Mirando en detalle una de las encuestas recientemente publicadas parece que el paso a segunda vuelta de Noemí Sanín y Juan Manuel Santos no es tan inevitable como parece a primera vista. Por ahora, sólo la unificación de los candidatos minoritarios podría alterar ese escenario.
Bernardo Congote*
Superada enbuenahora la autoritaria "encrucijada del alma" del actual presidente, Colombia enfrenta ahora una saludable encrucijada democrática producto de la diversidad de opciones individuales que compiten para la elección presidencial cuyo primer asalto es el 30 de mayo.
La encuesta DATEXCO-EL TIEMPO realizada entre el 20 y el 23 de marzo de 2010 presenta perspectivas variopintas para las minorías (entendidas como los candidatos con opción electoral distintos Juan Manuel Santos o Noemí Sanín).
La encrucijada democrática para ellos parece resuelta si se analizan las fortalezas y debilidades de la encuesta. Comencemos por la fortalezas: se trata de una encuesta presencial, cubrió todas las regiones urbanas del país (exceptuando Extremo Oriental), consultó a colombianos de diversas ocupaciones, ambos géneros, todos los partidos políticos y grupos de edad y logró un excelente error muestral del +-2,1% combinado con un alto nivel de confianza del 95%. Parece entonces que en el corto plazo que va hasta el 30 de mayo sólo una ‘hecatombe' podría dar vuelta a las tendencias que arroja.
Sus debilidades son dos
Una, de contenido, porque dada la fecha de captura de datos (entre el 20 y el 23 de marzo), la encuesta refleja necesariamente el impacto de las elecciones para Congreso (con los ires y venires de sus datos). Y no capta el efecto de la campaña presidencial directa como el encuentro de candidatos, que no debate, propiciado por RCN y la revista Semana.
La otra debilidad es metodológica y consiste en que la encuesta adolece del inveterado vicio de algunos estadígrafos de formular preguntas hipotéticas que bajo el formalismo "Si las elecciones fueran mañana…", conduce a respuestas hipotéticas de baja fiabilidad. Es absurda la pretensión de obtener respuestas válidas desde lo hipotético porque siendo el "mañana" de la encuesta cada uno de los días en los cuales se tomó la muestra la ubicación temporal del encuestado es confusa y por tanto confusa su decisión. El verdadero y único "mañana" es el 30 de mayo.
Las estrategias
Que la base técnica dé un resultado consistente -más no determinante- a favor de los candidatos Santos y Sanín; y del hecho que ninguno es elegible en primera vuelta, se colige que a las minorías le quedan dos caminos para resolver la encrucijada democrática.
"La estrategia migajas". Si cada candidato minoritario le está apuntando a irse independiente para formar parte del coup de force de los dos más opcionados a primera vuelta, sólo con el fin de sumarle su pequeño porcentaje a alguno en la segunda y obtener prebendas en el mandato del elegido, resulta lógica la táctica de irse solos a la primera vuelta. Esta estrategia se refuerza si además cada candidato minoritario muy a la colombiana se está lanzando solo para no privarse del reintegro pecuniario por los votos obtenidos.
"La estrategia Lionel Messi". Si como es de esperar existe entre los minoritarios el valor civil para examinar con objetividad estos datos y con ellos entrar a disputar con posibilidades la primera vuelta y el paso posiblemente victorioso a la segunda, no habría opción mejor que la de crear de inmediato una ALIANZA MINORITARIA que entre unida a la primera vuelta. Esta parece la única opción civilista disponible para los candidatos de la minoría.
Razones técnicas
Las estrategias planteadas en absoluto son sacadas del cubilete. Ambas están basadas en un análisis de los resultados de la citada encuesta de los cuales tomamos la pregunta básica observada bajo tres subvariables. La pregunta fue: "Si las elecciones fueran mañana y se presentaran los siguientes candidatos ¿Usted por cuál de ellos votaría?". Las tres sub variables de chequeo fueron: 1.Resultado total de la muestra; 2. Resultado por género (masculino/femenino) y 3. Resultado por grupos de edad.
Los chequeos son consistentes (casi tautológicos) en relación con los siguientes resultados: Primera tautología: Juan Manuel Santos supera a Noemí Sanín. Segunda tautología: Juan Manuel Santos o Noemí Sanín, cada uno por separado, supera a cada uno de los demás minoritarios. Pero a partir de aquí no es tan evidente la primacía de Mockus entre los minoritarios ni tampoco que haya en verdad algún "quedado" entre ellos. Si se aplica el margen de error, inclusive Pardo podría estar cerca de Mockus. Tomando en cuenta eso, surge una gran consistencia producto de hurgar datos que se hallan en el fondo de la piscina estadística. Se trata de que la suma de preferencias hacia los minoritarios supera a cada uno de los dos primeros, Santos o Sanín, sea en el total de resultados (46% vs. 34,1% o 21,7%) sea por género masculino (39% vs. 34,7 o 15,3). inclusive dando como gabela el margen de error. La consistencia tiene fragilidades menores por grupos de edad dado que el promedio de los menores a 44 años iguala la preferencia entre Santos y Minoritarios (33%) pero Sanín (19%) pierde con éstos que conservarían la opción de entrar a segunda vuelta. Y entre los mayores de 44, Santos supera significativamente a la suma de los minoritarios (39% vs. 27%) pero aquí también Sanín pierde con Minoritarios (17% a 27%) conservando éstos su posibilidad de entrar a segunda.
El balance general del ejercicio indica que en casi todos los casos la suma de los minoritarios tendría opción válida de pasar a segunda vuelta superando a Santos y a Sanín (cada uno por su lado) según resultados totales y por género masculino. Y a pesar de esguinces menores la opción de segunda vuelta sigue válida observada por grupos de edad pues entre mayores y menores de 44 años la suma de minoritarios entra igualada con Santos o entra segunda de Santos superando a Sanín.
Algunas singularidades
Del ejercicio analítico vale anotar algunas singularidades interesantes: Primera, que en el voto femenino (poblacionalmente el mayor del censo electoral) se observa la única posibilidad de que la unión de minoritarios no supere a Sanín (26,5% vs. 27,8%) aunque aplicando el margen de error se produciría un empate técnico entre ambos.
Si Sanín ganara el voto femenino sobre Minoritarios al no poder vencer tampoco a Santos surgiría para aquellos el único escenario en el cual su alianza pudiera quedarse "sin el pan y sin el queso". Otra singularidad absoluta consiste en que los mayores de 44 años le otorgan a Santos la mayor preferencia promedio entre todas las observadas (39,2%) pero ese dato tiene por atenuante que este subgrupo electoral es de bajo peso absoluto en el censo y no inclinaría la balanza. Una singularidad extraordinaria consistiría en que como sigue siendo evidente, el Poder Ejecutivo actúa y seguirá actuando en la campaña usando conocidos artilugios, de modo que los datos de este ejercicio deben ser castigados con un margen de error que llamaremos gentilmente "no muestral".
Otra singularidad consiste en que fácticamente si la alianza minoritaria no se produce antes de primera vuelta, su estrategia independiente resultaría ex ante fallida y las elecciones bajarían su esencia democrática al quedar Colombia abocada a elegir entre dos candidatos más o menos uribistas.
Finalmente se cae de su peso que todo este ejercicio se desplomaría si Santos o Sanín en una noche de pesadilla de alguno de los dos o luego de un almuerzo con sí sabemos quién y sí sabemos dónde, decidieran unirse antes de la primera vuelta dado que la suma de sus preferencias, hoy, no tendría opositor victorioso.
* Magíster en Ciencia Política, Economista, Investigador socio político independiente.