La inflación en Colombia: causas, errores y posibles soluciones
Inicio TemasEconomía y Sociedad La inflación en Colombia: causas, errores y posibles soluciones

La inflación en Colombia: causas, errores y posibles soluciones

Escrito por Manuel Martinez
Inflación de la moneda colombiana

La inflación se debe a factores ajenos a Colombia, elevar las tasas de interés es un error y habrá que usar otras herramientas para frenar el aumento de los precios.

Manuel Martínez*

Un problema global

En todo el mundo han aumentado los temores de una inflación elevada y persistente en un contexto de recesión económica — un fenómeno conocido como “estanflación” —.

En Estados Unidos, el riesgo del estallido de una burbuja financiera de proporciones semejantes a la de la crisis de 2008 ha prendido las alarmas en las bolsas de valores y ha aumentado la presión por una política monetaria y fiscal más restrictiva, lo cual podría empeorar las condiciones y acelerar la crisis global.

Es cierto que la inflación anual en Colombia llegó al 9,07% en mayo de este año, pero el fenómeno no es exclusivo de nosotros, sino que afecta prácticamente a todos los países. Por eso el análisis sobre las causas y remedios debe empezar por los factores internacionales.

La pandemia y las cadenas de suministro

Las cuarentenas obligatorias a raíz de la pandemia contrajeron abruptamente la demanda de bienes y servicios e irrumpieron las cadenas de suministro, altamente interconectadas por la globalización y la inclusión de China y los tigres asiáticos en el comercio mundial.

La recuperación económica fue impulsada mediante políticas monetarias no convencionales, que incluyeron la compra de títulos públicos y privados por parte de los principales bancos centrales y aumentos masivos del gasto público en proyectos de infraestructura y subsidios sociales.

A pesar de la evidencia, el Banco de la Republica sigue al pie de la letra el manual ortodoxo basado en el Nuevo Consenso Macroeconómico para atacar la inflación. Esta misma semana aumentó la tasa de interés al 7,5% anual, y se espera que la eleve hasta el 10%.

Aunque el consumo de los hogares aumentó considerablemente en 2021, la inversión apenas creció a pesar de que las tasas de interés se mantuvieron cerca de cero. Esto pudo agravar el desequilibrio entre la demanda y la oferta globales, teniendo un efecto tangencial en los precios.

Las interrupciones en las cadenas de suministro persisten, especialmente por las políticas estrictas de aislamiento que China ha adoptado para contener una nueva ola de COVID-19. Esto ha aumentado los costos por disrupciones en el sistema de transporte marítimo.

Geopolítica y multinacionales

La pandemia puso en evidencia dos factores que han frenado la globalización comercial: las disputas geopolíticas entre Estados Unidos, China y Rusia y los cambios en las estrategias de las corporaciones dentro las cadenas globales de producción, especialmente en los microprocesodores, el hardware de automóviles y maquinaria industrial.

Por otra parte, la invasión de Rusia a Ucrania ha expandido las disrupciones a los sectores de producción primaria (petróleo, gas, aluminio y cereales) y a sectores industriales que producen insumos de uso generalizado en la agricultura como los fertilizantes.

Dado que Rusia produce cerca del 80% de los fertilizantes del mundo, la guerra ha afectado seriamente el precio de los alimentos en todo el mundo.

Costos y conflicto distributivo

Otro factor que ha contribuido al aumento global de los precios es el conflicto entre empresarios y trabajadores por el reparto de las utilidades.

Según la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, entre el segundo trimestre de 2020 y el cuarto de 2021, la contribución de las ganancias corporativas a los precios ha sido del 53,9%, mientras que entre 1979 y 2019 fue tan solo del 11,4%. Esto implica un aumento exagerado en las tasas de ganancia durante el rebote del crecimiento económico post pandemia.

Inflación de la moneda colombiana

Peor el remedio que la enfermedad

A pesar de que la crisis de 2008 puso en cuestión el paradigma teórico convencional, la Reserva Federal (FED, por sus siglas en ingles) ha retomado la narrativa de la austeridad fiscal y monetaria para contener la inflación. Así, ha decidido aumentar las tasas de interés en 75 puntos básicos y disminuir las compras de títulos para frenar la inflación.

Todo parece indicar que estas medidas restrictivas se van a traducir en un menor nivel de actividad económica, es decir, en una recesión. De hecho, la FED de Atlanta ya ha pronosticado una caía del 2.1% en el PIB para el segundo trimestre.

Las medidas de la FED también podrían estar propiciando el estallido de una burbuja financiera de magnitudes semejantes a las de 2008, pues en la primera mitad del año, el índice S&P 500 ha caído alrededor de 20%, el tercer peor descenso desde la gran Depresión de 1928.

Inflación de la moneda colombiana
Foto: Flickr - el alza anual de los precios llegó al 9,07% en abril y fue impulsada principalmente por alimentos y bebidas (21,6%) y restaurantes y hoteles (14,7%).

Colombia: políticas equivocadas

Desde octubre de 2021, la inflación ha venido aumentando en Colombia. Como fue mencionado, el alza anual de los precios llegó al 9,07% en mayo y fue impulsada principalmente por alimentos y bebidas (21,6%) y restaurantes y hoteles (14,7%). De eliminarse los subsidios a la gasolina, los precios se elevarán considerablemente durante un persistente periodo.

Inducir una recesión para controlar los precios a nombre de la estabilidad atenta contra los derechos fundamentales al trabajo, la vivienda, la salud y la educación.

Una parte de la inflación se debe a la intensa devaluación del peso frente al dólar que resultó del aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, más la tendencia mundial a refugiarse en el dólar como reserva de valor ante la incertidumbre, que se manifiesta en fugas de capitales en una fase contractiva del ciclo financiero global.

Otra parte de la inflación se debe al aumento de los costos asociados con las disrupciones en el transporte internacional y con la guerra de Ucrania.

En palabras sencillas, la inflación en Colombia es principalmente importada, puesto que resultó del aumento de los costos y la devaluación del tipo de cambio.

Inflación de la moneda colombiana

A pesar de la evidencia, el Banco de la Republica sigue al pie de la letra el manual ortodoxo basado en el Nuevo Consenso Macroeconómico para atacar la inflación. Esta misma semana aumentó la tasa de interés al 7,5% anual, y se espera que la eleve hasta el 10%.

Los efectos de esta decisión son costosos para la sociedad, porque frena la ya débil recuperación económica y aumenta el desempleo, beneficia a los acreedores y perjudica a los deudores, empeorando la distribución del ingreso.

Inducir una recesión para controlar los precios a nombre de la estabilidad atenta contra los derechos fundamentales al trabajo, la vivienda, la salud y la educación.

Posibles soluciones

Para reducir la inflación, es necesario atacar sus causas, lo cual implica valerse de medidas macroprudenciales que incluyen el uso de reservas internacionales y de controles de capital para estabilizar la tasa de cambio.

También tendríamos que estimular la producción agropecuaria por medio de créditos y subsidios, e impulsar la reconstrucción de empresas locales productoras de fertilizantes.

Los retos del nuevo gobierno en materia económica y social son enromes. El entorno global y nacional de estanflación dificultará la ejecución de su programa.

Sin embargo, esperemos que la designación del nuevo Ministerio de Hacienda y la ejecución de las reformas tributaria y pensional progresivas, políticas industriales, ambientales y comerciales que construyan una matriz productiva sostenible, el empleo garantizado y el sistema nacional de cuidados para reducir el desempleo permitirán atender la crisis y sentar las bases para un proyecto de desarrollo nacional de largo aliento.

Artículos Relacionados

Dejar un comentario

Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Leer políticas Aceptar

Política de privacidad y cookies