Estas son las propuestas de Petro y Hernández en materia de educación inicial, deserción escolar, educación superior, calidad educativa y educación rural. ¿Son buenas estas propuestas? Y, sobre todo: ¿son viables?
Ángel Pérez Martínez*
Lugares comunes
Como ha ocurrido por lo menos durante los últimos veinte años, las propuestas de los dos candidatos acerca de la educación se caracterizan por sus propósitos ambiciosos y por su falta de claridad sobre las maneras para lograr esos propósitos, sobre todo en el aspecto financiero.
Todos los candidatos hablan bien de la educación, de su importancia para el desarrollo de las personas, de las regiones y de la sociedad en su conjunto. Todos señalan los problemas que afectan a Colombia en términos de cobertura, calidad y pertinencia de la educación. Todos se comprometen a mejorar el servicio.
Pero la historia muestra que en los planes de desarrollo la educación pasa a segundo plano, sobre todo cuando se trata de asignar el presupuesto. Por eso los problemas del sector básicamente son los mismos ahora que hace veinte años; e inclusive son más graves, por causa de la pandemia. En lugar de avanzar, hemos retrocedido.
Decidir por otros
Los políticos y los técnicos que formulan la política educativa en Colombia normalmente matriculan a sus hijos en entidades privadas y de mejor calidad que las públicas. O sea que discutimos y tomamos decisiones para otros: el 80 % de los niños y adolescentes más pobres, en educación básica, están matriculados en colegios públicos.
Los niños, adolescentes y padres de familia de la educación pública no tienen voz. La pandemia demostró que nadie defiende sus intereses. Colombia fue uno de los países donde más tiempo estuvo cerrado el sistema educativo.
Promesas en el aire
Pasando a las propuestas de los candidatos, la comunidad de observatorios y centros de pensamiento en educación llamó la atención para que sus programas “provean más detalles sobre ¿qué van a hacer para mejorar la educación? ¿cómo lo van a hacer? y ¿con qué recursos piensan financiar las estrategias?”.
A continuación, presento cinco campos importantes donde infortunadamente puede verse la pobreza de los programas educativos de los dos candidatos.
1.Educación inicial
Rodolfo Hernández (RH) no tiene propuestas al respecto.
El programa de Gustavo Petro (GP) ofrece atención universal y gratuita a la primera infancia, 0 a 6 años. Para el grupo de 0 a 3 años, “articulará el apoyo al cuidado en casa con el de la red de jardines infantiles y con iniciativas comunitarias vecinales”. Para los niños de 3 a 6 ampliará la cobertura y, de manera progresiva, incluirá los tres grados de preescolar, hasta lograr el acceso para todos. La propuesta de Petro no habla de los costos ni de la financiación.
Veamos el tamaño del problema a partir de la población y matrícula para los niños entre 3 y 5 años, utilizando los datos del DANE:
Gráfica 1. Población 3 a 5 años | |||||
Población según edad | Matrícula educación inicial 2021 | Proyección población | |||
Total | Oficial | Contratada | Privada | ||
Total (3 a 5 años) | 845,524 | 579,989 | 18,523 | 247,012 | 2,379,030 |
Prejardín (3 años) | 57,223 | 8,736 | 1,619 | 46,868 | 787,431 |
Jardín (4 años) | 110,730 | 31,466 | 2,375 | 76,889 | 795,786 |
Transición (5 años) | 677,571 | 539,787 | 14,529 | 123,255 | 795,813 |
Fuente: elaboración propia con datos del DANE (2021). https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/educacion/poblacion-escolarizada/educacion-formal#informacion-2021-por-departamento
Para analizar este cuadro, parto de los siguientes supuestos:
- La meta debería ser matricular 677.571 estudiantes en cada uno de los tres grados de la educación inicial para 2026 —tomando como base el número de niños que asistieron al grado de transición en 2021—; de aquí sigue que deberán crearse 1.187.189 cupos durante el cuatrienio.
- El sector privado aportaría 122.720 cupos para lograr la meta de 123.255 niños —matrícula en transición 2021—, en promedio, en cada uno de los 3 grados de la educación inicial.
- El nuevo gobierno debe crear entonces 1064.436 nuevos cupos distribuidos entre 543.961 en prejardín y 520.475 en jardín, para lograr la universalización de la educación inicial.
- Se acepta que en cada grado no se matricularán aproximadamente 118.000 estudiantes. Esto se explica porque una parte de los niños está en hogares o jardines comunitarios o porque los padres de familia deciden no vincularlos a la educación inicial, para luego acceder en primaria y, otros, que nunca irán al sistema educativo inicial, por diferentes motivos.
Habría que construir 53.222 aulas (20 niños promedio), para 1.064.436 nuevos cupos que tendrían un costo de 10,09 billones de pesos. Cada aula tendría un costo de 189,6 millones de pesos, valor actualizado a partir del CONPES 3831 de 2015, que calculó aula promedio nacional a 137,5 millones de pesos (de ese año).
Además, habría que desembolsar, por lo menos, cinco millones de pesos año por niño para pagar profesor, alimentación, transporte y demás ítems (hoy se invierten aproximadamente 4,5 millones por niño año).
El programa de Petro contempla un plan gradual. Se propone crear cada año 266.109 nuevos cupos en educación inicial y esto tendría un costo para el primer año de 1,3 billones, para los siguientes tres años: 2,7, 4, y 5,3 billones de pesos, para un total de 13,3 billones de pesos durante su gobierno.
Habría que construir 53.222 aulas (20 niños promedio), para 1.064.436 nuevos cupos que tendrían un costo de 10,09 billones de pesos.
Estos costos, más los de construcción de aulas, 10,09 billones, implicarían un total de 23,39 billones de pesos para cumplir la propuesta de universalizar los tres grados de educación inicial.
¿De dónde saldrán los recursos? y ¿cuál es la capacidad de gestión para lograrlo?

2. Deserción escolar
Las dos campañas tienen propuestas para disminuir la deserción escolar:
- RH propone trabajar para llevar la deserción escolar al 0 % en preescolar, primaria y bachillerato.
- GP ofrece frenar el dramático abandono escolar de millones de adolescentes que llegan a noveno grado y son forzados por la desigualdad y la exclusión a no culminar el bachillerato.
Pero, de acuerdo con el Ministerio de Educación, la matrícula pública fue de ocho millones para 2021 y la deserción anual es de 240.000 estudiantes.
Las dos campañas se comprometen a universalizar el acceso a la educación superior. Para alcanzar esta meta, RH promete invertir en construcción de centros para la educación superior, aumentará las transferencias a las universidades y usará parte de las regalías para pagar profesores y subsidios de matrículas.
El Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE) sostiene que la deserción promedio es del 3 % para la educación pública, pero que hay desfases (por ejemplo una cohorte de estudiantes que se matriculan en octavo y de la cual apenas el 71 % culmina el grado once).
¿Qué van a hacer los candidatos para disminuir la deserción? y ¿cuáles son los costos? Eso no está claro. Lo único que sabemos es que cada cuatro años perderemos alrededor de un millón de estudiantes, que engrosarán la informalidad, la ilegalidad y contribuirán al aumento de las tasas de desempleo.
3. Educación superior
Las propuestas más elaboradas se refieren a la educación superior. Las dos campañas proponen condonar (RH) o crear planes de salvamento (GP) para liberar de deudas a los usuarios del ICETEX.
Del mismo modo proponen transformar el ICETEX y dedicarlo a financiar estudiantes en universidades privadas y/o extranjeras (RH) o a conceder “préstamos sociales” para estudios de pregrado y posgrado en el exterior (GP).
Las dos campañas se comprometen a universalizar el acceso a la educación superior. Para alcanzar esta meta, RH promete invertir en construcción de centros para la educación superior, aumentará las transferencias a las universidades y usará parte de las regalías para pagar profesores y subsidios de matrículas.
GP propone coordinar la educación media con la superior y, de manera especial, en este caso mencionó el volumen de recursos: se comprometió a cuadriplicar el presupuesto para la educación superior.
El candidato sostiene que pasar de 3,6 billones a 14 billones en cinco años se logrará gracias a la reforma tributaria que hace parte del su plan de gobierno. En todo caso anuncia un sistema de educación superior universal, público y gratuito.
4. Calidad educativa
Las dos propuestas son muy débiles. En los temas de calidad, necesitamos más sustancia y menos cantos a la bandera.
Mejorar la calidad de la educación es un proceso costoso, y los programas de formación en postgrado para docentes no han ayudado a hacerlo. En este punto, se requiere un Ministerio de Educación que tenga programas, recursos y que vincule a los docentes con incentivos por calidad.
5. Educación rural
Para esos 2.392.624 estudiantes, los candidatos no tienen propuestas específicas.
Sabemos que el Ministerio de Educación Nacional no tiene una dependencia que se encargue de los niños rurales en edad escolar.
La diferencias urbano-rurales en cuanto a acceso y calidad aumentaron a raíz de la pandemia. Por ejemplo, el LEE sostiene que la brecha entre la educación rural y urbana, según las pruebas SABER 11, pasó de 24,1 a 26 puntos entre 2019 y 2021.
La organización NiñezYa revisó los programas de los dos candidatos “a través de diez asuntos impostergables para el desarrollo de niñas, niños y adolescentes, los cuales recogen los derechos más vulnerados a esta población que requieren acciones ya”.
El programa de GP calificó con puntajes altos en nueve de los asuntos impostergables, mientras que el de RH obtuvo este puntaje en cuatro asuntos.
No hay duda, el programa de GP en educación es más integral y comprende mejor los problemas del sector que el programa de RH. Insisto, falta mayor desarrollo en las propuestas y, sobre todo, necesitamos claridad sobre los cómo y sobre la viabilidad financiera.