La gasolina, un dolor de bolsillo | Razón Pública 2023
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La gasolina, un dolor de bolsillo

Escrito por Diego Cortes Valencia

No es verdad que la gasolina sea para los ricos. Tampoco es cierto que el aumento acelerado de los precios sea inevitable. Esta es la situación. Y estas son las alternativas que puede usar el gobierno.

Diego Cortés Valencia*

Un alza acelerada

El presidente Petro y su ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, insisten en la necesidad de subir el precio de la gasolina.

Entre octubre de 2022 y junio de 2023 se ha aumentado este precio en un total de $2.603, alrededor de 325 pesos mensuales, hasta el nivel actual, $12.773 en Bogotá. Además, se pretende seguir aumentándolo hasta un valor aproximado de $16.000.

La medida afecta directa y duramente a las familias de ingresos medios y bajos de Colombia. Pero el gobierno ha intentado vender la idea de que los consumidores de gasolina son mayoritariamente ricos.

Quiénes pagan las alzas 

Nada más alejado de la realidad.

La mayoría de los vehículos que existen en Colombia son motos, alrededor del 60 %. Las motos las tienen personas que se encuentran en su mayoría —más del 80 %— entre los estratos 1 y 4. En el caso de los carros, la propiedad entre los estratos 1 a 4 es del 60%, también mayoría.

La medida afecta directa y duramente a las familias de ingresos medios y bajos de Colombia.

Aun así, argumentan que las personas que más se benefician son las más ricas.  Recientemente, el Ministerio de Hacienda publicó el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2023 con la actualización gráfica del DANE, donde demuestran que el decil 10 de las familias —el 10% de mayor ingreso del país— consumen el 35 % del beneficio derivado de los precios bajos de la gasolina. Así lo muestra la gráfica 1.

Pero es imposible ignorar que Colombia es un país con alta desigualdad; según la encuesta de presupuesto de hogares del DANE, en 2023:

  • El promedio de ingresos por persona en el decil 9 es apenas 1,27 millones al mes—la plata está en las manos de lo superricos o del 10% más rico de la población—.
  • En cambio 4 de cada diez personas vive por debajo de la línea de pobreza monetaria.

Por eso, aun cuando el 10 % de la población se beneficie del precio bajo de la gasolina, el 90 % restante recibe el 64 % del beneficio total, según la estimación del Ministerio de Hacienda y el DANE.  Siguen siendo la mayoría, y por eso los aumentos en el precio de la gasolina tienen mayor impacto sobre los bolsillos de las personas con menores ingresos.

Esto es importante cuando se evalúa la inflación. Aunque el aumento en el índice de precios al consumidor (IPC) ha disminuido durante el mes de mayo y el año corrido 2023, sigue en un nivel anual muy alto, 12,36 %. También por eso importa recordar que el combustible para vehículos fue el elemento que aportó más a la inflación de mayo (4,63%) y el tercero que más aporto a la inflación año corrido de este año (28,8%).

Seguir aumentando el precio de la gasolina es poner en serio riesgo la necesaria caída de la inflación para el final del año.

Sí hay alternativas

El ministro de Hacienda insiste en que es la salida más responsable para el país, pero en efecto hay maneras de reducir el aumento en los precios y mantener buenos ingresos para Ecopetrol.

Lo que hoy hace aumentar el precio de la gasolina es el Ingreso al Productor —o el valor que se le reconoce a Ecopetrol por cada galón de gasolina que vende en el país— Este precio se fija en dólares y está amarrado al costo del galón en el Golfo de México.

Por factores como la subida del dólar y el aumento mundial en la demanda de petróleo debido a guerras y conflictos internacionales, se ha disparado el precio de la gasolina. El gobierno quiere que esto sea cubierto por las y los consumidores.

Pero existen propuestas como las que han formulado  Diego Otero  y la representante a la Cámara Jennifer Pedraza que permitirían indexar el Ingreso al Productor al costo de producción nacional, y no al internacional. De este modo, como ha estimado Otero, la gasolina podría rondar precios de 9.000 pesos y mantener márgenes altos de ganancia para Ecopetrol.

Propuestas semejantes fueron defendidas en el pasado por el presidente Gustavo Petro, también por el ministro de Interior, Luis Fernando Velasco, y hace pocas semanas por la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez.

el gobierno deberá definir sus prioridades, si son las utilidades para unos grandes inversionistas privados o el beneficio de los menos favorecidos.

Foto: Ministerio de Transporte - La mayoría de los vehículos en Colombia son motos y este medio de transporte es especialmente usado entre los estratos 1 y 4.

Además, no hay que buscar muy lejos para encontrar ejemplos internacionales. El presidente Lula propuso un mecanismo semejante para la economía brasileña, y hoy Petrobras está llevando a cabo una política de reducción de precios. La empresa afirma que “los reajustes seguirán sin periodicidad definida, evitando pasar a los precios internos la volatilidad de las cotizaciones internacionales y del tipo de cambio”.

Petro podría cumplir su promesa de campaña y seguir el ejemplo de un gobierno de izquierda de la región.

¿Quién debe aportar la diferencia?

Ninguna medida es perfecta, o está exenta de costos. La propuesta de mantener los precios justos en la gasolina afectaría las ganancias del 11,5 % de inversionistas privados de Ecopetrol, donde se encuentra JP Morgan Chase Bank, fondos de inversión extranjeros y los fondos privados de pensiones.

Los últimos son los más afectados porque hoy la ley permite que con los dividendos de Ecopetrol que son del Estado, es decir, el 88,5 %, se pague el diferencial de precios internacional con el nacional. Para la empresa y para el Estado solo es mover los recursos de un bolsillo a otro.

Pero sí puede haber impactos. Uno es disminuir el valor de las acciones de la empresa. Otro es la eventual afectación de los privados que no tendrían estas ganancias extraordinarias.

En todo caso, el gobierno debe evaluar cada medida posible y valorar escenarios. Si bien pueden existir esos costos mencionados, el hecho de seguir subiendo la gasolina y afectar cientos de familias podría tener enorme costo social, político y económico.

Si la inflación persiste, el Banco de la República seguirá aumentando las tasas de interés, afectando la inversión, el consumo y el empleo del país.

Es una decisión de política económica, donde el gobierno deberá definir sus prioridades, si son las utilidades para unos grandes inversionistas privados o el beneficio de los menos favorecidos.

En todo caso urge abrir el debate sobre Ecopetrol, su papel en Colombia y el beneficio conjunto de nuestra economía.

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