Ingrid: ¿Para qué te sirven $ 15.400.000.000? - Razón Pública
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Ingrid: ¿Para qué te sirven $ 15.400.000.000?

Escrito por Francisco Thoumi

Francisco ThoumiEs notable que en la legislación de tu otro país, Francia, cuando alguien toma una decisión como la tuya y el Estado rescata luego a la persona, esta deba pagarle los costos en que ese mismo Estado ha incurrido en el rescate.

Francisco Thoumi *

Querida Ingrid,

Te conocí el día en que dictaste una conferencia en la Universidad Internacional de la Florida cuando empezabas tu campaña para la Presidencia del 2002.  Allí te interrumpí, debo confesarlo, en un acto de mal gusto. Al terminar nos reunimos y conversamos por lo menos una hora sobre temas relacionados con las drogas ilegales y nuestra querida Colombia.

Después mantuvimos un intercambio de correos electrónicos en los que continuamos nuestro debate de ideas hasta cuando te secuestraron. Yo no me atreví a borrar esos e-mails sino cuando te liberaron. Eran como un icono que me recordaba a los secuestrados en el computador.

El día de las elecciones de 2002 encontré a tu acongojada tía frente al  consulado en Miami. A ella le conté que para mí había sido una obligación votar por ti en protesta contra la triste situación del país. Cuando tu familia recibió el primer video con muestras de supervivencia, tu tía me pidió que lo viéramos juntos porque ella no tenía la entereza de hacerlo sola. Tristemente la acompañé en ese menester.

Tiempo más tarde conocí a tu madre en Miami. Cuando regresé a Colombia, en 2004, ella me invitó a su apartamento donde me mostró un óleo tuyo pintado por ella en un esfuerzo de enfrentar la realidad del secuestro. Ese cuadro me impactó porque realmente es muy bueno y refleja su sufrimiento: en ese cuadro tus ojos expresan una tristeza profunda. Realmente tu madre hizo una obra maestra.

La historia de tu secuestro y sufrimiento es la de muchas familias colombianas. La tuya es simplemente más conocida porque tú eras una gran figura pública y tu liberación colmó de alegría no sólo a quienes te habíamos conocido personalmente sino a la inmensa mayoría de los colombianos.

La noticia en la que tú y tu madre demandan al Estado por $15.400 millones realmente me deja perplejo. Durante tu paso por el Congreso siempre actuaste en contra de quienes consideraban que ellos no eran parte del Estado sino que este era un ente controlado por algún señor feudal o grupo oligarca. Por eso, si no somos parte del Estado, este puede ser un botín del cual el más listo puede extraer la mayor tajada. Yo pensé que tú sí creías en la necesidad de construir un Estado moderno y del cual todos somos parte; en el que somos ciudadanos y no siervos. Que creías en una Colombia moderna. Tu conducta sin embargo me muestra que tu actitud hacia el Estado es profundamente extractiva y que cuando culpas al Estado estás hablando del Estado como un ente lejano, al cual no perteneces y al que se puede explotar porque no está conformado por contribuyentes.

Supongo que puedes alegar que el Estado tiene la obligación de proteger a los ciudadanos y que fueron funcionarios quienes te dijeron que estaba bien hacer el viaje en que te secuestraron. Claramente, muchos de los involucrados alegan que te pidieron que no lo hicieras. Al final, en este punto se presentarán testimonios contradictorios y si se falla en tu contra alegarás que en este país no hay justicia y que sobornaron a los actores claves del sistema.

Lamentablemente en Colombia nadie puede garantizar la total seguridad en un viaje. La vida de cualquier colombiano que sale a la calle afronta riesgos. En efecto, la vida es un riesgo constante que todos debemos correr. Aún en los Estados más fuertes, en sociedades altamente cohesionadas, se corren riesgos. En otras palabras, independientemente de lo que te hubieran dicho o no dicho, había un riesgo, porque la zona del secuestro era peligrosa. El riesgo podría haber sido bajo, por ejemplo de un uno por ciento. Es decir, se estimaba que uno de cada cien viajeros sería secuestrado. Pero de todas maneras era un riesgo.

En Colombia muchas veces la gente busca privatizar beneficios y socializar costos y se comporta como si las acciones individuales no tuvieran consecuencias. En tu caso tomaste un riesgo, hiciste una apuesta al hacer el viaje, y desafortunadamente la perdiste. Es notable que en la legislación de tu otro país, Francia, cuando alguien toma una decisión como la tuya y el Estado rescata luego a la persona, esta deba pagar al Estado los costos incurridos. Ojala el Estado francés no te cobre los costos en que incurrió tratando de rescatarte.

Las cifras de tus demandas reflejan las locuras que se presentan en países ricos cuando los abogados logran que jurados asignen compensaciones pecuniarias exorbitantes en contra de empresas privadas con base en la creencia de que estas tienen recursos enormes o que oprimen a los consumidores y deben ser sancionadas. Tú estás pidiendo "solamente" 29.900 salarios mínimos mensuales, lo que equivale "solamente" a 386,4 salarios mínimos por mes de secuestro. Es decir, por cada mes que pasaste en la selva quieres que te entreguen lo que un colombiano que gane el salario mínimo obtendría trabajando más de 32 años. Claro que puedes voltear el argumento y responderme que la suma total que pides es una minucia, solamente unos $350 por cada colombiano, incluyendo el 61 por ciento de pobres e indigentes.

Los dineros que pides garantizarían que tú, tu madre y tus hijos, gente pudiente y que ha tenido grandes oportunidades en la vida,  pudieran vivir el resto de sus vidas como personajes de clase alta en el primer mundo sin necesidad de trabajar, todo esto a costa de los contribuyentes, es decir de los millones de ciudadanos a los que pretendiste servir como Presidente. Realmente me gustaría saber si crees que a los demás secuestrados el Estado les debe sumas parecidas. No sé si consideres que hay secuestrados de primera, de segunda o de tercera, etc., y que ellos deberían recibir menos. En tu demanda se alega que el Estado debe pagar por el sufrimiento de tus dos hijos. ¿Crees que alguien que tenga una familia más grande debería recibir más? ¿Crees que tus hijos, que vivieron cómodamente en Francia durante tu secuestro, deben recibir más o menos que los de los secuestrados pobres que viven en Colombia? Claro está que podrías alegar que ellos estaban expatriados padeciendo la mala vida de París.

Tu demanda me lleva a formular otras preguntas. En un país con millones de desplazados, muchos de ellos niños que enfrentan enormes riesgos, ¿crees que el Estado debería atenderlos antes de compensar a tus hijos? Supongo que me dirías que el Estado debe compensar a todos por igual.  Con lo que pides se pueden construir más de 440 viviendas prioritarias de interés social para familias desplazadas, la mayoría de las cuales ha perdido a su cabeza de hogar (¿El barrio Ingrid Betancourt?). ¿Crees que el sufrimiento tuyo y el de tu familia son iguales al de 440 familias desplazadas que carecen de vivienda?

En Colombia hay 3 millones de desplazados, más otras víctimas de la violencia que no lo son, de modo que el Estado debería compensar posiblemente a unos cinco millones de personas, es decir, un once por ciento de la población.  Como la fuerza laboral es de unos 22 millones, se tendrían unos cuatro y medio trabajadores por cada compensado. Supongo que no querrías que quienes ganan un salario mínimo o menos, o los desempleados contribuyeran a la compensación. Entonces  quedamos, con suerte, con dos trabajadores por compensado ¿Crees que cada dos trabajadores deberían pagar 386 salarios mínimos por mes de sufrimiento a cada compensado?

De ninguna manera intento subestimar el sufrimiento tuyo y el de tu familia con tu secuestro, el cual conozco muy bien y he compartido. Simplemente considero que con esta acción contradices los principios que expresabas cuando eras una líder en el Congreso. Las demandas contra el Estado en casos en los que se puede alegar negligencia, son comunes y legales. En tu caso me atrevo a afirmar que tu demanda equivale a un intento legal de explotar al Estado. ¿Crees que la podríamos llamar una forma de corrupción legal? Realmente no lamento haber votado por un secuestrado para presidente. Solamente lamento que ese secuestrado fueras tú.

Francisco E. Thoumi

 *Cofundador de Razón Pública. Para ver el perfil del autor, haga clic aquí. 

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