La educación superior en aprietos y la COVID-19 no la ayuda - Razón Pública
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La educación superior en aprietos y la COVID-19 no la ayuda

Escrito por Carlos Andrés Brando
Educación durante la pandemia

Aunque la pandemia ha afectado a todos los sectores económicos, la educación superior es uno de los más vulnerables.

Carlos Andrés Brando*

La universidad y la pandemia

La COVID-19 afectará a todas las Instituciones de Educación Superior (IES) en el mundo. Algunos expertos destacan las ventajas que tendría la pandemia y ya comienzan a verse:

  • Mayor flexibilidad curricular;
  • Redefinición de la pertinencia social de los programas;
  • Expansión definitiva de las modalidades no presenciales, más sincronizadas con las nuevas generaciones.

Y sin embargo pocos dudan del golpe financiero que está sufriendo el sector educativo. Un informe de McKinsey para Estados Unidos calcula que en el mejor de los escenarios, el déficit de más de 2,000 IES aumentará en 5% o más antes del fin de año.

En Colombia no hay estudios que proyecten la caída en los ingresos de las IES, pero nadie prevé un aumento de las matrículas universitarias para el segundo semestre de este año. Pero eso no va a deberse solamente a la pandemia.

La población envejece

Otra causa detrás de los saldos rojos de muchas universidades es la caída en el número de estudiantes matriculados en programas de pregrado desde 2016 (gráfica 1).

Gráfica 1. Colombia: Auge y Caída en Nuevas Matrículas – Estudiantes 1er Curso, 2007-18

Fuente: Ministerio de Educación Nacional (MEN).

Esta contracción se debe a la menor cantidad de personas entre los 15 y 19 años, especialmente en Bogotá. El declive no es noticia: las proyecciones del DANE a partir del censo de 2005 anticipaban el envejecimiento de nuestra sociedad.

Cobertura de educación 2020

Foto: DANE
¿Será aún peor la cobertura?

Las gráficas 2A y 2B muestran la evolución de los grupos de edad que actualmente ingresan a la educación superior, y de los que estarán haciéndolo en los próximos años. La caída es evidente en ambos casos, aunque es más pronunciada la pendiente en el grupo de los que hoy estarían ingresando.

Grafica 2A. Proyección Población de Bogotá, 2018-23 – Grupo Etario, 15-19 años

Fuente: DANE. Proyecciones de Población.

Gráfica 2B. Proyección Población de Bogotá, 2018-23 – Grupo Etario, 10-14 años

Fuente: DANE. Proyecciones de Población

 

Puede leer: La crisis de la educación superior en Colombia

Hay más universitarios

A pesar de lo anterior, la juventud bogotana cada vez se matricula más en IES. Según datos de la Contraloría local, la tasa de cobertura bruta –es decir, la matrícula en pregrado dividida por la población entre 17-21 años– pasó de 50,6% en 2006 a 94% en 2015.

Eso quiere decir que Bogotá al mismo tiempo experimenta dos procesos decisivos para su educación superior:

  • El número de personas que podrían ingresar a la universidad está disminuyendo en términos absolutos;
  • Pero el porcentaje de bachilleres que transitan a estudios universitarios ha aumentado significativamente.

La gráfica 3A compara la evolución de los nacimientos totales en Bogotá con el número de pruebas Saber 11 que se presentan en la ciudad. La gráfica 3B muestra los mismos datos para toda Colombia.

Gráfica 3A. Bogotá: Evolución Nacimientos Totales y Número de Pruebas Saber 11, 1998-2019

Fuente: MEN. Resultados de Pruebas Saber 11. Año 2019 Nacimientos dato preliminar. DANE.

Gráfica 3B. Colombia: Evolución Nacimientos Totales y Número de Pruebas Saber 11, 1998-2019

Fuente: MEN. Resultados de Pruebas Saber 11. Año 2019 Nacimientos dato preliminar. DANE.

Es probable que Bogotá sea el espejo de lo que pasará mañana en el país. Es de esperar que las tendencias demográficas de capital se repliquen en otras regiones con cierto rezago. Y eventualmente, el impacto sobre las matrículas también lo hará.

Para alcanzar a los países de adelante

Desde luego, la demografía no es toda la historia.

Es importante revisar la evolución reciente de la cobertura en perspectiva comparada. Colombia ha dado pasos de gigante en las últimas dos décadas, pero aun nos mantenemos a distancia.

El Cuadro 1 comparara el desempeño de 24 países –en su mayoría, pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)– entre 2000 y 2017.

Economia familiar en la pandemia

Foto: Spanish in Colombia
A medida que se impacte cada vez más la economía familiar, las crisis se agudizará.

La tasa bruta de matrícula en Colombia creció en un 130%, pasando del 24,5% al 56,4%. Esta expansión fue solamente superada por Chile (150%) y China (546%). Entretanto, el promedio para la OCDE fue del 47,9%, que por supuesto partía de una base más alta. Evidentemente, aún faltan esfuerzos en Colombia.

Estos datos también sugieren que el tránsito en la cobertura de la masificación –alrededor del 50%– a la universalidad –90% o más– es un proceso más lento y difícil que el tránsito del privilegio a la masificación.

Cada año se hará más patente que los escolares que se quedan sin ingresar a la universidad son los más pobres, los menos preparados académicamente, y los que habitan en zonas más remotas.

Cuadro 1. Evolución de la Cobertura en Educación Superior: Selección Países OCDE, 2000-17

Fuente: Banco Mundial. Open Data.

El avance sostenido en la cobertura se dificultará también por cuenta de factores económicos. Es bien conocida la correlación entre riqueza nacional y avance educativo.

Países con una fuerza laboral altamente educada tienden a exhibir mayores tasas de crecimiento económico. Y a la inversa: las sociedades más ricas son capaces de invertir más recursos en educación, mientras que las más pobres invierten menos.

Le recomendamos: La educación superior en jaque

¿El gasto en educación alcanzó un techo?

Como muestra la gráfica 4A, Colombia gasta en educación un porcentaje del PIB más elevado que otros países más ricos de la OECD –un hecho que resulta ser atípico-. Por su parte, la gráfica 4B discrimina el gasto en educación terciaria en relación con la cobertura.

Gráfica 4A. Colombia & OCDE: Riqueza & Gasto en Educación, 2016

Fuente: OECD. 2019. Tabla C2.1.

Gráfica 4B. Colombia & OCDE: Cobertura & Gasto en Educación Terciaria, 2016

Fuente: OCDE. 2019. Tabla C2.2.

Como se ve, en 2016, Colombia gastó en educación un 5,7% del PIB, mientras que el promedio para el conjunto de la OCDE fue del 5%. Por encima de nosotros figuran naciones como Noruega, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Reino Unido y Chile.

¿Por qué esto es atípico? Por tres razones:

  1. Porque Colombia tiene tasas de matrícula bruta inferiores, y pese a eso gasta más;
  2. Porque los países que nos sobrepasan en este indicador suelen contar con un alto número de universidades que destinan gran parte de sus recursos a ciencia y tecnología;
  3. Porque, con excepción de Chile, los países que gastan más que Colombia son al menos tres veces más ricos, y Chile lo es por un factor de 1,7.

El factor demográfico

Finalmente, Colombia exhibe una tasa de fecundidad igual a la de países avanzados en su transición demográfica, como Estados Unidos, Nueva Zelanda, e Irlanda (1,8 nacimientos por mujer); y muy similar a la del promedio de la OCDE (1,7).

Gráfica 5. Colombia & OCDE: Riqueza Nacional y Fecundidad, 2016

Fuente: OECD. 2019.

Esto importa para las universidades en un doble sentido:

  • Si se mantienen todas las otras variables constantes, el envejecimiento de la población se traducirá en menos estudiantes matriculados;
  • Una población en proceso de envejecimiento puede afectar el financiamiento de la educación superior, porque un segmento creciente del electorado –los adultos mayores– dará prioridad a la atención en salud, las pensiones y otros servicios propios de su edad.

La crisis

En suma, la educación superior en Colombia estaba en aprietos desde antes de la pandemia:

  • El número de bachilleres que entrarán a la universidad está empezando a disminuir;
  • El alto gasto relativo en educación sugiere que los techos no están lejos, es decir, que difícilmente aumentarán más;
  • Finalmente, el acelerado progreso de la cobertura educativa nos deja en la etapa más difícil: la de la universalización.

La COVID-19 agudizará la situación de las universidades a medida que los hogares padecen los efectos de la recesión. Las condiciones subyacentes de la educación superior harán que el sector educativo sea particularmente vulnerable.

Así como no existe una vacuna contra el virus, tampoco hay un remedio infalible para la crisis de las universidades. No obstante, algunas políticas que ya se han probado en otros países pueden fortalecer la educación superior en Colombia; invito a los lectores a estudiarlas.

* Decano de la Facultad de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. PhD en Historia Económica del London School of Economics & Political Science (LSE).

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