El mal llamado centro político tiene un reto trascendental para renovar la política del país. Sin estar ajeno a las ideologías, como debe ser, hay sectores políticos independientes que no se han alineado ni con el Gobierno Petro ni con los partidos tradicionales de oposición. Estos sectores tienen la oportunidad de trabajar por iniciativas a favor de cambios sociales, con decisiones basadas en la evidencia y alta disposición al diálogo entre distintos.
Desilusión sin desespero
En la contienda electoral regional, en las encuestas y en la calle, a diferencia del año pasado, se percibe desilusión, desmovilización e incertidumbre. Los múltiples errores y primiparadas de la coalición de gobierno, las transacciones con políticos tradicionales a cambio de votos a las reformas, el incumplimiento a bastantes mandatos de cambio y el señalamiento de uribistas a aquellas opiniones independientes llevan a la gente a sentir que en la política colombiana no es posible cambiar nada.
Pero el escenario está lejos de ser desolador, por fortuna. Un análisis en detalle de las encuestas y las conversaciones de pasillo permiten medir que la desilusión no ha llevado al desespero. En términos generales Colombia sigue hablando de la necesidad de cambios profundos, la opinión no ha caído en masa en el mito del gobierno del caos y pareciera que los partidos que gobernaron con Duque no van a obtener el control político de la mayoría de los cargos de elección uninominal.
Es apenas normal que el pueblo colombiano no caiga en los llamados de la política tradicional y los grandes poderes que se desprestigian solos. Por ejemplo, gracias a la orden de captura en contra del poderoso exsenador de Cambio Radical, Alejandro Char, por los hechos de corrupción electoral que llevaron a la cárcel a Aída Merlano.
La resurrección del caso Odebrecht también le permite a las y los colombianos no caer en la trampa. Este caso de corrupción con magnitudes inéditas recuerda que las campañas presidenciales de Santos y Zuluaga recibieron dineros ilegales, vuelve a poner en el ojo del huracán al ex Fiscal Néstor Humberto Martínez por dejar alta impunidad, y expone a nivel internacional al Grupo Aval como corrupto.
Los reflectores puestos en la independencia
Hace unos días la consultora Cifras y Conceptos presentó la décimo quinta versión de su Panel de Opinión que consultó a más de 1500 líderes de opinión de toda Colombia. En materia política el resultado es contundente: en medio de la desilusión, pero todavía con la esperanza del cambio, brilla la independencia política.
La gran mayoría de las y los congresistas destacados hacen parte de bancadas independientes, tanto al gobierno de Petro como como a la oposición que lideran los partidos de Uribe y Germán Vargas Lleras.
En el Senado Humberto de la Calle fue reconocido como el mejor, mientras que en la Cámara de Representantes brillaron las voces de tres mujeres que, aunque votaron por Petro en segunda vuelta, han sido independientes: Catherine Juvinao (1), Katherine Miranda (3) y Jennifer Pedraza (5). Y vale la pena resalar a Daniel Carvalho, otro no alineado que es la voz política regional -desde fuera de Bogotá- más destacada del Congreso.
Con preocupaciones e ideologías diversas, estas voces independientes coinciden en dos características. Por una parte, han apoyado agendas de cambio. Por ejemplo, la defensa de la paz, aprobando las iniciativas de gobierno para el aumento de gasto social y defendiendo iniciativas para cambiar el enfoque de lucha contra las drogas, a la vez que se protegen las libertades individuales de las y los consumidores.
Por otra, se han desmarcado con argumentos distintos a los de la oposición. Por ejemplo, exigiendo que la Paz Total empiece por dar cumplimiento a los acuerdos suscritos con las FARC en el teatro Colón; cuestionando la reforma política que deja vivas prácticas clientelistas mientras cerraba espacios para minorías políticas; criticando los vacíos de la reforma a la salud; y cuestionando que se suba el precio de la gasolina con los mismos argumentos que antes Petro y el ministro Velasco cuestionaban a Santos y a Duque.
El futuro está en la independencia
Después de octubre, difícilmente el Pacto Histórico mantendrá la fuerza con la que llevó a Petro a la presidencia, pero ni Uribe ni Vargas Lleras con sus partidos lograrán superar su desprestigio.
Con planteamientos políticos estructurados, basados en evidencia y sin miedo al debate ideológico, la independencia política tiene que hablarle al país que sigue anhelando el cambio.
Los liderazgos del Senador y las Congresistas destacados por la opinión serán fundamentales, aunque no los únicos, en esa tarea de brindarle a Colombia apuestas para fortalecer la democracia, mejorar las condiciones de vida de la gente y promover la productividad soberana y responsable del país.
1 Comentario
Me gustó el artículo, la redacción respetuosa y a la vez retadora. Que viva la independencia, pero sobre todo que viva la independencia JUDICIAL.