En medio de una de las épocas más difíciles de su historia, la empresa más importante del país está ensayando diversas estrategias para pasar la temporada de vacas flacas. ¿A qué se debe la crisis, qué está haciendo Ecopetrol, y qué apuestas tienen más perspectivas de éxito?
Amylkar Acosta M.*
Nubes negras
El panorama de la industria petrolera sigue siendo difícil, y ni siquiera la decisión de parte del cartel de la OPEP de prorrogar por nueve meses el recorte de 1,2 millones de barriles al día ha podido conseguir un repunte sostenido de los precios del crudo. Estos siguen fluctuando, tanto el WTI como el Brent, en torno a los 50 dólares el barril.
Tanto las empresas petroleras como los países productores han tenido que apretarse el cinturón para sortear esta coyuntura de bajos precios y sostenerse en el mercado. Colombia se ha visto afectada por partida doble, tanto por la destorcida de los precios como por la caída de la producción. Y lo más grave es que sus reservas de crudo están en franca caída.
La incertidumbre se ha apoderado de la industria petrolera.
Pese a ser consciente de los inconvenientes que le acarrea la excesiva dependencia del petróleo, el país no ha diversificado su aparato productivo, lo cual implica mayor vulnerabilidad. Su crecimiento del PIB, su balanza comercial y la cuenta corriente de la balanza de pagos, así como la afluencia de la inversión extranjera directa y la renta petrolera se han visto afectadas por esta crisis.
Basta con decir que en los últimos 5 años Ecopetrol le ha girado a la Nación 106,6 billones de pesos entre impuestos y dividendos, a los cuales se vienen a sumar 33 billones por concepto de regalías a las regiones, es decir, un promedio de casi 7 billones de pesos anuales. Pero después de haber recibido la Nación una renta petrolera de 23,6 billones en 2013 pasó a deberle y a reintegrarle a la industria petrolera en 2016 parte de los pagos anticipados que había hecho, por cuenta de la caída de los precios del crudo.
Y por supuesto Ecopetrol se ha visto zarandeada por la fuerza de los vientos cruzados que soplan en este momento y que ponen a prueba su solidez y consistencia. Por eso la petrolera estatal se vio obligada, como las demás empresas, a desinvertir en aquellas actividades que no están en el centro de su negocio. Ese es el caso de las acciones que ha tenido en la EEB, en ISA y en Propilco, para tener “caja” y poder concentrarse en su actividad principal.
Ecopetrol, al igual que el país, ha visto descender sus reservas probadas y su producción. Sus reservas pasaron de 1.849 MMBPE (millones de barriles de petróleo equivalente) en 2015 a 1.598 MMBPE en 2016, un 14 por ciento menos. Y la relación reservas/producción pasó de 7,4 años a 6,8 años. El mayor porcentaje de la baja en el volumen de las reservas se debe al reaforo que tuvo que hacerse de las mismas por la caída de los precios de referencia (de 55,57 dólares por barril Brent para 2015 a 44,49 dólares para 2016).
Después de haber subido de los 755.400 barriles diarios en 2013 a 760.000 barriles diarios en 2014, la producción empezó a caer a partir del 2015. La producción promedio cayó a 760.000 barriles diarios y luego tubo un bajonazo del 28 por ciento en 2016 y se redujo a solo 552.000 barriles diarios. Son varias las razones de este desplome de la producción, y entre ellas se destaca la caída de varios de los campos en explotación y la parálisis de la actividad en aquellos pozos en los cuales el costo de levantamiento del barril de crudo no se compadece con los precios del mercado.
Palo desde arriba y desde abajo
![]() Ecopetrol, empresa de petróleo de Colombia. Foto: Ministerio de Minas y Energía |
Pero como todo lo que anda mal puede empeorar, en momentos en los que la empresa hace serios esfuerzos para sobreponerse a la adversidad, se ha recrudecido la conflictividad en las zonas en donde opera y ello ha venido afectando la operación de Ecopetrol.
El Acto Legislativo 05 de 2011, que reformó el régimen de las regalías, ha servido de catalizador a las protestas, bloqueos y acciones legales en las regiones productoras, que han visto menguados sus ingresos por este concepto. Según el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda, “desde que entró en vigencia el nuevo Sistema General de Regalías (SGR) en 2012, los bloqueos de las comunidades a los proyectos petroleros han aumentado: entre 2011 y 2012 hubo un incremento de 80 %”.
En su Plan de Negocios 2017–2020 el 90 por ciento de la inversión programada está dedicada a la exploración y producción.
La incertidumbre se ha apoderado de la industria petrolera, que ve amenazada su actividad tanto por el activismo judicial como por la proliferación de consultas populares en contra de la actividad extractiva, las cuales suponen una gran inseguridad jurídica que tiene en pánico a las empresas y conspira contra la reactivación en ciernes de la misma. A ello han contribuido los vacíos jurídicos que resultan de no tramitar la reforma a la Ley 685 de 2001, luego de que la Corte Constitucional tumbó la Ley 1382 de 2010 por no haber cumplido con la consulta previa, que, al igual que la consulta popular, sigue sin ser reglamentada.
A los recurrentes atentados a los oleoductos por parte del ELN y al robo de crudo y de combustibles por parte de las bandas criminales, se han venido a sumar los bloqueos, las protestas y las tomas de sus instalaciones. Las 43 voladuras de los oleoductos en 2016 le significaron a Ecopetrol la parálisis del bombeo desde los campos de Caño Limón y Caricare, en el departamento de Arauca, lo que hizo que se dejaran de producir en ese lapso 1,4 millones de barriles. Según estimativos del gobierno la producción de petróleo del país se ha visto afectada en un 10 por ciento por este concepto. En lo que va corrido del año se han dejado de producir el equivalente a la producción de un día por los ataques del ELN.
Acciones para la recuperación
![]() Juan Carlos Echeverry, presidente de Ecopetrol. Foto: Presidencia de la República |
Según el gremio de la industria petrolera y la Agencia Nacional de Hidrocarburos, la única manera de contener la caída de las reservas y de la producción es a través de mayores inversiones en la actividad exploratoria y de la utilización de nuevas tecnologías para mejorar la tasa de recobro en la explotación petrolera. Además de esto está el esfuerzo que se viene haciendo por parte de Ecopetrol para reducir sus costos de operación y ganar en eficiencia.
Ecopetrol también quiere hacer apuestas allende nuestras fronteras (especialmente en México, Brasil y Estados Unidos) en la búsqueda de más barriles para incorporar a sus reservas y así repartir el riesgo. Según explicó uno de sus voceros: “Ecopetrol tiene en caja más de 14 billones de pesos, lo que le da una fuerte posición para estudiar opciones de compra de reservas en el exterior”.
Ecopetrol está empeñada en una agresiva campaña para adicionar barriles de crudo a sus reservas. De aquí que, después de una caída del 24 por ciento el año anterior, se aumentara en un 140 por ciento la inversión en exploración, pasando de los 270 millones de dólares en 2016 a 650 millones este año. En su Plan de Negocios 2017–2020 el 90 por ciento de la inversión programada está dedicada a la exploración y producción. Se espera que con estos esfuerzos puedan incorporarse hacia 2020 600 millones de barriles, equivalentes a las menguadas reservas con las que cuenta y 1.000 millones más en recursos contingentes.
Uno de los mayores retos que ha venido encarando Ecopetrol es el mejoramiento del recobro en sus campos en desarrollo. Para ello su gran aliada es la tecnología. En la actualidad el factor de recobro promedio en el país es del 19 por ciento, frente al 35 por ciento promedio que han alcanzado otros países. El 88 por ciento de los campos se encuentran produciendo en etapa primaria, el 11 por ciento en secundaria y el 1 por ciento en terciaria. El país tiene allí un filón enorme por explotar.
Según un vocero de la empresa, “a la fecha, 19 pilotos muestran resultados en producción, en el Magdalena Medio hay nueve, en el Meta cinco y en el Huila, están los otros cinco”. De hecho, entre los años 2010 y 2016 Ecopetrol incorporó 216 millones de barriles de crudo a sus reservas probadas por cuenta del recobro mejorado.
Pero los precios del petróleo siguen siendo la gran limitante, pues la adopción de estas nuevas tecnologías conlleva mayores costos. Sin embargo, se han venido teniendo avances importantes en Ecopetrol, al punto que, como lo afirma su presidente Juan Carlos Echeverri, a estas alturas “el precio al cual producimos caja está entre 20 y 30 dólares y el nivel en el cual damos utilidades está entre 30 y 40 dólares”. De modo que en este momento, a pesar de la baja ostensible de los precios desde 2014, Ecopetrol sigue siendo competitivo.
En 2014 Ecopetrol repartió a sus accionistas 9,4 billones de pesos en dividendos, 42 por ciento menos que en 2013. Pero en 2016, como no hubo lugar a utilidades sino pérdidas en su ejercicio, no se repartieron dividendos.
Este año Ecopetrol tuvo un respiro que le permitió repartir entre sus accionistas 945.000 millones de pesos. 2017 empezó bien: en el primer trimestre arrojó utilidades por 886.000 millones, 144 por ciento superiores al primer trimestre de 2016, pero para sostenerlas es menester que Ecopetrol persista en su línea de acción.
Esto es tan importante para el país que una de las claves del Programa Impulsa con el que el gobierno quiere darle un empujón a la economía para frenar su desaceleración es apoyar la inversión que tiene planeada Ecopetrol: en total 3.500 millones de pesos en todos los eslabones de la cadena, las más grande proyectada para cualquier empresa colombiana.
* Exministro de Minas, Energía e Hidrocarburos, www.amylkaracosta.net