La nueva economía de Colombia según Fajardo, Petro y Gaviria
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La nueva economía de Colombia según Fajardo, Petro y Gaviria

Escrito por Jaime Acosta
nueva economía de Colombia 2022

Aquí se resumen las propuestas de los tres candidatos que se han tomado más en serio esta tarea.

Jaime Acosta Puertas*

Silencio sobre lo principal

En medio de un grupo tan grande de movimientos y precandidatos a la Presidencia, se ha hablado muy poco de propuestas y programas de gobierno. Esta falta de ideas es especialmente lamentable en relación con la pregunta o con el desafío principal que en realidad tenemos en Colombia: ¿qué nuevo país seremos en las décadas inmediatas y cuál nuestro lugar en la economía global de siglo XXI, a partir de elevar la productividad y los ingresos, y de abatir la inequidad, la violencia y la corrupción?

Apenas Sergio Fajardo, Gustavo Petro y Alejandro Gaviria han presentado propuestas, aunque unas más estructuradas que otras. Fajardo cuenta con una seria y muy detallada de 31 ejes temáticos que muestran un programa de gobierno maduro y estructurado. Por su parte, Petro y Gaviria han presentado iniciativas que son por ahora lineamientos generales y distan mucho de ser un plan de gobierno, que es lo que la ciudadanía necesita para decidir por quién votar. La diferencia en el nivel de elaboración de una propuesta para la nación es muy grande entre Fajardo frente a lo que hasta ahora presentan Petro y Gaviria.

Los candidatos que hacen parte del Equipo por Colombia y del Centro Democrático apenas han presentado piezas sueltas y breves, y no propuestas integrales. Por eso, este artículo se concentra en las ideas de Fajardo, Petro y Gaviria.

Sergio Fajardo

En su página web, este candidato presentó un plan de gobierno bastante detallado. Es imposible abordar todo su contenido, por lo cual me centraré en su propuesta económica y su relación con la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y el desarrollo regional.

El diagnóstico de Fajardo sobre el estado de la economía es corto, pero contundente. Nuestro sistema productivo no es innovador ni diversificado, aporta poco valor agregado a las exportaciones, y deja a las regiones en un segundo plano. Por eso el candidato propone un cambio en la especialización de la economía, que permita superar la dependencia de los recursos minero-energéticos con base en la investigación y la innovación, una fuerte inversión en educación con una formación STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas), una estrategia muy específica de educación en matemáticas, y un acceso pleno a la educación pública desde el preescolar hasta la universidad.

El gran error de política productiva de los últimos gobiernos, responsable de la alta informalidad, el desempleo, la pobreza, la baja competitividad y productividad, es el haber supuesto que todos los sectores son iguales y que por eso las acciones de política deben ser las mismas para todos.

Para ello, la política productiva tendrá dos agendas, en las cuales aún falta profundizar: una, para consolidar sectores o actividades estratégicas existentes y otra para impulsar sectores y actividades nuevas o incipientes con alto potencial de aumentar su productividad dado que se basan en tecnologías de alta complejidad. Los instrumentos para cada uno de estos grupos serán diferentes, porque sus características lo son.

Por eso esta política económica, está articulada con las de educación, ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento y desarrollo regional, permitirá tener algo que la ortodoxia neoliberal ha bloqueado hasta ahora: una estructura productiva en constante cambio a partir de focos o sectores estratégicos de las nuevas olas de innovación.

El gran error de política productiva de los últimos gobiernos, responsable de la alta informalidad, el desempleo, la pobreza, la baja competitividad y productividad, es el haber supuesto que todos los sectores son iguales y que por eso las acciones de política deben ser las mismas para todos. Por eso se impuso la equivocada idea de que la mejor política industrial es una buena política macroeconómica.

Dado que el centro de esta propuesta económica es el cambio estructural y tecnológico, tiene sentido duplicar o triplicar la inversión en investigación y desarrollo.

La propuesta de Fajardo en materia de ciencia, tecnología e innovación incluye crear los cinco centros de investigación sugeridos por la Misión de Sabios: agricultura, industria y servicios, salud, energías y medio ambiente, y bioeconomía. Estos centros estarán ubicados en las regiones de acuerdo con sus ventajas geográficas y productivas. Además, cada una de las Regiones Administrativas y de Planificación (RAP) –Pacífico, Caribe, Amazonía, santanderes, Llanos, Central y Cafetera– tendrán planes de ordenamiento productivo.

Adicionalmente, Fajardo propone articular estos y otros centros con la Agencia Nacional de Industrias de la Innovación (ACIINN), la cual está pensada exclusivamente para hacer investigación aplicada de la más alta complejidad en sectores intensivos en conocimiento, sobre todo de industrias y servicios avanzados.

Por eso extraña que en esta sección se haya incluido el turismo y las fábricas de productividad, como si se tratara de una plataforma de servicios para el sector productivo y no de una agencia de investigación, desarrollo e innovación. La ACIINN debe ser un hito de la nueva economía, no una agencia de servicios transversales.

Por último, la propuesta de educación con un enfoque de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas incluye un plan para profundizar el interés e incrementar la calidad educativa en estas áreas. El candidato se propone mejorar la enseñanza y apropiación de las matemáticas en Colombia, como una base para disponer del mejor recurso humano que el sistema productivo necesitará, pero también la sociedad y los funcionarios públicos.

Con esta estrategia de desarrollo económico, Fajardo espera producir 1,5 millones de nuevos empleos formales, apoyar las pequeñas y medianas empresas, darle un especial impulso a la economía del cuidado como un nuevo sector estratégico, aumentar los salarios y reducir la pobreza y las desigualdades.

Todo este nuevo empuje productivo y de innovación tendrá como respaldo el Banco de Desarrollo Empresarial de Colombia (Bancoldex), el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro), la Banca de Desarrollo Teritorial (Findeter), la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), y los fondos Nacional y Agropecuario de Garantías. Asimismo, impulsará una reforma tributaria que haga viable el cambio en la economía y una mayor inversión social, y que en su plan muestra con gran precisión sus aspectos principales.

Fajardo tiene ahora el desafío de explicar su plan de gobierno y hacer que la ciudadanía y los medios lo entiendan y lo comuniquen con responsabilidad.

Gustavo Petro

Los textos disponibles sobre las propuestas de Petro son, por ahora, líneas generales de su programa. Esto hace que aún no sea posible analizar el cómo, el cuánto y el para cuándo.

Dado que no se conocen los contenidos de su política económica, de educación y de desarrollo regional, no es posible comparar sus propuestas con las de Fajardo. Seguramente, Petro dará a conocer su plan de gobierno después del 13 de marzo.

Petro propone una nueva industria intensiva en conocimiento y en las tecnologías digitales. Además de la agricultura y las energías alternativas, también incluye los recursos del mar, el sistema de movilidad, las industrias de salud, el sector metalmecánico y el textil.

Por ahora, el candidato afirma que recuperará la economía superando los postulados neoliberales y la dependencia en el extractivismo e impulsando la transformación y la reconversión productiva y con energías limpias. Además, redistribuirá las tierras improductivas y reactivará la producción agropecuaria e industrial.

Petro también propone una reforma de la salud, que incluye el impulso de una industria de salud. Esta podría ser una apuesta estratégica para la reconversión del sector y una fuente de nueva industrialización, con un fuerte desarrollo científico y tecnológico que garantice una relativa autonomía en insumos, medicamentos y tecnologías. Así, se podría reducir la dependencia tecnológica, que es tan vital como la seguridad alimentaria.

En cuanto al desarrollo de una matriz productiva que supere el extractivismo, Petro propone una nueva industria intensiva en conocimiento y en las tecnologías digitales. Además de la agricultura y las energías alternativas, también incluye los recursos del mar, el sistema de movilidad, las industrias de salud, el sector metalmecánico y el textil.

Según el candidato, la investigación y el conocimiento sobre la biodiversidad y su aplicación en los procesos productivos serán un pilar de la economía. Y la educación pública, gratuita y de calidad, desde la infancia hasta la universidad, será una prioridad de su agenda.

nueva economía de Colombia en este 2022
Foto: Alcaldía de Cali - Las diferencias de los candidatos en materia económica son centrales para tomar una decisión.

Alejandro Gaviria

Su propuesta económica alude a la importancia de una política industrial y de ciencia y tecnología e innovación. Se supone que estas tendrían como foco estratégico la bioeconomía, un inmenso y complejo sistema que abarca la protección y buen uso de los recursos naturales, el desarrollo de energías limpias, la agricultura sostenible y las industrias de salud.

El candidato también habla de devolverle el espacio al agua, empezando por reconocer que existe una Colombia de ríos, océanos y zonas costeras, y que el agua es formadora de territorios y de identidad cultural.

Con empresas existentes y nuevas, impulsará actividades basadas en el conocimiento para agregar valor, diversificar las exportaciones y superar la dependencia de los recursos minero-energéticos.

En sus palabras: “en la próxima década la bioeconomía representará el 10 % del PIB y será el principal generador de empleos nuevos en el país (más de 2 millones a 2030)”. Esta cifra me parece que se queda corta porque solo la agricultura participa con más del 6.5% en el PIB. Para lograrlo, posicionaría la bioeconomía en el Sistema Nacional de Competitividad, Ciencia Tecnología e Innovación y fortalecer las agendas de investigación en universidad y centros de investigación a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

El candidato trabajará con el sector privado para impulsar “proyectos tractores” de bioeconomía (biorefinerías, bioincubadoras, centros de pruebas y escalamiento), que involucren a las comunidades locales en procesos de cocreación. A nivel internacional, propone construir e impulsar un portafolio con marca país de productos “bio” de alto valor agregado.

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