El ministerio de ciencia, tecnología e innovación desea que cinco misiones contribuyan a resolver los problemas centrales de nuestra sociedad. ¿Cuáles son las estrategias y cuáles las condiciones para llegar a buen puerto?
Iván Montenegro Trujillo*
La propuesta del Minciencias
El gobierno se propone convertir a Colombia en una sociedad del conocimiento mediante la educación, la investigación, la innovación y la reindustrialización.
Para eso se plantean estrategias como las “políticas orientadas por misión”, POM, en principio bajo el enfoque de la economista Mariana Mazzucato, quien visitó el país recientemente.
Dentro de este contexto, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias) ha sido líder y pionero, desde 2021, en la formulación y adopción de un modelo de gestión basado en el enfoque de misión en el campo específico de la bioeconomía.
Ahora el Ministerio presenta una propuesta que incluye cinco misiones: bioeconomía; ecosistemas naturales y territorios sostenibles; derecho a la alimentación; energía eficiente, sostenible y accesible; soberanía sanitaria y bienestar social; y ciencia para la paz. Los propósitos de estas misiones son cruciales y necesitarán un trabajo interdisciplinario, intersectorial y territorial, y de carácter realmente participativo.
Este enfoque de investigación e innovación se refiere a políticas sistémicas basadas en los avances del conocimiento para lograr propósitos específicos. En su versión original, las POM pretenden encontrar soluciones tecnológicas para desafíos sociales difíciles a través de proyectos estratégicos ejecutados por agencias gubernamentales, grandes empresas y organizaciones públicas de investigación y desarrollo.
Para apoyar la ejecución de las misiones y programas, propongo adaptar, a nuestros contextos, el enfoque mismo de misión y el concepto de “mezcla de políticas”, lo cual implica combinar instrumentos o componentes de distintos campos de gestión estatal. Debe además tenerse en cuenta que algunos componentes tendrán aplicación en varias de las misiones propuestas.
Qué son las políticas orientadas por misión
En Europa y en algunos países de América Latina se promueve el enfoque de conocimiento y gestión del desarrollo conocido como «Políticas Orientadas por Misión» (POM), concebido como «gran ciencia para enfrentar grandes problemas» (Mazzucato, 2015, 2016).
Este enfoque de investigación e innovación se refiere a políticas sistémicas basadas en los avances del conocimiento para lograr propósitos específicos. En su versión original, las POM pretenden encontrar soluciones tecnológicas para desafíos sociales difíciles a través de proyectos estratégicos ejecutados por agencias gubernamentales, grandes empresas y organizaciones públicas de investigación y desarrollo.
Para que tenga éxito el enfoque de POM, se necesita la coordinación efectiva entre esas múltiples instituciones públicas y privadas.
En su versión más reciente, las POM se han dedicado a encontrar soluciones innovadoras y tecnológicas para problemas sociales específicos. Propongo una innovación: las políticas de ciencia e innovación deben ser entendidas como políticas sociales y ambientales, y a la inversa; no solo en el contexto de cada una las misiones propuestas, sino de toda la gestión del Estado.
Participación ciudadana
Un ejemplo pasado del enfoque POM fue el Programa Espacial Apolo en Estados Unidos, que desde sus comienzos enfrentó desafíos de comunicación y coordinación desde el interior de la misma NASA. Este ejemplo es relevante para entender en qué consiste una “misión” y, ante todo, cómo podría adaptarse la estrategia de POM a un país subdesarrollado como Colombia y en un gobierno progresista.
En primer lugar, además de la ciencia de frontera, en estos países se necesita del saber existente, en ciencia y tecnología, en diversas disciplinas –y no solo el conocimiento en la frontera–, como las ciencias naturales y sociales, las artes, las humanidades y los saberes ancestrales, para superar las grandes brechas en materia económica y social.
La apropiación y uso sistémico e interdisciplinario de este conocimiento relativamente disponible puede llevar a victorias tempranas en campos como el desarrollo productivo –incremento de la productividad–, el desarrollo social –reducción de la inequidad– y la sostenibilidad incluyendo la restauración de la naturaleza.
Durante los años 60, el programa Apolo tuvo éxito gracias a un acuerdo entre los miembros de la «élite del poder«, que coincidió con la ola de protesta social contra la ideología del «hombre unidimensional«, el racismo y la guerra. En el diseño y la ejecución de la misión Apolo participaron las elites y hubo muy poca participación ciudadana.
Pero en Colombia, después de dos siglos de una democracia limitada, una coalición de fuerzas políticas está impulsando la participación ciudadana en los asuntos públicos. Se han adoptado o anunciado medidas para lograrlo, como el marco institucional para estimular la economía popular (EPC), con participación protagónica de los trabajadores en el diseño y gestión de políticas, así como el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.
En este mismo contexto, merece aplauso que Minciencias haya propuesto que las misiones cuenten con amplia participación ciudadana para que sean apropiadas por las sociedades locales y nacional. En Colombia tenemos la oportunidad de llevar a cabo políticas orientadas por misión adaptadas a nuestros contextos, con una gestión de múltiples conocimientos, saberes y tecnologías, y con participación real de los pueblos.
Dentro del enfoque de “democratización del conocimiento” (Sutz, 2021), se han llevado a cabo experiencias en la Universidad de la República, en Uruguay, para interconectar a investigadores que trabajan con conocimiento avanzado y las comunidades directamente beneficiadas. Para esto se involucra a la comunidad en la escogencia del problema a abordar mediante los listados o «anaqueles de problemas», la formulación de preguntas de investigación y en el desarrollo de la metodología. En otras palabras, se trata de hacer una «ciencia no hecha» (Hess, 2015).
Cómo funciona una misión
La idea anterior coincide con la propuesta de la Misión Internacional de Sabios (2019), donde las universidades de investigación deben ganarse la confianza de la sociedad resolviendo problemas críticos, por más simples que parezcan.
Para eso las universidades colombianas deberían cambiar sus relaciones con la sociedad, el Estado y el sector empresarial, de manera que la investigación y las actividades económicas y sociales se complementen de maneras eficaces. De aquí también se sigue que las universidades deban trabajar tanto en el conocimiento de frontera como en la solución de problemas notorios para la sociedad.
Otro ejemplo de aplicación de la investigación con conocimiento avanzado está en el subsector de la vivienda de interés social, en el contexto latinoamericano de escasez de recursos. Se pretende innovar en temas como materiales, insumos de construcción, sistemas de generación y eficiencia energética, agua potable y saneamiento básico, tratamiento y reciclaje de desechos domésticos, domótica, etc.
Lo anterior, logrando, al tiempo, una profunda apropiación del conocimiento social y familiar, en productos y procesos que podrían tener una aplicación transversal en otros sectores de la industria y servicios, atrayendo el interés del empresariado. Esto podría contribuir a superar el dilema entre desarrollo productivo, desarrollo social y sostenibilidad, mediante una mezcla de políticas que tenga múltiples y simultáneos propósitos.
Por otro lado, los hacedores de política social y ambiental deben ser más conscientes de la efectividad de la innovación y la ciencia, e incorporarlas en sus políticas. Esta perspectiva de múltiples propósitos de las políticas públicas está enunciada en las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2016.
Así, se plantea que el desarrollo económico del país y la sostenibilidad social y ambiental no pueden seguir siendo procesos independientes, y que la inclusión social debe lograrse de manera simultánea a la inclusión productiva.
Además, se pretende revitalizar la naturaleza con inclusión social, facilitar la participación de la economía popular en compras públicas (algunas de ellas de productos innovadores) y aplicar el enfoque de políticas de investigación e innovación orientadas por misiones para impulsar la transformación productiva a partir del conocimiento producido, usado y apropiado.
Sugerencias sobre las propuestas de Minciencias
Los “ecosistemas científicos” deben establecer alianzas a mediano y largo plazo mediante proyectos interdisciplinarios que, cuando se justifique, superen las divisiones político-administrativas territoriales. Estos proyectos deben tener un enfoque experimental claro y recibir seguimiento para medir su efecto.
Además de los proyectos «de última milla», se deben desarrollar proyectos de desarrollo tecnológico. La “política de innovación transformativa”[1], que se enfoca en el cambio participativo desde lo local, la experimentación en nichos y las transiciones basadas en interacciones multinivel, se aplica a las cinco misiones a nivel de proyectos y de actividades que impliquen cambios en aspectos culturales, regulatorios, sociales e incentivos para la ciencia y la innovación.
[1] Romero. O., et al. (2022). TIPC, (2020). Extended policy report prepared for The Colombian misión de sabios.

Así, se plantea que el desarrollo económico del país y la sostenibilidad social y ambiental no pueden seguir siendo procesos independientes, y que la inclusión social debe lograrse de manera simultánea a la inclusión productiva.
La Misión de Ciencia para la Paz y la Ciudadanía debe fortalecerse con los resultados de una evaluación de impacto del «Programa Prototipo de CTeI de Comunidades Sostenibles de Paz», que fue ejecutado entre 2018 y 2022 por Minciencias/Colciencias con el apoyo del PNUD. Se necesita una mezcla de políticas que incluya la innovación para el desarrollo productivo de la economía popular, el desarrollo social y la sostenibilidad de las áreas PDET.
En las misiones propuestas por Minciencias el liderazgo decidido de un trabajo interministerial es crucial, y la “diáspora científica colombiana” puede ejercer un papel esencial y sin sesgos de intereses creados en el apoyo a la generación y transferencia de conocimiento y tecnología (ACIS, 2022).
En la misión de la transición energética, la superación de la paradoja de la necesidad ineluctable de seguir impulsando el consumo de energías fósiles para apoyar las estrategias del PND se contribuirá a lograr con sólidos, profusos y pertinentes argumentos como los planteados por el Profesor Emérito César Pulgarín, y con un mayor presupuesto para la ciencia y la innovación, –el 0,5% del PIB en I&D para el 2026 y el monto de las regalías para el bienio 2023-2024 son plenamente insuficientes.
Para lograr lo que se ha comentado, es esencial que la ciudadanía se apropie de las misiones propuestas de manera análoga a como se lo ha planteado para las transformaciones presentadas por el gobierno. Esto se logra mediante el uso de metodologías y espacios innovadores y cruciales para la escucha y el diálogo. De esta manera, estas misiones se convertirán en algo cercano, importante e inspirador para todos nosotros.