, pero sí a aquellas que desde ya, viven la recriminación de su derecho a la salud, viviendo en zonas rurales o sin la posibilidad de acceder a medicamentos. Por ultimo me parece importante mencionar que estos cambios en la salud más que cerrar brechas sociales y beneficiar a la ciudadanía, cierra la posibilidad al acceso a la salud y al empleo que prestan muchas entidades de este campo.
Me parece muy acertado el artículo. Desde el área de salud los sobrecostes suelen ser pan de cada día y la nula claridad en las transacciones solo dañan más al ya dañado sistema.
La comparación que hace el profesor Jiménez entre la crisis que enfrenta (y que ha enfrentado durante décadas) el sistema de salud colombiano y la novela de Márquez: Crónica de una muerte anunciada, se ajusta perfectamente al panorama que vive hoy Colombia con respecto al tema de la salud. El pueblo colombiano, entidades públicas y privadas no son ajenas a la situación y han sido advertidas por múltiples expertos de un inminente colapso que se ha ido gestando por diferentes motivos: desviación de recursos, intereses propios, diferencias políticas, ideologías, etc. Dejando a un lado, desde una perspectiva egoísta e ilegal, el derecho básico a la atención de la salud, olvidando que se trata de vidas, y se pierde el enfoque humano. Mientras no se tenga una actitud conciliadora, y se ahonde en los puntos necesarios para poder reparar el sistema sin permitirse tocar fondo, la sociedad seguirá pagando los platos rotos, muchos probablemente hasta con sus vidas.
La salud es uno de los pilares mas importantes en una sociedad, es una necesidad que todos (sin importar estrato, profesión) tenemos y adquirir a esta es un derecho que toda la población Colombiana debería tener. Tristemente nunca ha sido la situación de este país, como menciono el profesor Giovanni Jiménez, durante años la población rural es la que se ha visto gravemente afectada sin tener un verdadero acceso a la salud, una alta deficiencia en infraestructura, personal, suministros y falta de apoyo para los desplazamientos. Al presentarse tanta falta de interés en mejorar estos problemas, millones de campesinos (los principales habitantes de las áreas rurales) son los que se ven en necesidad y, al igual que la salud, esta población es otro pilar para nuestra sociedad, son los que mantienen en parte la economía de nuestro país, encargándose de cultivar y distribuir los productos que llegan a nuestros hogares.
Es NECESARIO que toda la población demuestre interés para que en un futuro este derecho sea realmente de todos los Colombianos y no empeore aun mas la situación.
El mayor aspecto problemático es la falta de regulación efectiva y supervisión adecuada por parte de las autoridades gubernamentales. Las EPS han operado con un margen de maniobra significativo y, en algunos casos, han priorizado sus intereses financieros sobre la atención a los pacientes. Se necesita una mayor supervisión y control para garantizar que las EPS cumplan con sus responsabilidades de proporcionar servicios de salud de calidad.
Además, el sistema de salud colombiano ha enfrentado dificultades financieras crónicas. La falta de recursos adecuados ha llevado a atrasos en los pagos a los proveedores de servicios de salud, lo que a su vez ha afectado la disponibilidad de servicios médicos esenciales.
Profesor Giovanni Jiménez, se me hizo bien complejo comenzar leyendo otro artículo, a aquel que llevaba por nombre “La salud: crónica de una muerte anunciada”, y al igual que aquel lector que se halla inmerso en las líneas escritas por García Márquez sobre la muerte de Santiago Nasar, nos hallamos cada uno de los 50 millones de colombianos, a la espera de que en algún momento de la historia alguien logre darle a entender a Santiago Nasar que corre peligro, o por el contrario logre detener a los hermanos Vicario, aunque consientes que desde el principio se ha dado por hecha su muerte, tal cual será nuestra historia, nadie sacrificara su vida, sus intereses políticos o económicos, por detener a los hermanos Vicario y mucho menos por salvar nuestro sistema de salud actual, habrán aquellos que lo intentarán como Luisa Santiaga o Placida Linero, quienes llegarán tarde, o su esfuerzo terminará siendo en vano, pues el futuro de nuestro Santiago Nasar (Sistema de Salud), ya está escrito, y será su muerte.
Gracias profesor por tan maravillosa analogía.
Es preocupante saber la cantidad de problemas que se presentan en el sistema de salud y la cantidad de personas que se ven afectadas por lo que puede ser un mal manejo del dinero ya que como se menciona en la noticia, no hay un conocimiento seguro sobre los gatos que maneja una EPS, además del desconocimiento del ministro sobre sería casi imposible el mantenimiento de parte de ADREN a los 13 millones de afiliados que llegarían al tomar acciones de inactividad de las EPS.
Realmente es un problema que se ha dejado agrandar por muchos años como lo expone Jiménez y es alarmante ver cómo en un país la salud es un beneficio más que un derecho, muchas gracias por compartir la noticia y dar a conocer este tema que afecta a gran parte de la población colombiana.
Es muy interesante cómo el doctor Giovanni Jiménez Vargas hace un análisis reflexivo entorno a la crisis presente en el sistema de atención de salud en Colombia. En este caso, comparto la opinión de que no es posible que diversas entidades como el gobierno y las EPS insistan en mantener esta precaria situación con fines egoístas y por los cuales se puedan ver afectada la salud de los ciudadanos.
También destaco la falsa «imagen» de un manto universal que cobija a todos, según el sistema de atención médica colombiano. Pero, a su vez se encuentran frente a adversidades al proporcionar acceso equitativo a ese sistema, específicamente en áreas rurales y alejadas de ciudades o conglomeraciones.
Que el ministro de salud sea foco de atención no es sorpresa, ya que, en base al artículo, se reconoce y critica su desconocimiento y falta de intervención en el área. No parece comprender las consecuencias de no garantizar un buen sistema de salud y atención a la ciudadanía.
Comento que me llamó la atención el paralelo que se hace con «Crónica de una muerte anunciada» para hacer énfasis en la crisis del sistema de salud. Aludiendo a que este problema no se trata de un evento repentino o aleatorio, sino la consecuencia de una serie de problemas que vienen acumulándose.
Por último, se insta al ministro a actuar de forma proactiva para buscar soluciones con el fin de asegurar el bienestar de los ciudadanos, alejando la salud de los colombianos (que no es un juego) de los incidentes políticos que tienen o tuvieron lugar en algún momento en Colombia.
se pudo entender que la idea principal de la publicación es que el sistema de salud colombiano está enfrentando una crisis que ha sido anunciada y que está empeorando con el tiempo. El Giovanni Jiménez compara esta situación con la trama de «Crónica de una Muerte Anunciada» de Gabriel García Márquez, donde se predice la muerte de un personaje principal, Santiago Nasar, pero nadie toma medidas para prevenirla. Gracias a esta publicación se ve la argumentación de que esta crisis en el sistema de salud es el resultado de una serie de factores, como la falta de cooperación entre diferentes actores del sistema, intereses particulares que se anteponen al bienestar de los pacientes, deficiencias en la infraestructura de salud y la falta de información precisa sobre el gasto en salud. Giovanni Jiménez también critica la falta de liderazgo y comprensión por parte del ministro de Salud y hace un llamado a la necesidad de abordar la crisis de manera proactiva y colaborativa para garantizar el derecho fundamental a la salud de los colombianos.
Este problema se hizo mayor a raíz de la pandemia que hizo que las EPS tuvieran que empezar a gastar de su «ahorro» y esto llevó a que usaran más dinero para compensar el gasto que tuvieron durante los dos años de pandemia que afrontamos, además de que por la postura del ministro, las EPS veían como una pared hacia lo que necesitaban porque el ministro no les estaba ayudando ni dando opciones de contingencia para poder sobrellevar esa situación, a mi parecer el ministro no tenía intención de ayudar a las EPS pensando que no era un problema real o simplemente quería hacer la vista gorda; lo bueno es que el gobierno y/u otro(s) actor(es) ya pudieron darle más dinero a las EPS para que los 13 millones de afiliados a estas entidades no se vean vulneradas y puedan seguir haciendo uso de los servicios que necesitan.
Pero…. Las EPSs no gastaron adicional… Lo adicional quer gastan las EPSs lo debe dar el gobierno…. el gasto lo hizo el señor presidente de aquel entonces…. Todos los días pasaba un noticiero para hacerse propaganda… Gagamos memoria..
A mi modo de ver, la metáfora de “Crónica de una Muerte Anunciada Gabriel García Márquez” utilizada por el autor Giovanni como la muerte anunciada del sistema de salud, resulta conveniente para dar una introducción del problema grave que está pasando en la actualidad, en la que se está violentado el derecho fundamental de la salud de los colombianos, dónde se aclara que aunque están las leyes no se cumplen, dando un ejemplo real de la metáfora donde nadie actúa para prevenir, ya sea por falta de información o por otras causas, pero a pesar de ello sí existen autores como este, en el que al menos la víctima puede conocer la situación actual.
Está claro que se observa una realidad de Colombia en la que no solo pasa en la salud, en el que el gobierno se tiene un mayor interés en el objetivo común de generar valor egoístamente. También, me parece interesante cuando se habla del sistema de salud en las zonas rurales, en la que no se garantiza un buen servicio en la estructuración, funcionamiento y financiamiento del sistema, en el que a pesar de todos los gobiernos que han pasado por el país han mantenido “ojos y oídos cerrados».
A mi modo de ver, la metáfora de “Crónica de una Muerte Anunciada Gabriel García Márquez” utilizada por el autor Giovanni como la muerte anunciada del sistema de salud, resulta conveniente para dar una introducción del problema grave que está pasando en la actualidad, en la que se está violentado el derecho fundamental de la salud de los colombianos.
Dónde se aclara que aunque están las leyes no se cumplen, dando un ejemplo real de la metáfora donde nadie actúa para prevenir, ya sea por falta de información o por otras causas, pero a pesar de ello sí existen autores como este, en el que al menos la víctima puede conocer la situación actual.
Está claro que se observa una realidad de Colombia en la que no solo pasa en la salud, en el que el gobierno se tiene un mayor interés en el objetivo común de generar valor egoístamente. También, me parece interesante cuando se habla del sistema de salud en las zonas rurales, en la que no se garantiza un buen servicio en la estructuración, funcionamiento y financiamiento del sistema, en el que a pesar de todos los gobiernos que han pasado por el país han mantenido “ojos y oídos cerrados».
A mi modo de ver, la metáfora de “Crónica de una Muerte Anunciada Gabriel García Márquez” utilizada por el autor Giovanni como la muerte anunciada del sistema de salud, resulta conveniente para dar una introducción del problema grave que está pasando en la actualidad, en la que se está violentado el derecho fundamental de la salud de los colombianos, dónde se aclara que aunque están las leyes no se cumplen, dando un ejemplo real de la metáfora donde nadie actúa para prevenir, ya sea por falta de información o por otras causas, pero a pesar de ello sí existen autores como este, en el que al menos la víctima puede conocer la situación actual.
Está claro que se observa una realidad de Colombia en la que no solo pasa en la salud, en el que el gobierno se tiene un mayor interés en el objetivo común de generar valor egoístamente. También, me parece interesante cuando se habla del sistema de salud en las zonas rurales, en la que no se garantiza un buen servicio en la estructuración, funcionamiento y financiamiento del sistema, en el que a pesar de todos los gobiernos que han pasado por el país han mantenido “ojos y oídos cerrados».
Me parece interesante la analogía que Giovanni Giménez plantea en su artículo con la novela de García Márquez. Relacionando la mentalidad en la que como colombianos nos hemos sumergido en una serie de negligencias y dejamos morir a nuestro país al igual que la madre a su hijo en la novela de «crónica de una muerte anunciada». Pero algo característico en este artículo que en mi opinión vale la pena resaltar por su ligera diferencia de las otras miles columnas de opinión de este país, que de forma casi ajena se limitan a enunciar «que todo está mal y que siempre lo ha estado». Es aquella conclusión de este artículo. Dónde cambia un poco la perspectiva desde la cual Giménez está escribiendo y conecta con el sentimiento generalizado del Colombiano. Dónde no basta enunciar que la situación actual es compleja debido a que es absurdamente obvia y redundante. Es necesario ese llamado, ese grito que proclama mejores condiciones con la intención de que quizás está vez no tengamos que ver cómo nuestro país se desangra en nuestros brazos
Es muy interesante cómo el doctor Giovanni Jiménez Vargas hace un análisis reflexivo entorno a la crisis presente en el sistema de atención de salud en Colombia. En este caso, comparto la opinión de que no es posible que diversas entidades como el gobierno y las EPS insistan en mantener esta precaria situación con fines egoistas y por los cuales se puedan ver afectada la salud de los ciudadanos.
También destaco la falsa «imagen de un manto universal que cobija a todos, según el sistema de atención médica colombiano. Pero, a su vez se encuentran frente a adversidades al proporcionar acceso equitativo a ese sistema, especificamente en áreas rurales y alejadas de ciudades o conglomeraciones. Que el ministro de salud sea foco de atención no es sorpresa, ya que, en base al articulo, se reconoce y critica su desconocimiento y falta de intervención en el área. No parece comprender las consecuencias de no garantizar un buen sistema de salud y atención a la ciudadanía. Comento que me llamó la atención el paralelo que se hace con «Crónica de una
muerte anunciada para hacer énfasis en la crisis del sistema de salud Aludiendo a que este problema no se trata de un evento repentino a aleatorio, sino la consecuencia de una serie de problemas que vienen acumulandose. Por último, se insta al ministro a actuar de forma proactiva para buscar soluciones con el fin de asegurar el bienestar de los ciudadanos, alejando la salud de los colombianos (que no es un juego) de los incidentes politicos que tienen o tuvieron lugar en algún momento en Colombia.
Resulta deprimente aprender sobre el estado de descuido en el que se encuentra el sistema de salud publico en Colombia, y me resulta que posee varios paralelismos con otros aspectos públicos en Colombia, en especial la educación, pues notamos como en los sistemas de atención médica actuales ya no se trata al paciente como persona, así como al estudiante no se le trata como tal, sino que dentro del sistema neoliberal y mercantilista, simplemente se les ve como un «Cliente» o incluso como un activo, un «Asset» el cual determina el valor del sistema, esto obviamente choca con el concepto de una salud accesible para todos, enfatizando lo que se toca en parte del artículo, es este choque el cual causa la falta en los sistemas de salud, pues en su núcleo la salud publica busca proveer servicio a toda persona sin discriminación, tomando al paciente como individuo, pero aquellos que la manejan no parecen creer en ello, sino que al ver los pacientes como activos ven el tratamiento general como una perdida, por lo que para poder generar un cambio se requiere una reforma en este pensamiento capitalista que se tiene de la medicina, no debería ser percibida desde un valor económico, sino desde un valor social.
Me parece demasiado acertada la analogia que hace el profesor Giovanni con «Cronica de una muerte aunciada» porque para nadie es un secreto que el sistema de salud del pais esta por colapsar, pero aun asi a nadie parece importarle. Ni siquiera a los dirigentes de las entidades, quienes al parecer solo buscan un beneficio propio. Es de vital importancia que alguien que este verdaderamente capacitado se haga cargo de la situacion para evitar planes de contigencia tan poco acertados e improvisados como el propuso el Ministro de salud.
Una de las principales preocupaciones mencionadas en el artículo es la falta de claridad en cuanto a los recursos destinados al sistema de salud, que es algo que me llamó mucho la atención ya que el autor Giovanni Jiménez señala que es esencial tener información precisa sobre el gasto en salud para determinar si los recursos son suficientes. Es un tema del cual desde que estoy en el colegio se tiene una conciencia, en la cual se tiene la idea de que entre más uno pague mejor será atendido en un sistema de salud de la EPS, lo cuál no es mentira, tiene sus beneficios, pero lo que me parece extraño es que a pesar de que se asegura que la salud «gratuita» es igual de buena no se ven los mismos resultados de atención que cuando uno paga, cuando uno va por este tratamiento «gratis» normalmente no le dan adecuada atención según la institución por falta de personal, espacio o implementos. ¿No es contradictorio que a pesar que se supone que se le dedica una buena suma de capital a esta salud, no se vea reflejada correctamente en las personas que recurren a esta? eso genera una desconfianza grave y no dan ganas de pagar lo mínimo sin saber si en verdad lo que uno invierte se le será devuelto como corresponde. Gracias por la noticia
La noticia compara la situación de la salud del país con el libro «Crónica de una Muerte Anunciada», lo cual suena bien, pero no va más allá de un título llamativo, ya que no explica por qué se hace la comparación ni cómo se conecta con la crisis actual. Por otro lado, aunque se identifica un problema clave en el sistema de salud colombiano, la crónica carece de propuestas específicas para abordarlo. La crítica al Ministro de Salud se basa en suposiciones y no profundiza en las políticas específicas que podrían solucionar los problemas. Sería beneficioso que la noticia ofreciera soluciones más concretas en lugar de centrarse únicamente en la crítica.
Como lo refiere el articulo, las diferentes entidades no asumen la responsabilidad de brindar una solución al problema de salud inminente afectando así a la población media del país dando mucho de que hablar sobre estos acontecimientos, haciéndolo «un elefante en la habitación» o mejor dicho «crónica de una muerte anunciada» que provoca una serio abandono por parte del gobierno que debe velar por este recurso al que todos tenemos derecho, ¿podemos seguir con esto mas tiempo acaso?
Como el articulo indica las respectivas entidades se lanzan la responsabilidad como si fuera un juego cuando es de la salud de la población de la que se esta hablando siendo la misma un derecho fundamental para nosotros, causando una preocupante alerta sobre que tanto mas podremos aguantar esta indignante situación
Cómo lo dice el artículo las entidades se tiran la culpa como si de un juego se tratase, cuando es de la salud de la población la que se discute en esta situación, aún cuando la misma es un derecho que no se debería ni refutar lo cual hace más preocupante este tipo de problemas los cuales dejan como pregunta:
¿Que tanto más debemos soportar esta situación?
Si tenemos en cuenta las condiciones precarias del sistema de salud colombiano ponemos evidencia la realidad que expone la noticia, es insostenible. La mala regulación de los sistemas de salud y el desconocimiento de la población nos deja en un lugar desfavorecido para plantear estrategias en el mejoramiento de este sistema.
Interesante analogía realizada teniendo en cuenta las problemáticas actuales entorno al sistema de salud. Es indispensable que se reflexione sobre el camino que tomara el actual gobierno y si es o no el mejor camino para brindar a los colombianos un sistema de salud digno y de calidad. Es indispensable aclarar el presupuesto destinado para la salud y en donde se usa dicho presupuesto, el gobierno debe ser garante en la administración de estos presupuestos con el fin de mejorar el decadente sistema de salud actual.
La noticia es clara y concisa, nos hace entender de manera breve la situación en la que se encuentra ( y se ha encontrado) el Sistema de salud en Colombia. El gobierno, el ministerio de salud , las EPS, IPS y demas no les ha interesado la salud de las personas debido a que llevamos años con los mismos problemas y no han llegado a ninguna solución concreta, siendo un derecho fundamental para las personas. ¡Dejen de jugar con la salud de las personas! la importancia de considerar la salud como un derecho fundamental que no debería ser descuidado ni utilizado en juegos políticos o económicos. Es un llamado a la responsabilidad y a la acción para garantizar que se aborden de manera efectiva los problemas crónicos del sistema de salud en el país.
La noticia es clara y concisa, nos hace entender de manera breve la situación en la que se encuentra ( y se ha encontrado) el Sistema de salud en Colombia. El gobierno, el ministerio de salud , las EPS, IPS y demas no les ha interesado la salud de las personas debido a que llevamos años con los mismos problemas y no han llegado a ninguna solución, siendo un derecho fundamental para las personas. Deben dejar de jugar con la salud de las personas, la importancia de considerar la salud como un derecho fundamental que no debería ser descuidado ni utilizado en juegos políticos o económicos. Es un llamado a la responsabilidad y a la acción para garantizar que se aborden de manera efectiva los problemas crónicos del sistema de salud en el país.
La noticia es clara y concisa, nos hace entender de manera breve la situación en la que se encuentra ( y se ha encontrado) el Sistema de salud en Colombia. El gobierno, el ministerio de salud , las EPS, IPS y demas no les ha interesado la salud de las personas debido a que llevamos años con los mismos problemas y no han llegado a ninguna solución, siendo un derecho fundamental para las personas. Deben dejar de jugar con la salud de las personas, la importancia de considerar la salud como un derecho fundamental que no debería ser descuidado ni utilizado en juegos políticos o económicos. Es un llamado a la responsabilidad y a la acción para garantizar que se aborden de manera efectiva los problemas crónicos del sistema de salud en el país.
Un gobierno evita las crisis y debe ir dos pasos hacia adelante valorando todos los caminos ante cada decisión que se tome por el país, por lo que manifestar que la crisis es necesaria y buena para que la sociedad vea la necesidad del cambio no considero que sea una respuesta asertiva. El sistema de salud colombiano organizado en EPS e IPS permite a los colombianos con menores recursos acceso a atención de salud básica, sin embargo, gran parte de la población no puede acceder a estos, la reforma a la salud reduciría el porcentaje de personas con la capacidad para acceder a estos servicios. Es preocupante como en Colombia todo derecho fundamental se convierte en un privilegio.
La salud no es tema para improvisar, ni para ir hacia atrás, más allá de temas económicos, donde si hay vacíos y falencias. El sistema actual funcionaria realizando mejoras en cuanto a orden y educación, no dejando morir el sistema, que sus propios dirigentes no sean ignorantes ante la cotidianidad colombiana, que no solo se preocupen por el congresista encorbatado muy bien asalariado. si no en como el campesino o madre cabeza de hogar financiará una emergencia, en las horas de fila por esperas de medicamentos que se dan si estudios previos o por los largos turnos que realizan los médicos en los servicios de salud.
Como usuario de la salud pública en Colombia es fácil sentirse identificado con las analogías que deja Giovanni Jiménez al respecto, al comparar la tan anticipada caida de los sistemas público de salud con una novela como lo es «Crónica de una muerte anunciada», encontrando un punto en el que ambas convergen en la muerte de alguien (o algo, en este caso) que fue predicha desde mucho antes y apuntando a un claro culpable. Al ser del sector público lo primero que se nos ocurre es señalar al gobierno, y es que razones no faltan. Gracias a la mala administración que se le ha dado a el sector público de la salud sin tener en cuenta muchos factores que afectan a sectores muy específicos y grandes de la población a nivel macional, no había forma de que el sistema fuera de una real ayuda y mucho menos que cumpliera con la labor que se le atribuyó cuando fue creado.
Este artículo plantea preocupaciones profundas sobre la crisis en el sistema de salud colombiano. Destaca la importancia de abordar estas cuestiones de manera proactiva y colaborativa, buscando soluciones que garanticen el derecho fundamental a la salud de los ciudadanos. Además, subraya la necesidad de una información precisa y una comprensión profunda de la complejidad del sistema de salud para tomar decisiones acertadas con el futuro de estos sistemas.
La analogía con «Crónica de una Muerte Anunciada» de Gabriel García Márquez es magnifica, ya que ilustra cómo esta crisis ha sido anunciada y premeditada en lugar de abordada de manera adecuada. En última instancia, este artículo insiste al ministro de Salud a actuar con sabiduría y liderazgo para evitar que se cumpla la «muerte anunciada» del sistema de salud y proteger el bienestar de los ciudadanos colombianos.
Es muy interesante y curioso como el profesor Giovanni Jiménez relaciona y hace semejanza de la actual situación que afronta el sistema de salud con el libro Crónica de una muerte anunciada del escrito y periodista Gabriel García Márquez. Donde Jiménez comenta el desenlace que vive el actual sistema salud de Colombia que podría ser el mismo de la historia metafóricamente hablando ,sino se logra realizar una transformación del actual sistema y además también reconocer la raíz del problema que esta sucediendo y sobre el balance real del manejo económico que se lleva actualmente. Asimismo que se logre tomar responsabilidad de la situación entre de los administrativos y los que tiene voz, palabra, poder y control en el sistema de salud.
En este momento la situación de salud en Colombia presenta unas series de desafíos, dificultades y problemas que requieren de absoluta atención, prioridad, de buscar posibles soluciones y alternativas de manera urgente. Es de gran relevancia tener en cuenta que con esta problemáticas y desafíos se podría transgredir el derecho a la salud y la vida de la gran mayoría de ciudadanos, por ultimo cabe decir que hay apropiarse y prestarle atención a este tema del país que involucra a la mayoría de la población colombiana.
Gracias por su atención.