Colombia eligió un nuevo Congreso y esta decisión ya dibuja el futuro del próximo gobierno. Un análisis de los resultados lista por lista.
Ricardo A. Bello Gómez*
En resumen…
Las elecciones de este domingo, 13 de marzo, nos dejan un nuevo escenario de competencia política: un Congreso más plural, aunque más dividido.
Los partidos y movimientos alternativos —particularmente el Pacto Histórico— han ganado un espacio sin precedentes después de la Constituyente de 1991. Por eso tendrán un papel clave en la conformación de las mayorías legislativas. Sea quien sea el próximo presidente, las negociaciones y debates entre el gobierno nacional y el Congreso no van a ser fáciles.
Estos vientos de cambio son diferentes en el Senado y en la Cámara de Representantes: la Cámara tiende a presentar menos cambios debido a la configuración de sus circunscripciones territoriales y especiales. En la mayoría de los departamentos, los alternativos no lograron organizarse en listas unificadas, lo cual conlleva una pérdida de eficiencia en la transformación de votos en curules.
Sin embargo, el Pacto Histórico ha debutado de manera exitosa con la elección de 25 representantes a la Cámara (más tres en coalición). Esta cifra fue jalonada por los resultados históricos en Bogotá y en el Valle del Cauca. Casi todos los demás partidos han perdido representación en la Cámara de manera proporcional ante la irrupción de la coalición de izquierda.
En todo caso, los partidos de centro derecha y derecha (Liberal, Conservador, de la U, Cambio Radical y Centro Democrático) conservan una amplia mayoría en esta corporación. Esto se debe, en parte, a que una porción de estas curules corresponde a departamentos poco poblados, pues estos tienen proporcionalmente una mayor representación en la Cámara.
La contundente victoria de Petro en la consulta permitió un claro éxito electoral en el Senado, y con la votación más alta del país.
Es importante destacar además el estreno de las circunscripciones especiales de paz. Por primera vez tendremos 16 representantes elegidos a nombre de las comunidades rurales víctimas de la violencia. No obstante, los resultados indican que varias de estas curules fueron cooptadas por grupos políticos tradicionales. Aún peor: fueron cooptadas por herederos de los propios grupos de victimarios. Este es el caso del representante electo Jorge Tovar, hijo del comandante paramilitar Jorge 40.
En cuanto al Senado, la circunscripción nacional por la cual se eligen 100 de un máximo posible de 108 senadores, desembocó en un sistema donde conviven dos tipos de partidos políticos:
- Por un lado, organizaciones con un mensaje ideológico relativamente claro, que combina voto de opinión y organización electoral. Acá podemos incluir al Pacto Histórico, la Alianza Verde y Centro Esperanza, el Centro Democrático y MIRA Colombia Justa Libres.
- Por otro lado están los partidos tradicionales y sus derivados, los cuales dependen fundamentalmente de la efectividad de sus maquinarias regionales: los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical y de la U.
Para poner en contexto los resultados del nuevo Senado, es necesario considerar la distribución de curules del Senado saliente y las estimaciones de los expertos —a falta de encuestas—. En el Cuadro siguiente comparo los resultados de 2018 y 2022 con los pronósticos de Andrés Sampayo y Santiago Londoño para La Silla Vacía; los de Esteban Salazar de Pares, y el mío propio.

Ahora bien, presento un breve análisis de los resultados lista por lista.
Pacto Histórico
El principal factor de incertidumbre en estas elecciones era el respaldo que podría obtener la lista del Pacto Histórico.
Ningún analista esperaba que esta coalición lograra la mayoría absoluta (el anhelado 55 senadores/86 representantes) promovida por el petrismo y sus aliados. Aun así los analistas esperaban que la favorabilidad de Petro en las encuestas, sumada al hecho de presentar una lista cerrada, le allegaría un número significativo.
La contundente victoria de Petro en la consulta permitió un claro éxito electoral en el Senado, y con la votación más alta del país. Esta coalición jugará un papel fundamental como cabeza de la próxima bancada de gobierno, o como oposición.
El reto, por supuesto, es mantener la cohesión que otras listas cerradas demostraron en su momento. Así lo hizo la del Centro Democrático,
Centro Democrático
Era de esperar que la ausencia de Uribe como candidato afectara los resultados del partido. Sin embargo, el Centro Democrático aguantó la enorme impopularidad del presidente Duque, y logró mantener su presencia como una de las bancadas más grandes del Senado. Esto lo consiguió gracias a la fidelidad de los sectores más radicales de la derecha, y a que varias de sus figuras —principalmente Miguel Uribe, María Fernanda Cabal y Alirio Barrera— lograron absorber parte del caudal electoral de Uribe.
El Centro Democrático seguirá siendo un actor muy relevante en el nuevo Congreso, aunque tendrá que compartir el protagonismo en la derecha con otros partidos, como el Conservador.
Alianza Verde y Centro Esperanza
Esta lista variopinta combinó fuertes figuras de opinión con maquinarias organizadas en varias regiones del país. De este modo logró manejar con éxito la ausencia de su principal elector de hace cuatro años, Antanas Mockus. Habrá que ver si sus nuevos senadores cierran filas en torno a Sergio Fajardo y lo vuelven un candidato más competitivo en la primera vuelta de mayo.
Por otro lado, esta lista trajo la mayor sorpresa individual de estas elecciones: el joven activista Jonathan Pulido Hernández (Jota Pe), quien tiene más de un millón de seguidores en su canal de YouTube, obtuvo una de las votaciones individuales más alta del país. Él estuvo cerca de los 200mil votos, al mismo nivel de la “estrella” de la lista, Humberto de La Calle.
Me atrevo a decir que ningún analista consideraba a Jota Pe como un candidato fuerte. Su elección refleja una nueva forma de hacer política, enteramente alejada de los medios tradicionales de comunicación y del proselitismo.
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Liberal, Conservador, la U y Cambio Radical
Estos cuatro partidos han sobrevivido durante las últimas décadas como colectores de diversas maquinarias y organizaciones políticas regionales.
Los analistas —me incluyo— subestimaron su poder de supervivencia. Particularmente, muchos vimos como poco probable que tanto el Partido Conservador como el Liberal aumentaran su representación en el Senado. Entre los cuatro han mantenido 52 curules, y seguirán siendo claves a la hora de construir una mayoría estable en el nuevo Senado.
Muchos analistas pronosticábamos la llegada al Senado del Nuevo Liberalismo, pero sus candidatos quedaron por fuera y el partido quedó reducido a una curul en la Cámara por Bogotá.
Con este escenario es más probable que, de llegar a la presidencia, Gustavo Petro tenga que dialogar con los liberales y los congresistas de la U.
MIRA y Colombia Justa Libres
Esta coalición le apostó a la supervivencia y ambos socios lograron mantenerse dentro del Senado. Sin embargo, perdieron representación. De hecho, Colombia Justa Libres pasará de tres a un solo senador debido a sus divisiones internas. El MIRA, como testimonio de su férrea disciplina, mantendrá sus tres senadores.
Nuevo Liberalismo, Fuerza Ciudadana y Estamos Listas
Estos tres partidos le apostaron a una intensa campaña de opinión y representaban opciones programáticamente muy claras para el electorado.
Muchos analistas pronosticábamos la llegada al Senado del Nuevo Liberalismo, pero sus candidatos quedaron por fuera y el partido quedó reducido a un curul en la Cámara por Bogotá y otra por coalición en Caldas. Es posible que el resultado se deba al poco entusiasmo de la consulta de Centro Esperanza, aun cuando su candidato Juan Manuel Galán obtuvo, relativamente, un buen resultado. Por fortuna para ellos, la personería jurídica de este partido sigue vigente hasta 2026, y podrán participar en las próximas elecciones regionales sin problema.
Fuerza Ciudadana quedó a menos de 50 mil votos del umbral. Esto quiere decir que quedaron sin senadores, incluso cuando hubo una altísima votación individual por Gilberto Tobón. Además, quedaron reducidos a una curul en la Cámara por Magdalena.
Estamos Listas quedó aún más lejos del umbral y tendrán que repensar su estrategia hacia el futuro. Por eso deben enfocarse en los más de 100 mil votos que obtuvieron, sobre todo en Antioquia y Bogotá.
El Congreso que elegimos hoy los colombianos trae una renovación importante, expresada, principalmente, en la voluminosa bancada del Pacto Histórico. Sin embargo, las prácticas tradicionales, aunque disminuidas, siguen primando tanto en la Cámara como en el Senado.
Si la derecha gana la Presidencia, veremos una oposición robustecida en el Senado. Si el centro o la izquierda eligen al próximo presidente, quedará abierta la disputa por las mayorías del legislativo. Esto dependerá de lo que el nuevo gobierno esté dispuesto a negociar política y programáticamente.