Entre la corrupción y el amor: la novela de Merlano, los Char y los Gerlein.
Inicio TemasPolítica y Gobierno Entre la corrupción y el amor: la novela de Merlano, los Char y los Gerlein

Entre la corrupción y el amor: la novela de Merlano, los Char y los Gerlein

Escrito por Daniela Garzón
la política colombiana 2022

Aída Merlano reapareció para relatar su versión de una historia de amor, corruptelas y mucho sufrimiento que pone en vilo a las familias más poderosas y ricas del Caribe, en medio de una campaña presidencial que toma un ritmo frenético.

Daniela Garzón*

La política colombiana: mejor que un melodrama

El ventilador de Aída Merlano se encendió y ha acaparado titulares desde el viernes, cuando la Revista Semana publicó algunos de los chats que prueban la relación entre la condenada excongresista y el exalcalde de Barranquilla, y candidato presidencial, Alejandro Char.

Merlano habló la semana pasada con la Corte Suprema de Justicia, después de que hace dos semanas enviara una carta al magistrado Francisco Farfán de la Sala de Instrucción, para ampliar su testimonio dentro de la indagación preliminar contra el senador Arturo Char por delitos electorales.

Esta “novela” arrancó para la opinión pública el 11 de marzo de 2018, cuando el mismo día de las elecciones legislativas por una “llamada” la Sijin allanó la sede de Merlano en Barranquilla, conocida como Casa Blanca, y recolectó el material probatorio, que incluía certificados electorales, armas y dinero destinados a delitos electorales. En esas elecciones, Merlano estaba aspirando a pasar de Cámara a Senado, avalada por el Partido Conservador.

Su proceso terminó en septiembre de 2019, con una condena de la Sala de Juzgamiento de la Corte Suprema a quince años de cárcel por los delitos de concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante y tenencia ilegal de armas. La Corte dio la orden de investigar a otras 17 personas, entre ellas al senador Arturo Char, al representante a la Cámara Laureano Acuña, a la diputada Margarita Ballén y al empresario Julio Gerlein. A los quince días, Merlano, quien estaba recluida en la cárcel Buen Pastor, se fugó por la ventana de un consultorio odontológico.

Para ella era natural que se compraran votos en la costa, que eso no es un secreto y que se hace con licitaciones entregadas a dedo.

Después de unos meses reapareció en Venezuela y le dio una declaración a Vicky Dávila donde aseguró tener pruebas para incriminar a los Char y a los Gerleín en su caso, añadiendo que habían sido ellos quienes planearon su escape. Aunque en ese momento dijo que entregaría las pruebas y que su retorno dependía de que Colombia le pidiera su extradición al gobierno venezolano, esas pruebas no se conocieron.

La Corte Suprema en mayo de 2020 confirmó su condena pero la redujo a once años y cuatro meses. La sentencia concluye que Merlano hacía parte de una “estructura organizativa” conformada por las familias políticas Gerlein, Char y Name, mediante la cual ella y otros políticos se beneficiaron y accedieron a curules durante los años 2014, 2015 y 2018. Al menos cuatro candidatos al próximo Congreso aparecen mencionados en ese documento: Arturo Char, Laureano Acuña, Carlos Rojano Llinás y Adriana Blanco.

En sus declaraciones  de la semana pasada y este fin de semana a la revista Cambio, Merlano relató en resumen que:

  1. Para ella era natural que se compraran votos en la costa, que eso no es un secreto y que se hace con licitaciones entregadas a dedo. En su entramado participaron cinco empresas.
  2. Tuvo una relación sentimental con Alejandro Char, quién financió su campaña de 2018, que le llevó $500 millones a su sede y en total habría invertido $6000 millones.
  3. También tuvo una relación con Julio Gerleín desde los 16 años y hasta seis años antes de su amorío con Char.
  4. Uno de los amigos más cercanos de Alejandro, Héctor Amarís, le dijo que “Fuad Char era muy peligroso (…) si él es capaz de matar a su hermano y desaparecerlo, ¿qué crees que van a hacer contigo?”
  5. Los Char le pusieron “una trampa en la sede política, me plantaron armas, certificados electorales y municiones para (…) tenerme presa 15 años (…) tienen el poder económico, el poder político y el cerebro maquiavélico”
  6. Después de su fuga el plan era asesinarla; en medio de eso fue víctima de una violación.
la política colombiana en este 2022
Foto: Alejandro Char en campaña.

La política en Colombia: cosas nuevas no tan nuevas

Aunque lo dicho por Merlano es explosivo y se ha regado como pólvora en el mundillo político, lo cierto es que lo que cuenta no es nuevo, o al menos no era del todo desconocido. La Fundación Paz y Reconciliación, La Silla Vacía y María Jimena Duzán, para nombrar unos ejemplos, llevan años documentando cómo ha acumulado poder político la familia Char, cuáles han sido sus alianzas electorales, cuáles son sus relaciones con otras familias políticas de la costa Caribe y en especial cómo desde hace por lo menos diez años dominan la política de Barranquilla y del Atlántico, sin que ningún oponente pueda pelearles.

Tampoco es nuevo que la política se mezcle con las relaciones sexo-afectivas; el poder suele seducir más que el dinero y en un mundo dominado por hombres como el político, la pelea por mujeres, de egos, engaños, honores y deshonores son pan de cada día para todos aquellos que han estado al menos cerca de esas esferas alguna vez.

Ese poder casi dinástico ha tenido tres fuentes:

-La económica, con un emporio comprendido principalmente por las tiendas Olímpica y el banco Serfinanza;

-La política, que estuvo primero en cabeza de Fuad Char y después de Alejandro y Arturo, que comprende la alcaldía de Barranquilla, la gobernación del Atlántico, alcaldes y concejales en ese departamento, relaciones con otras familias políticas como los Cotes que estuvieron frente a la gobernación del Magdalena hasta 2019, y una bancada propia de la que hacen parte al menos ocho congresistas, seis de los cuales están en campaña, más algunos nuevos como Carlos Rojano.

– La cultural, que comprende al equipo más destacado del Caribe, el Junior, y la cadena de emisoras Olímpica Estéreo.

Un campo de capitales sociales, económicos y culturales que dejaría boquiabierto al más pintado.

El clientelismo y la corrupción, dos prácticas que van de la mano y que a veces son difíciles de distinguir no se las inventaron los Char y son tan evidentes en su forma de hacer política que Alejandro Char, siendo candidato presidencial, no ha querido asistir hasta el momento a ninguno de los debates, pues hasta el más benevolente de los periodistas estaría tentado a preguntarle por los múltiples escándalos en los que aparece su apellido.

Tampoco es nuevo que la política se mezcle con las relaciones sexo-afectivas; el poder suele seducir más que el dinero y en un mundo dominado por hombres como el político, la pelea por mujeres, de egos, engaños, honores y deshonores son pan de cada día para todos aquellos que han estado al menos cerca de esas esferas alguna vez. Lo que sí es nuevo es que los enredos que surgen de allí se ventilen en horario prime, pues en la política también hay pactos de honor aún entre enemigos que saben que es mejor parecer que ser para mantener un equilibrio conveniente para todos en el que no se “pisan las mangueras”.

Ese equilibrio es el que las declaraciones de Aída Merlano parecen resquebrajar, y que se resquebrajó primero con aquella llamada “anónima” que la puso en evidencia, pues su captura no fue obra de una justicia diligente. Si ese fuera el caso, muchos más políticos estarían ya tras las rejas.

Las preguntas por la justicia y la campaña presidencial

Las consecuencias de este escándalo probablemente sean dos. La primera es que la candidatura de Alejandro Char está casi hundida, por más de que sea llamativa y hasta tierna su faceta de conquistador y de que hoy aparezca como segundo en una carrera casi cabeza a cabeza con Fico Gutiérrez dentro del Equipo Colombia. Aunque evite ir a los debates no podrá hacer campaña sin dedos señaladores por fuera de su tierra, y la prensa estará ahí para recordarle palabra a palabra lo dicho por Merlano.

La segunda es que la justicia tendrá que responder, aunque durante años los órganos de control le hayan servido de paraguas a Char, empezando por la actual procuradora que es una de sus íntimas amigas. El caso quedará en manos de la Corte Suprema y habrá que esperar si se compulsan copias a la Fiscalía de Barbosa, que tampoco ha sido garante de justicia y menos con sus propios escándalos a cuestas. Para los entusiastas de la política pensar con el deseo es esperar que esto sea el principio del fin del clan Char.

Artículos Relacionados

Dejar un comentario

*Al usar este formulario de comentarios, usted acepta el almacenamiento y manejo de sus datos por este sitio web, según nuestro Aviso de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Leer políticas Aceptar

Política de privacidad y cookies