Petro decidió no unirse a Claudia López, dejando a la izquierda dividida. ¿Qué opciones le quedan y cuáles son las consecuencias para el panorama electoral?
Miguel Antonio Galvis*
Petro se distancia de la unidad
Recientemente, Gustavo Petro decidió no apoyar la candidatura de Claudia López para la Alcaldía de Bogotá y marginarse del proceso de unidad en el que participan varios colectivos de izquierda e independientes.
Esto, a pesar de que Jorge Rojas, exsecretario de Integración Social de la Alcaldía de la Bogotá Humana y quien era precandidato de la Colombia Humana, participó en el ejercicio de convergencia y de unidad para garantizar la gobernabilidad de los sectores independientes y alternativos en Bogotá en el que López quedó elegida candidata.
La actitud de Petro no extraña a la opinión pública, pues ya había asumido posiciones similares con Antonio Navarro, Inti Asprilla y demás miembros de su equipo, a quienes invitó a participar de la Alianza Verde para luego él mismo no ingresar a ese partido. Las razones de entonces tenían que ver con su aspiración personal a la presidencia.
Todo parece indicar que el senador Petro sólo considera válido el discurso de unidad cuando esta se produce en torno a él o a sus inamovibles, que en este caso es el “metro pesado para Bogotá”. Muchos han identificado este tema como su “florero de Llorente”, una estrategia para jugársela por la polarización.
![]() Foto: Facebook Claudia López |
Algunas voces plantean que la alianza con López no conviene a Petro por sus aspiraciones presidenciales pues la candidatura de Claudia López está desde el comienzo ligada a Sergio Fajardo y a Petro no le conviene subirse a la misma tarima con él.
La polarización y el metro subterráneo
Petro tiene claro que su favorabilidad en Bogotá está muy disminuida. En la primera vuelta presidencial la Colombia Humana fue derrotada por la fórmula Sergio Fajardo y Claudia López. Esa fue la expresión de amplios sectores que no votan por los partidos ni actores tradicionales pero que tampoco se identificaban con la administración de la Bogotá Humana.
Así las cosas, a Petro no le queda otra que utilizar la estrategia de la polarización, como lo hizo en la campaña presidencial, cuando descubrió que así su favorabilidad crecía. Pero, como él mismo lo explicó, crecía mucho más la de Iván Duque, y sin embargo decidió continuar polarizando, sin importarle lo que le pasara al país, pues le estaba dando el triunfo al “que dijo Uribe”.
Senador Petro sólo considera válido el discurso de unidad cuando esta se produce en torno a él.
El elemento que escogió Petro para polarizar es el metro subterráneo o metro pesado, que es un tema que hoy depende de decisiones judiciales, y con el cual pretende marcar una diferencia con la candidatura de Claudia López. Ella ha sostenido que, si el alcalde Peñalosa deja contratado el Metro Liviano, y su contratación se realiza de acuerdo con la ley, ella lo ejecutará y lo ampliará para que sea una realidad.
Así, López ha evitado seguir en los debates que nos tienen con una realidad de a puño: Bogotá en los últimos cincuenta años no ha construido un centímetro de metro, y eso no puede continuar así.
Como buen confrontador, en la presente carrera por la alcaldía Petro quiso sacar un as de la manga a última hora y salir victorioso. Fue así como le propuso a Angela María Robledo que fuera la candidata a la alcaldía de Bogotá por la Colombia Humana, intentando romper la unidad de los sectores independientes y la izquierda.
Con toda claridad y coherencia, Angela María Robledo le agradeció su confianza, pero declinó su ofrecimiento, pues ella está comprometida con la defensa de la curul de la Cámara de Representantes para la oposición política y la defensa de la paz.
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Posibles alianzas de Petro
Hay quienes sostienen que el senador Petro no va a apoyar a ningún candidato a la alcaldía de Bogotá, pues no confía en quienes lo acompañaron en la administración y en la campaña presidencial.
Sin embargo, otros consideran que no puede dilapidar su ya mermado capital político en Bogotá, y consideran que podría buscar una unidad en torno al “metro pesado” con el Movimiento Alternativo Indígena y Social, MAIS, que tiene como candidato a su amigo y dirigente de Colombia Humana, el concejal de Bogotá, Hollman Morris. Morris ya recibió el aval de MAIS e inscribió su candidatura acompañado de Petro el sábado pasado.
Petro también contaría con el apoyo de la Unión Patriótica, con quien realizó un acuerdo nacional para avalar sus candidatos en las regiones; y podría contar con la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC y con Clara López Obregón.
El sector de la izquierda que se mantiene unido
Por su lado Claudia López, la candidata de la unidad de los sectores independientes ha adelantado un proceso de indiscutible coherencia y capacidad política. Primero se sometió a una encuesta con su colega el candidato Antonio Navarro Wolf, de la que salió victoriosa obteniendo el aval de su partido la Alianza Verde.
Luego, invitó a los candidatos de los demás sectores no tradicionales de la política a participar en un proceso de convergencia, que permitió incluir en el programa algunas propuestas de la candidatura del Polo Democrático Alternativo, un Sector de la Colombia Humana y un sector de Activistas, construyendo su candidatura en torno a un programa concertado.
![]() Foto: Facebook Hollman Morris |
Sin acuerdos burocráticos, y sin pactos debajo de la mesa, Claudia López logró adhesiones de importantes líderes de opinión, tanto de la izquierda como del centro y de sectores que históricamente han votado con la política tradicional. Se trata de sectores que hoy sienten que es el momento de renovar y despolarizar la política en Bogotá, y así superar el estancamiento en que la han sumido los últimos tres gobiernos.
Los estandartes de la política que adelanta Claudia López están bien representados en lo que fue la campaña de la Consulta Anticorrupción.
Los estandartes de la política que adelanta Claudia López están bien representados en lo que fue la campaña de la Consulta Anticorrupción, así como en los ejercicios del poder local y regional de los sectores independientes, liderados por los profesores Antanas Mockus en Bogotá y Sergio Fajardo en Medellín y Antioquia. Es una candidatura que se aleja del estilo confrontacional que ejerció y quiere continuar ejerciendo Gustavo Petro.
Entre los movimientos de izquierda que acompañan a López se destaca el Polo Democrático Alternativo (PDA), que con su precandidato Celio Nieves y el apoyo decidido del Senador Jorge Robledo mostraron madurez política al aunar esfuerzos y contribuir a la unidad en contra de la derecha, que se está unificando en torno a Miguel Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala.
También, hay que destacar el valor civil y la personalidad política propia de Jorge Rojas, quien como líder de la Colombia Humana antepuso los intereses de la ciudad y la ciudadanía por encima de los cálculos personales de su mentor político. También hay que resaltar la sensatez y la coherencia política con los procesos de unidad de Luis Ernesto Gómez del grupo Activistas, y del Exalcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón, quienes se sumaron a respaldar esta candidatura de unidad.
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La ciudadanía tiene la palabra
La campaña electoral por la alcaldía mayor de Bogotá es el mejor termómetro para saber cuál es la fuerza y poder real de los diferentes actores de la vida nacional y del comportamiento del electorado. La ciudadanía deberá escoger entre una política de distensión y de convergencia de los sectores independientes, o escoger entre las opciones de la polarización y la confrontación, una desde la derecha y otra desde la izquierda petrista.
Lo peor que le podría pasar a la ciudad es que el alcalde sea escogido en una confrontación entre “el que diga Álvaro Uribe” y “el que diga Gustavo Petro.” A veces los polos no sólo se repelen, sino que también se atraen, y tienden a parecerse.
*Consultor Social y Político Independiente. Director Ejecutivo de la Fundación Siglo XXI de Educación para Adultos